Forty-eight
Una vida tranquila fue todo lo que había anhelado incluso antes de que los Jeong llegarán, ahora que Jongho podía sentir tranquilidad en su vida y ya no estaba en el fondo de un infierno, se dio cuenta que jamás tuvo una vida, no solo los Jeong lo arruinaron, sus padres fueron quienes empezaron a arruinarlo como si eso fuera un entrenamiento para todo lo que iba a pasar, sus hermanos también tenían parte de la culpa aún si no lo hicieron conscientes o lo disfrazaron con protección, pero ahora era libre y no había más sufrimiento.
Le gustaba tanto la nueva vida que tenía, los Jeong ya no le hacían daño, sus hermanos finalmente lo escuchaban, Jungwon estaba junto a él, le estaba dando una oportunidad a Yunho, tenia personas que lo aconsejaban y lo ayudaban cuando sentía que no podía, de repente la casa en que vivía dejó de ser enorme y fría, ahora estaba llena de calidez, juguetes de Jungwon, empezaba a haber fotos y Yuri ya no era un secreto que debía mantenerse oculto.
A veces Jongho despertaba creyendo que todo era un sueño, pero entonces su cachorro entraba a la habitación con una brillante sonrisa y al bajar a la cocina el delicioso aroma de una desayuno recién hecho lo recibía.
Pero saber que los Jeong estaban ahí afuera esperando el momento correcto para atacar por lo que había causado, era lo que no le permitía tener completa tranquila, al igual que sus padres rondando por el lugar hasta tener oportunidad de acercarse sin Yunho cerca.
Tal y como en ese momento.
—¡Lárgate bastardo, inútil!— Los ojos de Jongho se abrieron tanto como le fue posible cuando presenció a su madre levantar su mano y golpear a Jungwon.
Su sangre hirvio ante eso, gruñó llamando la atención de su madre, la omega ni siquiera mostró remordimiento hasta que noto que su propio hijo la estaba mirando como una amenaza, sus ojos ardían y sus pasos eran firmes.
—¡¿Con que derecho te atreves a ponerle una mano encima?!— Gruñó totalmente enfurecido. Jungwon lo abrazo con fuerza mientras lloraba asustado, y eso molesto más a Jongho— Tú, no puedes venir a mi casa y hacer lo que se te de la gana, mucho menos golpear a mi hijo.
La omega se mostró sorprendida al escuchar a su hijo hablar de tal forma, no sólo que nombrará al cachorro como "hijo" sino la seguridad con la que hablaba, ya no mostraba temor e inseguridad, podía mirarla a los ojos y aún así mantenerse firme.
—Sabes algo es suficiente, ya no pienso callar y dejar que solo seas tú— Tomó al cachorro para llevarlo a algún lugar de la casa.
Mientras la omega seguía procesando la postura de su hijo, nunca en su vida lo había visto de esa forma ni siquiera con sus hermanos, Jongho jamás se defendió, nunca tuvo el valor de alzar la voz y no podía ver a nadie a los ojos, lo sabía muy bien porque se habían encargado de criarlo para que solo fuera obediente y así manejarlo a su conveniencia. No podía pensar en la razón por la que su hijo cambió tanto ¿Qué cambió? ¿Qué le hizo tener esa confianza? Aún vivía con el alfa que lo destruyó, estaba el hijo de la amante de su esposo, sus hermanos aún decidían por él y los Jeong aún estaban tras de él.
Cuando Jongho regresó pudo ver a su madre aún procesando todo, sabía que estaba buscando respuestas por su repentina postura, y también sabía que intentaría volver a llevarlo al lugar donde se suponía debería estar para luego sacar provecho.
—Así qué...— Su madre comenzó una vez que lo notó de vuelta. Pudo ver como una sonrisa llena de burla y arrogancia se aparecía y avisaba que empezaría con su plan de hundirlo de nuevo— Ahora que tu esposo es diferente ¿Crees que eres mejor que otros?— Alzó sus cejas esperando alguna respuesta, pero ni siquiera dio la oportunidad para responder— Estas muy equivocado, Jongho, ¿Te sientes especial?— Él tan solo la miraba sin mostrar miedo o sumisión— ¡Responde!
—¿Y como lo hago si no dejas de hablar?— La omega frunció el ceño molesta por su respuesta.
—¡¿Quien te crees para hablarme así?! Soy tu madre y me vas a respetar, yo te crié y de no ser por mi no tendrías esta vida— Jongho rió bajo desconcertando a su madre.
—¿Quieres que te agradezca por esta vida?¿Por el sufrimiento que tuve pasar? Mientras que tú y tu esposo disfrutaban del dinero que los Jeong les daban— La omega gruño— Bien, gracias mamá por darme esta mierda de vida, gracias por dejar que me destrozaran de formas que no te puedes ni imaginar, gracias por haber fingido que no tenias un hijo a menos que necesitarás dinero, gracias por abandonar...— Un golpe en su mejilla detuvo todos los agradecimientos hacia su madre, pero solo sonrió.
—De no ser por mí habrías vivido en la calle...
—¿Por qué?¿Por qué Mingi jamás te habría ayudado a ti? Pude haber tenido una vida diferente, pero preferiste venderme, usarme como una fuente de dinero— Miró a su madre— ¿Quieres saber las condiciones que me pusieron para darte la cantidad de dinero más alta?
—Cállate— Por supuesto que no quería saber, a nadie le gustaría saber.
—Ser el esposo perfecto frente a gente importante, fingir que mi cuerpo no dolía cuando ni siquiera podía sostenerme de pie, verme bien por si algún alfa me quería— Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba a su madre que ni siquiera quería verlo— No llorar mientras me hacían daño, ¿Disfrutaste del dinero, mamá?
—Cállate— Repitió con la voz temblorosa.
—Ellos me hicieron tanto daño, me destruyeron porque yo era un estorbo, el culpable de todo ¿Y qué hacías tú, mamá?— Sonrió entre lágrimas esperando algo más que un "Cállate" de su parte— Me abandonaste aquí, los dejaste que me hicieran lo que quisieran porque yo no te importa, no te importa nada más que el dinero... y te sigo sin importar, porque esto que te estoy diciendo lo olvidarás al salir de aquí, solo viniste por dinero pero se acabó— La omega finalmente lo miró.
—Tú no tienes derecho a hacer esto, no es tu dinero, no eres nada Choi...
—Entonces si quieres dinero deja de buscarme a mi y ve directo a Yunho o a los Jeong, ellos son los que tienen dinero y los que si son algo— Su madre intento golpearlo de nuevo pero finalmente después de años logró detenerla— No me importas, mis hermanos son la única familia que tengo.
—Jongho...
—Yunho te dijo a ti y a tu esposo que no eran bienvenidos a esta casa, así que si vuelves a venir y le haces daño a mi cachorro otra vez, te juro que te arrepentirás— La omega frunció el ceño.
—Ese niño no es tuyo, es de alguna maldita amante de Jeong— Jongho gruñó advirtiéndole que se callará— ¿Defenderas a una de sus amantes?
—Ya lárgate— La omega lo miró atentamente y Jongho casi pudo ver lo que pasaría.
—Eres patético, Choi— Soltó una risa burlona— Tan patético que tuviste que adoptar a un bastardo porque no pudiste cuidar de los tuyos— La firme postura de Jongho se quebró cuando su madre tocó ese tema, ella fue la única que había notado su estado en aquel entonces— ¿Ahora quieres ser un buen padre?— Se burló notando las lágrimas en sus ojos— Nunca te han importado tus hijos...
—¡Cállate! Tú no sabes nada de eso— Su madre alzó una ceja— Lárgate, ya.
—No, ahora me escucharas tú... eres un imbécil, Choi, o bueno no tanto porque finges querer a ese alfas cuando estoy segura que lo único que quieres es destruirlo a él y a su familia ¿o dirás que no les guardas rencor? Ya lo dijiste, te hicieron daño, no somos muy diferentes y dudo que seas tan estúpido como para haberte quedado sabiendo que no recordaba nada, los quieres ver igual de destruidos que tú— Jongho apretó su mandíbula— Acerté ¿Verdad? Porque me enteré que Mingi ahora es dueño de la empresa de Yunho ¿Como acepto el trato si odia a muerte a Jeong? Tú tuviste que ver en eso, porque te conviene tener un lugar seguro y nada mejor que tu hermano mayor...
—¿Puedo saber que hace usted aquí?— Jongho se congeló en su lugar al escuchar la voz de Yunho.
—Sólo vine a hablar con mi hijo, nos vemos después aún hay mucho que hablar— Pudo ver la sonrisa de satisfacción al momento de irse.
Todo se quedó en silencio después de que se fuera, Jongho camino lentamente hacia algún lugar donde sentarse, podía sentir su cuerpo temblar y sabía que caería en cualquier momento, lágrimas caían por sus mejillas abrumado por la situación con su madre, no importaba que tan firme se mostrará, ella siempre ganaría.
—Jong— El alfa camino detrás de él.
Pero Jongho ni siquiera se dio cuenta, solo podía pensar una y otra vez en lo que su madre dijo, sintiendo como la impotencia lo llenaba solo de recordar que no era capaz de poder defender correctamente a Jungwon, no hizo lo suficiente por él, seguía fallando a su promesa.
—Jong, mírame— Yunho se colocó frente a él y tomó sus manos que no dejaban de temblar— Escúchame ¿si?— El menor negó— No se cual es detonante exacto, pero quiero que sepas que no me importa si la única razón por la que te quedaste es para verme arruinado igual que a mi familia.
Jongho siguió negando mientras lloraba, quería calmarse porque Jungwon estaba en la casa y no debía verlo de esa forma, quería darle una vida normal lejos de todas las situaciones que había a su alrededor pero simplemente no podía, no lograba protegerlo, Jungwon debía ser feliz y tener una infancia normal, no quería verlo asustado, no quería que nadie le hiciera lo mismo que le hicieron a él.
Nunca podría ser un buen padre, ni siquiera pudo cuidar de sus propios cachorros, Yoomin había tenido razón si no hubiera sido tan egoísta y ocultar su embarazo su cachorro habría nacido, y su madre también tenía razón adoptó a Jungwon porque no pudo cuidar de sus propios hijos.
Lloró de solo pensar en lo decepcionada que estaría Yuri al ver como no cumplía su promesa, también por el simple hecho de haber creído que estaba avanzando en una vida tranquila.
Eso era algo que no existía para él.
Me dio un bajón y vine a deshogarme 🙃
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