Estoy acostada en mi cama, con los ojos cerrados y todo el departamento a oscuras, pero no puedo dormir. Mi mente no deja de dar vueltas con el asunto de la mujer esa.

Estiro el brazo para tomar el móvil del buró y volver a ver la foto para intentar analizar cada aspecto de ella: la expresión de Christian, su postura y cualquier otro detalle que haya pasado por alto.

Veo de nuevo la hora, son las 2:21 de la madrugada y no puedo dejar de pensar en eso. De pronto el móvil vibra, haciendo que resbale de mis manos y caiga.

— Mierda – susurro.

La notificación es un mensaje de Christian, que al parecer sigue despierto igual que yo.

*Ana, no es lo que piensas. Por favor contesta, déjame explicar*

Sin dar tiempo para arrepentirme, presiono su nombre sobre el mensaje para llamarlo. Mierda, lo extraño mucho.

— ¿Ana?

— Christian, ¿Era ella? ¿Elena? – suelto sin pensar.

— Si.

Mierda, lo sabía. Respiro hondo tratando de calmarme y no gritar como la loca celosa que me siento. Él vuelve a hablar ante mi silencio.

— Cuando Elliot y yo llegamos con nuestros padres, ella estaba ahí, e insistió en acompañarnos.

— Está bien – es lo único que sale de mi boca – ¿Ella no...?

Balbuceo mientras pienso en la forma de preguntarle si ella se ha acercado a él, pero no me sale. Supongo que la cosa con Jack me dejó más herida de lo que pensaba.

— ¡No! ¿Crees que yo te engañaría? ¿Después de todo lo que hemos pasado?

— Creo que deberíamos hablarlo cuando vuelvas, podremos definir esta situación.

— ¿De qué hablas? ¿Definir qué? Estamos juntos, punto.

— Solo digo que debimos hablarlo antes de que te fueras, ser más...

— Oh no, ¡ni lo pienses! Esto sigue justo donde lo dejamos, Ana.

— Entonces, ¿esta es una relación formal? – me río nerviosa porque aún me apena llamarlo Novio.

— Si, muy formal, tan formal que no quiero que llames a tu compañero de copas, esta vez no estoy ahí para salvarte.

— ¿Salvarme? ¡Te aprovechaste de mi!

— ¿Yo? Fuiste tú quien me emborrachó y luego...

— Si – lo interrumpo – ya me acuerdo, olvida que lo dije.

Christian ríe y yo río con él, sintiéndome de pronto más ligera. Me siento tan cursi y romántica que siento que sigo en la secundaria. Pero todo vuelve a estar bien y se siente.

— Será mejor que duermas, supongo que mañana tienen cosas que hacer.

— Si, pero ahora sí puedo dormir tranquilo. Te llamo más tarde, amor.

— Por supuesto, descansa Christian.

Cuelgo la llamada y dejo el móvil sobre la almohada. Soy consciente de que sonrío hasta quedarme profundamente dormida.

A la mañana siguiente, el sol sale y brilla en mi cursi interior con el mensaje de buenos días de Christian. Me doy una ducha, preparo mi desayuno y escucho de nuevo el audio que me envió ayer.

El problema es cuando llego al bar y veo a Kate ojerosa, de mal humor y bostezando. Se queja porque estuvo hablando hasta tarde con Elliot, pero hoy no ha recibido ni un mensaje.

*¿Ya estás en el bar? ¿Travis y Kate están ahí?*

— ¿Quién es? – pregunta Kate.

— Christian.

*Si, aquí están. ¡Kate me está volviendo loca! ¡Dile a Elliot que la llame!*

— ¿Qué están haciendo?

— No sé, Kate, no pregunté el itinerario. Solo deja de llamarlo y espera a que él te llame.

— Pues lo haré, y será mejor que él me llame si aún quiere tener novia.

*Dice que la llama después, tengo que irme, te marco más tarde amor*

El problema es que más tarde me arrepiento de haber llamado a mi hermana "Reina del drama" hace un rato, cuando se quejó que Elliot no contesta sus llamadas.

Estoy detrás de la barra con Travis, mientras Leila canta "Let her go"... Si, es noche de Karaoke y ya va en su tercera canción sobre extrañar a alguien.

No me quejé cuando cantó "Need you tonight" de los Backstreet boys porque fue la primera en subir al escenario. Después subió a cantar "I don't want to miss a thing" de Aerosmith y de ahí en delante el ánimo en el bar se fue en picada.

La canción de Passenger terminó de contagiarnos su estado de ánimo melancólico, aunque gracias a eso aumentó la cantidad de bebidas que se sirven.

— Es todo para mí, vamos a cerrar – le digo a Kate.

— Gracias a Dios – gruñe fastidiada – estoy cansandome de esas chicas.

Travis comienza a recoger las botellas y vasos de la barra, mientras Kate les avisa a los clientes que vamos a cerrar.

Regreso a mi oficina por mis cosas y me detengo de nuevo en la barra a esperar a que todos salgan y cerrar, ya que por el momento, solo José tiene copia de las llaves del bar.

En el departamento preparo mi café antes de ir a la habitación a cambiarme. Me acuesto con un libro en las manos, dispuesta a retomar mi lectura pendiente sobre algún millonario excéntrico enamorado de una chica humilde.

Tengo el móvil en la cama junto a mi, y cada pocos minutos lo reviso en busca de un mensaje de texto o audio pero nada llega... Seguro Christian disfrutaría de mi impaciencia.

Después de un rato que me parece eterno, mi teléfono suena con una notificación de mensaje y sonrío como idiota. Un mensaje de Christian.

Subo el volumen del móvil y abro el mensaje de mi ojos grises. Como lo esperaba, es un cover de una canción, que por cierto es de mis favoritas.

(...) I hear your name in certain circles
And it always makes me smile
I spend my time
just thinking about you
And it's almost driving me wild
But it's my heart that's breaking
Down this long distance line tonight... (...)

— ¡Me encanta!

Grito aunque sé que él no me escucha, así que le envío un texto.

*Me gustó mucho*

*Me alegro 😋😘, ahora duerme*

*Mandón... No quiero, estoy leyendo*

*No es hora de leer, es hora de dormir... Ve a dormir*

*Que no*

*Que si*

*Si me duermo ahora, voy a soñar con el millonario de mi libro*

*Sueña conmigo*

Canción en Multimedia:
John Waite – Missing You