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Notion

Me sirvo otra taza de café y camino hasta quedar frente al comedor, dónde Ethan, Luke y Elliot están sentados.

— ¿Entonces?

— Las tres semanas que quedan pendientes en nuestro contrato serán repuestas cuando volvamos.

— Quiero cuatro semanas – señalo a Ethan, que parece ser el representante.

— ¿Por qué cuatro? Te debemos tres.

— Me van a dar una semana extra porque estoy accediendo a terminar el contrato antes de la fecha y sin penalizaciones para ustedes – arqueo una ceja –
y además, tendré que esperar meses por esa reposición.

Ethan voltea a ver a sus amigos, que solo bajan la vista y sonríen. Desde aquí no puede ver la cara de Christian, que está en la cocina preparando el desayuno para todos.

— ¡Bien! – suelta fastidiado – cuatro semanas. Dios, eres muy difícil.

— Gracias, y lo quiero por escrito. Firmado por todos ustedes.

— ¿No prefieres un pacto de sangre? – se burla Luke.

— Con que cumplan su palabra me basta, gracioso.

El sonido de la puerta siendo golpeada me hace girar sobre mis talones para ir a abrir. Kate y José aparecen frente a mi y me hago a un lado para que ellos pasen.

— Ana, tengo todo listo, ¡lo sé! Soy maravillosa – Kate comienza a hablar rápido – La mamá de Tania tiene una amiga en la oficialía, así que aquí están los papeles y la licencia.

Christian se acerca por detrás de la barra para escuchar mejor y José le pasa la carpeta con los documentos.

— Mañana es la ceremonia, pero el lunes debes ir a primera hora a llevar el acta de matrimonio y confirmar que se realizó.

— Bien.

— ¡Así que hoy tendremos que hacer todo en tiempo récord! Conseguirte un vestido, los anillos, tu despedida de soltera y todo justo antes de ir a abrir el bar.

Solo pensarlo ya me ha ocasionado dolor de cabeza. Miro a Christian, que sonríe divertido antes de regresar a seguir sirviendo el almuerzo en los platos.

— No me lo pediste, pero ya me tomé la libertad de organizarte una fiesta, mi estimado Christian – José arquea ambas cejas.

— ¿Fiesta de qué? – pregunta Elliot.

Kate, José y yo giramos hacia ellos. Mierda, sus caras confusas me dan a entender que ellos no lo saben.

— La despedida de soltero, ¿ustedes vienen cierto?

— ¿Despedida? ¿Cuál despedida? – balbucea Ethan.

— La de Christian, que se casa con nuestra Ana mañana en la mañana – mi amigo gira hacia él para mirarlo – Hermano, ¿no les dijiste de tu boda?

— Aún no.

— Mierda... Bueno, ya estan aquí y ahora lo saben. Tengo reservación para 6 en un bar para esta tarde.

— ¿Van a ir a beber antes de trabajar? – pregunto. No los quiero sobre el escenario en estado inconveniente.

— No mucho, solo lo suficiente para pasarla bien.

— Y nosotras también tenemos algo, así que ellos por su lado y nosotras por el nuestro.

— ¿Solo nosotras? ¿Tu y yo?

— No tienes muchas amigas, así que solo seremos Mía, tú y yo.

— ¡Un momento! – grita Luke – Christian, ¿estás loco? ¿Perdiste la jodida cabeza?

— No... Y no – le gruñe – estoy consciente de lo que hago y quiero casarme con ella.

— ¡Pero hermano! – ahora chilla Elliot.

Se levanta de la silla y entra a la cocina con Christian. Pasa su brazo por los hombros de su hermano y lo gira para que no escuchemos.

— Nos vamos de gira pronto, ¡habrá chicas por todos lados! Chicas lindas dispuestas a todo, ¿y tú quieres amarrarte justo ahora?

— La amo – lo escucho susurrar.

— ¿Y no podrías amarla cuando volvamos?

— No, ya la convencí de hacerlo ahora, así que seguimos con el asunto de la boda.

Christian me ama. Mi mente sigue reproduciendo esas palabras en mi cabeza y lucho con todas mis fuerzas para no saltar de emoción aquí.

Pero luego, otra cosa me hace reaccionar. ¿Elliot hablando de "muchas chicas" y mi hermana no está vuelta loca? Me giro para mirarla.

Tiene los ojos un poco hinchados y su semblante es ligeramente triste, pero vuelve a leer una y otra vez las pequeñas notas en sus manos. Ella y Elliot ya no están juntos.

— Entonces – le digo a ella – ¿a dónde vamos primero?

— ¡Oh! ¡El primer paso en la lista es el vestido! Debemos irnos ahora.

— Esta bien, voy por mis cosas. No tardo.

Kate sale por la puerta sin esperarme, así que voy a la habitación por mis tenis y busco el móvil en la encimera. Los chicos, incluido José, ya están sentados a la mesa, así que solo voy a la cocina a despedirme.

Cuando tengo a Christian de frente, tomo su rostro con mis manos y observo esos preciosos ojos grises. Quiero decirle que lo amo, que yo también lo amo, pero las palabras no salen.

Exhalo molesta. Paso saliva y lo intento de nuevo, pero nada pasa. Finalmente lo libero, e intento alejarme porque justo ahora me siento muy tonta.

— Oye – dice y estira mano para que gire hacia él – lo sé.

Sus manos recorren mis brazos de arriba a abajo, en un gesto de consuelo. Luego presiona sus labios sobre los míos, en un suave beso.

— Lo sé – repite — Ahora ve a conseguir ese lindo vestido, te veo más tarde.

Ahora soy yo la que lo besa y salgo del departamento en busca de mi hermana. Ella ya está afuera del edificio, así que pregunto.

— ¿Tú y Elliot...? – ella me interrumpe.

— No.

— ¿Cuando?

— Anoche.

— ¿Por qué? – chillo sorprendida pero ella vuelve a darme respuestas cortas.

— Es un idiota.

— ¿Quieres hablar de eso?

— No.

— Bien.

Y como ella parece tener todo planeado, la sigo hasta una tienda de vestidos de novia. Después de una pequeña negociación, decidí rentar un vestido sencillo pero muy bonito y mi hermana estuvo de acuerdo.

Luego fuimos a una joyería, dónde ella y yo vimos un par de alianzas de oro. Pensé que yo podría comprar ambas, pero al parecer ella y José tienen todo planeado y los chicos vienen detrás de nosotras.

Así que solo elijo la que voy a darle a Christian y me la entregan en una cajita. El señor dice que le mostrará a Christian las alianzas que hagan juego con la mía para que elija y ambas salimos.

— ¿Ahora qué?

— Al bar.

— ¿Al bar? ¡Aún es temprano!

— No vamos a trabajar, tonta. Ahí será tu despedida de soltera y Mía y yo te tenemos una sorpresa.

Una gran sonrisa se dibuja en su cara y por un momento, temo preguntar. Pero me callo, todo sea para que ella pueda distraerse un rato y no piense en Elliot.

Después de todo, ¿qué podría pasar?

Canción en Multimedia:
Kings Of Leon – Notion.

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