20 | Futuro incierto 💘
Esto era increíble.
Nain era extremadamente extraña, e increíble.
Es mi cumpleaños, este día está a sus últimas hora de acabar y ahora me encuentro sentado junto a los que fueron mis amigos mirando el baile que Taehyung y Nain han preparado de una manera improvisada al ver que la tensión en el ambiente no parecía tener ganas de irse. De cierta manera, el plan de Nain está dando sus frutos cuando la primera carcajada sale de Jimin al ver los disfraces tan ridículo que ambos familiares estaban vistiendo, debía de admitir que Taehyung de veía muy bien con el disfraz de cordero y Nain se veía magnífica con el maquillaje que se ha hecho en la cara; luego, lo siguiente que pasó es que ambos primos se ganaron las risas de los demás cuando empezaron con su canción tan ridículamente infantil. ¿Cómo es que antes no conocía de esta canción? Todos mis amigos empiezan a aplaudirlos para que continuaran con su espectáculo. Ahora me sentía como un niño de cinco años que un chico de veinte años.
Pasados unas tres canciones y uno que otro chiste muy malo, ambos dan por concluida su presentación. Todos los que estamos aquí les aplaudimos muy animados antes de que Taehyung vaya a esconderse en los brazos de Tzuyu, siento la mirada preocupada de Nain y le sonrío para que se mantenga tranquila. Voy hacia donde está ella y ambos nos metemos a su casa.
—Eso estuvo mejor que cualquier otro espectáculo en un cabaret —Nain bufa mientras baja su cabeza—. ¿Desde cuándo existe esa canción?
—Eran tonterías mías y de Taehyung —responde ella. Paso mi brazo derecho por sus hombros para estar un poco más cerca de ella.
Ambos caminamos hasta la cocina en donde pude ver un gran pastel con forma de la nota "Sol". Siento que mi boca está a nada de llegar al piso cuando la abro por lo asombrado que estaba, ¿es que Nain había planeado en cada detalle para esta fiesta sorpresa? Miro de soslayo a aquella rubia que está lavándose la cara para quitarse todo el maquillaje que tenía encima. Un suspiro se me escapa a la misma vez que esbozo una sonrisa muy sincera, mi corazón va latiendo cuando me voy imaginando las cosas que ha hecho Nain para planificar esta fiesta, se notaba que le había puesto dedicación y eso me pareció un gesto muy lindo de su parte. Nain era muy buena.
Y pensar que antes la consideraba una persona mala.
—Gracias —digo de repente. Un impulso me conduce hacia donde está Nain, aprovecho que ella sigue lavándose la cara para darle un abrazo por la espalda—. Todo ha sido maravilloso... Hasta el show infantil.
—Te lo merecías.
—Yo creo que no —replico con una sonrisa. Mi cabeza descansa en la espalda de ella a la misma vez que mis brazos se van aferrando más a su cintura.
—Has cambiado, para bien. Merecías un premio.
—He hecho cosas malas en todo este tiempo, no me lo merecía.
—Que sí —dice Nain ya harta de este debate.
—No.
—Es un sí. Punto. —Demanda ella, cerrando la llave del grifo. Agarra un papel toalla y se seca su cara—. Ahora es momento de regresar.
—No —formo un puchero al mismo tiempo que agarro la muñeca de Nain—. Quiero quedarme aquí.
En un ágil movimiento logro que Nain quede atrapada entre mis brazos mientras que todo su peso se recarga en mi pecho. Sus manos se quedan quietas en mis antebrazos, su cabeza ladea hacia un lado para que yo pudiera intentar apoyar mi mentón en su hombro. Supongo que olvidó que yo soy más alto que ella por muchos centímetros de diferencia. Es por ello que decido apoyarme en la coronilla de su cabeza y quedarnos en silencio, huelo el aroma que emana su cabello, era delicioso.
— ¿Estás oliendo mi cabeza? —pregunta ella entre risas.
—Mhm —respondo—. Huele rico. ¿Qué tipo de shampoo usas?
Nain y yo nos quedamos en silencio luego de que Taehyung, Tzuyu y Jimin aparecieran en la puerta de la cocina. Entre los cinco nos miramos, Nain optó por separarse de mí y mantener nuestra distancia, cosa que no entendía si es que no le veía lo malo.
—Feliz... cumpleaños, Jungkook —dice Tzuyu un poco tímida.
Escucharla hablar dolía tanto como la última vez. Ha pasado un tiempo desde que no me la he encontrado, ni siquiera en la universidad he podido verla como lo hacía antes; y jamás pensé que la volvería a escuchar hablarme en la casa de Nain. Ese era el último escenario que me imaginaba de todos los que tenía como opción. Si embargo, yo creía que para cuando la volviera a ver estaría listo para superar lo que pasó hace unos pocos meses, me equivoqué. No importaba cuántas terapias psicológicas recibía, mi cariño por Tzuyu seguía siendo el mismo. Y era una jodida mierda.
El último recuerdo que tengo con ella no fue el más agradable, la verdad fue más que horrible; pero mi terca cabeza sigue repitiéndolo a cada instante. Es como si ese preciso momento ahora es una huella que ha marcado por completo mi estabilidad emocional, ¿cómo se supone que tengo que vivir con eso por el resto de mi vida? Aborrezco la idea de tener que recordarme lo que hico con tan solo pensar o ver a Tzuyu enfrente de mí. Ahora ella parece ser toda una maldición con la cual debo de luchar y resistir.
—Gracias —digo después de un rato.
Nain es la única que no tiene su cara de seriedad en este momento. Ella toma de mi muñeca para llevarme a otra parte de la casa.
— ¿Estás bien? —Ancla su mirada con la mía. Intento estar bien enfrente de ella, no quería preocuparla; pero aparentemente Nain ya me conoce y sabe lo que siento—. Esto es mi culpa. No debí... no debí invitarlos. Lo siento.
Para mí era más que suficiente soportar los prejuicios que Nain tenía por su propia cuenta como para dejarla pensar con toda libertad que ella es la verdadera culpable de mi estado de ánimo. Supongo que ahora una de mis misiones es hacerle entender a Nain que ella no pinta nada nada en mi problema con Tzuyu, trató de hacer lo que pudo y no le salió. Su manera de sobrepensar las cosas era lo que la conllevaba a ese cuadro de ansiedad, o estrés —lo que sea que me haya dicho la psicóloga sobre ese síndrome—. No podía permitirlo.
Mi cuerpo vuelve a actuar por su propia cuenta, mi mano derecha se va a la nuca de Nain mientras que mi brazo izquierdo rodea toda su cintura. Toda esta maniobra hace que Nain termine pegada a mi pecho, sus manos se apoyan en mi cintura. La cercanía entre dos personas que se funden en un abrazo vale más que mil palabras, los miedos y preocupaciones pueden esfumarse tan pronto como la otra persona te ofrece calma; eso es exactamente lo que estaba ocurriendo conmigo y Nain.
Finalmente sus brazos viajan por mi torso y empieza a llorar. Admitiré que no me esperaba esta reacción, pero supongo que estaba bien, Nain debe saber la razón por la que ahora está llorando en mis brazos.
—No tienes la culpa —musito cerca de su oreja. Mi mano derecha abandona su nuca y va hasta su rubio cabello—. Estoy muy agradecido por esto, no debes de llorar.
—Todo esto pudo ser distinto si tan solo yo...
—No lo digas. No te lamentes —la interrumpo.
Alzo mi mirada hacia delante, puesto que percibo esa sensación de ser observado. Taehyung va caminando junto con Tzuyu hacia afuera mientras nos regresa a mirar, se muestra serio y con ganas de interrumpirnos; sin embargo, aun así decide irse con su novia y dejarnos otra vez solos.
Pasa un tiempo hasta que finalmente Nain cesa su llanto y decide separarse del abrazo. Quita el desastre que ha dejado sus lágrimas debajo de sus pestañas y regresa a mirarme con lástima.
—Si te incomodé, perdóname —Vuelco mis ojos con una sonrisa de lado al escuchar lo que me había dicho Nain.
—No importa. Mi estabilidad emocional no debe de preocuparte, y mucho menos sientas que tú eres la responsable de mis tristezas —mi dedo pulgar acaricia la mejilla de Nain cuando veo que otra lágrima corre por su rostro—. Ahora es mejor volver a mi fiesta de cumpleaños.
—Pensé que no querías volver. —Contesta ella, confundida.
—Estoy seguro que te costó mucho dinero organizar todo. Sería una mala persona si no quisiera estar ahí, apesar de toda la tensión que puedan albergar ese lugar —le respondo a la misma vez que pongo mis manos en sus hombros y la guió hasta su patio trasero.
Cuando llegamos, vimos a su amiga Sehyeon tirada en el suelo y a un costado de ella estaba el amigo de Nain que ahora no recordaba su nombre. Este parecía que había tenido una pelea con Sehyeon y ahora se estaba lamentando a lo desgraciado por haberse metido con ella, no me quiero imaginar dónde es que ella lo golpeó para dejarlo muy adolorido en el suelo.
— ¡Salvaje! —vocifera el soldado caído.
—Debilucho —contraataca Sehyeon. Ella repara en Nain y en mí, ladea su cabeza hacia un lado antes de señalarnos—. Será mejor que se hayan besado apasionadamente como para demorarse tanto tiempo y que Nain esté de esa forma.
Inmediatamente Nain y yo nos separamos unos tres metros aproximadamente. Voy caminando hasta aquel asiento que está al lado del otro amigo de Nain, este me sonríe burlonamente antes de darme un manotazo en el hombro. Veo a ambas chicas por unos segundos hasta que Sehyeon regresa a mirarme con soberbia; esta tipa está mal psicológica y por eso se escapó de de un manicomio, o por qué es alguien tan directa.
El chico del suelo se aleja rodando del lugar y va arrastrándose como un gusano hasta sentarse a mi lado. Ahora todos los estábamos en este lugar estábamos mirando al par de amigas sin razón alguna, supongo que todos están esperando la respuesta de Nain. Y su primo también, desde que llegué junto a su prima al patio no me ha quitado la mitad de encima.
— ¿Por qué Sunoh estaba en el suelo? —Pregunta Nain.
—Te diré si me dices si te has besado con ese chico —vuelve a señalarme con el dedo—. Son algo muy cliché, ¿lo saben?
—Jungkook y yo no somos nada. Solo amigos —aclara Nain. Sehyeon vuelve a mirarme y asiento, apoyando a Nain.
Sehyeon bufa sin creernos.
—Sí claro, y yo soy la novia de Sunoh.
— ¡¿Qué?! —todos los presentes espetaron al unísono regresando a mirar a la custodiada.
— ¡Es sarcasmo! —exclama Sehyeon disgustada—. ¡Mis gustos no son tan malos! Taehyung puede afirmar eso.
— ¿Yo?
—Cuando me gustabas, idiota. Dios, qué lento —tuerce sus ojos antes de irse a sentar lejos de Sunoh—. Y golpeé a Sunoh porque se comió el último pancito que había en la bandeja.
— ¿Qué demonios, Sehyeon? —Replica Nain.
Luego de que Nain tomara asiento al lado de Tzuyu, nadie más volvió a hablar del tema de Sehyeon. En su lugar, Jimin junto a Hyundok propusieron jugar a las charadas en equipos de hombres contra mujeres; sin embargo, Sehyeon otra vez sacó su lado salvaje reclamando la injusticia que había sido esa elección puesto que en la reunión no habían muchas mujeres, es por ello que ahora se dividieron en equipos de grupos de amigos: el grupo de Nain contra el grupo de Jimin.
¿Y yo? No sabía adónde ir.
—Ven, Jungkook —dice Tzuyu luego de verme dudar hacia donde ir—. Eres de nuestro grupo.
—Entonces que tu novio se venga con nosotros —reclama Sehyeon. Fue hacia donde estaba Taehyung y lo arrastró hasta su círculo de amigos—. Más justo.
— ¿Siempre eres así de ruidosa? —pregunta Dahyun, disgustada.
—Estudio arquitectura, me gusta dar órdenes —se defiende.
Luego de formar los equipos, cada uno le dio un nombre de animal a su equipo. Por supuesto Jimin escogió el nombre más ridículo para nosotros: “Los tucanes del Sur”. Hasta parecía nombre de banda ranchera mexicana. Por otro lado, estaba el equipo de Nain, quienes escogieron un nombre un poco más decente que el nuestro: “Jaguares a prueba de balas” —nombre ideado por Sehyeon, obviamente.
Luego Jimin volvió a hablar para decir las reglas del juego, que básicamente se basaban en no dar ninguna pista con palabras. Todo debía ser con mímicas. Algunas preguntas entre nosotros saltaron cuando nos dimos cuenta que no había una manera exacta de escoger a los personajes o acciones que actuaríamos, es por ello que Jimin y Nain entraron a la casa por un momento antes de regresar con una cubeta de metal llena de papeles de dos colores distintos: azul y naranja.
Según las reglas de Jimin, el azul era para el equipo de Nain mientras que el naranja era para mi equipo. Ambos papeles contenían las mismas categorías pero con opciones distintas.
Para saber qué equipo iniciaba, Jimin sugirió que el que respondiera correctamente su pregunta iniciaba.
— ¿Desde cuándo no me baño? —suelta su pregunta dejando a todos muy desconcertados—. El que se acerque más gana.
—Hace cuatro horas —dice Sehyeon. Jimin niega.
—Hace un día —intenta adivinar Hyundok. Jimin vuelve a negar.
— ¿Dos días? —pregunta Nain, asustada y asqueada. Jimin vuelve a negar con una sonrisa.
—Tengo miedo de seguir adivinando —dice Hyundok a nada de vomitar cerca de las palmeras del jardín. Jimin no podía ser tan sucio, ¿verdad?
—Hace una hora —Responde uno de los amigos de Nain. Jimin niega ladeando su cabeza.
— ¿Hace dos semanas? —intento adivinar. Jimin aplaude efusivamente.
— ¡Correcto!
— ¡Qué asco Jimin! —espeta Dahyun—. Ahora mi ropa también va a apestar a ti.
—En realidad no me he bañado en una semana y media, Jungkook estuvo más cerca que todos ustedes —Aclara el sucio Jimin.
— ¿Y te enorgullece decirlo? —Replica Hyundok con los brazos cruzados—. Necesito ir al baño un momento.
Hyundok desaparece tan rápido como puede, el resto de chicos solo nos quedamos en un silencio incómodo cuando comenzamos a escuchar las arcadas de Hyundok en el baño. Por otro lado, Jimin fue ordenando a todos en sus sitios ignorando completamente lo asqueroso que había sido su confesión de no haberse bañado.
—El que pierda bañará a Jimin con la manguera. —Sugiere el amigo de Nain.
Jimin vuelve a mirarlo dramáticamente antes de hacerse el ofendido.
— ¡¡Pensé que podíamos ser amigos, Namjoon!!
—No quiero ser amigo de un chico que no se baña —replica Namjoon en su defensa.
Jimin decide ya no discutir más del asunto y prefiere comenzar el juego. Tzuyu salió a representar mi equipo para la primera ronda y enfrente de ella colocaron la cubeta que contenía la lista de categorías que ella debía de interpretar.
El equipo de Nain se encargó de tomar nuestro tiempo, teníamos treinta segundos para acertar las cinco palabras que estaban escritas en el papel.
—La categoría es «Películas de disney» —dice Tzuyu antes de arrugar el papel entre sus manos.
El tiempo corrió desde la cuenta regresiva de Sehyeon. Tzuyu empezó a caminar de una manera tan delicada y mientras que hacía su cabello hacia atrás, casi como si lo hiciera una señorita de la alta sociedad. Luego, su siguiente acción, fue poner sus dos manos en los extremos de su cabeza como señal de que era orejas de animal.
— ¿Cuántas palabras? —Pregunta Dahyun como pista. Tzuyu mostró su palma como respuesta—. ¿Cinco? —Tzuyu asiente.
Vuelve a hacer la misma dinámica que antes, añadiendo unas cosas como si se estuviese colocando algo entre sus labios y luego absorverlo.
— ¡Ya sé! —grita, entusiasmado, Jimin—. ¡La dama y el vagabundo!
Tzuyu asiente antes de desdoblar el papel y leer la siguiente película.
—Les quedan diez segundos —anuncia Sehyeon para meter presión.
Tzuyu hace una mímica rápida y directa como juntar sus manos y apoyarlas en su mejilla.
— ¡La bella durmiente! —exclamo al unísono con Jimin.
El tiempo se acabó para nuestro grupo cuando Tzuyu estaba a punto de leer la tercera película en su papel. Luego se fue a sentar un poco decepcionada pero con una sonrisa de vergüenza en su rostro.
Por el lado del equipo de Nain, la persona que salió a representarlos fue Sehyeon. Al principio nadie estaba de acuerdo con que ella saliera a jugar por lo impulsiva que puede llegar a ser. La categoría que a ellos les tocó fueron profesiones. Y no faltaron las quejas de Sehyeon hacia Jimin por haber puesto una categoría difícil en los papeles de ellos; sin embargo, tal parece que ambos equipos tienen las mismas categorías para jugar.
Sehyeon no tuvo más opción que quedarse en silencio y continuar con el juego. El tiempo había comenzado a correr al mismo tiempo en el que ella señalaba a todos sus amigos.
— ¡Arquitectos! —gritó Sunoh, eufórico.
Sehyeon asintió y pasó a la siguiente profesión. En esta señaló su cuello y luego con su mano derecha hizo como sí estuviese tomando algo y a la misma vez estuviese escuchando, su mano se movía en el aire y otra vez Sunoh acertó con lo que dijo.
— ¡Doctor! ¡Médico!
La siguiente mímica de Sehyeon fue hacer un puño con su mano izquierda y saltar cada vez que podía. También abría su boca, y la verdad es que sus opciones estaban siendo muy fáciles como para no adivinar.
— ¡Músico! ¡Cantante! —vuelve a hablar Sunoh.
Miro a Nain por unos segundos y noto que ella no puede aguantarse más la risa por la forma en cómo su amigo está acertando a las mímica de su mejor amiga. Namjoon está igual que ella sin poder abrir bien sus ojos por sus dos amigos que están haciendo el ridículo exaltándose por un simple juego.
— ¡Les quedan diez segundos! —Anuncia Jimin.
— ¡Cállate! —espeta Sehyeon eufórica.
Sehyeon hace su última mímica como si estuviese cabando en la tierra y luego se arrodilló para hacer como si arrancara algo.
— ¡Albañil! —intentó adivinar Sunoh, sin embargo no acertó.
— ¿Agricultor? —dice Taehyung al mismo tiempo que Jimin se atreve a gritar para pararlos.
— ¡Sí, sí! —grita Sehyeon emocionada. Va a donde está Taehyung y lo toma de la cabeza—. Ven que te beso la frente.
Y mientras que Sehyeon le besaba la frente a Taehyung por haber adivinado antes de tiempo, Tzuyu estaba revisando su celular para luego apagarlo y levantarse de su asiento. Vio que la estaba mirando y me hizo un ademán con su cabeza para que la siguiera hasta la entrada de la casa. No creo que sea lo correcto ir detrás de ella en estos momentos; es decir, tenía curiosidad por lo que quiere de mí, pero todavía no me siento preparado para estar a solas con ella. Además, Taehyung puede ir a buscarla y malinterpretar todo.
Cuando Tzuyu ve que no la estoy siguiendo, hace más notorio su llamado hacia mí con el movimiento de su mano. Regreso a mirar a los demás chicos y veo que están bastante ocupados jugando la siguiente ronda. Es entonces que también me levanto de mi asiento y voy detrás de Tzuyu para saber qué era lo que quería.
Ambos caminamos hasta la sala de la casa de Nain con dirección a la puerta de entrada. Entonces ya se estaba yendo. Tzuyu toma la perilla de la puerta a la misma vez que da media vuelta para reparar en mí.
— ¿Cómo has estado? —Pregunta Tzuyu con una ligera sonrisa.
—Bien, supongo. —Respondo, incómodo. Bajo la mirada cuando me di cuenta que Tzuyu no dejaba de observarme, rasco mi nuca antes de dar un suspiro—. He estado yendo al psicólogo.
Miro sobre mis pestañas a Tzuyu y veo que ella está más que sorprendida por lo que acaba de escuchar. Para ella será la gran noticia puesto que, cuando éramos amigos y novios, ella sabía que no me tomaba muy en serio lo de la psicología; puedo deducir que hasta ella ahora está recordando todas las veces en las que me burlé indirectamente de su carrera. Su rostro se transforma en una confusa y ladea repetidas veces su cabeza.
— ¿Al psicólogo? —Repite una vez más ella.
—Y por mi propia cuenta —añado. Tzuyu vuelve a sorprenderse antes de sonreír muy amigable—. Creo que me está ayudando un poco las terapias que he estado tomando.
—Eso es bueno —dice ella, serena—. Y tú te burlaba del poder de la psicología.
No digo absolutamente nada con lo que acaba de decirme Tzuyu y prefiero ignorarlo. Todavía me siento como si fuera a morirme estando cerca de ella.
—Quería hablar sobre lo que pasó...
— ¡No! —Replico—. No me siento listo para esa conversación. Podré estar en terapias psicológicas, pero aún me cuesta hablar de nuestro problema sin sentirme mal.
Tzuyu me mira perpleja antes de apoyar su mano en mi hombro y asentir con un dulce gesto que me hace recordar los peores momentos de mi vida.
—Te seguiré esperando. Puedes acercarte a mí cuando te sientas listo —dijo. Su mano abandona mi hombro y abre la puerta de la casa—. Feliz cumpleaños.
Finalmente ella se despide de mí y yo me quedo observando la puerta por un rato más pensando en lo que acaba de suceder y cuestionarme si había sido lo correcto perder esta oportunidad que me ha dado ella de superar uno de mis grandes tropezones. Sin embargo, mi lado analítico me convence de que eso ha sido lo correcto, quién sabe cómo hubiese terminado esa conversación, tal vez y arruinaba más mi relación con Tzuyu; pero por otro lado, estaba esa parte sentimental de mí que me estaba pidiendo a gritos ir detrás de Tzuyu y llorar enfrente de ella para pedirle perdón.
Sin duda alguna he tomado la mejor decisión de mi vida: no ir detrás de ella.
Ya habrán más oportunidades para poder hablar con más calma, ella me lo aseguró... Pero, ¿y qué pasa si luego ya es tarde para hablar? Nadie sabe lo que vendrá después.
¿Realmente habré hecho lo correcto?
*****
Y después de mil años reviví con esta historia :') Pido perdón por la demora en la que estoy subiendo esta historia
Espero que les haya gustado este capítulo. ¿Se dan cuenta el pequeño avance que va teniendo Jungkook? Está mejorando, pero todavía le falta un largo camino que recorrer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro