First
Empezar desde cero iba a ser completamente difícil para él, pero lo necesitaba. Había tenido suficiente de todo ahí, quería alejarse de todos y olvidar lo sucedido. Esa serie de engaños, secretos y mentiras la necesitaba olvidar para no llenarse de rencores.
Era bastante doloroso recordar los últimos sucesos en su vida, golpes bajos que provenían de personas que no esperaba. Él no era malo, entonces... ¿Por qué le hicieron daño?
Nunca los insultó, tampoco fue grosero y siempre estaba para todos aquellos que lo requerían y aclamaban, su actitud siempre era la mejor y muy positiva. No lo entendía, evitaba sobrepasar los límites ajenos y respetaba hasta lo imposible. ¿Qué había hecho mal entonces? Entre más lo pensaba más dudaba de sus acciones.
Park Jimin siempre fue objeto de burlas y aprovechamiento, su noble e ingenua personalidad lo hacían confiar bastante rápido en los demás, podía ser el vagabundo de la esquina y Jimin confiaría ciegamente en el estúpido hombre sin dudar ni un solo segundo lo que éste le dijera.
"Jimin..." la puerta se abrió dejando ver una cabellera ondulada castaña. "Jungkook ya subió las últimas cajas al camión, te estamos esperando en el auto" Kim Taehyung avisó con una dulce y muy tranquila sonrisa.
Su querido amigo había tenido una racha muy complicada y el castaño quería ser lo más tranquilo y comprensible posible para no hacerlo sentir peor, intentando mantener una sonrisa pasible y no decaer más el ánimo del rubio.
Jimin desvió la mirada de la ventana para observar a su mejor amigo, Taehyung lo miraba con dulzura y cariño. Ahora era el único ser al que tenía a su lado, el único que no lo abandonó ni lo dejó a la deriva solo y humillado, Kim Taehyung era ese magnífico chico que siempre lo defendió a capa y espada de todos sus agresores.
Con una personalidad y un carácter muy fuertes, Taehyung era un chico que defendería a cualquiera de sus conocidos cercanos, su lealtad siempre al pie de la gente correcta. A veces lo envidiaba, pues el castaño tenía ese sexto sentido de detectar a las personas no gratas y convenientes, siempre viendo más allá de la simple fachada exterior las verdaderas intenciones de quien fuera.
Soltando un suspiro tembloroso, sonrió melancólico. "Solo queda esta... Caja, pero irá a la basura, así que en un momento voy con ustedes." Comentó mirando la caja que estaba entre abierta con un pedazo de cinta y una "N" marcada en la parte superior.
Esa caja era todo lo único que tenía y quedaba de aquel hombre, por lo tanto quería deshacerse de ella rápidamente y sin dudarlo. Tal vez desecharla no era la mejor opción, pero era la que creía correcta. Incluso todo lo que estaba haciendo podía no ser lo bueno, pero no importaba, él quería hacerlo.
Taehyung le asintió dándole una mirada con desdén a la caja en el piso, le dio un espacio a su amigo y se retiró para esperarlo junto con su novio en el auto.
Nuevamente solo en la habitación con un silencio abrumador, era ensordecedor, un vacío tenso que llenaba el aire melancólico, pero que retumbaba en su corazón dolorosamente. Esa habitación guardaba muchos recuerdos... Amorosos, divertidos y dolorosos. En esa habitación su corazón fue desechado sin piedad como lo sería pronto esa caja, ahí lo habían despojado de su dignidad, de su orgullo y su confianza.
Tanto que había luchando por ese amor, dónde lo dió todo. Le pagaron con desprecios, desplantes, mentiras e infidelidades. Lo habían comprado con detalles y palabras bonitas para que olvidará los olores a perfume de jazmín en las camisas, los rasguños en la espalda, los chupones en el cuello y los mensajes y llamadas en las madrugadas.
¿Tan poco valía? Una caja de bombones y un ramo de flores no era suficiente para llenar ese vacío en su pecho, ese vacío de inseguridad, insuficiencia y dolor que le habían creado.
"D-Dios mío... ¿Por qué...?" sollozó tapándose la boca para ahogar su llanto, ese que tanto estuvo guardando todo ese tiempo, él quería llorar, derrumbarse, patalear y quebrar todo lo que se le atravesará.
Apoyado contra la pared se deslizó hasta caer en el frío piso, una mano tapado su llanto y la otra presionaba su pecho, aferrándose a qué dejará de doler allí, en su corazón roto.
Dió todo de sí, su amor, su comprensión, su confianza, absurdamente lo dio todo durante casi 8 años de relación, dónde 4 fueron llenos de engaños y mentiras, se burlaron de él en la cara y sin remordimientos.
Era culpa suya ser tan ingenuo y confiado, por creer en las palabras de los demás. Ellos se llenaban las bocas con mentiras y se las escupían sin pensarlo, manipulándolo a su antojo, viéndole la cara de imbécil. ¡Esa era la naturaleza del patético ser humano!
Ahora entendía las palabras de su madre, la desconfianza de la mujer era justificada. "Yo sé porque te lo digo, cariño. Ese hombre no es para ti, a la distancia se nota que él y su corazon no te pertenecen."
Cuanta razón, pero su estúpido e inútil corazón se negó a aceptar e hizo oídos sordos. En lugar de escuchar las réplicas y consejos de su madre, decidió confiar inútilmente en un hombre que simplemente lo usó y lo botó cuál juguete.
Ahí supo que ese amor fue unilateral hacia mucho tiempo atrás, sin que él lo supiera, pues estaba tan estúpidamente enamorado como para detenerse a mirar más allá de su alrededor y fijarse en los pequeños detalles.
Suspirando entrecortado, secó sus lágrimas, pasando delicadamente sus dedos por debajo de sus ojos limpiando rastro de su llanto, no quería que Taehyung lo viera tan mal, sabía que si lo veía así el castaño se culparía por haberlo dejado solo, así que tomó aire y se relajó. Finalmente agarró la última caja y dejó la habitación, dejando sus recuerdos y dolores ahí.
Bajó las escaleras con la basura en las manos, miró la desocupada casa que antes estaba llena de alegría y luz, ahora solo eran colores grises y silencio profundo. Años en esa casa llena de buenos momentos y recuerdos que se fueron a la borda por un estúpido error.
Al salir vio que solo estaba la Jeep wrangler de Jungkook, el camión ya había arrancado al parecer y sus amigos estaban esperándolo. Tiró la caja en un contenedor enfrente de la casa y sin mirar atrás subió al auto. El sol estaba apunto de esconderse y el viaje sería largo.
"¡Que bien que llegaste!" exclamó alegre Taehyung volteando para verlo, sentado de copiloto con su novio en el volante, el chico tenía las mejillas sonrojadas y el cabello alborotado. "Tienes que decirle a Jungkook que definitivamente Seojun es mejor que Suho y que Jookyung debió elegir a Seojun" objetó con un puchero en los labios.
Jimin no pudo evitar sentir ternura por el menor, su corazón se derritió ante el infantil y torpe comportamiento que Taehyung tenía en esos momentos de privacidad con ciertas personas.
"Oh no, lo siento, pero siempre team Suho, Tae" se burló Jimin riendo ante la indignada expresión de su amigo.
"Te lo dije, amor" escuchó la risa de Jungkook mientras comenzaba con el viaje a su nuevo destino.
Dejando así atrás su vida en Seúl con la esperanza de poder olvidar todo el daño hecho y recuperarse de las heridas que le dejaron las malas decisiones y acciones de los demás.
Era hora de que retomará su vida, dejará de ser el idiota de todos y comenzar a forjar su carácter para callar a todos aquellos que lo habían utilizado para burlarse.
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