Non Believer
Me tardo más de lo habitual en la ducha pensando en qué hacer con mi nuevo visitante. Desde que vivo aquí he vivido sola, ni mi hermana quiso quedarse porque prefiere vivir su vida de universitaria desenfrenada sin mis quejas.
Salgo del baño ya cambiada y corro a mi habitación. El departamento se siente cálido, hogareño y huele rico a comida. Atraída por el olor, salgo.
- ¿Que haces? - le digo a Christian que está en la cocina.
- Hago el desayuno, hice huevos revueltos con pan tostado. Y café - pone el plato y la taza frente a mi.
- ¿Por qué? - le digo pero estoy mirando mi delicioso desayuno.
- Es lo menos que puedo hacer por ti, por dejarme quedar aquí - se encoge de hombros.
- ¿El sillón fue cómodo? Lo siento, la otra habitación es más bien la lavandería, no tengo otra cama qué ofrecerte.
- Está bien por ahora - sonríe.
Se sienta junto a mi en la barra. Ahora que lo pienso, nunca me molesté en conseguir una mesa para el comedor. Terminamos de desayunar y me ayuda a lavar los platos.
- ¿Donde aprendiste a cocinar? - le digo mientras seco los platos.
- Padres ausentes, tuve mucho tiempo libre.
- Mis papás también estuvieron ausentes pero no aprendí nada - me río.
Qué extraña sensación. Hace mucho que no reía de forma tan espontánea. Primero me mira muy serio y luego ríe también.
- Bueno, no aprendí porque tenía que trabajar.
- ¿Vivías con tu mamá?
- No, con mi papá. Ellos se divorciaron cuando era pequeña.
Siento un nudo en la garganta y en el estómago. Después de años aún es difícil hablar de eso. Christian parece notar mi incomodidad, porque cambia el tema.
- ¿Y entonces de qué vives? - Señala mi alacena vacía.
- De cereal, café... y galletas - digo más relajada.
- Pues entonces déjame ser tu cocinero, voy a alimentarte bien - me guiña un ojo.
- Humm... ¿Ese es tu plan para quedarte más tiempo?
- Tal vez - arquea la ceja y sonríe.
- Sólo porque sabes cocinar, pero no te acostumbres.
Regreso a mi habitación a dormir otro rato. Aún es temprano y seguramente tendré mejor ánimo después de una pequeña siesta. Hoy es sábado y tengo que llegar antes al bar. En mi rutina de cada día, después de comer voy al bar y preparamos todo para atender en las noches.
Salgo de mi habitación y voy a la cocina. Ya es hora de comer y no creo que mi nuevo "roomate" quiera sopa instantánea.
Busco en el refrigerador algo para preparar, pero solo encuentro carne congelada y dos tomates. ¡Mierda! ¿Hace cuando no compro despensa?
Christian se incorpora en el sillón y por su cara sé que estaba dormido. Camina hacia mi tallandose los ojos con el dorso de sus manos.
- ¿Ya es hora de comer? - dice adormilado.
- Si, pero creo que vamos a tener que comprar algo, a menos que quieras cereal.
- No gracias, vamos a comprar algo.
Salimos del edificio y caminamos dos cuadras al supermercado. Honestamente no tengo ni idea de qué comprar, así que me limito a seguir a Christian que lleva el carrito con las compras.
- ¿Comes verduras? - me dice mientras agarra una lechuga.
- No si puedo evitarlo - frunce el ceño.
- Bien, de todas formas las llevaré. ¿Comes frutas?
- Solo naranjas, y plátano o fresas en mi cereal... - siento solo un poco de vergüenza de mis hábitos alimenticios.
- Humm - vuelve a fruncir el ceño - ¿Qué tipo de carnes comes? ¿Pollo? ¿Res? ¿Cerdo? ¿Pescado?
- ¿Qué? No lo sé... Bueno, pollo si. Ya te dije que yo no cocino. Bien podrían venderme carne de rata y ni cuenta me daría.
Él se ríe y niega con la cabeza. Su expresión me hacer sonreír. ¿Qué esperaba que dijera?
Regresamos al departamento, pero en el camino pedimos una pizza para llevar. Por supuesto él no estaba de acuerdo, dijo que mis días de comida chatarra están contados. Iluso.
Cuando llegamos al bar después de las 4 pm., José y los otros chicos de la banda ya se encuentran ahí. Creo que van a ensayar un poco antes de volver a presentarse esta noche.
- Sigue vivo, felicidades - dice José cuando me acerco.
- ¿Quién?
- Chris, no lo mataste, ya puedo regalarte un cachorro - se burla.
- Idiota - me alejo para ir a mi oficina.
Me siento en mi silla y reviso mi lista de pendientes. Al parecer tenemos algunas medidas de seguridad qué corregir antes de la próxima inspección.
Saco mi revista del primer cajón de mi escritorio. Veo además unas galletas de fresa, una naranja y un chocolate... Por si tengo hambre. Mi hermana se acerca para avisarme que es hora de abrir.
Me paro detrás de la barra justo a tiempo para ver a los chicos y chicas entrar al bar. Las chicas rápidamente se acomodan frente al escenario, mientras Mía y Kate se acercan a levantar pedidos.
La banda se prepara para tocar y veo a Christian con su guitarra. Por alguna razón quiero acercarme a hablarle, pero es mala idea. ¿Qué le digo? ¿Con qué excusa? Sacudo mi cabeza para desechar el pensamiento.
José despacha bebidas en la barra y Mía y Kate se mueven rápidamente entre las mesas llevando bebidas. Ayudo a mi amigo con los vasos y cualquier cosa que sea necesaria.
Justo a tiempo, la banda empieza a tocar y todos permanecen en silencio escuchando la música.
(...) She belongs somewhere else,
Away from my side,
So run with what you've got,
And chase with what you need.
I believe the faith will fill,
Didn't know their way back,
We're so far away from home,
But brother you're not alone... (...)
Canción en Multimedia:
La Roca - Non Believer
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro