26 | Alguien del pasado 💘
Soy una mentirosa.
La razón, la verdad razón, por la cual he evitado a Jungkook en estas semanas es porque han vuelto a surgir problemas dentro de mi casa. La relación de mis padres no está siendo la misma de antes y ahora yo estoy teniendo problemas con mi padre, incluso hasta peleamos que luego mamá interviene e inicia a pelear con papá. Estoy bajo un enorme estrés que a penas puedo tolerar me yo; y si Jungkook viene solo terminaría discutiendo con él, lo cual quiero evitar a toda costa.
Hoy es sábado, como cualquier otro sábado para mí. Me encuentro alistándome para ir a la universidad a mis clases. Saliendo de mi habitación escucho la puerta de mi casa cerrarse, lo que indica que papá acaba de irse en este momento.
Bajo las escaleras para entrar a la cocina y encontrarme con mi mamá de espaldas limpiando los platos. Me acerco a ella para abrazarla y justo ahí recién veo que mi mamá está llorando; y parece que desde hace un rato.
-¿Estás bien? -le pregunto apoyando mi cabeza en su hombro-. Mami...
-Creo que tu papá y yo... -mi mamá frunce su ceño y prefiere no hablar. Acaricio su espalda con mi mano y la ayudo a calmarse-. Tu papá y yo no estamos en nuestro mejor momento y hemos pensado en... separarnos.
-¿Separarse? ¿En qué sentido?
-Separarnos de divorciarnos -mi mamá suelta todo su llanto y me abraza con fuerza-. Hago todo lo que puedo para no hacerlo, pero ya estoy cansada... Yo amo a tu papá, pero esto nos está dañando a los dos.
-Está bien, mamá... Está bien.
Justo en estos momentos odio ser la hermana mayor de la familia. Miro a Jaemin en su trona jugando con su comida. Él es feliz, no se da cuenta de lo que pasa con su familia. En cambio yo, yo estoy tratando de no llorar y molestarme con esta situación. Ahora necesito ser fuerte para darle apoyo a mi mamá en lo que sea que ella necesite.
Luego de unos minutos, mamá se disculpa conmigo y se lleva a mi hermanito con ella al segundo nivel de la casa. Yo me quedo sola en la cocina. Veo mi desayuno, ya no tengo tanta hambre como antes, solo quiero salirme de esta casa antes de desesperarme porque todo aquí está cambiando y no lo estoy soportando.
Solo tomo un pan de la cesta y me subo a mi cuarto para agarrar mi mochila e irme.
Espero en la parada de autobuses el que me lleva hasta la universidad mientras que en mi cabeza sigo pensando en mis padres.
¿Qué es lo que está pasando realmente entre ellos para pensar que no pueden seguir con su matrimonio? Hasta hace unos meses todo parecía estar bien con ellos dos. Con todos en realidad. Pero luego de que fueron a esa boda todo comenzó a cambiar de la nada: discutían, mamá lloraba y había ciertos días en los que ninguno se dirigía la palabra.
Me entristece saber que hay una gran posibilidad de que nuestra familia se separe y Jaemin no tenga a los dos cuando vaya creciendo, como yo sí pude hacerlo. Yo sé que a mi hermanito le hará mucha falta la presencia de uno de los dos... ¿Por qué no pueden pensar en él y dejar sus discusiones a un lado?
Una vez que llega mi autobús, entro y me voy a los asientos del fondo para ponerme mis audífonos y estar tranquila el resto del camino con mi música. También aprovecho en revisar los mensajes que me han llegado, algunos son de Sehyeon y la mayoría son de Jungkook hablándome sobre el trabajo que le dejó uno de sus maestros con la composición de una canción.
Con respecto al tema de esa canción, la verdad es que ya me dejó escucharla un poco y se nota que el pelinegro ha nacido con ese don de la música. Si Jungkook fuera un idol tendría éxito no solo en Corea o en los países asiáticos, la verdad es que tendría éxito mundialmente y le ganaría a todos los cantantes existentes actualmente. Sinceramente, siento que Jungkook no necesita una preparación universitaria y podría vender su música a las agencias de entretenimiento para que pueda producirlas, o cantarlas él mismo y venderse como un cantante y compositor.
Jungkook :3
YA TENGO LA LETRA DE MI CANCIÓN
02:36 a.m.
Nain? Estás ahí?
02:36 a.m.
Adivina a quién ya no le gusta la letra 😍
03:02 a.m.
Ya no quiero vivir más
03:05 a.m.
Es que es muy difíciiiil
Más difícil que hacer maquetitas de madera
03:05 a.m.
Por qué no contestaaas? :ccc
03:25 a.m.
Te cuento algo gracioso
03:35 a.m.
Este mensaje fue eliminado
Ignora eso, es pathetic
03:40 a.m.
AAAAA ESTÁS DURMIENDO
03:46 a.m.
Bueno, yo también me iré a dormir
03:46 a.m.
Me rindo por hoy con la canción, la odioooo
03:46 a.m.
Hasta mañana. Háblame cuando puedas ♥️
03:47 a.m.
Tengo mucha curiosidad qué decía el mensaje eliminado :p
09:24 a.m.
Hola 👋
09:24 a.m.
Hablamos cuando llegue a mi casa
09:25 a.m.
Ahora tengo clases en la universidad
Adiós ~~
09:25 a.m.
Apago mi celular y me dispongo de seguir escuchando mi música a la misma vez que veo a los otros vehículos por la ventana del autobús.
Diez minutos después llego a la universidad y camino hasta llegar a mi facultad, lo cual eran unos quince minutos más. Entrando al salón donde tenía clases, veo a Sehyeon y Sunoh sentados frente al otro mientras iban conversando. Ellos no se habían fijado de mi presencia, así que siguieron con lo suyo y pude ver a Sunoh apretar las mejillas de Sehyeon y que esta solo se riera en lugar de enojarse.
Algo pasa aquí.
-¿Y ese milagro que Sehyeon no te mordió la mano? -Tercio en su conversación. Ambos me miran y Sehyeon, de pronto, hace lo que dije.
-¡Mis dedos! -Ese es Sunoh quejándose.
-Llora -le responde mi mejor amiga-. ¿Qué tal linda? ¿Cómo estás?
-No tan bien. Mis papás piensan en divorciarse -les cuento. Ambos se miran y cambian su semblante para ponerme toda la atención-. Estoy con mucha rabia ahora mismo y a la vez tengo muchas ganas de llorar, pero no puedo hacer nada de eso porque tengo que ser la hermana mayor.
-Cari, pero no puedes simplemente bloquear tus emociones. Eso también es dañarte -replica Sehyeon-. Entiendo que quieras ayudar a tu mamá a no sentirse mal, pero también tienes que cuidarte tú.
-Esto no estuviera pasando si mis papás no pensaran en esa tontería de separarse -cierro los ojos para evitar llorar-. Todo estaba bien.
-Hay cosas que se nos escapan de las manos -vuelve a hablar Sehyeon-. Además, ¿qué es mejor para Jaemin? Crecer con sus dos padres que se la pasarán discutiendo o crecer en un ambiente pacífico para él.
Sehyeon me deja sin palabras. Tal vez tenga razón.
Sunoh también me demuestra su apoyo y gracias a ellos puedo sentirme más tranquila.
Namjoon llegó a los pocos minutos con una cara de sueño y malhumor. Se sentó justo al costado de Sunoh mientras que yo estaba al lado de la pelimarrón. De extremo a extremo nos comunicábamos los cuatro para saber lo que pasa con Nam.
Sunoh hace los honores de preguntarle a Namjoon lo que todos queremos saber. El castaño solo lo mira de lado y chistar. Creo que no quiere hablar.
Ahora es Sehyeon la que trata de sacarle la información al chico, pero este la ignora.
La pelimarrón y Sunoh regresan a mirarme expectantes, como si me estuvieran diciendo es tu turno de preguntar. Claramente, no lo haré; si el otro quisiera hablar, ya lo habría hecho, pero no, está callado.
-Si Namjoon no quiere hablar, déjenlo. -Alzo mis hombros.
Unos minutos después, el arquitecto Cheon ingresa al salón y detrás de él todos los alumnos que han esperado afuera a la llegada del maestro. Así inicia otra de sus clases de la semana.
Pero antes de que comenzara a mencionar la lista, la puerta se abre y todos giran hacia atrás para ver quién ha llegado después de que el arquitecto haya cerrado la puerta. No se trataba nada más y nada menos que de Wonju. Entre ellos tienen un pequeño intercambio de palabras que finaliza en permitir al chico entrar al salón. Luego de ello, la clase de Geometría Aplicada sigue su curso.
Pero claro, yo no.
Todo transcurría a mi alrededor como si nada, así como en los otros días. Es un proceso normal, no tiene que cambiar. Pero, dentro de mí, sentía que ya nada era como antes, es como si hubiera una nueva perspectiva de todo lo que yo ya tenía dado por conocido. Si la clase era entendible para mí, lo era y ya; pero ahora solo veo la pizarra y no veo nada más que formas geométricas con volúmenes dibujadas sin sentido alguno.
Esta no era mi visión de siempre. Tampoco es que esté media dormida, porque ni siquiera estoy tambaleando mi cabeza, solo... Todo me parece diferente. Si alguien ahora me dice que el cielo es verde, yo le creo. Así de simple.
Físicamente estoy en la clase, pero mi mente divaga por caminos más complicados que las ecuaciones que el arquitecto está explicando. En lugar de concentrarme en los ángulos y teoremas, me sumerjo en los intrincados laberintos de mi familia, donde el divorcio parece una opción inevitable.
Mientras el señor Cheon habla, mi mente se llena de preguntas. ¿Por qué si mamá dice que aún ama a papá no luchan por ese amor?
Esto del divorcio está complicando mis pensamientos y oscureciendo la imagen de mi familia, ya que esa no es la familia Kim que yo conozco.
Mi hermano Jaemin se cruza otra vez en mis pensamientos, y me pregunto cómo será su vida sin crecer al lado de uno de ellos. La incertidumbre se apodera de mí mientras intento visualizar un futuro que ya no será el mismo.
La molestia crece cuando recuerdo las palabras de Sehyeon, quien afirmó que el divorcio era lo mejor, especialmente considerando las constantes discusiones entre mis padres. ¿Cómo puedo aceptar algo que va en contra de la imagen idealizada de una familia unida?
Mis amigos parecen haber asimilado la situación con facilidad, pero es porque ellos no pueden entender el dolor y la molestia que esto trae para mí. Asimismo, me pregunto por qué me resulta tan difícil aceptar lo inevitable, aunque en mi interior sé que el divorcio es lo mejor.
Sumida en la negación, me cuestiono cómo puedo liberarme de este sentimiento abrumador que me tiene tan distraída y mal. La dualidad entre lo que anhelo en mi corazón y la realidad inminente pesa sobre mí, buscando respuestas en medio de una clase que ahora parece insignificante ante los desafíos que mi familia enfrenta.
No me siento en condiciones para seguir aquí.
Aunque esté prohibido, saco mi celular para hablar con Jungkook y ver si nos podemos ver. Me estoy arriesgando a que el arquitecto me observe y me llame la atención antes de, quizá, sacarme del salón, pero la verdad es que eso es lo que más quiero ahora.
Le envié un mensaje simple a mi vecino: "Oye, no me siento bien. Nos podemos ver?". Eso era todo.
-Si su celular le parece más interesante que mi clase, puede retirarse -lo que antes había dicho se cumplió. El maestro detuvo su explicación de una ecuación ni bien me vio con el dispositivo en mano-. Todos ustedes saben que no tolero este tipo de faltas. Todos ustedes ya están muy grandes como para saber lo que hacen, porque a mí no me pagan por seguir tratándolos como niños de primera... Además, es fastidioso ver a una alumna con el teléfono, porque eso me distrae y distrae a la persona que está cerca. Por favor, señorita, guarde ese teléfono o váyase de mi salón.
Mis amigos voltean a verme, esperando a que guarde el teléfono y deje al arquitecto continuar con su clase. Pero no lo hago. Guardo el celular a la misma vez que tomo mis cosas, hago una pequeña reverencia hacia el licenciado y camino en dirección a la salida.
Esta es la primera vez que hago algo como eso en todo este tiempo que voy en la universidad; y también es la primera vez en mi vida en la que siento que estoy yendo contra las. Se siente un poco extraño ya no ser como un borrego que sigue a alguien; es nuevo, es como una nueva libertad quizás.
Vuelvo a sacar mi teléfono del bolsillo pequeño de mi mochila mientras que camino por los exteriores de mi facultad. Llego a la pileta y me siento en esta para ver si Jungkook ya ha contestado mi mensaje.
Nada.
Escribo uno nuevo y se lo envío. Ahora solo toca esperar.
Pasa alrededor de media hora y aún no hay respuesta. Camino otra vez por la facultad para no aburrirme, pero siempre termino en el mismo lugar. Luego, una hora ha pasado y sigue sin haber respuesta. Veinte minutos más y nada.
Lo primero que se me viene a la mente es preguntarme si a ese nanobio le habrá pasado algo para que no me conteste los mensajes; luego, se me viene la idea de llamar, sin embargo, ¿y qué pasa si él está en clases o haciendo algo más importante? No soy nadie para quitarle su tiempo.
Sigo en la pileta pensando en qué hacer en lo que Jungkook se anima a responderme. Tal vez pueda comprarme un latte en las máquinas de café.
Ingreso otra vez a uno de los edificios de mi facultad para comprarme la bebida. Pero hay un pequeño dato aquí: la máquina de café está a unos cuantos metros de los baños del primer nivel. Por eso, logro ver a Wonju salir del baño un poco sorprendido por cruzarse conmigo.
Le ofrezco una pequeña sonrisa antes de seguir esperando mi latte. No obstante, por el rabillo del ojo derecho puedo verlo acercándose hasta detenerse a mi lado.
-¿Estás bien, Nain? -preguntó Wonju, con una mirada que parecía penetrar más allá de mi sonrisa forzada.
-Sí, todo bien -respondí, aunque mis palabras no reflejaban la verdad.
Wonju no parecía convencido y continuó la conversación, mencionando mi actitud en la clase del arquitecto.
-Me pareció extraño verte irte de la clase como si nada. ¿En serio todo está bien? ¿Pasó algo? -preguntó con preocupación en su voz.
Traté de mantener mi fachada de tranquilidad.
-Oh, solo me distraje y me perdí en la explicación del maestro. No fue nada importante -respondí, evitando su mirada directa.
En sus ojos, noté un destello de comprensión.
-Nain, puedes contar conmigo. Si hay algo que te preocupa, estaré aquí para escucharte -dijo con sinceridad-. Yo sé que no te agrado, me quedó claro esa vez que tú... -sus palabras se detienen, pero sé exactamente a qué se refiere-. Eso ya no importa. Lo que quiero decir es que no guardo rencor, puedo ser un apoyo para ti si lo necesitas.
Le agradecí con la mirada y le pedí disculpas por mi actitud pasada. Era momento de ir perdonando
-Lo siento por lo de antes, Wonju. No debería haberme comportado así.
-No guardo rencor, Nain. Todos tenemos días difíciles -sonrió amigablemente.
Un breve silencio llenó el aire, y Wonju se encaminó de regreso al aula mientras que se despedía de mí.
-Recuerda, aquí estoy yo para lo que necesites -dice otra vez-. Te devolveré el favor de hace años.
Antes de que pudiera alejarse, lo detuve.
-Espera, Wonju. ¿A qué te referías con 'devolver el favor de años'? -pregunté, intrigada por sus palabras anteriores.
Sus ojos se encontraron con los míos mientras explicaba con nostalgia:
-Nos conocemos desde la guardería, Nain. Recuerdo cómo me ayudaste a integrarme cuando llegué. Tus pequeños gestos hicieron que esos días fueran más llevaderos después del divorcio de mis padres y la mudanza.
Quedé atónita al descubrir que nuestras historias se entrelazaban desde la infancia.
-¿Desde la guardería? -murmuré, intentando procesar la conexión que se extendía desde entonces hasta el presente.
La revelación de Wonju dejó un silencio tenso entre nosotros mientras intentaba asimilar la conexión que se había forjado desde nuestra infancia.
-Desde la guardería -repetí, sintiendo que mi mente se llenaba de preguntas-. ¿Cómo es posible que nos conozcamos desde tan pequeños y yo no lo recordara?
Wonju asintió con una sonrisa nostálgica.
-Parece que el destino nos ha querido reunir otra vez -bromea-. Y aquí estamos.
La sorpresa y la confusión se mezclaban en mi expresión mientras intentaba procesar esta nueva perspectiva.
-No tenía idea de que compartiéramos ese pasado. Pero, ¿por qué no recuerdo nada de la guardería?
-La infancia puede ser un poco borrosa a veces -respondió Wonju con calma-. Pero, Nain, quería que supieras que no estoy enojado por lo de antes. Y si alguna vez necesitas hablar, estoy aquí para ti. De igual modo, gracias, Nain. Eso significó mucho para mí en ese momento.
Con una sonrisa nostálgica, le pedí que me contara más sobre esos días olvidados. Wonju compartió recuerdos de la guardería, de cómo me esforzaba por alegrarle los días, incluso cuando en su casa compartía el estrés de su madre con la mudanza y las llamadas que su padre le hacía por las noches para discutir. Me describió como la niña que siempre tenía una sonrisa lista para hacerlo sentir bienvenido.
La emoción me embargó al descubrir cómo mi yo de la infancia había dejado una huella positiva en la vida de Wonju. Sin embargo, a medida que hablábamos, una sensación de tristeza comenzó a pesar en mi pecho.
En ese momento decidí abrirme ante él y compartirle lo que ahora a mí me tiene mal.
-Es increíble cómo de niña tenía la madurez para alegrar los días de un niño que estaba pasando por momentos difíciles en su casa -comenté con un suspiro-. Pero ahora, enfrentando situaciones familiares similares, me siento impotente. No puedo brindarme a mí misma la misma alegría que una vez te proporcioné.
Wonju, con comprensión en sus ojos, se acercó y puso una mano reconfortante en mi hombro.
-Nain, todos enfrentamos desafíos diferentes a medida que crecemos. Pero eso no significa que hayas perdido esa capacidad de alegrar a los demás, incluso a ti misma. A veces, simplemente necesitas recordar cómo lo hacías antes.
Su consuelo resonó en mis pensamientos mientras que seguíamos sentados en medio de las escaleras. A pesar de sus palabras alentadoras, una sensación de tristeza persistía. La ironía de poder brindar consuelo a otros pero no a mí misma dejó un eco melancólico en mi corazón.
¿Y si Wonju tenía razón con el hecho de que solo necesito recordar cómo me hacía felíz antes?
La parte de crecer y madurar me está haciendo una persona tan rígida... Tan monótona, como me dice Jungkook. Pero, ¿no es eso lo que implica la adultez? Ya empezamos a ser responsable de nuestros actos, no hay ninguna forma de evadirlo; por eso es mejor ser consciente de lo que hacemos y no hacemos antes de actuar de manera imprudente y meternos en un lío. Eso es lo que yo hago. Por eso siempre pienso antes de actuar, hago cosas que me servirán para el futuro, trato de controlar todo para que nada se sienta fuera de lugar en mi vida.
He estado cargando con mucho estrés que creo que estoy perdiendo mi humanidad. Aunque, ¿en verdad estaré perdiendo aquello que me hace ser humana? ¿Seré acaso como aquellos robots programados?
Finalmente, Wonju se regresó al salón antes de que la clase acabara. Por mi lado, revisé otra vez mi celular para ver si Jungkook ya me había respondido.
Efectivamente, el nanobio ya respondió mis mensajes con un "Estoy en la facultad de tu primo con Tzuyu".
-Disculpa -dijo una maestra enfrente de la máquina de café-, ¿ese es tu café?
-Ah, sí, lo siento.
Bajo los escalones para sacar mi café de la máquina e ir cuanto antes a mi encuentro con Jungkook.
*****
Otro capítulo luego de mucho tiempo, yeeeee
Ya no voy a prometer nada porque nunca cumplo 😔 perdón
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