— Por cierto — dice mi amigo — mañana es el cumpleaños de mi madre y tienen que ir al festejo.

— ¡Aww! ¡Mamá Stella! — aplaude Phoebe.

— Ustedes también, mi madre quiere conocerlos — señala a Matt y los chicos.

— Suena bien — asiente Wilson.

Después de comer, mi hermana y su novio se ofrecen a lavar los platos mientras los demás vamos a la sala a ver la televisión.

— ¡Deja de cambiar los canales hombre! — regaña Erik.

— Es que todo es aburrido — se queja Mark — quiero ver algo que no sea de zombies.

Ambos se jalonean el control remoto hasta que sale volando por la sala. Matt los mira con el ceño fruncido y Sean se ríe sobándose la panza.

— Hey tontos, ¿qué les parece si salimos? — pregunta Wilson desde la cocina.

— ¡Si! — gritan Erik, Mark y Sean.

Aprieto los labios para no sonreír de felicidad, si los chicos se van podré regresar a dormir otro rato o escuchar música, incluso ver alguna de mis series favoritas.

Los chicos se acercan a la barra de la cocina a planear la salida. Como siempre, Sean es el primero en estar de acuerdo y estoy segura que Phoebe irá a dónde Wilson vaya.

Permanezco en el sofá sin hacer ruido o movimientos que puedan alertarlos de mi presencia y Dios no quiera, hacerme participe de sus planes.

Pero sé que he fallado cuando Matt voltea a verme y arquea la ceja. ¡Mierda!

— Tu vienes conmigo, amor — se acerca.

— No quiero, muchas gracias — vuelvo mi vista a la pantalla.

— Por supuesto que irás, señorita apática — se burla Phoebs — ahora ven conmigo a elegir tu ropa.

— ¡Ya estoy vestida!

— Así no tonta, ven a cambiarte o dejaré que Matt lo haga — me amenaza.

Me levanto rápido del sofá y camino hasta mi habitación, donde mi hermana curiosea entre mi ropa. Lo único que le permito elegir para mí es una blusa negra ceñida y de manga larga.

Tomo mi chaqueta del closet, pero Phoebe me jala del cabello antes de que pueda salir de mi habitación.

— Ahora el cabello. Tu solo tienes dos estilos: con trenza o recién levantada — se burla.

— ¡No es cierto! Y sabes que a mamá le encantaba trenzar mi cabello.

— Lo sé — suspira — pero pareces retrato.

Ruedo los ojos mientras ella suelta mi trenza y desenreda mi cabello. Lo acomoda en una media coleta, pone los pasadores y me abraza antes de soltarme.

Los chicos nos esperan en la sala, así que salimos para encontrarnos con ellos y bajar a tomar un taxi. Ni siquiera pregunto a dónde vamos, por la forma en que Matt sostiene mi mano sé que no tengo escapatoria.

Mi expresión es de sorpresa cuando el Taxi para frente a DISCO, un club nocturno. Esta es la idea de Sean, ¡podría apostar mi bar a eso! El lado positivo es que no estamos demasiado lejos de casa y es temprano así que encontraremos alguna mesa disponible.

Entramos juntos al club guiados por Phoebe. Sean y Mark se apresuran a la barra a ordenar las bebidas, mientras nos acomodamos en una mesa frente a la pista.

Hemos tomado ya varias cervezas y poco a poco los chicos se alejan para bailar. Primero mi hermana y Wilson, luego Sean, una chica viene por Erik y trae a una amiga para Mark.

— ¿Quieres bailar? — pregunta una chica morena frente a mí.

Matt está a mi lado como la jodida sombra que es, niega con la cabeza hacia la chica que lo mira sonriente.

— ¡Oh! lo siento, ¿es tu novio? — se dirige a mí.

— No, es mi primo, pero es muy tímido — le susurro — seguro se muere por bailar.

La chica sonríe y le guiño un ojo para alentarla a que se lleve al rubio. Ella se acerca a hablarle al oído y él frunce el ceño hacia mí, pero la chica lo toma de la mano y se lo lleva.

Lo veo alejarse de mi mesa y detengo a un camarero que pasa junto a mí para que me traiga una botella de tequila. Le entrego un billete para que se apresura a traerme mi pedido mientras todos bailan.

Después de un rato, Mark se sienta junto a mí con una cerveza en la mano.

— No los entiendo — me mira serio.

— ¿Qué?

— Parecen novios todo el tiempo y ahora él está allá con una morena muy coqueta.

— No somos novios y no me gusta bailar, no entiendo por qué tendría que estar aquí cuidándome.

— Entonces baila conmigo, si no hay nada entre ustedes no debería haber problema — arquea la ceja retándome.

— ¡Yo no bailo! — ¡chico necio! Quiero gritarle.

Pero me ignora dejando mi vaso en la mesa y jalándome del brazo hasta la pista, entre todas las parejas que se retuercen al ritmo de la música hip-hop.

No tengo ni la más mínima idea de cómo hacerlo, pero observo a Mark haciendo movimientos raros y me río. Toma mis manos y me hace girar en mi lugar, pero veo que nadie más baila como nosotros, seguramente hacemos el ridículo.

— ¡Cambio! ¡Cambio! — grita Matt a nuestro lado.

De pronto la morena es lanzada hacia Mark y el rubio toma mis manos. Su amigo nos mira con la ceja arqueada antes de desaparecer entre la gente con la chica.

— Dijiste que no bailabas — sonríe.

— No lo hago, ¿no me viste? — escojo mis hombros.

— Y no soy tu primo.

Suelta mis manos para pasar las suyas por mi cintura acercándome a él. No quiero abrazarlo, pero tampoco quiero ser grosera, así que torpemente apoyo mis manos en sus hombros.

Él estira mis brazos hasta su cuello acercándome más. No sé si es el calor, el cansancio o las dos cervezas y tres tequilas que tomé, pero apoyo mi cabeza en su pecho y cierro los ojos.

Unacanción bastante agradable suena y dejo que Matt guíe nuestros movimientos.Ladea su cabeza sobre la mía y repite bajito la letra de la canción quebailamos.

Canción en Multimedia:

Usher - Love In This Club