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16 | Venganza 💘

Me tomaré un momento de mi valioso tiempo para hablar de Jeon Jungkook y las cosas que he estado aprendiendo sobre él.

Para empezar, su actitud de hacerse la víctima a cada segundo es una de las cosas que en estos últimos minutos me han estado desesperando. Eso y su carácter infantil. Justo ahora me sentía como si estuviera cuidando de dos bebés, la diferencia es que uno probablemente tiene mi edad y el otro está en pleno desarrollo y necesita más atención; pero creo que Jaemin es un poco más maduro que Jungkook. Al menos no me necesitaa a cada momento de su vida.

Lo segundo es que a veces suele ser sensible y muy cariñoso si se lo permites. Le gusta ayudar a sus amigos cuando estoy van a su socorro, los atiende y entiende en todo momento, eso es algo de admirar de estas personas. Pero si hablamos de Jungkook, nada puede estar bien en él. También suele comportarse como un sinvergüenza, burlón, no le importa humillarte frente a otras personas, para él siempre será divertido lo que hace; en otras palabras es muy odioso y no hay nadie quien lo detenga, solo él conoce sus límites con una persona.

Y creo que en mi caso no hay límites.

Pero yo siempre acudiría a medidas más extremas. Es por eso que ahora lo tengo acostado en el sillón mientras una bolsa de hielo trata de darle calma a sus partes nobles, por mi parte estoy aplicándole una crema desinflamatoria a Jaemin para que él chichón que se había hecho en su frente no le doliera tanto; sin embargo, el llanto de uno de los bebés me estaba desesperando a tal punto que solo quiero poner mis manos alrededor de su cuello.

Maldito Jungkook, mi cabeza duele y no se da cuenta de eso.

— ¡Me dueleeee! —vuelve a quejarse como niño pequeño—. ¿Desde cuándo tienes tanta fuerza?

—Desde que mi odio hacia ti apareció —digo molesta. Jungkook vuelve a creer en mis palabras y se queda con un puchero en sus labios—. Hablando en serio, ¿por qué sigues aquí? Me refiero a que nuestro problema del dinero ya se acabó, se supone que actuaríamos como desconocidos.

—Porque eres la única persona que tengo cerca. Te recuerdo que no tengo amigos.

Separo mi espalda del espaldar del sillón para regresar a ver a Jungkook. Trataba de hacer memoria de algún momento que tuve con él en estos últimos días para saber si ya me había contado la razón por la que ahora está así, creo que no había nada que me diera un indicio. Estaba perdida.

Ahora dudaba mucho si era apropiado preguntar con respecto a ese tema.

—Recuérdame esa parte de tu historia. —pongo a Jaemin en mi pecho y me voy a sentar al lado de Jungkook.

Él no tarda en postrar su cabeza en mi hombro mientras soltaba un suspiro deprimente.

—Besé a la fuerza a Tzuyu, Jimin me vio y los demás no tardaron en enterarse de lo que pasó —habló muy pausado. Abrí mis ojos muy asustada, ¿cuándo había pasado eso?—. Todos dicen que abusé de ella...

—Porque lo hiciste.

—Ahora me ven como un enfermo. —Ignora lo que le había dicho y cierra sus ojos—. Esa es la otra razón por la que estoy yendo a terapia, y esa es la única razón por la cual fumaba y bebía.

Nuevamente Jungkook se sentó de manera correcta, pero sus movimientos eran un poco toscos. Era como si estuviese molesto por algo que he dicho. Toma de mi mentón y hace que regrese a verlo; y efectivamente, él tenía su ceño fruncido y sus labios abultado de una manera en la que estuviera aguantando su llanto, o un simplemente jadeo de dolor.

—Tu nunca te enamores de alguien que te trata como yo lo había hecho con Tzuyu. Te mereces algo mejor, ¿oíste? —dice severo. Luego me suelta y vuelve a apoyar su cabeza en mi hombro.

Vuelco mis ojos a los suyo y espero a que hable antes de que yo tome la palabra y suelte mi primera pregunta. No era ningún chiste cuando decía que tratar con Jungkook a veces suele ser complicado.

— ¿Y por qué te preocupas de mi vida amorosa? —pregunto.

—Porque detestaría mucho el hecho que tengas el corazón roto. No vale la pena que conozcas a un Jungkook del pasado.

— ¿Y ya no eres así? —vuelvo a preguntarle.

—Estoy tratando de mejorar. Y voy a poder.

Acaricio la mejilla izquierda de Jungkook con mi mano mientras que ambos nos habíamos quedado mirando a un punto inexacto del lugar. Simplemente estábamos pensando en todas las cosas que últimamente nos estaban atormentando y de cómo es que podríamos hacerlas desaparecer, Jaemin soltó un pequeño ronquido que nos obligó a separarnos por unos cuantos segundos; pero otra vez buscamos un apoyo en el otro y continuamos con lo anterior.

¿Es tan difícil pasar a la etapa adulta?

— ¿Recuerdas cuando me hablaste sobre tu sentido de la vida? —asentí sin dejar de tocar su piel tan suave—. Bueno... Creo que mi lugar es que algún día estaré enamorado de una preciosa chica y será para toda la vida. La trataré muy bien y ella estará muy feliz conmigo.

—De eso no se trata. Lo que estás diciendo sólo es un deseo, no es tu lugar en este mundo —le corrijo. Jungkook frunce sus labios y deja soltar un quejido—. Ahora, ¿cuál es tu lugar en este mundo?

Jungkook se quedó en silencio un par de segundos más. Colocó su brazo izquierdo sobre mi abdomen para abrazarme y sentirse reconfortado.

—No tengo idea. Estoy perdido, me siento perdido.

Yo me considero una persona muy empática, aunque algunas veces Jungkook saque lo peor de mí; sin embargo, nunca he estado en una situación como la de ahora, ni con Taehyung he tenido que pasar este momento de decaimiento que parece no tener una solución inmediata. Esto es totalmente nuevo para mí que hasta ahora yo también me siento asustada como él, pensando muy las cosas que han sucedido en estos últimos días y saber si esto estaba destinado en mi vida.

¿Esto hará que llegue a mi lugar en el mundo?

Hay muchas preguntas y ninguna respuesta.

Ahora estoy aquí, acariciando la mejilla de Jungkook mientras que él me abraza y me hace sentir su tristeza y soledad. Por mi parte, sigo pensando en cómo es que podría ayudar a Jungkook a encontrar su lugar, me niego a aceptar que él esté perdido en este mundo.

— ¿En qué piensas? —pregunta desganado.

—En mi amigo. —regreso a mirarlo. Jungkook arquea una ceja mientras sus ojos están cerrados, sonrío involuntariamente.

— ¿Quién es?

—Jeon Jungkook —Jungkook muestra una sonrisa de lado mientras que sigue acurrucándose en mi hombro.

Luego de unos cuantos minutos, el timbre de la puerta se escuchó por toda la sala. Desearía tener amnesia en estos momentos y decir que no recuerdo haber invitado a alguien a la casa, pero Wonju ya estaba aquí esperando a que le abriera la puerta. Me sentía bastante cansada como para combatir con esta situación, ya que ya sabía lo que sucedería luego de que lo deje pasar: él se daría cuenta que tengo a Jungkook conmigo, Jungkook no dejaría de burlarse de mí, yo volvería a patearlo, mis palabras de que él es mi amigo se irían al caño, lo botaría de mi casa, y finalmente Wonju se disculpará conmigo y huirá.

Jungkook se separó de mí y fue a abrir la puerta. Comenzamos muy mal. Ambos se vieron a la cara, Jungkook regresó a mirarme con esa sonrisa que dejaba a flor de piel su picardia, dejó que Wonju pasara y fuera hasta mí. Sabía que probablemente me veía bastante mal por cuidar a un bebé toda la mañana y toda la tarde, quizás hasta huela a la loción de Jaemin; es por eso que entendía a la perfección el rostro de desagrado de Wonju, ni siquiera podía formar una sonrisa fingida para que no me diera cuenta de lo que piensa.

Luego se sentó a mí lado y me sonrió de otra manera, esta era más gentil que la otra.

—Entonces... Has estado cuidando a tu hermano desde la mañana —inicia hablando él mientras que sus manos apretaban la tela de su jean—. Te traje los apuntes de la clase de hoy.

— ¡Princesaaaa! —canturrea Jungkook a la misma vez que va saliendo de la cocina—. ¿Sabes dónde puedo encontrar un poco de agua? —se coloca detrás de mí y apoya su mejilla en hombro. Podía sentir sus labios en mi cuello—. Enséñame, por favor.

Le estoy dando la oportunidad de que Jungkook me humille frente a Wonju. Tomaré esto como su venganza, pero tarde o temprano volveré a vengarme de este momento.

—Hay en el refrigerador. En la puerta de este, Jungkook. —le digo con la intención de que se vaya ahora mismo.

— ¿Ya no me vas a decir “amor”? ¿Es que acaso ya no soy tu bebé? —pregunta fingiendo su voz de niño pequeño. Se atreve a darme un beso en la mejilla antes de seguir con su actuación—. Vamos, dime los motes muy bonitos que tienes para mí.

—Anda a la cocina... —regreso a mirarlo, me doy cuenta que está muy cerca de mi rostro, finjo una de mis mejores sonrisas a la misma vez que lo estoy matando con la mirada— amor —añado con dificultad.

—Está bien, rizitos.

Jungkook se va saltando nuevamente hasta la cocina. Wonju vuelve a mirarme, pero en ese momento Jungkook asoma su cabeza y sonríe con malicia antes de guiñarme con un ojos. Pongo mi mano detrás del sillón e intento que Jungkook vea que le estaba sacando el dedo medio.

— ¿Es tu novio? —pregunta Wonju, incómodo. Aun así trata de seguir sonriendo como si no le importara—. No tenía idea de eso.

—Sólo es un amigo. —trato de sonar convincente, pero solo recibo otra sonrisa de lástima por parte de él.

La sala se quedó en silencio por unos cuantos minutos, sólo se podía escuchar el ruido que estaba haciendo Jungkook en la cocina. Tenía ganas de ir allá y matarlo de una vez por todas, claro, no sin antes preguntarle el por qué estaba moviendo tantas cosas de un lado a otro, en serio, se escuchaba todo lo que estaba haciendo.

Wonju intentó hablarme varias veces, pero al momento de mirarlo, él se acobardaba y mantenía el mismo silencio que antes. Intenté leer sus facciones para saber lo que le estaba pasando, pero como no tengo esa habilidad, más parecía que él tuviera algo extraño en la cara que yo no puedo dejar de mirar. Él se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se puso cabizbajo mientras jugaba con sus uñas mal cortadas.

—Volví —escuchamos otra vez la voz de Jungkook. Se acercó a nosotros mientras sostenía un plato que tenía un trozo de pastel, era mí trozo de pastel—. Rizitos, no me habías dicho que tenías pastel de red velvet. Era una sorpresa, ¿no es así? Eres tan linda conmigo.

— ¿Ese no es el pastel que te compré? —inquiere Wonju, desilusionado.

— ¿Me permites unos minutos? —le pregunto mientras me levantaba del sillón y dejo a Jaemin acostado—. Jungkook acompáñame.

Agarro de su muñeca y me lo llevo hasta la cocina mientras que él sigue tratando de comerse mi postre. Llegando, le quito el plato y le doy una bofetada no tan fuerte como quería, Jungkook se sorprende y empieza a reírse por sus nervios a la misma vez que iba retrocediendo cada vez mis manos amenazaban en agarrar de su chaqueta.

— ¿Qué crees que estás haciendo? —gruño por lo bajo para que Wonju no nos escuche.

—Creí que no querías nada con él. Te estoy ayudando.

—Me estás poniendo en ridículo y lo estás haciendo sentir mal, eso no es ayudar —reclamo. Jungkook cambia su gesto y baja su cabeza—. No lo hagas más.

—Lo siento.

Jungkook sale de la cocina a toda prisa, cruzo mis brazos un poco molesta y veo a Jungkook tomando a Jaemin entre sus brazos mientra iban subiendo al segundo piso. Bueno, algo hizo bien.

Regreso a la sala para pedirle disculpas a Wonju, él lo entendió y está vez me sentí un poco más aliviada. Luego, ambos empezamos a hablar de una manera distinta a la del principio, ya no había tanta incomodidad en él y eso hacía que me sintiera un más cómoda, las conversaciones eran bastante fluidas; me contó acerca de lo que habían en las clases, las nuevas tareas que teníamos. También me entregó sus apuntes.

No obstante, no todo podía salirme bien por tan sólo una hora. Jungkook volvió a bajar mientras cantaba muy desafinado una canción, se puso en medio de los dos y encendió el televisor de la sala, se acomodó como quiso cerca de mí cuerpo mientra alejada lo más que podía a Wonju de mí.

—Pensé que había sido muy clara —musito cerca de su oreja.

—Tú casi me dejas sin hijos. Lo que estoy haciendo es justo —sonríe ladino y luego se atreve a darme un beso en la mejilla—. Es mi venganza y tendrás que aguantarme.

—Lo haces y esta vez sí te dejaré sin hijos —contraataco. Jungkook se ríe y me da una última mirada desafiante.

Más tarde Jungkook estará muerto.

—Amigo Wonju, ¿desde cuándo conoces a Nain? —le pregunta mientras que pone un brazo alrededor del cuello de Wonju.

—Desde hace mucho tiempo. —responde nervioso.

— ¿De verdad, Nain? —ahora me pregunta a mí como si yo supiera la respuesta.

—Desde hace unos... ¿dos meses? ¿Tres? —juego con la punta de mi cabello a la misma vez que miraba a Wonju—. Jungkook, ¿no deberías de irte a tu casa? De seguro tu mamá ya volvió.

—No, estoy mejor aquí.

Luego de regresarme a ver de esa manera desafiante y burlona, siguió haciéndole preguntas incómodas a Wonju. Este ya no podía más con el interrogatorio, me miró sobre el hombro de Jungkook como si me estuviese pidiendo ayuda.

Era increíble que antes había sentido compasión por este pedazo de idiota.

—Será mejor que me vaya —dice Wonju, ya sin ocultar su incomodidad frente a Jungkook—. Nos vemos el lunes, Nain. Adiós —se despide de Jungkook con una agitada de mano.

Finalmente sale de la casa y cierra de un portazo la puerta. Esto bien podría significar dos cosas: la mano se le fue y no midió su fuerza, o estaba bastante impotente por la forma en cómo había sido tratado por Jungkook.

Jungkook sonríe victorioso y con cierta soberbia en su mirada, me hizo recordar al Jungkook de antes, ese que era un dolor de migraña que no se iba ni con el medicamento más poderoso de este momento. De una rara forma, ese Jungkook me trae malos recuerdos; es por ello que giro su cara hacia un lado a la misma vez que él suelta su risotada, lo único gracioso fue que luego de segundos se había atorado con su propia saliva.

Me levanto del sillón con dirección a la cocina. Jungkook no sabe hacer otra cosa más que seguirme y mirar lo que estaba siendo. El brazalete que tiene en su muñeca derecha hace ruido contra el mármol del mesón, gruño irritada por el ruido, y sin ninguna pizca de amabilidad lo empujo hasta que se vaya directamente a la sala.

Ya había jodido bastante mi día como para seguir aguantándolo. Pero no iba a ser grosera con él.

Luego de prepararme un poco de té y ahuyentar a Jungkook unas cinco veces de la cocina, salgo de ahí con dirección a mi habitación. No era de esperarse que el perro que tengo como visitante vaya detrás de mí para preguntarme qué era lo siguiente que haríamos, como si mis ánimos fuesen difíciles de descifrar para que se entere de que no quería seguir estando con él en el mismo lugar.

—Por fin podré conocer tu cuarto... —Dice emocionado cuando ve que abro la puerta de este, pero sin embargo, pongo mi brazo para tapar la entrada y lo sorprendo con una mirada asesina—. ¿Qué te pasa?

—A mí nada. —Me acerco más a él hasta estar segura de que pueda oír el rechinar de mis dientes—. Yo me daré una ducha, luego dormiré un poco, y para cuando despierte, ya será de noche y tú te marcharás de esta casa. Me has jodido toda mi mañana y mi tarde, ya no te quiero ver más.

Antes de que Jungkook comience a darme sus estúpidas excusas de niño infantil, entro a mi habitación y cierro con fuerza la puerta. Escucho los pequeños golpeteos de Jungkook sobre la puerta, sin embargo no les presto atención y me dirijo hasta mi baño para hacer lo que tenía planeado.

***

Salgo de mi habitación somnolienta debido a los llantos desesperados de Jaemin. Voy hasta su cuarto y lo cargo, luego veo a mamá con un gesto fruncido mientras que cubría su boca, caminó rápido hasta llegar a su habitación y encerrarse en este con seguro. Papá aparece minutos más tarde con el moño de su corbata un poco suelta, golpea repetidas veces la puerta del cuarto para exigirle a mi madre que le abriera.

Voy con Jaemin hasta el primer piso donde espero que todo estuviese más tranquilo. Jungkook sigue ahí leyendo un libro de anatomía que mi papá adoraba con su alma, había estado rebuscando en mi casa con qué distraerse. Fui asustada hasta la oficina de mi mamá para saber que no había tomado ningún plano como distractorio a su aburrimiento, solté un suspiro de alivio cuando veo que todo estaba en orden. Sin embargo Jaemin seguía llorando, darle su hijo a mi madre en estos momentos es muy complicado.

La única opción que de me viene a la mente justo ahora es sacar a pasear a Jaemin al parque, de noche, con mucho frío, un con neblina promedio. Debía de estar loca para hacerlo, pero Jaemin no podía estar en este ambiente conflictivo.

—Saldremos a caminar —le aviso a Jungkook no muy segura de mí misma. Jungkook tomó mis palabras como pregunta por lo que encogió sus hombros.

—Si eso es lo que quieres, no tengo ningún problema.

Un capítulo más corto de lo usual para esta novela y que no quede en el olvido.

Perdón por ya no actualizar, pero Psicópata está comiéndome por completo... Ahora tengo una mente media extraña y con teorías alucinantes :'D

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