— ¡Oye! ¡Yo conozco esa canción!

Digo cuando acaba de cantarla y camino hacia el estante donde guardo mis cd's. Encuentro ese álbum donde casi todas las canciones me gustan: Shimmer, Stay you, Ready for a fall...

Él sonríe divertido como si todo lo hubiera hecho a propósito. Chase nos mira confundido pero sigue sonriendo.

— Bueno — dice al fin — Él te dedica canciones, ¿y tú qué le dedicas?

— Mi tiempo — digo con la ceja arqueada.

— No idiota — se ríe Chase — ¿Cuál es tu canción para él?

— ¿Una canción para él? No sé si exista algo que lo describa completamente — me burlo — este chico es más complicado de lo que parece.

— Qué mala eres amor — dice el rubio con los ojos entrecerrados — puedes dedicarme una canción donde digas que me amas con locura y así.

— Nah... — digo para molestarlo — pero seguramente puedo encontrar algo aquí que me recuerde a ti.

Busco rápido entre mis discos, tratando de buscar una canción para Matt. Mis dedos pasan rápido de un disco a otro hasta que me detengo en uno de mis más—más favoritos.

Leo rápidamente las canciones y busco el número del track mientras pongo el disco en el reproductor. En realidad es un disco con cuatro canciones, y aún así es genial.

Subo el volumen del estéreo para escuchar la canción. Chase sigue sentado en la silla frente a la barra, Matt recargado en la encimera frente a él, así que me siento en el sofá para escuchar "Perfect Color".

(...) Yellow nice to meet you
Do you know that you just
blue my mind?
It was the perfect conversation,
I think that I red about one time
And I told a white lie when I told you, I've never been green with envy you
You are the perfect color... (...)

— No entiendo — dice Chase — ¿una canción sobre colores?

Mira hacia Matt con expresión confundida, pero el rubio sonríe. Me acerco a ellos para seguir bebiendo mi café.

— Ella dice que soy un arcoíris andante porque soy positivo — me señala.

— Positivo del tipo irritante y molesto — gruño.

— Y eso te hace el color perfecto — dice mi amigo como si ya lo entendiera — Awww...

— ¿Sigo siendo irritante? — pregunta Matt con los ojos entrecerrados.

— Si, no todo el tiempo, pero aún lo eres.

— Hum... No recuerdo que te quejarás anoche, o ayer, o ant... — le tapo la boca con mi mano.

— Cállate amorcito — me río — creo que Chase ya entendió.

— ¡Ja! ¡Están locos los dos! — Niega levemente con la cabeza — me voy ya, los dejo solos.

Chase se levanta de la silla y regresa a la sala por su chaqueta. Matt y yo lo seguimos para acompañarlo a la puerta y despedirnos.

— Los veo luego.

— ¡Claro! Esta noche es de Karaoke, ¿quieres ir? — lo invito.

— Mejor el viernes que termine mi turno, adiós Sam, adiós Matt — mi amigo estrecha su mano.

Agito mi mano a modo de despedida mientras él desaparece por el pasillo hacia las escaleras. Matt vuelve a cerrar la puerta y se acerca para abrazarme.

— Ven, vamos a dormir otro rato.

Paso mi brazo por su cintura para empujarlo hacia la habitación. Se acomoda en la cama y me dejo caer a su lado buscando su calor para volver a dormir.

Me levanto solo cuando es hora de desayunar y para tomar una ducha. Después de comer, nos preparamos para ir al bar pero entonces lo recuerdo... ¡Mierda!

— ¡Dame tu teléfono! — le grito.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— ¡Llama a Wilson! ¡Rápido!

— ¿Qué pasa amor? No entiendo.

— ¡Lo olvidé! Olvidé decirle que Phoebe cumple años el jueves y tiene que comprarle un regalo... ¡Ella estará esperando su sorpresa!

— Oh mierda — busca el móvil y lo veo seleccionar el nombre.

Camina en la sala de un lado a otro mientras lo observo impaciente. Espero que de verdad tenga tiempo de planear algo para mi hermana.

— ¿Rob? hey — luego espera — bien, todo bien, oye solo te llamo para avisarte que Phoebe cumple años el jueves y pues... Eres el novio...

Escucho atenta la llamada esperando algún grito, una maldición o algo que me indique qué está pasando por la mente de Wilson.

— ¿Ahh si? ¿En serio? Bien, muy bien, ¿entonces tienes todo bajo control? ¿Necesitas ayuda con algo?

Suspiro aliviada porque parece ser que Wilson ya tiene algo planeado y Phoebe no va a matarme por olvidar lo de su cumpleaños.

— Me parece buena idea bro, claro que te ayudamos. Si, te veo al rato.

— ¿Y? — pregunto cuándo cuelga — ¿ya tiene el regalo?

— Si, dice que Sean le dijo el lunes lo del cumpleaños.

— Gracias a Dios — exhalo — salvada por Sean.

Salimos del departamento para caminar las seis cuadras hasta el bar, pero a medio camino empezamos a juguetear y Matt termina cargándome en su espalda.

La expresión de sorpresa en todos cuando nos ven llegar es única. Sobre todo en mi amigo idiota, que rápido me señala.

— ¡Ay no! El amor la volvió cursi — dice con fingida molestia — va a empezar a usar falda y ponerse flores en la cabeza.

— ¿Y eso es malo? — pregunta Mark.

— ¡Claro! ¡Es el inicio del fin del mundo! ¿Recuerdas cuando ella estaba toda feliz y él de mal humor?

— Oh mierda — susurra.

— Eh par de idiotas — les gruño cuando Matt me baja de su espalda — Aún sigo aquí, y todavía puedo patearlos en donde más les duela.

— Olvídalo Mark, es ella de nuevo — bufa Sean.

Los miro de nuevo con el ceño fruncido antes de ir a quitar los candados de la puerta. Estamos cerca de la hora, así que tan pronto la puerta se abre, los clientes empiezan a llegar.

— ¿Cuál canción vas a cantar hoy amor?

— Ninguna — le digo al rubio frente a la barra — que lo haga alguien más.

— Pero nadie se anima — voltea hacia atrás de él para observar a las mesas — y recuerda que eres la que rompe el hielo.

— No quiero, sube tú — lo señalo.

— Ven, vamos — camina hacia mi — haremos un dueto.

— ¿Qué? No, no quiero subir — se agacha para sujetar mis piernas y cargarme en su hombro — ¡Bájame Matt! ¡Ya te dije que no quiero! ¡No!

¡Agh! Este chico no hace más que ponerme en vergüenza, supongo que a los clientes de los miércoles ya no les parece extraño éste tipo de escenas. ¡Y al rubio no le importa!

Sigo pataleando sobre su hombro y él me golpea en el trasero para que deje de moverme. Sean se ríe y de cabeza puedo ver cómo nos alejamos de la barra.

— ¿Samantha?

Escuchouna voz y luego el rubio se detiene. Aún colgada de su hombro me quedo quietacuando recuerdo ese tonito. Mierda... ¿Es Nick?

Canción en Multimedia:

SafetySuit - Perfect Color