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Thirty-four

Antes de llegar a la feria, Yunho y Jongho decidieron hacer otras cosas mientras esperaban a que fuera un poco más tarde para poder sorprender al cachorro, quien ya de por sí estaba muy feliz pensando el día con ellos, habían ido al cine, dieron un corto paseo y finalmente cuando comenzó el atardecer llegaron a su destino inicial.

Jungwon se emocionó mucho cuando llegaron a la feria, él en realidad no sabía a dónde irían así que su emoción solo aumento.

Yunho y Jongho sonrieron viendo al cachorro que no dudo en apurarlos para ir pues el lugar llamo totalmente su atención, los juegos, los pequeños puestos que tenían peluches y otras cosas, a los otros cachorros comiendo golosinas.

—¡Papi quiero!— Señaló a un cachorro que comía un algodón de azúcar, Yunho sonrió viendo el tierno puchero en su hijo.

—Vamos.

Jungwon tomó las manos de su papá y Jongho para comenzar a caminar en busca de ese algodón de azúcar, que más bien para él era una nube del cielo y le molestaba un poquito que otros cachorros pudieran comer nubes y él no.

Jongho solo sonreía viendo al cachorro ver a otros comiendo dulces o cualquier comida que veía.

—¡Rico!— Jungwon les ofreció pero solo Yunho acepto.

—No gracias, cachorro— Acaricio su cabello— Las cosas dulces no son de mis preferidos— Aclaro al sentir como Yunho y Jungwon se le quedaban mirando.

—Es bueno saberlo— Murmuró Yunho.

Jongho ladeó su cabeza después de escucharlo sin entender la razón por la cual lo dijo.

Una vez que Jungwon quedó satisfecho comenzaron a recorrer el lugar, los tres estaban realmente mirando con curiosidad todo pues era la primera vez que estaban en una feria, no sabían que hacer entre tanta atracción.

Hasta que Jongho se detuvo frente a un puesto con distintos peluches y se le ocurrió algo, por supuesto Yunho noto que se había detenido pero no dijo nada quería saber que era lo que había en la mente del omega.

Sus cejas se alzaron con asombro cuando vio como Jongho había ganado un lindo peluche de gatito.

—Vaya— Un sonrojó pinto el rostro del menor al ver a Yunho y Jungwon sorprendidos.

—Para ti— Jungwon abrazo el peluche que Jongho ganó para él.

—¿Fue al primer intento?— Jongho asintió lentamente con vergüenza.

—No creí lo iba a lograr— Murmuró— Pero quería hacer el intento una vez.

—¡Esa es la actitud!— Festejo el alfa.

Después de eso Yunho y Jongho se pasaron por todos los puestos con juegos, ganaron y perdieron, pero al final se divirtieron y también consiguieron juguetes y peluches para Jungwon, aunque Yunho se esforzó en su último juego para ganar un osito de peluche que le recordó al omega.

Yunho memorizó la expresión llena de sorpresa del omega cuando le entregó el osito diciéndole que era para él, pudo notar que también hubo emoción y felicidad, sus ojos brillantes lo miraron junto a una pequeña sonrisa y un tímido agradecimiento.

El cachorro en sí se divertía viendo como su papá y Jongho ganaban cosas para él, pero cuando se divirtió un poco más cuando se subió junto a Jongho a un carrusel, o cuando su papá insistió en tomarse fotos.

Por primera vez los tres conocieron sensaciones cálidas, tuvieron sonrisas auténticas en sus fotos, y descubrieron que Yunho era alguien gracioso y divertido que siempre tenia algo para decir, tanto Jongho como Jungwon se sintieron a salvo.

—Todo se ve chiquito— Murmuró Jungwon miraba hacia abajo, pues había subido a la noria.

—Así parece— Yunho beso su cabeza.

Jungwon se perdió en su imaginación donde se creía un gigante en una pequeña ciudad. Mientras que Yunho y Jongho solo compartían silenciosas miradas y sonrisas, ambos estaban perdidos apreciándose el uno al otro.

Por la mente de Jongho jamás se le paso que podría apreciar al alfa frente a él de tal forma, nunca negó que fuera atractivo, pero ahora que su rostro mostraba calidez, que siempre había una sonrisa en sus labios y el brillo en sus ojos lucia aún mejor, un nudo se formaba en su estómago antes las cálidas sensaciones que lo recorrían cuando veía al alfa reír o sonreír con autenticidad, por eso estaba seguro de que no era ese alfa que le hizo daño, Yunho parecía adorarlo y estar dispuesto a todo por él, ya no había despreció, ni dolor.

Y de cierta forma Yunho también veía al omega que conoció en la habitación del hospital, Jongho en todo este tiempo había ganado peso, su mirada había dejado de mostrar terror por todo, había más color en él, podía admirar una hermosa sonrisa que antes no habría tenido la oportunidad de ver, Jongho estaba mejor, las heridas en su cuerpo habían sanado y ahora estaban desapareciendo.

Se había enamorado de aquel omega asustado, pero ahora podía decir que estaba perdido por él, estaba dispuesto a hacer todo lo que él quisiera, si Jongho se lo pidiera él se pondría de rodillas y quedaría a su merced sin dudarlo, lo adoraria como si de un Dios fuera, sería su más fiel seguidor.

—Papi fuera...

Jungwon llamo la atención de ambos pues al parecer fueron ellos quien más se perdieron, un sonrojó pinto sus rostros y bajaron de la atracción, cuanto habrían tardado en reaccionar, no tenían idea pero el encargado parecía ligeramente fastidiado.

—Bueno ¿Quieren ir a cenar?— Jungwon no dudo ni un segundo en asentir y bueno Jongho igual sentía hambre.

Había sido una tarde agradable para los tres, Jungwon estaba feliz con sus nuevos juguetes y peluches, Yunho y Jongho estaban satisfechos por ver a su cachorro feliz, y también se habían divertido aunque no subieron a muchas atracciones pues Jungwon era muy pequeño todavía.

Subieron los juguetes de Jungwon al auto para irse a buscar alguno lugar para cenar, Yunho noto a Jongho sujetar el oso de peluche como si fuera un objeto totalmente valioso para él, una sonrisa de felicidad se apareció, en realidad su felicidad no pudo ser escondida.

Llegaron a un pequeño restaurante familiar que les pareció suficiente para comer con tranquilidad, Jungwon parecía si tener hambre pues estaba muy impaciente, actitud que les pareció tierna, pero igual Jongho tuvo que calmarlo.

—Fue una buena tarde ¿No crees?— Jongho miró al alfa.

—Lo fue, nunca me había divertido tanto como hoy— La sonrisa en su rostro no podía ocultar su emoción, ya no existía había una forma en que sus emociones pudieran contenerse— Me gustó salir contigo y con Jungwon.

—También me gusto, y me gustaría que hubiera más de esto— El omega asintió— Y muchas gracias.

—¿Ahora por qué?— Ladeo ligeramente su cabeza.

—Por no dejarme tener otra crisis— Jongho se sorprendió al escucharlo, suponía por lo que paso antes de sugerirle ir a la feria.

—Las crisis nunca serán agradables, eso yo lo sé y siempre quise que alguien estuviera para mi cuando estaba a punto de tener una— Yunho tomo su mano— Ambos dejaremos de tener crisis— Su voz salía con total seguridad, Jongho ya era más seguro al hablar y eso le encantaba.

—Por supuesto...

Una burbuja comenzó a rodearnos, siendo solo ellos dos, ni siquiera Jungwon pudo entrar a ese momento, era solo de ellos dos.

—¡Papi!

Por supuesto que al tener a un cachorrito hambriento no les permitió que su burbuja creciera, ambos rieron al ver a Jungwon con su ceño fruncido y sus labios abultados.

—Lo sentimos, cachorro— Jungwon soltó un tierno gruñido— Mira, la comida ya viene— Yunho señaló al mesero que los había atendido.

—De verdad tenía hambre— Murmuró Jongho viendo como el cachorro no dudo nada en comenzar a comer a penas le dieron su comida.

—Esta en crecimiento— Jongho lo miró— O eso creo, no lo sé, soy padre primerizo— El omega rió suave.

Comieron en total silencio, aun no sabían como encontrar un tema de conversación que no fuera algo que paso recientemente, pero poco a poco lo estaban logrando, se estaban conociendo, sintiendo comodidad y dejando lo malo atrás, pues en realidad les importaba lo que pasaba aquí y ahora, no lo de antes ni lo de después.

Luego de terminar con la comida salieron del establecimiento pensando que ya se irían a casa pues Jungwon al parecer ya había agotado toda su energía y solo quería dormir, ese era la idea, pero Yunho noto algo en el camino y quiso que Jongho lo viera, así que estacionó el auto frente a un parque.

—Vamos— Le sonrió para que no se pusiera nervioso.

Yunho bajo primero del auto para rodearnos y sacar a su hijo que ya se había quedado dormido, después Jongho bajo y miró el lugar sin saber porque razón el alfa se detuvo ahí.

—Se que te te parece raro, lo es, un poco— Se escuchaba ansioso y emocionado, de alguna forma fue lindo para Jongho.

No muy lejos pudo ver una zona en el parque cubierta de luces en árboles y arbustos, caminaron atraves de esa parte hasta que notaron a un grupo de personas escucharon música suave y a algunos bailando, miró al alfa quien solo se encogió de hombros.

Una chica se les acerco con una amistosa sonrisa para invitarlos a unirse, Yunho se negó diciendo que solo estaban pasando por ahí, además de tener a su hijo dormido en brazos.

—¿O quieres?— Miró al menor, pues tal vez Jongho tenía algo más en mente.

—Uh, no— Negó lentamente— B-bueno en realidad yo no sé... no se bailar— Murmuró bajó con un sonrojó en sus mejillas.

—¿Quieres intentarlo? Digo yo ni siquiera recuerdo si se bailar— Rió con algo de diversión.

—Tal vez— Murmuró.

Aunque la chica se ofreció a cuidar de Jungwon mientras ellos bailaban, ninguno de los dos tenía la confianza necesaria para dejar al cachorro con alguien desconocido.

No supieron como iniciar todo eso era nuevo, se veían como si de una joven e inexperta pareja se tratará, recién estaban confiando, se estaban conociendo y lo único que tenían en común era a Jungwon, así que no tenían ni idea de que hacer para comenzar a bailar como las demás parejas, al menos hasta que una pareja mayor se animo a ayudarlos, se avergonzaron por ello pero igualmente agradecieron por la ayuda.

Pronto encontraron la sincronía perfecta y se sorprendieron a si mismos de no ser tan malos en realidad, esta vez su burbuja creció lo suficiente para ser solamente ellos dos, no necesitaron de palabras, el hecho de que Yunho sujetará a Jongho con total delicadeza y que este tuviera su cabeza recostada en el hombro disponible del alfa, fue más que suficiente para hacerse entender que ya existía una conexión que fortalecía de alguna forma él lazo.

Finalmente después de un largo camino oscuro y lleno de dolor, habían encontrado el final y había luz y armonía, las heridas sanaron, el dolor desapareció, el temor se disipó, estaban listos para ese camino iluminado, la tranquilidad que tanto los esperó, estaban listos para defenderse de cualquiera que quisiera arrebatarles lo que tanto les costó obtener.

Estaban listos porque de ninguna forma volverían a la oscuridad.











Me gusta escribir estas cosas con canciones de Disney 🤗

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