En este momento me arrepiento de haber llamado a mi hermana "Reina del drama" hace un rato, cuando se quejó que Wilson no contesta sus llamadas.

Estoy detrás de la barra con Sean, mientras la chica Leah canta "Let her go"... Si, es noche de Karaoke y ya va en su tercera canción sobre extrañar a alguien.

No me quejé cuando cantó "Need you tonight" de los Backstreet boys porque fue la primera en subir al escenario. Después subió a cantar "I don't want to miss a thing" de Aerosmith y de ahí en delante el ánimo en el bar se fue en picada.

La canción de Passenger terminó de contagiarnos su estado de ánimo melancólico, aunque gracias a eso aumentó la cantidad de bebidas que se sirven.

— Es todo para mí, me largo — le digo a Sean.

— Bien, ya casi es hora, yo cierro y acompaño a Phoebe.

— Gracias tonto, descansa.

Regreso a mi oficina por mis cosas y paso de nuevo por el bar mientras Leah busca alguna otra canción en la máquina. Incluso esto es demasiado para mí.

Preparo mi café antes de ir a mi habitación a cambiarme. Me acuesto con un libro en las manos, dispuesta a retomar mi lectura pendiente sobre algún millonario excéntrico enamorado de una chica humilde.

Tengo el móvil en la cama junto a mí, y cada pocos minutos lo reviso en busca de un mensaje de texto o audio pero nada llega... ¡Agh! Maldito rubio sonriente que me tiene aquí como idiota extrañándolo.

Mi primer día libre en un mes y puedo permanecer en cama todo el día, sin nada ni nadie que me moleste. El problema es que para las 11:45 AM estoy aburrida a morir.

* ¡Chase! Estoy libre esta noche, ¿quieres salir a cenar? *

* ¡Hey! Si... Súper, ¿pero puede ser en tu departamento? ¿Pizza y cerveza? *

Lo considero un minuto antes de responder, no tengo inconveniente en que venga aquí, así que acepto.

* ¡Por supuesto! Tendré todo listo, te espero *

Me doy una ducha y me tumbo de nuevo en la sala a escuchar música ruidosa de la que molesta a mis vecinos. Reviso que tenga cerveza en el refrigerador y pido la pizza a las 8 de la noche para que esté aquí a tiempo.

Cuando tocan a la puerta, me apresuro a abrir y Daniel me entrega las pizzas. Antes de que se vaya, Chase pasa por su lado para entrar a mi departamento. Suelta un silbido de sorpresa cuando entra a la sala.

— Diablos Sam, ¿hace cuanto no vengo?

— ¿Un par de meses, no?

— Ahora sí parece la casa de una señorita — se burla.

— Idiota — me río — lo dices como si alguna vez te hubiera hecho sentar en el piso.

— Bueno ya, trae la pizza a la sala y voy por la cerveza.

Chase se sienta y enciende el televisor en alguna repetición del juego de Vikingos y Rams en el canal de deportes. Nos divertimos hablando del juego mientras comemos pizza.

— ¿Y luego? — dice cuando inicia el medio tiempo.

— ¿Qué? — Sonrío — ¿Por qué me miras así?

— Háblame del chico de la otra vez, ¿qué hay con él?

— ¿Por qué preguntas? — lo miro con los ojos entrecerrados.

— Te ves diferente... como si estuvieras feliz — encoje los hombros.

— Bueno, si soy honesta contigo — me mira con la ceja arqueada — se fue unos días y lo he extrañado.

— ¡Lo sabía! — se ríe — mierda, debimos apostar algo, pude haber ganado cerveza gratis.

— Si, si, lo sabías, ya déjame en paz.

— ¿Y luego? ¿Ya se lo dijiste?

— Ahh no, aún no vuelve.

— Pero piensas decírselo, ¿verdad?

— ¿No estoy siendo egoísta? Me refiero a que tuvo que irse para darme cuenta que lo extraño.

— Mujeres — pone los ojos en blanco — los hombres sencillos no les gustan, pero un fulano egoísta y problemático las enamora...

— ¡Oye! ¿No lo dices por mí, verdad? — Lo empujo con mi hombro — ¿has estado espiando a mi hermana?

Chase se ríe muy fuerte hasta que su cara se pone roja. Toma otro trago de su cerveza antes de volver a hablar.

— Entonces te sientes egoísta.

— Más que egoísta, me siento una hipócrita. Todas esas veces que dije que no lo soportaba o que no sentía nada por él y ahora con qué cara le digo que si me gusta.

— ¿Desde cuándo te importa lo que los demás piensen Sam? Nunca te ha importado una mierda.

Volteo a verlo sorprendida, Chase no es el tipo de chico que usa esas palabras.

— ¿Entonces qué sugieres, doc?

— Deja que él decida qué quiere hacer. Mira, yo lo veo así: si tú te das una oportunidad con él, podría ser el amor de tu vida... O no y es mejor saberlo ahora. Si él tiene su oportunidad contigo, podría descubrir que eres el amor de su vida... O no y se alejará. Es una situación ganar—ganar.

— ¿Todos ganan? — Levanto mi ceja — ¿tú también eres un jodido arcoíris andante lleno de positividad y buenos deseos?

— Tal vez — sonríe — creo que seríamos buenos amigos.

— ¿Y cómo va tu vida romántica?

— Ya te lo dije, después de la residencia en pediatría me voy a California a poner un consultorio y casarme con alguna supermodelo brasileña.

— Oh mierda — susurro — ¿para qué pregunté? Estás igual de loco que mi hermana.

— ¡No estamos locos! Somos soñadores.

Me río y él también lo hace de sus jodidos y locos planes. El juego está por acabar al igual que la pizza. Mi teléfono suena con una notificación desde la encimera donde lo dejé.

— ¿Otra cerveza? — Chase se levanta del sofá — ten, tu teléfono está sonando.

— Si — me entrega el móvil y la botella — es un audio.

— ¿Y qué es? — se acerca para ver la pantalla.

— Es un mensaje de Matt, una canción — me mira con la ceja arqueada.

— Pues pon play para escucharla.

Subo el volumen de mi teléfono y abro el mensaje del rubio. Como lo esperaba, es un cover de una canción.

(...) I hear your name in certain circles
And it always makes me smile
I spend my time
just thinking about you
And it's almost driving me wild
But it's my heart that's breaking
Down this long distance line tonight... (...)

— Cursi — se queja.

— Cállate, es lindo.

Canción en Multimedia:

John Waite - Missing You.