Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Violet Hill

— Amor, despierta.

— ¿Qué? — Abro los ojos de pronto — ¿dónde estamos?

— Aún en el bar, te quedaste dormida hace rato — Matt me abraza.

— ¡¿En el bar?! — Me enderezo — ¿Cómo pude dormir aquí?

— Estabas cansada — se encoge de hombros.

— Bien, debo regresar a ayudar a Sean.

— Amor, Sean está cerrando. Es hora de irnos.

— ¡Tanto dormí! Por Dios — froto mi frente — bien, vámonos.

Camino hacia la puerta y quito el seguro. Antes de salir volteo a verlo.

— Por favor, no le digas a nadie — digo en voz baja.

— No te preocupes, confía en mí — sonríe pero luce preocupado.

Salgo de la oficina seguida por Matt. Phoebe nos mira sorprendida y Sean se burla, seguramente piensan que estábamos besándonos o que se yo.

Cuando busco mis cosas para salir, escucho la voz de Sean.

— ¡Mi hermano! — Palmea su hombro — Te desapareciste.

— Si, estaba ocupado — sonríe Matt.

— Me imagino, pero ten cuidado — baja la voz — no es fácil domar a la fiera.

— ¡¿A quién le llamas fiera imbécil?! — me paro junto a él.

— Hey! — le pego en el hombro — pues a ti, ¿a quién más?

— ¡Ahora si acabaste con mi paciencia! — le grito.

Justo cuando voy a patearlo, Matt me sostiene por la cintura para alejarme de él

— ¿Lo ves? ¡Es una fiera! — se ríe el idiota.

— ¡Suéltame! ¡Suéltame ya! ¡Voy a patear su trasero aquí mismo! — me remuevo en sus brazos.

— No Sam, tranquila, está jugando — habla tranquilo.

— ¡Me importa una mierda si está jugando! ¡Suéltame ya! — le grito.

— Controla a tu fiera Matt, adiós jefecita — se ríe y se aleja.

— ¡Vuelve aquí estúpido! ¿Me tienes miedo? Anda, ¡ven aquí cobarde!

— ¿De verdad ibas a golpearlo? — arquea la ceja.

— Claro que sí, no le tengo miedo ni a él ni a nadie — digo soltándome de su agarre.

— Bueno, basta ya de pelear y vámonos.

Todos se han ido, así que cierro y pongo los candados. Caminamos de regreso al departamento en silencio. Matt va a ducharse mientras voy a la cocina por algo de tomar.

— Pensé que ibas a dormir — dice cuando sale.

— No tengo sueño, supongo que dormí suficiente en el bar — tomo de mi café.

— Aún así deberías descansar. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué llorabas?

— Nick me llamó — digo al cabo de unos segundos — dijo que lo siente.

— ¿Y qué piensas hacer? — me mira fijamente.

— No hay mucho que pueda hacer, se fue y se va a casar. Estoy fuera de su vida y él de la mía.

— ¿Lo amabas? — yo suspiro.

— Yo creo que sí... pero ahora estoy muy confundida y no puedo sentir nada más que enojo — digo sintiendo una presión en el pecho.

— Yo no creo que lo amaras de verdad — sonríe.

— ¿Por qué lo dices? — ¿Va a decirme alguna tontería?

— Bueno, yo creo que cuando es amor de verdad lo sabes. Sin dudas, sin preguntas, solo lo sabes — le da un trago a mi café.

— ¿De dónde sacaste eso? — Me burlo — ¿Te funciona con las chicas?

— ¡Oye! Soy un romántico y creo en el amor — dice ofendido.

— Si claro, eso dice Phoebe y cada semana jura que ahora sí encontró al amor de su vida — me río.

— ¿Tú no crees en el amor? — se acerca a mí.

— ¡Acaban de engañarme! ¿Eso no te da una pista? — digo como si fuera obvio.

— Vas a volver a creer, te lo prometo — me sonríe.

Pongo los ojos en blanco y Matt vuelve a reír. Me siento en el sillón junto a él, para ver la serie que le gusta.

Nos quedamos un rato en silencio, luego él pasa su brazo por mis hombros y me recargo en su pecho. De nuevo inhalo su aroma, huele a cítrico y madera. Cierro los ojos un poco.

Aún tengo los ojos cerrados cuando siento que Matt se mueve. Pasa su otro brazo por mis piernas para cargarme, debe pensar que estoy dormida.

Me levanta y me lleva hasta mi habitación. Me deja en la cama, acerca la cobija y se acuesta del otro lado, quedando de frente a mí.

Me planteo abrir los ojos y darle un susto, pero me detengo cuando siento su mano acariciar mi mejilla. Siento su respiración sobre mí, cada vez más cerca. Acerca sus labios a los míos en un suave y corto beso.

Mierda... ¿Por qué lo hizo? Ahora todo se volverá raro entre nosotros, justo cuando empezaba a considerarlo un buen amigo.

¡Mierda! Siento un escalofrío y un agujero en el pecho. Me está dando un ataque de pánico, lo sé, me dan desde que mamá murió.

Mi corazón se acelera, agitando mi respiración. Me levanto como resorte de la cama, voy a mi bolsa a buscar mis llaves.

— ¿Qué haces? — Matt camina hacia mí.

— Olvidé comprar algo, vuelve a dormir — digo sin verlo.

— Sam, ¿qué pasa? ¿Por qué estas agitada? — me detiene por los hombros.

— No lo estoy, estoy bien, solo voy a salir por algo — intento soltarme.

— No estás bien, estás pálida. Ven aquí — me abraza fuerte.

— Déjame ir por favor — digo con la voz cortada.

— No. Llora, grita, golpéame si quieres, pero no vas a salir así, no estás bien.

El terror me invade y me remuevo para soltarme, pero no lo hace. Su preocupación por mí me conmueve, y aunque no lo quiera empiezo a llorar.

Me aferro a él mientras lloro y acaricia mi cabello. Otra vez estoy llorando en su hombro. ¡Maldición! No me gusta que me vean llorar.

Nuevamente me carga en sus brazos y me lleva de vuelta a la cama. Se acuesta a mi lado sin soltarme, atrayéndome a su cálido pecho y nos cobija.

Me tapo la cara con mis manos, pero las lágrimassiguen saliendo. De nuevo lloro hasta que el cansancio me gana y me quedodormida.

Canción en Multimedia:

Coldplay - Violet Hill

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro