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Shimmer

— No soy celoso, pero no es correcto para ti como la dueña del bar que se te salgan los ojos con el fulano ese.

— Estás loco, nadie está pendiente de lo que hago, todos están viendo para allá – apunto con mi pulgar hacia atrás.

— De todas formas, no quiero que lo veas.

— Celoso.

Me mira con los ojos entrecerrados mientras sus brazos me sostienen aún por la cintura. Nadie más nos observa, así que me permito un momento para detallar su rostro aprovechando la cercanía.

Sus cejas gruesas, los ojos grises, la sonrisa de un millón, el cabello cobrizo alborotado, la barba de dos días, el pequeño lunar sobre su ceja. Mierda, es guapísimo.

En un impulso bastante atrevido, subo mis brazos hasta detrás de su cuello y me acerco a morder su barbilla mientras él aún observa el alboroto de las chicas.

— ¿Sabías que morder es una expresión de posesión? – dice divertido.

— Solo si deja marca.

— ¿Entonces puedo morderte? – arquea ambas cejas.

— No y tampoco puedes marcarme.

— Rayos, eso suena... Sexy.

Se acerca lentamente pero no retrocedo. Dejo que sus labios toquen los míos en un suave beso que me debilita las rodillas.

— Ay no, este par ya se prendió – se queja José.

— Hey, si van a estar tonteando mejor vayan a donde no podamos verlos.

Dice Luke y me aparto de Christian, sonrojada. Ethan y José se ríen, mientras Elliot cubre los ojos de Kate y ella lucha por seguir viendo.

5 canciones más y el show termina. Los gritos de decepción de las chicas se escuchan por todo el bar, haciéndome reír.

— Por fin – dice Luke.

— No fue nada del otro mundo – se queja Ethan.

— Ya puedes irte – Elliot suelta a Kate y le da un empujón hacia las mesas.

— Yo puedo hacer eso – dice José haciéndonos reír a todos.

Christian aún me sostiene por la cintura, así que me remuevo para que me libere.

— Hola de nuevo – escucho la voz del chico stripper.

Me giro para verlo, con Christian pegado a mi como la jodida sombra que se ha vuelto. Antes de que de un paso, vuelve a tomarme por la cintura.

— ¿Eres la encargada del bar?

— Si, soy Ana – estiro mi mano para estrechar la suya.

— Jackson – sonríe – ¿puedo dejarte mi tarjeta? Por si alguien requiere mis servicios después.

— Si, claro, la tendré a la mano por si preguntan.

Me entrega la tarjeta y se despide antes de caminar hacia la puerta. Volteo a ver a los 5 chicos detrás de mí, todos con el ceño fruncido.

— Quiten esas caras, nadie les dijo que vinieran... Largo – me río.

— Si, váyanse, así tendré más oportunidades de agarrar algo – les ordena José.

Ethan, Luke y Elliot se alejan, pero Christian permanece junto a José en la barra.

— ¿Tú no piensas irte?

— No, te espero. No me gusta que vayas por ahí sola de noche – yo ruedo los ojos.

— José – ignoro al molesto rubio – ¿Qué pasó con Travis?

— Ahh si, dijo que si le interesa. ¿Cuando lo necesitas?

— Pensaba ocuparlo lunes, martes y miércoles, pero sería mejor que te ayude los viernes, sábado y domingos que tenemos más gente.

— Me parece bien, siempre y cuando no me quites días y sueldo.

— Claro que no tonto, te dije que voy a darte más responsabilidades.

— Sobre eso – dice mi hermana cuando se acerca – le ofrecí el trabajo a Tania pero se negó. Pero conseguí a Frank, un chico de primer año, ¿está bien?

— Claro, dile que venga el viernes antes de abrir, hablaré con él. Si no hay nada más que hacer, me voy a casa.

José y Kate niegan con la cabeza, así que voy a la oficina por mis cosas y regreso a la barra, donde Christian me espera.

— ¿Nos vamos, amor?

— Si.

Él toma mi mano sin mirarme, pero no me quejo. Después de la noche tan interesante que tuvimos la última vez, no puedo dejar de mirarlo.

Cuando entramos al departamento, voy directo a mi habitación a cambiarme.

— ¿Quieres que prepare algo de cenar? – me dice desde la puerta.

— No, estoy bien, no tengo hambre.

— Vamos, come algo, te dejaré cenar cereal si te sientas conmigo a ver la tele – sonríe.

— Bien, pero lo hago por el cereal – advierto.

Regreso a la sala a esperar a que Christian traiga el cereal mientras enciendo la tele en el programa de los abogados.

— ¿Por qué te gusta ese programa? – me pasa el tazón y se sienta junto a mí.

— Es entretenido – encoge sus hombros – no solo hay que presentar las pruebas, la forma de exponer los casos influye en la decisión final.

— ¿Manipulando al jurado? – arqueo la ceja.

— Sensibilizando – dice como si fuera obvio.

— No lo entiendo, es lo mismo en cada episodio, a fin de cuentas el bueno tiene que ganar – digo con tono de fastidio.

— Claro que si, los buenos siempre ganan - sonríe divertido.

— Ahh no, eso es poco realista... Deberías ver las noticias más seguido.

Christian se ríe y niega con la cabeza. Estúpido arcoiris andante, solo elige ver el lado positivo de todo. Su risa me contagia y también río.

Cuando el programa y el cereal se termina, vamos a dormir. Me despierto antes que Christian y me levanto para ir a la sala.

Una canción se repetía una y otra vez en mi cabeza así que voy a mi estante con cd's a buscar ese álbum. Algunas de mis canciones favoritas se encuentran ahí también.

Selecciono la canción número 8 y me dejo caer en el sillón a escucharla, tal vez así logre sacar la jodida canción de mi cabeza.

(...) He's born to shimmer,
he's born to shine
He's born to radiate
He's born to live,
he's born to love
But we'll teach him not to hate... (...)

— Buen día amor – me saluda cuando sale de la habitación.

— Buen día Rayo de sol – digo con sarcasmo.

Lo escucho reír mientras abre el refrigerador y yo me levanto para ir a la ducha. Salgo justo a tiempo para sentarme en la encimera frente a mi desayuno.

— ¿Vas al bar?

— Si, Connie va a hacer la limpieza – digo tomando de mi café.

— Bien, no tardes, te espero para comer.

Frunzo el ceño y lo miro fijamente.

— ¿Vas a cocinar otra vez?

— Si – arquea la ceja – ¿quieres cocinar tú?

— ¿Quieres morir envenenado?

— No – se ríe.

Recojo los platos y las tazas para lavarlos antes de ir al bar. Christian sigue sentado en la barra cuando yo salgo del departamento.

Connie me espera afuera del local, así que abro y me voy a mi oficina a revisar el inventario. Y por primera vez en mucho tiempo, no puedo esperar para regresar a casa, con él.

❤️❤️❤️

Canción en Multimedia:
Shawn Mullins – Shimmer

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