Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Get Around This

Epílogo. Parte 1.

¿Cómo mierdas cambian tanto las cosas en menos de 24 horas? Es cierto, sabía que algo iría mal en algún momento, pero no esperé que fuera tan pronto. El día de ayer, sábado en la tarde y un día después de festejar 4 meses de casados, mi burbuja se reventó.

Sean y yo estábamos frente al escenario viendo a los chicos prepararse para el ensayo, cuando escuché de nuevo su voz ronca y seca de tanto fumar tabaco.

— Señorita Denson — sus manos huesudas estrecharon la mía.

— Señora — corrijo con una sonrisa.

— Señora Hudson — grita mi esposo.

— ¡Oh vaya! Entonces esto será interesante.

— Señor Simmons — se acerca rápido Erik — ¿tiene novedades para nosotros?

— De hecho si muchacho. Una legendaria banda de rock de los 80's está armando una gira mundial y el nombre de ustedes surgió como una de las propuestas para abrir los conciertos. Emocionante, ¿no?

— ¡Mierda, si! — grita Wilson.

— Pero el tiempo es oro y tienen que presentarse a una pequeña audición el lunes en la mañana. Si ustedes rechazan la propuesta, se convocará al siguiente en la lista.

Mark y Wilson corren al lado de Erik, que se quedó mudo de la sorpresa. Sean y yo nos alejamos para darles privacidad y regresamos a la barra.

El rubio deja la guitarra en el piso del escenario para acercarse a escuchar lo que dice Simmons. Un ligero temblor sacude mis manos. Matt se va.

— No se preocupe señora Hudson, le enviaré una nueva banda para su bar que le encantará.

— Claro — le hago un ademán con la mano a modo de despedida.

Algo no va bien, el ambiente se tensa cuando Erik y Matt se miran fijamente. Wilson se acerca al rubio y pasa el brazo por sus hombros mientras le habla. Mark camina entonces junto a Erik y se cruza de brazos con el ceño fruncido.

— No se ven felices — susurra Sean.

— No digas nada, es asunto de ellos.

Los observamos mientras caminan inquietos por el bar, luego se dirigen todos a mi oficina para encerrarse como lo hacen cuando discuten. Espero que en algún momento ellos se aparezcan de nuevo por aquí a tomarse una cerveza, pero no salen.

— ¡Me importa una mierda! ¡Nos vamos mañana!

Grita Erik mientras abre la puerta de mi oficina y sale dando un portazo. ¡Mi puerta, imbécil! Quiero gritarle pero no quiero echar más leña al fuego.

Espero a que Mark también salga para acercarme a hablar con mi esposo. Jamás había visto a Wilson así, hablándole calmado y dándole ánimos. Cuando él se da cuenta que los observo desde la puerta, camina hacia mí.

— ¿No quiere ir?

— No.

— ¿Es por mí?

— Si.

— Déjame hablarle.

Cierra la puerta detrás de sí y me acerco a abrazar a mi guapo esposo que luce terriblemente confundido.

— ¿Estás bien?

— Si.

— No me mientas tonto, sé que estás preocupado y no entiendo por qué. Esta es una gran oportunidad que han esperado mucho tiempo, la que los llevará a ser reconocidos, grabar discos, hacer sus propias giras. ¿No te parece genial?

— Algo... — suspira.

— Quita ya esa cara de cachorro regañado, todo estará bien. Vas a llamarme todos los días, y hablaremos por Skype, te contaré las estupideces de Sean para que no pierdas la costumbre y me enviarás audios de canciones.

— ¿Estás de acuerdo con que me vaya?

— Si, es una oportunidad única y creo que deberías tomarla. Prefiero que lo intenten y fracasen a preguntarse toda la vida qué hubiera pasado si...

— ¿Y si después de un tiempo no quiero seguir en la gira?

— Renuncias y regresas, sabes que te voy a esperar — le doy un beso corto — lo que no deseo es que vivas con la duda y luego me reproches que por mi culpa no realizaste tu sueño.

— Supongo que tienes razón, debería intentarlo. Es lo que siempre quisimos desde que formamos la banda y los chicos no me perdonarían si los abandono ahora.

— ¿Lo ves? Puedes intentarlo. Nadie te pide que elijas una opción o la otra, tú puedes lograr ambas cosas si te lo propones. Además confío en ti, no vas por ahí enamorando a las dueñas de los lugares donde tocas, ¿cierto?

— No — se ríe — y tú no te enamoras de los guitarristas de las bandas que contratas eh... Oh mierda, eso fue estúpido.

— ¡Oye! Yo ya estoy enamorada y felizmente casada, gracias... ¿Cuándo piensan irse?

— Mañana. Al parecer tenemos que ir a arreglar algunas cosas antes de audicionar e integrarnos de inmediato.

— Entonces eso es todo, será su última noche y mañana temprano se van. Ahora ve a darles la noticia a tus amigos amor.

Me tomo un momento para contener las enormes ganas de llorar que me invaden, no puedo arruinar este momento con mi cursilería o lo haré sentir mal por dejarme.

Como siempre espero a que su voz de escuche por el micrófono para observarlo, aunque esta vez la canción es una de las últimas que ellos tocan esta noche.

(...) We can get around this,
Get around this, get around this,
Get around, we can get around this,
Get around this, mess.

So hold on, baby don't you leave me,
Please just, hold on, to me... (...)

Una canción que suena a despedida. Después de cerrar el bar, todos van a traer sus cosas y quedamos de vernos en Greyhound. Matt recoge algunas cosas para guardarlas en su mochila y deja la guitarra en el sillón.

— ¿Quieres que la guarde en la lavandería?

— No, puedes dejarla ahí si quieres.

— Bien, la dejaré aquí para que me recuerdes.

— Qué dramático amor — me burlo.

Estoy sorprendida de que Phoebe no haya armado un escándalo porque Wilson se va. Ni siquiera lo abraza cuando volvemos a encontrarnos en la estación de autobuses.

Ambos beben café y platican amistosamente. Sean luce algo desanimado mientras charla con Erik y Mark, y yo estoy junto a la ventana abrazada a Matt, que no deja de besar mi frente.

— Autobús 1359, con destino a Nashville...

— Es el nuestro — dice Erik.

Él y Mark se despiden rápido para subir al camión. A Wilson le toma un momento separarse de mi hermana y se despide de Sean. ¿Pero Matt? No camina porque sigo aferrada a su cintura.

— Sam... — dice Phoebe.

— Ahh, sí, claro — me aparto — ve amor, avísame cuando hayas llegado y te llamo más tarde.

— Cuídala — le habla a Sean — Cuídense todos, ¿está bien?

Mi hermana asiente y lo abraza fuerte. Él vuelve a besarme antes de subir finalmente y sentarse junto a Wilson. Puedo ver por la ventana que pasa su mano por su cabello distraído como cuando está pensando.

Ponemos caras sonrientes mientras el autobús sale de la pequeña estación.

— ¿Nos vamos? — pregunta mi hermana.

— Adelántate, tengo algo que hacer por aquí antes de volver al departamento.

— ¿Segura?

— Que sí, váyanse los dos.

Se miran entre ellos y se alejan sin decir nada. ¿Quiero quedarme? No realmente. Lo que no quiero es volver a casa y darme cuenta que estoy de nuevo sola.

Regreso a mi realidad en la que estoy sentada en las sillas de la sala de espera, pensando. El señor de la limpieza ya pasó por mi lado en dos ocasiones y me mira como si tratara de descubrir si soy o no una indigente.

Ayer todo estaba bien, hace 18 horas yo estaba en el bar riéndome de las ocurrencias de Sean y de Matt. Viendo la cara gruñona de Mark y la expresión frustrada de Erik porque nadie quería ensayar.

Pero basta ya de autocompasión. Me obligo a mi misma a regresar a mi departamento, sobre todo porque el señor de la limpieza viene de nuevo hacia mí y me hace sentir incómoda.

Camino hasta mi departamento y subo las escaleras. Lo extraño tanto que creo escuchar la jodida guitarra desde este lado del pasillo. Mierda, Matt dejó la guitarra en el sofá ¡y ahora alguna clase de espíritu de soledad está ahí haciéndola sonar!

— ¿Amor? — dice abriendo la puerta y yo grito.

— ¡¿Qué haces aquí?!

— Esperándote... ¡Sorpresa!

— ¡¿Cuál sorpresa?! ¡Te fuiste en el autobús, te vi!

— ¡Pues me bajé! No quería irme.

— ¿Y los chicos? — Digo sorprendida — ¿Qué dijeron?

— No había nada que pudieran decir, no pueden obligarme a hacer algo que no quiero. Y si ellos de verdad son mis amigos tendrán que dejarme ir y no molestarme.

— Pero cielo... — mi voz se pone chillona.

— ¿Cielo? — sonríe — Sam, yo amo cantar y tocar la guitarra, pero eso lo puedo hacer en cualquier lugar. Aquí en el departamento, en tu bar, en alguna noche de aficionados, para nuestros hijos...

— ¡Ja! — le hago una seña — vas muy rápido rubio.

— Me refiero a que puedo hacer lo que me gusta aquí, contigo. Pero no puedo ser tu esposo allá, del otro lado del país o en cualquier otro lugar. Yo quiero estar aquí, esa es mi decisión.

— ¡Gracias a Dios! — Me lanzo a sus brazos, aliviada — Yo quiero que te quedes conmigo pero no quería ser egoísta.

— Pues sé egoísta ahora y no me dejes ir.

Susonrisa brillante de arcoíris elimina todo mi malestar al instante: Esta aquí,se queda conmigo. Mi esposo ha vuelto y no lo dejaré ir... Nunca.

Canción en Multimedia:

SafetySuit - Get Around This

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro