Estoy parada en la acera afuera del Joe's, sufriendo una crisis existencial, otra vez. En los últimos meses tuvimos buenos ingresos y terminé de pagar el préstamo de la universidad de Phoebe, guardando algo de efectivo para los gastos de su graduación y el posgrado, si es que desea seguir estudiando. Luego mi banda estrella se fue.

Mi estabilidad mental actual depende de cuántos ingresos puede generar la nueva banda en el menor tiempo posible. Hace dos meses no tengo una de planta y espero que el señor Simmons no se equivoque con los de hoy. La única ventaja de tener un bar en la zona universitaria es que un  montón de estudiantes vienen seguido y son fáciles de complacer: Les encanta la música en vivo y los covers, así que tengo todo a mi favor.

—Otra vez estás pálida. —Dice Sean, tomándome de los hombros. —Respira hondo y abre la puerta, que tengo que hacer el inventario para esta noche.

—¿Aún no terminas? —Mi ceño se frunce mientras lo regaño. —Dijiste que estaba listo ayer.

—No, dije "casi listo". —Agita su dedo frente a mi con una gran sonrisa. —Phoebs dijo que me iba a ayudar.

Lo ignoro para abrir la puerta del bar y enciendo las luces. Es un lugar pequeño pero muy acogedor. El sueño de mi vida es tener un restaurant de lujo, pero con el préstamo que obtuve del banco sólo me alcanzó para comprar este destartalado lugar. Así que el bar tendrá que funcionar por un tiempo hasta que sea rentable para vender y comprar otro lugar en el centro de la ciudad Por lo menos no estoy en esto sola, con mi mejor amigo Sean como bartender y Phoebe como mesera.

Mi hermana dejó su trabajo de medio tiempo como niñera para poder ayudarme en el bar. De paso trajo a su amiga Bethany y ambas me ayudan. Por la mañana estudian y por las noches trabajan aquí, y las admiro por eso.

—Otra vez tienes cara de estrés. —Phoebe pone los ojos en blanco cuando se detiene a mi lado. —Y luego te pones gruñona.

—¡No se lo recuerdes! —Se queja Sean. —Prefiero cuando solo se queda viendo la pared.

—Imbécil. —Frunzo el ceño. —¿Terminaste ya el inventario?

—Te dije que Phoebe lo iba a hacer. —La señala.

—¡Flojo! No puedo. —Ella le muestra la lengua. —Voy a abrir la puerta de atrás, ya llegaron los de la nueva banda.

—Ah si, ve a abrirles y ayúdalos a instalarse. —Le digo mientras tomo unas facturas del último pedido de licores.

Sean sigue acomodando vasos limpios en la barra cuando Phoebe reaparece seguida de 4 chicos. Les indica el área del bar reservada para los músicos y platica amistosamente con ellos. Como todo está tranquilo, voy al pequeño cuartito que funciona como mi oficina y anoto los egresos en el diario de contabilidad. 

—¿Terminaste? —Sonríe mi hermana desde la puerta.

—¿Qué quieres? —Pregunto sin dejar de mirar mi libro.

—Vaya, ¡Qué humor! ¿Nick no te ha llamado? —Me dice lo último en voz baja.

—No te importa, ve a trabajar. —Digo aún sin mirarla.

—Sam, ¡Vamos! Anímate un poco.

—Tengo pendientes qué hacer, vete. —Hago una seña con mi mano para que me deje en paz. Ella exhala antes de hablar.

—Sean terminó el inventario y quiere que lo revises para poder comprar lo que falta. — Me dice y se aleja molesta.

Salgo de mi oficina y en tres pasos ya estoy junto a la barra, observando a Sean que revisa el listado de las botellas y me lo pasa. Selecciono algunas y le digo que llame al proveedor para que las traiga mañana. Señalo otras tantas y las marco con una raya, que significa que tienen que surtirse en esta semana.

—Hola. —Escucho una voz a mi izquierda y levanto la cabeza.

—¿Si? —Miro al chico rubio que me mira con una gran sonrisa. —¿Qué necesitas?

—Tu nombre.

—¿Para qué? —No puedo evitar la expresión de sorpresa, luego el fastidio porque me irrita que me hablen cuando estoy estresada.

—Voy a casarme contigo, y para eso necesito saber por lo menos tu nombre.

Dios, es un jodido chiflado. Pongo una mano sobre mi boca para esconder mi risa. ¿Es ésta una jodida broma? Este idiota me ha hecho reír. Veo de reojo a Sean haciéndole señas para que se aleje pero el chico de ojos verdes aún sonríe. Mi hermana aparece de pronto con cara de susto y lo jala del brazo hasta sus amigos. Es uno de los chicos de la banda.

Los observo ahora con detenimiento y tengo qué admitir que los cuatro son muy guapos. Un chico moreno de ojos café oscuro y barba de candado toma lo que creo es un bajo. Phoebs se para junto a mi y luego señala discretamente con la cabeza.

—Erik. —El chico moreno conecta su instrumento al aparato detrás de él. —El del micrófono se llama Mark.

Un chico delgado y piel pálida está al frente. Cabello negro y ojos muy azules, aunque tiene una mirada triste. Acomoda el micrófono y se cuelga la guitarra eléctrica. Phoebe señala a otro más.

—El que acaba de subir se llama Willis. —Un chico de cabello rojo artificial se sienta en la batería. Golpea un poco a modo de ensayo. Sonríe ampliamente y puedo ver a mi hermana mirarlo con la boca abierta.

—¿Willis? ¿Como Bruce Willis? —Arqueo una ceja.

—Bueno, así le dicen. Y por supuesto que ya conociste a Matt.

El chico rubio de hace un momento se coloca otra guitarra y acomoda un micrófono. Es alto, delgado y su cabello corto y rubio resalta con las luces del escenario. Sé que tiene ojos verdes brillantes que resaltan con esa camiseta gris.

Me mira fijamente y sonríe. ¿No se cansa de hacerlo? No sé si es su mirada o lo que me dijo hace rato, pero me pongo un poco nerviosa. Me giro y camino detrás de la barra para volver a mis pendientes y ayudar a Sean antes de que sea hora de abrir. La banda empiezan a tocar una canción que me gusta mucho.

(...) Everybody says that they're looking for a shelter,

Got a lot to give, but I don't know how to help her... (...)

Canción en Multimedia:
Starsailor – Silence Is Easy

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Espero les guste, esta historia es mía de mí y significa mucho. Vean el video de Starsailor y díganme si les gusta la historia. Actualizo pronto, ya que aún tengo "Una historia de amor" disponible en mi perfil. ¡Saludos!