La sala de estar estaba hecha un desastres: por la mesa de centro estaban rodando los vasos de plástico en donde nos habíamos servido una mezcla de todos los refresco que había comprado con Jungkook, las palomitas estaban dispersas por el tapete de la sala cuando reté a Jungkook a jugar lo de tirar una palomita a su boca.

Tal vez mamá luego me obligaría a limpiar el lugar.

Ahora mismo, Jungkook y yo estábamos sentados en la alfombra de la sala mirando todos los trabajos que tenía guardado en mi laptop. A él le dio curiosidad saber cómo es que realmente era mi carrera, quedó muy impresionado por los miles de programas que tenía instalados en mi computadora. También salió su lado crítico y comenzó a darme algunas recomendaciones sobre los colores que debía de escoger para las fachadas de mis casas y el diseño de los ventanales para los rascacielos que había diseñado en mi tiempo libre cuando me sentía aburrida.

Lo gracioso de todo esto es que Jungkook no tiene ni la menor idea de la estética que tienen algunas construcciones, pero aún así me daba consejos como si estuviese hablando con uno de los arquitectos que me enseñan. No pude evitarlo más y solté una risa, Jungkook dejó de hablar para regresar a verme con esa sonrisita que se expandía cada vez más hasta mostrarme esos relucientes dientes de conejo.

Esta nueva etapa que estaba cruzando con Jungkook se sentía un poco más fresca que la anterior, es decir que antes sentía que todo parecía ser muy caótico para ambos debido a que era la culpa de la otra persona. Si nos ponemos a analizar todo lo que ha estado sucediendo en estos meses que hemos estado juntos por tales motivos, está más que claro que nuestros problemas iniciaron por la culpa del otro: cuando Jungkook discutió con Tzuyu fue por el encuentro de nuestros grupos en aquella feria de su universidad, esto llevó a Jungkook a un problema mucho más grande como el hecho de abusar de Tzuyu; por otro lado, mis problemas iniciaron desde que Jungkook comenzó a involucrarse más en mi vida, un ejemplo puede ser la muerte de Dumpling o también la "deuda" que desde hace unas semanas me estuvo cobrando.

Ahora que somos amigos, puedo asegurar que ya no habrán más problemas en nuestras vidas y viviremos en paz.

Jungkook desvía su mirada hacia otra parte cuando el silencio entre nosotros se sentía bastante cómodo y nuestros cuerpos seguían buscando, como si quisieran gozar un poco más del calor y del tacto del otro. Además de ello, se levanta del suelo y vuelve a tomar asiento en los sillones mientras que tose un poco y hace algunas muletillas que me dejan ver con toda claridad su incomodidad, o quizás nerviosismo, a este momento que hemos tenido.

—Yo también he hecho algunos trabajos en mi carrera. —Dice finalmente. Oculta sus manos entre sus piernas antes de sacar su celular—. Lamentablemente, en mi celular solo tengo lo que son las pistas de mis canciones.

— ¿Y cómo es que tuviste ese interés por la música? —pregunto a la misma vez que me voy colocando a su lado—. Es decir, ¿qué es lo que te motivó?

—Los grandes cantantes que veía en Internet o en la televisión. —Responde sonriendo mientras que busca en su celular uno de sus tantos trabajos—. Aquí tengo uno. De los últimos que he hecho.

Jungkook me entrega su celular. No puedo evitar dejar de ser tan curiosa y veo que se trata de un IPhone 11 negro con una carcasa que llevaba algunas pegatinas que contenían frases de color blanco. Me gustaba. Pero lamentablemente no podía decir lo mismo que su pantalla, esta estaba con rajaduras que extrañamente sentía una curiosidad por saber cómo es que los hizo.

Pero eso no es lo importante ahora.

Puedo escuchar el sonido de un bajo junto a un sonido de lluvia. Así como dijo Jungkook, solo se trataba de la pista de la canción, no había ni una sola voz de por medio. Descifro que las notas que predominan al inicio de la canción son el do y el sol sostenido —a parte de que son las dos únicas notas que puedo reconocer.

— ¿Te sabes la letra? —le pregunto cuando la canción dejó el bajo e insertó el sonido de un piano.

— ¿Quieres que la cante? —Asiento—. No estoy seguro de eso... —dice rascándose la nuca—. Digo, este lo hice en un día de lluvia en donde me sentí deprimido por tan solo existir.

—No me importa, quiero escucharte.

Jungkook esperó al siguiente tiempo de la canción para que su voz se uniera con la melodía. Quedé hipnotizada por la primera estrofa que cantó, su voz se sentía bastante suave y relajante, los instrumentos que eligió hacían un gran contraste con su voz. Podía describir esta canción como una podrías escuchar en tus días de descanso, en esos días en los que te sientes muy cansada y quieres simplemente alejarte de todo el mundo.

El mensaje que también transmitía era totalmente bello. Por lo que iba escuchando parecía que se trataba de un amor que está tratando de volver a juntarse, pero primero debían de "tomarse un tiempo" a la misma vez que la persona que lo está cantando expresa lo mucho que la extraña. Me gusta la forma en cómo Jungkook añade metáforas a la letra y la convierte en algo un poco más bonito de escuchar, casi parece que estuviese cantando un poema.

De un momento a otro, Jungkook cierra sus ojos y toma mi mano derecha para cantar la siguiente estrofa:

—Te miraré a los ojos y te diré —Jungkook abre sus ojos a la misma vez que sonríe sin dejar de cantar—: “Te he extrañado”.

La siguiente parte de la canción describe un momento que para la persona que canta fue fascinante puesto a que su amor estaba a su lado. De cierta manera, sus metáforas, la comparación que hace de una cosa a otra, entre otras cosas, me dejan pensando que está canción Jungkook la escribió para Tzuyu; es decir, él habla de una lluvia y una niebla que los separa y que espera a que se disipe para volver a sus brazos. Realmente me preocupa bastante que Jungkook de nuevo esté pensando en volver con ella aunque él mismo sepa la respuesta de ese deseo que tiene.

—Y por favor, sostenme en tus brazos. —finaliza la primera mitad de la canción antes de detener el instrumental de la música—. ¿Y qué te pareció? —dice mostrándome su sonrisa.

— ¿Esa canción es para Tzuyu?

Jungkook frunce su ceño, ríe nervioso a la misma vez que mira a ver hacia otras partes. Sus manos no dejan de moverse al igual que sus piernas. Pongo mi mano encima de la suya y finalmente obtengo a que se calme un poco.

Ahora su siguiente problema viene cuando no puede pronunciar ninguna sola palabra para decirme que estaba equivocada.

—Es para Tzuyu. —Afirmo.

—Te dije que la había escrito cuando estaba deprimido. ¿Qué esperabas? —replica él, frustrado.

El lugar se queda en silencio, Jungkook evita mirarme a toda costa y prefiere fijar su mirada en la pantalla de su celular. Estaba más que claro que él estaba tratando de ignorar y rechazar toda la pena que mi rostro reflejaba por el asunto de Jungkook, sabía que él no quería sentirse exactamente como una persona a la cuál deberían de sentir compasión por su problema; no obstante, aquí estaba yo con una mueca que se iba hasta abajo, mis cejas inclinadas y mis ojos tristes observándolo con detenimiento.

Lucho contra él cuando quiere alejarme otra vez, pero esta vez sé cómo ganarle y rodear mis brazos alrededor de su cintura y apoyar mi mentón en su hombro.

—Me gusta la canción. —Admito, aun así, Jungkook no regresa a mirarme—. Puedo hasta decir que me sentí identificada con ella.

Jungkook regresa a mirarme en sorpresa antes de fruncir su ceño.

— ¿En serio? —asiento—. ¿De qué manera?

—Pues con el asunto de mi tío.

Otra vez el lugar se queda en silencio. Jungkook torna sus gestos un poco más serio mientras se recuesta un poco más en el respaldar del sofá. Lo miro muy atenta, quiero aprender a entender a Jungkook; después de todo ahora somos amigos y de cierta manera quiero que note que lo apoyo en todo lo que sea, sin importar si se trata de un momento bueno o malo, quiero protegerlo así como protejo a Taehyung de cualquier altibajo que se le presente.

El tiempo parece pasar bastante lento, era como si mi alrededor se hubiera detenido junto con Jungkook y ahora solo sea yo la que se siente perdida y mareada. La forma en cómo Jungkook aprieta su mandíbula, pasa su dedo índice y pulgar por su barbilla, su respiración lenta, y su parpadeo pausado, hacía que me diera esta sensación. No obstante, lo único bueno que salía de todo esto es que podía apreciar un poco más las facciones de él, es decir, antes ni siquiera se me había pasado por la cabeza mirarlo con detenimiento y sonreír de lado cuando veo esas arrugas que se le forman cuando frunce su ceño y abulta levemente sus labios como ahora.

Jungkook sale de su trance y regresa a mirarme cuando se da cuenta que estoy sonriendo sin sentido.

— ¿Qué es gracioso? —Pregunta.

—Pues, tu rostro.

Jungkook ladea un poco su cabeza antes de apoyar su brazo izquierdo sobre el respaldar de mueble.

— ¿En qué estabas pensando? —Imito su misma posición y apoyo mi cabeza en mi mano.

—Es que mi cumpleaños se acerca...

¿Cumpleaños?

—Espera, ¿qué? —lo interrumpo.

—Solo faltan dos semanas —encoge sus hombros sin mostrar el más mínimo interés.

En los tres últimos años me he vuelto muy amante de organizar las fiestas de cumpleaños de las personas que más amo en este mundo, ya sea el cumpleaños de mis padres, de Taehyung, o hasta de mis amigos. Siempre quiero hacerles saber a esas personas que los adoro con todo mi ser y que se merecen ser felices el día mas importante de sus vidas —no sé si mas importante, pero para mí es importante—; la mayoría de ellos piensan que yo solo hago la organización de sus fiestas sorpresas debido a que me gustan las reuniones con mucha gente, sin embargo la razón va más allá de la que todos pueden llegar a creer.

Ahora con Jungkook, todo parece ser nuevo y un reto para mí pues él no tiene ahora a sus amigos cerca de él. Tampoco tiene a “su mejor amiga” con la que ha pasado la mayoría de sus cumpleaños. Tal vez y por eso Jungkook ahora mismo se ha puesto a pensar de este asunto de suma importancia.

— ¿Cuándo? —pregunto—. Exactamente.

—01 de setiembre. —Responde en un suspiro.

Y exactamente, para el cumpleaños de Jungkook solo faltaban dos semanas...

Dos semanas.

En dos semanas no creo que pueda realizar la gran fiesta que siempre logró hacer; sin embargo, tomando el hecho de que Jungkook no parece ser de esos chicos que son bastantes fiesteros y muy revoltosos, puedo simplemente organizar un almuerzo, mandar a preparar algunos bocaditos y contratar a alguien que me ayude a decorar el lugar. O mejor para ahorrar un poco de dinero, yo podré comprar todos los materiales que necesito y hacer yo misma la decoración que ahora mismo tengo en mente.

Lo siguiente de lo cual debería de preocuparme es en pedirle ayudar a Taehyung. Él puede mentir al grupo de su novia para que vengan a celebrar el cumpleaños de uno de sus más grandes amigos, y de paso solucionar todos los problemas que ellos han tenido en estos cortos meses.

Jungkook chasquea sus dedos para llamar mi atención cuando notar que estoy bisbiseando conmigo misma con los preparativos de su fiesta de cumpleaños.

— ¿Te encuentras bien?

—Sí —sonrío risueña—. Solo me preguntaba saber qué tipo de regalos quisieras recibir por tu cumpleaños.

Jungkook me observa con incredulidad y sonriendo de lado. Apoya sus brazos en sus rodilla hasta que toma una mejor postura.

—No es necesario que me des un regalo. —logra sonrojarse levemente mientra me mira sobre sus pestañas—. Con un “feliz cumpleaños” estoy más que bien.

Ahora me salta la pregunta de si Jungkook ha estado acostumbrado a recibir algo el día de su cumpleaños, creo que jamás alguien le ha dado un obsequio solo por conocerlo. Es por eso que está así, o tal vez porque odia las sorpresas de sus amigos.

Pero ya nada puede impedir que le organice su reunión. Tenía el apoyo de mis amigos, y por su puesto, el apoyo de mi gran primo Kim Taehyung...

***

—No.

Está bien, puede que me haya equivocado con decir que Taehyung estaría más que dispuesto a ayudarme con la sorpresa para Jungkook.

Al día siguiente de tener a Jungkook toda la noche haciéndome compañía, les mandé un mensaje de texto a mi grupo y a mi primo para desayunar juntos y hablar sobre el cumpleaños de Jungkook. Por supuesto que traje a Taehyung conmigo a base de mentiras pues si le hubiera dicho que el desayuno iba tratarse para la organización de la fiesta sorpresa para Jungkook, inmediatamente él me hubiera rechazado como justo ahora lo ha hecho.

Tampoco es que le estaba pidiendo mucho como aportar dinero para la causa o ayudarme con la decoración —como anteriores veces he hecho—, el único trabajo que le puse fue que les mintiera al grupo de su novia, y a ella, sobre una noche de película que iba a realizar en mi casa y que cordialmente estaban siendo invitados. Era algo muy simple, pero ahora quería ser el protector de su novia y alejarla lo más que puede de quien fue su ex novio y amigo.

Sin embargo, yo no soy una persona que se da por vencida, es por ello que miré de reojo a Sehyeon y le di un leve asentimiento de cabeza para que comenzará con la ejecución del plan b. Básicamente se trataba de rogarle a Taehyung, no era la gran cosa.

— ¡Por favooor! —suplicamos las dos al mismo tiempo—. ¡Por favoor!

Namjoon y Sunoh solo nos observaron haciendo el ridículo frente a otras personas que sólo vinieron a esta cafetería para desayunar en calma. Pero para su mala suerte ahora tenían que escuchar a dos chicas rogarle a un chico que está tratando de mantenerse serio.

— ¿Tú también? —reprocha Taehyung a Sehyeon, cruzado de brazos.

—A diferencia tuya, a mí me parece una buena idea —replica.

— ¿Lo haces por Jungkook, o por la fiesta? —dice Taehyung torciendo sus ojos.

Negó con la cabeza incontables mientras que nosotras le seguíamos suplicando.

Una chica de casi nuestra edad se acercó a nosotros. Pude notar que era una camarera cuando vi que estaba vistiendo el delantal marrón como uniforme.

—Buenos días, les vengo a pedir que guarden un poco de silencio. Algunos clientes se están quejando de sus gritos —dice amablemente. Sehyeon bufa por lo bajo cuando la oye hablar—, de lo contrario tendré que pedirles que se retiren.

— ¿Y nuestro pedido? —responde Sehyeon, despectiva—. Desde hace una hora estamos aquí esperando a que nos traigan lo que hemos pedido. Tráigame mi comida y le aseguro que cierro la boca.

La señorita se avergonzó y se enfureció de cómo Sehyeon la había tratado. Sin más que decirnos, se marchó de nuestra mesa para luego irse a la barra en donde entregaban los pedidos y hablar con una de sus compañeras a la misma vez que regresaban a vernos de soslayo.

— ¡¡Y cuidado con poner veneno en nuestros alimentos porque los puedo denunciar!! —Amenaza la única chica de esta mesa que tiene agallas para mentir de tal manera, es decir, Sehyeon.

Los cuatro regresamos a ver a Taehyung nuevamente luego del escándalo que originó Sehyeon. Él seguía mirándonos molesto y negándose a ayudarnos; incluso Namjoon intentó persuadirlo y convencerlo a que aceptara. Luego Sunoh se encargó de hacerle ver los puntos a favor que tenía esta pequeñísima tarea, los cuales eran medianamente válidos y que hasta a mí llegaron a gustarme.

— ¿Y cuáles serían las desventajas de aquello? —Replica Taehyung, tajando a Sunoh—. Digamos que ellos van a la tal fiesta, ¿creen que ellos se van a sentir cómodos? Está bien que quieras hacerle una fiesta sorpresa a tu nuevo amigo, ¿pero te has puesto a pensar si eso es lo que realmente quiere él?

—Se nota que está saliendo con una estudiante de psicología —murmura Sehyeon cerca de mi oreja—. Mira, Taecito, esto es sencillo: si ellos van y todo sale bien, genial; pero si ellos van y se sienten incómodos, pues buscaremos formas para evitar aquella tensión.

Taehyung suspira exhausto. Comienza a existir aquella probabilidad de que acepte ser parte de esta fiesta sorpresa, nos mira a cada uno analizando nuestros gestos hasta reparar en mi mirada.

Curveo un poco mis labios hacia arriba a la misma vez que trataba de asegurarle que todo iba a salir más que bien. Era yo la que estaba organizando aquella fiesta y nunca han habido problema alguno, ya que todo lo organizo pensando hasta en el más mínimo detalle.

— ¿Me prometes que todo estará bien? —pregunta con una voz suave. Sonrío inmediatamente mientras asiento—. Entonces creo que estará bien, les diré a los chicos.

— ¡¡Gracias!! —salgo de mi asiento y voy hasta donde está Taehyung para darle un beso en la mejilla—. Eres el mejor primo que he tenido. ¿Quién es un chico bueno? —rasco la barbilla de mi primo mientras hablo con una voz aniñada, pareciera que le estuviera hablando a un perro—. ¡Tú lo eres!

Le di un último abrazo antes de volver a mi silla y disfrutar de un delicioso desayuno junto a mi grupo de amigos. Y mi primo, obviamente.

Las siguientes horas se resumieron en conversaciones triviales y risas encandalosas por parte de mis amigos cada vez que uno de nosotros hacía o decía una estupidez que llegaba a ser bastante gracioso. No podía ignorar por completo el hecho de que los demás clientes se sentían más que incómodos con nuestra presencia cerca de sus mesas, éramos como una especie de simios sin domesticación que no podían controlarse en un lugar público, hasta Taehyung sentía un poco de vergüenza por mis amigos y por mí; sin embargo, sabía que podía tolerarlo ya que él también se estaba riendo de las cosas que hacíamos.

Luego de reírme con mis amigos hasta más no poder, todos pagamos nuestra cuota de la cuenta antes de recibir una advertencia indirecta por parte de la camarera que nos atendió. Ella y Nayeon se miraron con odio y recelo por última vez antes de que mi amiga se aferrara del brazo de Taehyung y se marchara junto con él hasta la salida. Luego le siguió Namjoon y atrás iba Sunoh, quien fue el único de los cuatro que tuvo ese gesto de esperarme.

Mientras íbamos caminando por la calle, Taehyung se separó de todos nosotros para irse solo a su casa mientras que Sehyeon y Namjoon iban liderando el camino con sus empujones y golpes en los brazos. Esta era la primera vez que veía a Sunoh ir conmigo, y tranquilo, la mayoría de veces él va junto a Sehyeon para discutir cosas irrelevantes, ahora iba con una sonrisa de lado mirando a nuestros amigos jugar como si fueran niños pequeños. Pocos segundos después apartó su mirada de ellos y regresó a mirarme para sonreír y meter sus manos en los bolsillo de su pantalón, encoge sus hombros y suelta un suspiro que ha estado reteniéndose desde no sé cuando.

—Nain, ¿puedes hacerme un favor? —pide Sunoh. Asiento sin más, era la primera vez que Sunoh parecía necesario de mi ayuda—. Bueno, sé que tu mamá trabaja en una de las mejores constructoras de Gang-nam, y... bueno, quería pedirte que le hablaras sobre mí y que me ayudara con mis prácticas.

—Pero las prácticas no las hacemos hasta el cuarto año —digo confundida.

—Lo sé, pero siento que es mejor que vaya empezando desde ahora para ya no estar tan desesperado buscando trabajo a último minuto.

Sunoh era el chico que lograba asimilarse a mí, ambos estábamos muy enfocados en nuestras carreras y siempre queríamos destacar entre los demás —a pesar de que él sea distraído una que otra vez—. A veces tenía ese presentimiento de que Sunoh iba a ser el único amigo que me quedaría luego de acabar la universidad, puesto que me veo en un futuro caminando y aprendiendo a su lado, siendo muy exitosos en la arquitectura. Tal vez mi lugar siempre ha sido estar acompañada de él y seguir mis metas y sueños que todavía me faltan cumplir.

—Está bien, yo te aviso cualquier cosa que me diga. —Sunoh sonríe antes de abrazarme y agradecerme.

Ambos seguimos caminando hasta nuestro propio paso hasta que Sehyeon llegó a alborotarlo y llevárselo a otra parte con Namjoon. Finalmente me había separado de mis amigos y seguí caminado por las calles de Seúl, debía de agradecer que la cafetería a la que fuimos no estaba tan lejos de mi casa, eso era lo bueno de vivir cerca de calles comerciales.

Llego a mi vecindario y veo que Jungkook había sacado a pasar a su perro y recién estaba llegando a su casa. De seguro también hizo un poco de ejercicio, el camisón gris de algodón que tenía me lo decía puesto que estaba mojado por la parte de su pecho y por las axilas, su frente brillaba con los rayos de sol y su piel más pálida de lo normal.

—Hola, Nainsita —dice Jungkook, esbozando una sonrisa. Saludo con mi mano mientra subo las escaleras del porch de mi casa—. ¿De dónde vives?

—De desayunar con mis amigos —le respondo alto a la misma vez que abro la puerta. La madera del porch me dice que él está a unos cuantos pasos de mí, es por eso que dejo la puerta abierta y dejo que entre junto a su perro—. ¿Tú qué hacías?

—Fui a un parque para pasear a Gureum, y de paso ejercitar me un poco. —Vuelvo a asentir yendo hasta la cocina—. Oye... —dice dudando. Rasca su nuca antes de mirarme—. No tengo nada que hacer el miércoles, ¿quisieras salir conmigo para escoger mi regalo?

Había sido un lindo gesto por parte de Jungkook invitarme a salir con él el día de su cumpleaños. Pero ahora me estaba sintiendo muy mal con tan solo imaginarme su rostro de tristeza cuando le diga que ya "tengo planes" para ese día. No obstante, volví a pensar en lo muy feliz que se pondría cuando viera que le organicé una fiesta sorpresa.

—Lo siento, Jungkook, ya tengo planes para ese día —curveo mis labios hacia abajo. Jungkook también imita mi gesto antes de asentir repetidas veces—. Espero que puedas encontrar algo que te guste.

—Sí..., está bien, creo —retrocede unos cuantos pasos hacia atrás. Baja su cabeza y vuelve a dirigirse a la puerta de mi casa—. Nos vemos luego, supongo.

Sin nada más que decirme, y tal vez con sus ilusiones rotas, Jungkook cierra la puerta de mi casa dejándome a mí mirando hacia aquel objeto con una sonrisa de oreja a oreja.

—Será la mejor fiesta de cumpleaños que puedas tener. Te lo prometo.

****

En la madrugada del día primero de setiembre no pude dormir absolutamente nada por el simple de estar muy ansiosa por lo que pasaría dentro de pocos minutos. En toda la mañana me puse a atender a los organizadores de la decoración, la fiesta sorpresa de Jungkook se daría en mi patio trasero puesto que me parecía un lugar demasiado por si ocurría algún tipo de discusión, primero debo de salvar las cosas frágiles que están dentro de mi sala.

Todo el lugar estaba quedando más que perfecto. La temática de la fiesta era casi como una mezcla de vintage y bohemio. ¿La razón? Creo que los colores que caracterizan este tipo de decoraciones son muy relajantes y creo que a Jungkook le gustaría mucho. Además de que el color de la madera resaltaba mucho más con el pasto verde del jardín.

Los decoradores dejaron dos barriles de madera que se usarían como soportes para el centro de mesa en donde podríamos las pizzas que he ordenado y algunos bocadillos entre salados y dulces que entre Sehyeon y yo hemos preparado el día anterior. También colocaron una cubeta enorme de metal en donde pondríamos las bebidas como cervezas o gaseosas.

Sunoh con Namjoon fueron a recojer el pastel en forma de nota musical "Sol" que le habían encargado a una pastelería de confianza. Sehyeon estaba a mi lado justo ahora mirando cómo se notaban los músculos de mi primo, él estaba cargado dos six packs, en cada mano, de cerveza corona.

Chaqueo mis dedos frente a sus ojos para que regresara a mirarme.

—Ella ya tiene novia.

Sehyeon tuerce sus ojos y niega con la cabeza.

—Cállate.

Unos tantos minutos después Sehyeon se encargó de dirigir a los decoradores de dónde se tenía en mente poner las velas aromáticas que eran una de las tantas iluminaciones que tenía el lugar. Todo ya estaba quedando casi perfecto, al menos la mesa ya estaba armada y podríamos poner los bocaditos; solo faltaba que colocaran los puff para que los invitados pudieran sentarse.

Terminado de arreglar las mesas, ordenar muy bien dónde se pondrían los puff, entre otras cosas, los decoradores se marcharon de mi casa sin antes recordarme que vendrían mañana en la mañana para recoger toda la decoración. Saco el dinero que todavía me faltaba por pagarles y finalmente se fueron muy lejos, era el momento de mandarle un mensaje de texto a Jungkook.

Nanobio

¡¡¡Jungkoooooook!!! Feliz cumpleaños :s
19:24 p.m.

Oyeee, como mañana yo empiezo clases, al igual que tú, pásate por mi casa a eso de las 8 para darte tu regalo :D
19:24 p.m.

Espero unos segundos para que se conecte. Muerdo con ansias la uña de mi dedo pulgar esperando por su respuesta.

Después de dos minutos, Jungkook se conecta y lee mis mensajes.

Ö
19:26 p.m.

Graciaaaas 🥺✊🏻
19:26 p.m.

=>
19:26 p.m.

Entonces te espero a esa hora.
19:27 p.m.

Apago mi celular sin poder dejar de sonreír. Agito mi manos con la finalidad de poder regular mis ansias y así estar un poco más tranquila para cuando todo esto empiece. Pero no podía, pensaba mucho en el rostro de impresión de Jungkook y la felicidad que podrá sentir, de la misma manera, yo también estaré muy feliz por él puesto que desde hace mucho no se ha sentido querido por casi nadie, al menos quería que se olvidara de ese horriblemente sentimiento el día de su cumpleaños.

Taehyung parece en la sala de la casa mientras mira su celular con su ceño fruncido. Va hasta la puerta de entrada y me deja ver a toda la mancha de amigos de Jungkook, todos nos saludamos y Taehyung se va encargando de llevarlos hasta donde sería la fiesta; veo que se acerca a Tzuyu para susurrarle algo, quizá sea que ya le esté diciendo la verdad de esta reunión, la cara de ella se vuelve seria y asiente sin más antes de que ya no la vea cerca de mi panorama.

Daba igual, ellos ya estaban aquí.

Los invitados ya estaban listos, sólo faltaba que...

El timbre de mi puerta suena, no puedo evitar soltar un grito de emoción antes de ir hasta la puerta y abrirla. Jungkook se encuentra con el cabello todo despeinado y vestido todo de negro, añadiendo una gorra con aros en su cabeza.

— ¡Feliz cumpleaños! —canturreo a la misma vez que veo a Jungkook sonreír—. Ven, pasa, debo de mostrarte tu regalo.

—No debiste de hacerlo —dice humildemente.

—Vamos, sé que tú también lo quería, no me mientas. —Replico. Jungkook ríe de manera silenciosa antes de regresar a verme, frunce su ceño cuando ve que de la nada he sacado una cinta negra para cubrir le sus ojos.

— ¿De dónde...

—No preguntes dónde lo compré. Es algo vergonzoso —tajo rápidamente antes de recordar aquella pequeña anécdotas que formé el día de ayer cuando visité por primer vez una sex-shop—. Solo déjame vendarte los ojos.

— ¿Acaso me vas a regalar algo que sea para mayores de edad? —Inquiere de manera ingenua y curiosa. Por mi parte, le di un golpe en su nuca para que dejara de decir tales cosas—. Al menos dame una pista, ¿es algo normal o candente?

— ¡Cállate y espera! —espeto enojado y con mis mejillas coloradas—. No tiene nada que ver con acciones que pueda estar pensando tu cabeza de abajo.

Jungkook se ríe a carcajadas de lo que le dije y empiezo a caminar junto con él hasta la puerta trasera. Lo guío con mucho cuidado hacia donde están las escaleras.

— ¡Y yo le dije: espera idiota que tengo los pantalones abajo! —el chico de cabellos marrones y ojos pequeños, creo que se llamaba Jimin, ya se estaba robando la atención de los presentes con sus anécdotas—. Entonces que salgo del auto y empiezo a saltar como si...

Jimin se detiene cuando ve que Jungkook se va acercando a ellos. Jeon también se pone tenso y no puede evitar quitarse la venda de los ojos antes de tiempo, rápidamente el lugar se queda en silencio mientras que todos se miran entre todos para buscar una respuesta clara a este momento.

Jungkook regresa a ver a Tzuyu, lo noto debido a que su cabeza gira un poco a la dirección de donde está ella, suspira con tristeza cuando ve que su ex novia está evitando mirarlo.

— ¿Esta era la sorpresa, Nain? —pregunta Jungkook, desanimado.

Me lo esperaba, traerlos a todos a base de mentiras saldría mal, Taehyung me lo advirtió; pero no pensé a qué punto iba a estar mal.

—Solo quería hacerte una fiesta sorpresa con los... —señalo a su grupo de amigos que están totalmente serios esperando a mi explicación—. Quería que por un momento te sintieras feliz connlas personas que fueron tus amigos, que por un momento olvidaran sus peleas.

Jungkook asiente sin decir nada más. Va hasta el puff que está más apartado de todos y se sienta en él a la misma vez que comienza a revisar su celular. Los demás lo imitan e ignoran todo lo que pasó, tal parece que está fiesta terminó siendo un fracaso total y ahora parece un velorio.

Taehyung se acerca a mí luego de hablar con Tzuyu. Me mira con ese gesto que siempre me odiaba de él, ese que te decía que finalmente él tuvo la razón una vez más.

— ¿Y ahora qué sigue? —pregunta apoyando su mano derecha sobre mi hombro derecho—. Decías qué tenías un plan b.

Siempre digo cosas que al final no termino acordándome, o porque no las iba a hacer realmente. Pensé que la situación de ellos podría manejarlas y hacer que el ambiente siguiera sintiéndose ligero, pero jamás me esperé algo como esto y ahora no sé cómo calmar todo.

Pensaba y pensaba, la cabeza empezaba a dolerme. Taehyung seguía a mi lado para apoyarme; sin  embargo, él comienza a silbar una canción que me sabía a la perfección. Ambos nos la sabíamos.

—Boreguitos al jardín —Digo formando una sonrisa otra vez—. Boreguitos al jardín, cuando acaban de comer y su pancita descansar, pum, pum, pum —muevo mi cadera de izquierda a derecha mientras voy cantando la canción más ridícula que Taehyung y yo habíamos inventado de pequeños—. Es hora de que el borreguito Taehyung aparezca otra vez.

—No. No me voy a humillar de esa manera —niega con temor a mi idea—. Mi novia está ahí y...

— ¡Dentro de unos minutos iniciará un pequeño show por parte de los primos Kim! —ignoro olímpicamente lo que Taehyung me anda diciendo y grito con entusiasmo hacia los chicos—. ¡Vayan sirviéndose algo de comer, porque luego sus pancitas les dolerá mucho!

Todos los amigos de Jungkook nos miran extraños. Al menos logro que se miren entre ellos mientras que yo me desaparezco con Taehyung hasta mi habitación para prepararnos para nuestro show.

No es por presumir pero “El show de Taenain” siempre han sido un éxito en sacar risas a su público.

*****
¿De dónde me inspiré? De Gravity Falls, el bailecito ese de Dipper JAJAJSJS

Y también en la canción de los pollitos a bailar :D

(y que se note que este capítulo lo tenía que sacar el primero de setiembre y lo estoy subiendo el 25 de noviembre :D)