Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Best Day Of My Life

— ¿Y qué haremos mañana? — pregunta Mark.

— ¿Beber? — dice Willis.

— Si, pero en otro lugar, como lo hacíamos antes.

— ¿En la casa de tu primo? — dice Erik.

Los escucho hablar mientras limpio la barra. Me alejo un poco cuando Sean y Phoebe se paran junto a ellos a meterse en sus planes. Mi amigo me mira con una gran sonrisa y baja de nuevo la cabeza.

Se ríen fuerte y se despiden para retirarse. Me sorprende la rapidez con la que se alejan, pero Sean camina hacia mí con una sonrisa estúpida.

— Nos vemos mañana jefecita — camina hacia atrás alejándose — en tu casa...

— ¿Qué? ¡¿Qué dijiste idiota?! — le grito.

— No te enojes, ¿si? Solo que queremos reunirnos y la propuesta es tu departamento — dice Matt con tranquilidad.

— ¿Qué? ¿Por qué no pueden hacerlo en otro lugar? Yo no quiero...

— Solo será un día, por favor no te enojes — hace puchero.

— ¡Bien! Pero tú vas a ayudarme en lo que se necesite — digo resignada.

— Has tenido visitas antes, ¿no? — dice cuando llegamos al departamento.

— Si, pero solo Phoebe y Sean. No tengo que hacer nada, Sean trae la cerveza y Phoebe viene al día siguiente a traernos comida.

— ¿Sean se queda a dormir aquí? — pregunta con la ceja arqueada.

— Si — encojo mis hombros — vive del otro lado de la ciudad y no quiero que maneje borracho.

No dice nada más, luego va a la lavandería por algo de ropa y entra a la ducha.

Voy a la cocina y observo mi pequeño departamento. Nunca necesité más muebles, solo era yo y de vez en cuando Sean. Pero tener aquí a los amigos de Matt es diferente y a pesar de todo no quiero incomodarlos.

Con esa idea en mente, me levanto de la cama y observo a Matt. ¿Otra vez no puse seguro a la puerta?

Se levanta detrás de mí y prepara el desayuno mientras me ducho. Tengo que admitir que es mi parte favorita del día, me siento mimada.

— Tengo que salir — le digo cuando me pongo los tenis.

— ¿A dónde? Yo voy contigo — deja la taza en la encimera.

Quiero decir que no, pero no tengo tiempo de discutir con él. Bajo por las escaleras y escucho sus pasos detrás de mí. Me alcanza cuando ya estoy en la calle.

— ¿A dónde vamos?

— Al almacén — señalo la tienda unas cuadras más adelante.

— No irás a echarme de nuevo, ¿cierto? — arquea la ceja.

— Lo estoy pensando — le sonrío — pero no hoy, necesito otro sofá.

Me mira y luego parece recordar lo de ésta tarde. Nunca me preocupe por lo que mis visitas necesitaran... Hasta ahora.

Cuando llegamos, busco al vendedor de la ocasión anterior y elegimos los muebles. Matt observa en silencio y hace muecas que me distraen.

Finalmente elijo dos sillones más para complementar el de tres plazas que tengo en casa. Espero que sea suficiente, así que entrego mi tarjeta de crédito para emergencias y pago la comisión extra.

De regreso al departamento, espero impaciente a los chicos del almacén. Camino por la cocina revisando los estantes y me pregunto si debí comprar botanas o comida para todos.

— Cálmate — dice desde la sala — ellos traerán todo, solo cálmate.

Voy a sentarme con él, pero antes de que lo haga el timbre suena. ¡Si! Abro la puerta para dejarlos entrar con los sillones y Matt me ayuda a acomodarlos en la sala.

Sean está en la puerta, con los ojos muy abiertos. Si, si, lo sé idiota, se ve diferente. Matt se acerca para ayudarle a llevar las cervezas al refrigerador.

Poco después llegan Mark y Erik. Se sientan en la sala con cervezas en mano y charlan mientras abro la puerta para Phoebe y Willis. Mierda, creo que estos dos van en serio.

Voy de nuevo a la cocina, sacando platos para servir las frituras que trajeron Erik y Mark pero volteo a la encimera cuando siento una mirada.

— ¿Te ayudo? — pregunta Mark.

— Estoy bien — sonrío.

— Lo siento si te incomodamos, debimos preguntarte primero — sonríe también.

— Esta bien — encojo mis hombros — no todos los días tengo visitas.

— ¿Solo son Phoebe y tú? — le da la vuelta a la encimera.

— Si — lo observo — solo ella y yo... Y Sean.

— Se nota que son muy unidos.

— Si, ¿y ustedes? ¿Se conocen hace mucho? — digo para cambiar el tema.

— Desde la universidad, nos hicimos amigos a pesar de estudiar diferentes carreras — voltea a ver a sus amigos en la sala.

— ¿Tienen la misma edad? — quiero saber qué tan grande es Willis para Phoebe.

— Si, 26 años... Bueno, Erik tiene 27. ¿Y tú?

— ¿Yo? — balbuceo — 24 y Phoebe va a cumplir 21.

— Eres muy joven para tener tu propio bar — sonríe divertido.

— ¿Todo bien? — grita Matt desde la sala, viéndonos a ambos.

— Si — le sonríe Mark.

— Dios — ruedo los ojos — ¿siempre ha sido así? Tan... Irritante... frustrante... Odioso.

Mark se ríe muy fuerte y niega con la cabeza. Yo lo miro como si estuviera loco, ahora entiendo por qué son amigos.

— No, bueno lo normal. Siempre ha sido el más responsable, el que nos cuida, como si fuera nuestro papá.

— ¿Y eso te divierte por...? — arqueo una ceja.

— Jamás lo había visto así — lo señala — está celoso, ni con Sarah lo era.

¿Sarah? Volteo a ver a Matt, quien aún nos mira desde el sofá. Está serio, con el ceño fruncido y Willis le hace gestos para que voltee.

De pronto todo miran en la misma dirección que Matt y Mark sonríe. Sus ojos azules brillan con diversión pero yo me pongo algo nerviosa. Mierda, odio ser el centro de atención.

— ¿Entonces? — Grita Phoebe — ¿Pizza o comida china?

— ¡Pizza!— gritan todos los chicos.

— Bien — dice mi hermana y toma su teléfono.

Mark lleva más cervezas a sus amigos mientras yo llevo los platos y la salsa. Ahora caigo en cuenta que además del comedor, me hace falta una mesita en la sala para poner los platos.

Después de cenar la pizza y seguir bebiendo, veo a Phoebe recargarse en el hombro de Willis y cerrar los ojos. Él le susurra algo y se levantan del sillón.

— Nos vamos, es tarde — dice él.

— ¿Seguro? — dice Matt.

— Si, el departamento de Phoebs está cerca del bar, me quedaré con ella y los veo mañana.

Volteo a ver a mi hermana tratando de asegurarme que está bien, no parece haber bebido mucho.

— Con cuidado — les digo a ambos antes de que salgan.

— Yo también me voy a dormir — les digo a los cuatro que quedan — quédense todo lo que gusten. Sean sabe dónde están las cobijas y almohadas.

Mark y Erik miran a Sean, quien asiente hacia mí. Matt se levanta y pasa su brazo por mi cintura.

— Descansen — les dice mientras me empuja hacia el pasillo.

— ¿A dónde vas? — le gruño.

— A dormir, también tengo sueño amor — entramos a la habitación y cierra la puerta.

— Deberías quedarte con ellos — le reclamo.

— Ya están grandecitos, pueden cuidarse solos — se quita la camiseta.

— Vete, tengo que cambiarme — él sonríe — ¡largo!

— Cámbiate aquí, no voy a mirar — se gira para darme la espalda mientras desabrocha su pantalón.

— Idiota — susurro pero sé que me oyó.

Me pongo rápido la pijama y me tapo con la cobija. Matt se queda en bóxers y se acuesta a mi lado.

— Pensé que no me dejarías dormir aquí contigo — se burla.

— ¿Habrías estado de acuerdo? — lo miro.

— No, igual estaría aquí — sonríe — No te preocupes por ellos, ya saben que dormimos juntos.

— Cállate ya — me sonrojo solamente de pensarlo — yduérmete o te vas a la sala a dormir con ellos.

Canción en Multimedia:

American Authors - Best Day Of My Life

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro