Eleven
Convivir con Yunho se estaba volviendo ciertamente asfixiante, no saber en qué momento recuperaría la memoria, no saber que le haría primero, no podía solo dejar de tener miedo y su único método de supervivencia era defenderlo para que al menos pudiera apiadarse un poco de él.
Y es por eso que había aceptado ir a una "reunión" de la empresa, según le dijo Yunho se harían varios negocios, sabía de la existencia de esas reuniones, primero todo era negocios y contratos, pero después era solo cosas de alfas depravados, nunca estuvo en una reunión pues Yunho jamás lo llevo porque no valía la pena, pero alguna vez alguien se lo dijo.
—¿Jongho?— El menor volteó cuando escuchó a Yunho— ¿Me puedes ayudar con la corbata?— Jongho simplemente asintió y Yunho se acercó— Te ves bien— Jongho lo miró por un breve segundo.
—No tienes que mentir— Murmuró.
—No lo estoy haciendo, de verdad te ves bien— Jongho negó— De acuerdo.
—Listo— Jongho parecía estar orgulloso del resultado— Yunho— El alfa ladeó su cabeza al escucharlo— P-podrias prometerme que no habrá peleas, no me gustan— Yunho le sonrió.
—Lo prometo, siempre y cuando ningún alfa se atreva a insultarte— Era mejor que nada.
Se tuvo que conformar con esa respuesta, no podía pedir más en su posición.
Cuando ambos estuvieron listos tuvieron que esperar un poco pues un chófer pasaría por ellos, ¿Por qué? Bueno el padre de Yunho se entero que su hijo tomaba taxis para moversede un lugar a otro, y no iba a permitir que los socios se enterarán de ese hecho.
Como de costumbre Jongho estaba tenso, estaría en un lugar repleto de alfas, en una fiesta donde los omegas son tratados como simples objetos sin valor, siempre agradeció no tener que ir porque de lo contrario ni siquiera podría mirar su propio cuerpo que ya estaba suficientemente marcado, hasta cierto punto le aterraban los alfas, no le gustaba estar cerca de ellos pues sentía que le harían daño, pero no lograba evitarlos.
—Jongho— El menor volteó cuando escuchó al alfa— ¿Qué pasa?
—¿De qué?— Soltó confundido.
—Estas intranquilo— Murmuró— Mas que de costumbre.
—Es sólo qué es la primera vez que asisto a una reunión— Yunho asintió lentamente.
—Pero estarás conmigo y no dejare que nadie te haga daño— No hubo nada después de eso, y Jongho pudo sentir la decepción en Yunho— Si ya no quieres estar ahí dímelo y nos iremos, tampoco es como si me gustará convivir con esos alfas.
—¿No sería una grosería?— El alfa negó.
—Haré lo que tenga que hacer y después nos vamos, quizás antes si me lo dices— No iba a desperdiciar esa oportunidad, no quería estar en ese lugar.
—De acuerdo— Murmuró.
Al llegar al lugar donde sería la reunión, Yunho bajo primero del vehículo y ayudó a Jongho a bajar, ambos miraron el lugar, ambos sintieron en el otro las ganas de irse en ahí, no se sentían cómodos.
—¿P-puedo tomar tu mano?— Jongho se mostró muy desconcertado, no lograba acostumbrarse a esa fase.
—Supongo— Respondió bajo.
Yunho no tardo en tomar su mano con total delicadeza, Jongho lo miró sintiendo como dejaba de estar tan tenso.
Entraron al lugar sintiéndose ligeramente mareado por las feromonas de los alfas ahí dentro, varios se les quedaron mirando, no tardaron en mirar a Jongho como si de una presa se tratará, Yunho contuvo las ganas de gruñir, le había prometido al menor que no habría peleas y cumpliría esa promesa sin importar qué.
—Él es mi hijo— Ambos escucharon la voz de Inseok— Y su esposo— Soltó sin muchas ganas.
Jongho dio un paso atrás casi para quedar escondido detrás de Yunho cuando se sintió muy observado.
—Es un placer conocerlos— Primero saludaron a Yunho.
Jongho los miró con desconfianza y si no fuera por la presencia de Inseok no habría saludado a ninguno, uno de los alfas incluso se atrevió a besar el torso de su mano, enviando enseguida una señal de peligro a su cuerpo, Yunho lo noto, pero con tal de cumplir su promesa, se limito a abrazar al menor ciertamente posesivo, no gruñó, no hizo más, pero si ese alfa volvía a hacer algo que hiciera a Jongho sentirse amenazado iba a romper su promesa.
Fue extraño para todos los alfas ver que Yunho no se despegaba para nada de Jongho, y este no sabía si debía agradecer o que hacer.
Las horas comenzaban a pasar, Jongho necesitaba irse de ahí, ya no podía soportar una hora más, sintiendo como esos alfas esperaban la mínima oportunidad de apartarlo de Yunho, estaba por decirle al alfa que ya se quería ir, cuando el padre de este lo llamo para que firmara un par de cosas, y esa fue la oportunidad que tomó el alfa que Inseok les presento.
—Jongho ¿Cierto?— El menor miró a su alrededor tratando de averiguar una forma rápida de huir— Había oído hablar en ti, eres bastante lindo— Jongho se encogió en su lugar cuando la mano de ese alfa acarició su mejilla— Le dije a Inseok que accedería a ser parte de la empresa a cambio de conocerte— Ni siquiera le sorprendía— Y ya te conocí, pero estoy un poco dudoso— Jongho se aterro enseguida— No siempre los omegas son de ayuda para estos temas, te parece ser de ayuda— Negar en cuanto lo escucho fue lo único que pudo hacer.
Jongho chilló al sentir como ese alfa tomaba su cintura para acercarlo a su cuerpo, fue un impulso querer alejarse.
—Seré amable Jongho, pero tú también debes serlo— Acarició su rostro— Se un buen omega, me enteré por ahí que ya no le sirves a Yunho, no le has dado un hijo y sabes que esos omegas no sirven— Jongho miró al alfa— Al menos no para alguien como Yunho, pero para otros alfas.
Tenía que ser un mal chiste de la vida, sabía que al no darle un hijo a Yunho sería una oportunidad para su libertad, no hubo día que no anhelara el momento en que Yunho lo dejará en libertad, ese anhelo murió luego de tres años, entendió que no habría forma de recuperar su oportunidad, y ahora resulta que si lo iba a dejar pero Yunho ni siquiera recordaba y para colmo Inseok ya lo había vendido.
De verdad no podía entender que hizo para merecer una vida tan asquerosa.
—Aléjate de mí esposo— La voz de Yunho lo regreso a la realidad— ¿Quien crees que eres para acercarte de esta forma a mi omega?— Yunho colocó al menor detrás de él y Jongho solo pudo aferrarse a él, no tenía opciones en ese lugar.
—Seré educado porque estoy enterado de tu situación— Yunho gruñó bajo al escuchar el tono de ese alfa— Jongho ya no te sirve, en seis años no te ha dado un hijo y tú necesitas un heredero, además yo firmare a cambio de que él sea mío, podrá ser un omega inservible pero para alfas que buscan pasar un buen rato nos sirve y muy bien — La mirada de Yunho oscureció, su aroma se volvió más fuerte, estaba furioso.
Yunho apartó al menor y en ese momento Jongho se sintió aterrado y desprotegido, le aterro el solo pensamiento de que Yunho ha había recordado.
—Creo que no escuchaste— Soltó con una tranquilidad que Jongho conocía muy bien. Tomo el cuello del alfa— Jongho es mi esposo, mi omega, tiene mi marca, y más te vale entenderlo por las buenas— Apretó su cuello— Eres una porquería de alfa, mi omega no es ningún objeto que van a usar para su satisfacción— El alfa intento quitar la mano de Yunho de su cuello— No firmes nada, ya hay bastantes alfas como tú en la empresa.
—¡Jeong!— Escucho a su padre.
—Vuelve a llamar a Jongho, omega inservible y me aseguró de que tú te conviertas realmente en un alfa inservible— Sonrió de lado al ver su expresión— Jongho no será tuyo, ni de nadie, no es un objeto que necesite de un dueño...
—Yunho— El alfa miró al omega— Lo prometiste.
El alfa bufó y solto al otro, tosió con fuerza y trato de recuperar aire para sus pulmones, miró a Yunho y después a Jongho.
—Me defiende ¿Por que? Es igual a todos, sabes que no es más que una perra que abrirá las-...
Jongho se asustó al escuchar el ruido seco luego de que Yunho golpeará al alfa que a pesar de todo tuvo ganas de provocar a Yunho.
Yunho había entendido el método de supervivencia del menor, defender a todos con tal de que no le hicieran daño, lo defendía a él, a su padre, a algunos alfas de la empresa, pero no era por gusto solo estaba sobreviviendo en ese entorno.
—Vámonos— Tomó la mano de Jongho y lo jalo fuera del lugar.
El menor no miró atrás, aun estando aterrado solo quería salir de ese lugar, necesitaba aire fresco.
—¡Jeong Yunho!— Escucharon a Inseok, Yunho se detuvo.
—Tú eres un maldito bastsrdo— Jongho se aterro más cuando el alfa le hablo de esa forma— ¿Quién demonios te crees para vender a mi esposo?
—Estoy haciéndote un favor, imbécil, seis años y no se ha embarazado no sirve para nada— Jongho sostuvo al mayor con la fuerza necesaria para que no hicieran nada.
—Por favor— Yunho gruñó.
—Pobre ingenuo ¿Crees que eso te salvará?— Jongho miró a Yunho directamente a los ojos— Lo va a recordar.
Yunho miró a su padre quería que se callará, quería que dejara de asustar a Jongho, quería que Jongho dejara de defenderlo que lo hiciera le estaba molestando.
Gruñó y solo se ajeno junto a Jongho, escuchó a su padre gritarle cosas al menor, necesitaba que su padre dejara en paz a su omega.
Por otro lado Jongho no quería llegar a su casa y menos con Yunho aún molesto, era soportable cuando estaba calmado, pero ahora sólo podía estar aterrado al pensar que podría hacerle daño, ya no quería eso.
Fue un camino lento y tenso, Yunho no se había calmado y Jongho solo lloraba asustado casi resignado a que volvería su rutina de siempre y no quería.
Al llegar no espero que Yunho saliera primero, bajo por su cuenta y entró a la casa sin esperarlo, estando dentro no supo a donde ir, no quería repetir la escena que lo llevó a tener a Yunho sin memoria, no tenía un lugar seguro, no tenía escapatoria, sin importar dónde se escondiera lo iba a encontrar y haría con él lo que quisiera porque no había nadie, al final solo se quedó en medio del pasillo llorando aterrado sintiendo a Yunho detrás de él.
—¿Por qué lo tienes que defender?— Soltó molestó, Jongho no le respondió no podía. Un grito salio de su garganta cuando el alfa lo volteó sin una pizca de delicadeza— ¿Por qué dejas que te humille? ¡Responde!— Jongho se encogió en su lugar.
Entonces Yunho regreso en sí al ver a Jongho aterrado, llorando y sin poder respirar correctamente, retrocedió un par de pasos tratando de procesar todo.
—Jongho...
—Ya déjame por favor— Balbuceó como pudo.
—Y-yo no sé...
—Eres tú después de todo— Yunho negó, no le gustaba.
Hubo una pequeña parte en Jongho que quiso confiar en Yunho, quiso creer que de verdad no recordaba nada, pero no podía, no había forma en qué pudiera confiar en él y menos ahora que demostró que ahí seguía el alfa que lo lastimaba sin piedad, sin importarle que llegara al hospital con graves lesiones, ahí estaba y ese era Yunho, el verdadero.
—No quiero que me tengas miedo— Jongho lo miró— Lo lamento.
—N-no te creó— Soltó bajo, aun si se molestaba no importaba, de todas formas se atrevió a decirle que lo odiaba por arruinar su vida— Yo no confío en ti, nunca lo hice y no lo haré ahora, no vas a cambiar aun si no recuerdas, eres el mismo alfa que hizo de mi vida un infierno, que me golpeó hasta que no soporté el dolor, que abuso de mi y me quito mi virginidad de la forma más cruel que puede existir, que me ha humillado y se ha burlado de mí— Yunho negó con lágrimas sus mejillas— Eres el alfa que más odió, y eso no va a cambiar, te odio tanto por arruinar mi vida, por quitarme todos mis sueños e ilusiones, a mis amigos, te odió por ser tan cruel y no dejar que me vaya— El alfa miró la muñeca del menor la cual tenía cicatrices.
—Yo ya no soy ese alfa— Soltó.
—Lo eres, y lo demostraste hace unos minutos...
—Estoy haciendo todo lo posible para reparar todo eso.
—¡Para ti es fácil! Quieres sentirte bien contigo mismo, porque solo importas tú, siempre tienes que ser primero tú— Murmuró— Pero no puedes reparar seis años de sufrimiento, seis años Yunho, por seis años te encargaste de que me odiara, sintiera asco de mí, me hiciste depender de ti, porque yo no tengo nada fuera de esta casa— El alfa sollozo alto— Tú lo tienes todo— Balbuceó— Una fortuna, el mando de la empresa, omegas dispuestos a darte un hijo, a tus padres, yo no, mis padres me dejaron a mi suerte, no estoy en su testamento, no tengo oportunidad de un trabajo, y no voy a permitir que un ser inocente viva en este infierno— Yunho lo miró— Ya fue suficiente conmigo, y no importa si mañana ya recuerdas todos, ya no me importa nada, la única razón por la que sigo vivo es porque eres tan cruel que no me lo permites.
Lo escuchó llorar, lo escucho pedir perdón una y otra vez, lo escucho arrepentirse, sintió lástima por él, quiso irse a su habitación pero apenas y pudo llegar a las escaleras, sus piernas fallaron y solo se quedó en las escaleras sentado y llorando porque había soltado un sentimiento que tenía guardado desde hace mucho.
Pronto la casa se lleno de una profunda tristeza y pena, el aroma de ambos inundó la casa.
Quizás eres el inicio o el fin de algo, no lo sabían.
Me puse a llorar mientras escribía jeje
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