Non Believer
Me tardo más de lo habitual en la ducha como si de esa forma el molesto chico se fuera, no estoy acostumbrada a tener visita. He vivido aquí sola durante algún tiempo porque ni siquiera Phoebe quiso quedarse. Supongo que prefiere vivir su vida de universitaria desenfrenada sin mis quejas.
Salgo del baño ya cambiada y corro a mi habitación para terminar de alistarme. Extrañamente el departamento se siente cálido, hogareño y huele rico a comida. Atraída por el olor, salgo.
—¿Qué haces? —Le digo a Matt cuando lo encuentro en la cocina.
—Hago el desayuno, hice huevos revueltos con pan tostado. Y café. —Señala los platos y coloca una taza frente a mi.
—¿Por qué? —Lo miro con los ojos entrecerrados, pero mi atención sigue en el delicioso desayuno.
—Es lo menos que puedo hacer por ti, por dejarme quedar aquí. —Encoge los hombros y le creo. Carajo, ahora me siento culpable.
—¿El sillón fue cómodo? Lo siento, la otra habitación es más bien la lavandería, no tengo otra cama qué ofrecerte.— Me sorprende el tono amable de mi voz.
—Está bien por ahora.
Sonríe y se sienta junto a mi en la barra con su plato y su taza. Ahora que lo pienso, nunca me molesté en conseguir una mesa para el comedor porque prefería comer sentada frente al televisor. Cuando terminamos de desayunar ayudo a lavar los platos.
—¿Dónde aprendiste a cocinar? —Pregunto mientras enjuago los platos.
—Aprendí solo. —Sus cejas rubias se fruncen y se señala. —Padres divorciados... Tuve mucho tiempo libre.
—¿En serio? Mis papás también se divorciaron pero no aprendí nada. —Me río.
Qué extraña sensación. Hace mucho que no reía de forma tan espontánea y por una tontería que no tuviera que ver con Sean y su estupidez. Primero me mira muy serio y luego ríe también.
—Bueno, no aprendí porque mi abuela cocinaba. —Agrego.
—¿No vivías con tu mamá?
—Si, mi abuela y mi mamá, luego ella murió y mi abuela nos cuidaba a Phoebe y a mi.
Siento un nudo en la garganta y en el estómago. Después de años aún es difícil hablar de esas pérdidas, sobre todo porque eramos niñas impresionables. Matt debe notar mi incomodidad porque cambia el tema.
—¿Y entonces de qué vives? —Señala mi alacena vacía.
—De cereal y café... Y galletas. A veces de sopas instantáneas. —Digo agradecida del cambio a algo mas relajado.
—Pues entonces déjame ser tu cocinero, voy a alimentarte bien. — Me guiña un ojo y deja el último plato en el escurridor.
—Hum... ¿Ese es tu plan para quedarte más tiempo?
—Tal vez. —Arquea la ceja y sonríe. Exhalo fingiendo que no tengo más remedio.
—Sólo porque sabes cocinar, pero no te acostumbres.
Con el estómago lleno, regreso a mi habitación a dormir otro rato. Aún es temprano y seguramente tendré mejor ánimo después de dormir una larga y tranquila siesta. Por ser sábado, tengo que llegar antes al bar para que preparemos todo lo necesario para atender en la noche.
El hambre me despierta y salgo de mi habitación para ir a la cocina. Ya es hora de comer y dudo que mi nuevo "roomate" quiera sopa instantánea o un cereal. Busco en el refrigerador algo para preparar, pero solo encuentro carne congelada que no recuerdo haber comprado recientemente y dos papas echando raíces. Mierda, ¿Hace cuando no compro despensa?
Matt se incorpora del sillón y por su cara sé que estaba dormido. Camina hacia mi y se talla los ojos con el dorso de sus manos, su cabello rubio despeinado.
—¿Ya es hora de comer? —Dice adormilado.
—Si, pero creo que vamos a tener que comprar algo preparado, a menos que quieras cereal. —Lo miro con una expresión divertida.
—No gracias, vamos a comprar algo para preparar.
Rayos, no quiero salir y debería protestar por eso. En cambio, salimos del edificio y caminamos dos cuadras hasta un pequeño supermercado. Honestamente no tengo ni idea de qué comprar, así que me limito a seguir a Matt que lleva el carrito con las compras por cada uno de los pasillos.
—¿Comes verduras? —Me dice mientras agarra una lechuga, yo hago una mueca.
—No, si puedo evitarlo. —Frunce las cejas mirándome con reprobación.
—Bien, de todas formas la llevaré. ¿Comes frutas?
Mis hombros se encojen un poco.
—Solo naranjas, y plátano o fresas en mi cereal... —Mierda, ahora siento vergüenza de mis hábitos alimenticios.
—Hum.— Vuelve a fruncir el ceño. —¿Qué tipo de carnes comes? ¿Pollo? ¿Res? ¿Cerdo? ¿Pescado?
—No lo sé... Bueno, pollo si y tacos. Ya te dije que yo no cocino. Bien podrían venderme carne de rata y ni cuenta me daría.
Matt se ríe y niega con la cabeza, su expresión haciéndome sonreír. ¿Qué esperaba? Que dijera "¡Es una broma! En realidad soy una chef internacional"... Claro que no. Regresamos al departamento unos minutos después, pero en el camino pedimos una pizza para llevar porque se está haciendo algo tarde. Matt no estaba de acuerdo y dijo que mis días de comida chatarra están contados.
Iluso.
Cuando llegamos a Joe's después de las 4 pm., Sean y los otros chicos de la banda ya se encuentran ahí acomodando los instrumentos sobre el escenario. Creo que van a ensayar un poco, antes de volver a presentarse esta noche.
—Sigue vivo, felicidades. —Sean palmea mi hombro cuando me acerco.
—¿Quién?
—Matt, no lo mataste, ya puedo regalarte un cachorro. —Se ríe de su propia broma y yo le enseño mi dedo medio.
—Idiota.
Sigo de largo hasta mi oficina, sentándome en la silla para revisar la lista de pendientes. Al parecer tenemos algunas medidas de seguridad qué corregir antes de la próxima inspección, sobre todo en señalamientos de la ruta de evacuación. Teniendo eso en orden, saco mi revista del primer cajón del escritorio encontrando también unas galletas de fresa, una naranja y un chocolate... Por si tengo hambre. Pero no los disfruto porque Phoebe golpea mi puerta para avisarme que es hora de abrir.
Me paro detrás de la barra justo a tiempo para ver a los chicos y chicas entrar al bar. Las chicas rápidamente se acomodan frente al escenario, mientras Beth y Phoebe se acercan a levantar pedidos de sus bebidas. La banda ya está sobre el escenario lista para tocar y veo a Matt con su guitarra que sonríe al público. Sus ojos verdes me miran y levanto mi mano a modo de saludo, hasta que me doy cuenta de error. Sacudo la cabeza para desechar cualquier pensamiento sobre él y pongo mi atención en servir bebidas.
Luego todo funciona como siempre lo hace. Sean se mueve con confianza en la barra, Beth y Phoebe se mueven rápidamente entre las mesas llevando bebidas y yo ayudo con los vasos y cualquier otra cosa que sea necesaria.
Es hora de trabajar y la banda empieza a tocar.
(...) She belongs somewhere else,
Away from my side,
So run with what you've got,
And chase with what you need.
I believe the faith will fill,
Didn't know their way back,
We're so far away from home,
But brother you're not alone... (...)
Canción en Multimedia:
La Roca – Non Believer
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro