Pole Dance [Parte I]
Encontrar un día lunes a tu novio en los brazos de un extraño, cuando regresaste del trabajo antes de tiempo por culpa de un terrible resfriado, era motivo suficiente para estar de pésimo humor lo que restaba de la semana. Al menos, eso creía, era comprensivo al utilizar simple sentido común.
Seguro, sin embargo, aquello no aplicaba en sus amigos que eran especiales, y no precisamente en el buen sentido de la palabra:
—Tranquilo, hermano. El viernes en la noche te llevaremos a un sitio que te hará agradecer pertenecer de vuelta al grupo selecto de solteros ardientes y disponibles para una aventura —Mike Chinnarat le susurró con un hilo de voz muy liviano, evitando así llamar la atención del resto de sus compañeros, mientras giraba levemente la silla en su dirección.
Bright rodó los ojos con fastidio. Conocía desde hace más de dos años a ese chico, y le había pedido que se mudara a su departamento poco menos de un mes atrás. ¿Por qué su mejor amigo no tenía un poco de empatía a su lamentable situación? Su expareja lo había engañado, en su propia cama, encima de las sábanas que acababa de llevar a la lavandería ¿y debía superarlo con una noche de sexo gay, rock and roll y vodka barato?
[Sí, desde los quince años se había dado cuenta que prefería a los que tenían un paquete similar al suyo].
—Tenía tiempo que queríamos llevarte ahí, pero no dejabas de balbucear como imbécil que las cosas iban en serio con First, entonces nunca lo mencionamos —añadió Tawan Vihokratana recargándose sobre su asiento, tanto que si ejercía un poco más de fuerza seguro terminaría besando el suelo.
Y pagaría por ver aquello.
El ambiente en la oficina normalmente era limpio, se respiraba serenidad, el ruido de manos sobre el teclado y el ratón, aportaba armonía a aquel entorno agradable. Menos en ese preciso momento, en que los dos diseñadores, que por desgracia tenían sus escritorios a los costados del de Bright, bombardeaban al pobre y lamentable muchacho con propuestas estúpidas para sacarlo de su miseria.
Él solo quería llegar a casa y poner Call me by your name por milésima vez en su televisión, para llorar junto a Elio en la parte final.
¿Por qué, Oliver? ¿Por qué?
—Dejen de joder, yo no iré a ninguna parte con ustedes —sentenció poniéndose los cascos y subiendo el volumen de la música...
... malditamente exagerado, apenas entrar sus oídos fueron atacados por un ritmo cargado que, en esa etapa deprimente de su vida, se le antojó indigesto.
No creía aguantar ahí más de cinco minutos, quizá su par de amigos advirtiendo la intención en su expresión, se colocaron a sus costados, y colgándose de sus brazos, lo arrastraron hasta una de las mesas.
—¡Te vas a divertir, cariño! —gritó en su oído Mike como si no fuera suficiente castigo el escándalo de aquel club nocturno.
Vachirawit no estaba para nada entusiasmado con ver tipos de cuerpos desmedidamente trabajados y sudorosos bajo los reflectores de diferentes colores.
Él si quería podía conseguir un baile privado y sensual en su departamento; todavía tenía guardado el número de varios sujetos con los que antes de formalizar su relación había tenido buen sexo.
Su teoría fue confirmada cuando aparecieron frente a él un grupo de hombres, que no pasaban de los treinta, sobre el escenario y comenzaron un baile "divertidamente erótico".
Bufando de risa se llevó la botella de vodka a los labios, esa que se suponía era para los shots de los tres. Ya que deseaban que se divirtiera, entonces necesitaba relajarse, aunque seguro solo conseguiría que el estómago se le revolviera.
Un show tras otro pasó a la vez que su ánimo fue subiendo. Si esperaban que se sintiera caliente, jamás pasaría, solo se unió a los vitoreos y aplausos porque le parecía gracioso aquel ambiente.
Demasiada testosterona en el aire.
Para el final ya estaba borracho y su voz formaba parte de los gritos que exigían el tan aclamado pole dance.
Ya le daba igual parecer estúpido, ver el comportamiento de sus amigos (que estaban peor que él) le proporcionaba el valor necesario para continuar dejándose arrastrar por la corriente. Al día siguiente se burlaría de ellos por adorar un sitio así. Sin embargo, cuando las luces se apagaron, y un rayo de luz anaranjada iluminó el centro del escenario, su risa mermó y una rara expectación creció en su pecho. Culpó a la tensión colectiva y al entusiasmo general que incluso sentía que podía respirar.
Un muchacho alto y delgado apareció de la nada, vestido con un traje blanco de gimnasta, con cuello en "V" pronunciado y con cadenas plateadas colgando de la prenda. Un antifaz cubría su rostro, pero incluso así, Bright podría jurar que la persona detrás de aquel objeto brilloso, era sumamente atractiva.
Con elegancia se encaramó al poste, sus largas piernas flotaron en el aire, la música que hasta ese momento percibió, fue tornándose más intensa.
Ya no se sentía en un club nocturno, si alguien le dijera que se desmayó y despertó en un cabaré especializado en artes escénicas, le creería de buena manera.
Los movimientos sensuales, la forma en que el bailarín arqueaba la espalda y con la fuerza de sus brazos lograba subir y bajar como una pluma, le estaban robando el aliento.
Su baile le dejó boquiabierto, sin permitirse pestañear por miedo a perderlo de vista, deseando que no se detuviera, como si la realidad pendiera de un hilo que en cualquier momento podría reventar si exhalaba aire de sus pulmones.
La mirada del erótico bailarín se detuvo en la suya y tuvo el vago pensamiento, surgiendo desde el fondo de su cabeza, que aquello era como sacado de una película, donde los protagonistas entrelazan miradas y a partir de ese momento sus vidas dan un giro de ciento ochenta grados, pero entonces la música se detuvo con el chico suspendido en el aire, boca abajo, con las esbeltas piernas abiertas, como invitándolo a hacer cosas obscenas. No necesitó de más para que su perversa imaginación volara alto.
—¡Win es el mejor, ¿cierto?! —Aulló tomándolo por los hombros, mientras el público enloquecía.
A Tawan le resultó más entretenido ver la expresión de idiota enamorado de su amigo.
Olvidando la vergüenza de ser descubierto, se concentró en que ahora el desconocido que le había robado la cordura, poseía un nombre por el cuál podía recordarlo lo que restaba de su vida.
Win...
... según le dijo Tawan, sus presentaciones solían ser dos en la semana; una el viernes (a la que ya había asistido) y otra el sábado.
No necesitó más información, al día siguiente se presentó apenas abrieron el club para conseguir un lugar en primera fila.
Ni siquiera se quejó de los shows que tuvo que mirar antes del que tanto esperaba con ansias (no es que fueran malos, pero no se sentía cómodo observando tipos metidos en ajustados bóxers donde las bolas casi se les salían, en conclusión, no lograban despertar su interés).
Mike y Tawan lo volvieron a acompañar gustosos (sabía que le echarían en cara lo ocurrido cuando estuviesen en el trabajo) y se encargaron de que su sistema en menos de una hora se llenara de alcohol.
Entonces el momento anhelado llegó sin ni una pizca de consideración.
Esta vez Win vestía un pantalón de cuero negro demasiado ajustado para su salud mental, con tacones que hicieron a Bright observarlo con las pupilas fuera de sus órbitas.
Las luces oscilaron entre el violeta y el azul. La música inició de nuevo sutil, para luego irse intensificando y alcanzar el punto del clímax con el escenario coloreado de rojo. Win moviéndose tan provocativamente, que lo supo enseguida, a partir de ese momento, no se perdería ni una de sus presentaciones.
Una cuerda invisible se había ceñido a su cuello y sosteniendo el extremo se encontraba el bailarín controlándolo. Era imposible frenar...
... la conversación que se había desatado a la hora del almuerzo.
—Deberías acercarte a él y pedirle una cita —comentó Mike con la boca llena de huevo frito—. Con esa cara de niño lindo que tienes, no se podrá negar.
—Conozco al manager del club y me debe un favor, si quieres... —El de rostro más inocente de los tres fue interrumpido por el aludido.
—Jamás sucederá —le cortó molesto—, ya tuve mi etapa de fuckboy. Saben que ahora busco algo serio. Por Dios, ya tengo veintiséis, necesito sentar cabeza y Win seguro es de los que se acuesta con cualquiera. De solo pensar que estaré metiendo la lengua en un lugar donde muchos penes estuvieron o estarán... No gracias, First me dio la experiencia completa.
El que tenía cierta popularidad en TikTok soltó la carcajada.
—Vamos, el fin de semana te la pasaste babeando por él y ahora te pones de mojigato —argumentó despectivamente.
¿Cómo podía ser tan insensible con una persona que acaba de tener una ruptura espantosa? Su exnovio le había puesto los cuernos, en su propia cama, encima de las sábanas que...
—Tú te lo pierdes, Win es una belleza y quizá utilice esa oportunidad para mí.
—Dejen de joder, no es no —les advirtió con tono severo, cansado de sus "buenas intenciones" que no le estaban ayudando en nada.
Levantándose de la mesa dejó un billete que cubría el doble de lo que había consumido, mientras se alejaba planeaba que al llegar a casa iría a la lavandería y después vería en su laptop Method para llorar con el final confuso.
¿Por qué, Young Woo? ¿Por qué jugabas así con los emociones de las personas buenas?
—Está bien, está bien, cariño —Mike se colgó a su cuello ganándose unos golpes en las costillas por parte de su amigo.
—Te acompañaremos este fin de semana a ver a tu amor platónico sin intentar echarte una mano —pronunció Tawan con una sonrisa inocente de la que...
... por última vez en su vida confiaría.
—¡Win, aquí! —Llamó al bailarín haciendo movimientos exagerados con las manos para que los notara.
—¡No te orines encima cuando lo tengas enfrente! —aconsejó Mike tan fuerte contra su oreja que, para su pésima suerte, Win alcanzó a escuchar.
—¡Este chico de aquí mojó el piso con su saliva la semana pasada, en cuanto te vio creo que tuvo una enorme ere...! —La voz de su amigo, del que se vengaría después, fue ahogada con la boca de una botella de cerveza que empujó contra sus labios.
Jamás en su vida se había sentido tan avergonzado, quizá no era su peor experiencia, pero al menos en ese instante no recordaba una peor.
Bright observó cómo el hermoso bailarín se sentaba junto a él, en unos minutos comenzaría su show, pero estaba ahí, respirando el mismo aire que él y luciendo inalcanzable.
Sin quitarse el antifaz, y sin mover un milímetro los labios, Win se inclinó sobre él y tomando su brazo, escribió en la cara interna ocho palabras con una pluma azul que hasta ese momento no había notado que sostenía.
«Te veo en bastidores cuando termine mi turno».
Los tres chicos vieron levantarse al bailarín con una elegancia no muy propia de un club nocturno atestado de humo de tabaco barato. El traje de colores vivos se ceñía a su cuerpo de forma perfecta, Bright no pudo evitar contemplar su trasero en medio de un suspiro.
—Me recuerda a la invitación de un camarero —interrumpió su mejor amigo mientras analizaba la nota en su brazo.
Al parecer podía hablar con un nivel de voz decente sin tener que aullar como un loco.
Jaló de su brazo con cierta posesión, no quería que husmeara en sus cosas.
—No pasará nada, mi postura respecto a las relaciones sigue siendo la misma —dijo juntando ambas cejas para así dar énfasis a una expresión severa.
Tawan que se había terminado el líquido que antes fue obligado a beber, se limpió los labios con el dorso de la mano y se encogió de hombros.
—¿No se les ocurrió que quizá tiene una nariz fea y por eso no se quitó el antifaz? —comentó de la nada.
Bright rió.
Oh, vamos. No podía enojarse con esos sujetos, eran unos tontos de los que se había encariñado.
El espectáculo de esa noche fue incluso mejor que las veces anteriores (si es que aquello era posible). El poste desapareció para darle la oportunidad a cuerdas que colgaban del techo y un par de aros en los que se estuvo apoyando para mecerse en el aire. La música y las luces aportando su esencia para que Win brillara aún más.
Quizá se debía a que no estaba tan idiotizado como la primera vez, pero pudo despegar su mirada del bailarín para posarla en el público, fue ahí que descubrió que gran parte de los presentes lo observaba con deseo.
¿Con cuántos de aquellos hombres ya se había acostado? ¿Sería Bright uno más de su lista?
Y lo más importante:
¿Cuándo cobraba?
Ignorando aquel pensamiento se concentró en seguir a Win en el aire. Parecía un ángel...
... al que le habían arrancado las alas por ser tan perverso.
—¿Seguirás ahí sin decir nada? —El bailarín se dirigió a su reflejo en el espejo, mientras se quitaba el glitter de la cara.
Apenas entrar le recibió el silencio, sorpresivamente, en aquel club existía un cuarto aislado del ruido exterior.
—Mi padre fundó este club a inicios de los ochentas —empezó a explicar sin que se lo pidiera—, desde hace diez años que la competencia nos superó cuando varios clubs más actualizados abrieron por la zona. Antes de que se fuera a la quiebra, el manager implementó innovadores shows... De pequeño me tocó ver cuando las presentaciones eran más artísticas, sigo con esto porque no quiero que muera el alma del club.
Sin entender por qué le contaba eso a él, asintió sin protestar. Igual y se estaba inventando esa historia ridícula.
—¿Tu padre está de acuerdo con que trabajes aquí? —Lo interrogó con lo primero que se le cruzó por la mente.
—No, pero él no tiene por qué enterarse —le guiñó un ojo y comenzó a bajar el cierre de su traje, Bright desvió la mirada al techo—. Te vi la semana pasada, me recordaste a mi yo de doce años. Eres muy lindo, ¿cuál es tu nombre?
Casi se atragantó al escucharlo. Ningún chico antes le había llamado "lindo" como si se refiriera a una mascota.
—Bright... En realidad solo vine a decirte que admiro mucho tu baile en el escenario y que... ¡Ahhh! —Un grito ahogado escapó de sus labios cuando al enfocar la vista al frente se encontró al chico desnudo mirándole con una radiante sonrisa.
Sin el antifaz se veía más joven, sus facciones suaves y delicadas le recordaban a los de un noble de época medieval, y su figura sin duda al de una escultura antigua.
—Así que, Bright, ¿por qué no nos divertimos un poco antes de que mi padre se entere que no estoy en casa? —ofreció recargándose en el tocador mientras separaba los muslos lentamente.
Por un instante olvidó dónde estaba y qué hacía allí, solo importaba el bailarín frente a él con la invitación impresa en la tersa y expuesta piel. Win era como la reencarnación de todos sus deseos, desde la forma en que se movía hasta el tono de su voz. Era tan perfecto para él que tuvo que obligarse reaccionar.
—Lo lamento... Yo no... —incapaz de encontrar una excusa que no lo dejara como un idiota, dio media vuelta y salió huyendo de allí.
Seguramente, sus amigos al enterarse...
... le dedicaron una expresión de incredulidad.
—¡No puedo creer que te atrevieras a rechazarlo, Tawan y yo llevamos soñando con acostarnos con Win desde que fuimos a ese club! —Le reclamó su mejor amigo olvidando que estaban en la oficina y que, gracias a su escándalo, hasta se ganó la mirada asesina de su jefe.
—¿Entonces por qué hicieron eso? Ustedes vayan y díganle claramente sus intenciones, seguro los aceptará —contestó dispuesto a terminar esa charla sin sentido.
Pensó que a partir de ese momento no volvería a hablar del bailarín con sus amigos, seguiría visitando el club, pero no les informaría, si se los topaba ahí genial, sino, ya le daba igual.
—Win es el único empleado de ese sitio que no se acuesta con clientes, creí que lo habías notado desde el inicio —comentó Tawan, pero el castaño negó con la cabeza sin darle ni un poco de crédito.
Un tipo que se había desnudado apenas saber su nombre, no era de confiar.
Al terminar su turno en la oficina, se iría al centro comercial a comprar sábanas nuevas porque no soportaba ver las anteriores. Por la noche pondría Brokeback Mountain y lloraría por el amor verdadero que nunca se pudo experimentar plenamente. Ya tenía todo planeado, nada podía tomarlo por sorpresa...
Continuará...
N/A: Lamento el humor absurdo, a veces me pongo bien pesada xD
Tenía planeado que fuera solo una parte, pero entonces ocurrió algo, al inicio pensé en hacer un WinBright (el solecito como bottom) ya iba bien valiente con más de la mitad de lo que leyeron y en eso, me pareció que también la historia se prestaba para que fuera un BrightWin. Entonces tengo la duda atorada, y pensé que ustedes podrían ayudar a despejarme. Qué opinan:
¿WinBright?
¿BrightWin?
¿BrightWinBright?
Un agradecimiento especial a hyuckass por proponer la idea ♡
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