12 | Retener emociones 💘
Me parecía tan patético y estúpidamente ridículo que mi madre estuviese conmigo para consolarme por la muerte de mi hámster. Pero la culpa no era de ella por estar conmigo a las doce con veinte de la noche llorando, era mi culpa por ser tan infantil y no poder controlar mis emociones, como siempre hacía. Se suponía que yo tenía un buen manejo de emociones que desde hace mucho no se había visto afectado por un evento.
Pero tal parece que ahora todo ese muro que me creé se derrumbó con la muerte de Dumpling y ahora estoy dejando soltar todo lo que no había llorado con anterioridad. ¿Había algo más horrible que esto? Absolutamente no.
—Si quieres mañana podemos ir al cementerio para que entierres a Dumpling. Aprovecharé a estar contigo, mañana no trabajaré. —Dijo mi mamá, me acarició un poco más el cabello y luego besó mi cabeza—. Luego, podemos ir a comer lo que tú quieras.
—No quiero decirle adiós a Dumpling. T-Tú sabías lo que significa él para mí, no solo era una mascota más del montón. —Le respondí. Ahora estaba bastante sensible, en serio me estaba tomando las palabras de mi mamá como si ella quisiera a darme a entender que quería deshacerse del cuerpo de Dumpling lo antes posible. Cuando no era así—. Quisiera que él reviviera en estos momentos y que venga a corretear en mi cama.
—Sé lo mucho que quisiste a Dumpling y lo tan cuidadosa que fuiste al cuidarlo. Entiendo que todo lo hiciste por tu tío, pero ya es momento de dejarlo ir por completo, ¿no lo crees?
— ¿A qué te refieres con eso? —me separé de los brazos de mi mamá y fruncí mi ceño—. Y-Yo ya superé lo de mi tío, ¿por qué dices eso?
—Sabes a lo que me refiero. —acarició una última vez mi cabello antes de levantarse de mi cama—. ¿Quieres que duerma contigo esta noche, o crees que estarás bien sola?
—Puedo sola. —tapé mis pies con mi manta preguntándome seriamente si realmente podría con esta noche. Mi mamá parece que tiene ese súper poder de leerme la mente y se quedó mirándome fijamente—. En serio podré sola. Si pasa algo veré como lo soluciono, no debes de preocuparte por mí.
—Mi deber es preocuparme por ti, mi amor. —mostró una sonrisa de lado y otra vez volvió a acercarse para besarme la frente—. Duerme bien. Si en serio crees que necesitas de mi ayuda, ve a la habitación y yo te dejaré que duermas con tu papá y conmigo. Así como cuando era pequeñita —apretó uno de mis cachetes para hacerme sonríer—. Hasta mañana, corazón.
—Adiós —mi voz se quebró por última vez mientras veía a mi madre alejarse de mí.
Bastó con que mi mamá saliera de mi habitación para que me volviera un manojo de nervios. Realmente estaba dudando de si podía aguantar esta noche, probablemente me tensaré y estaré al pendiente de cada movimiento o ruido que se escuchase durante la madrugada. Ahora pienso que mi habitación se parece a la de mi tío y deba de remoderla cuanto antes.
Eso es, debo de buscar algo con qué distraerme para no pensar más en el tema.
Sequé mis lágrimas y fui hasta por mi laptop para entrar a pinterest y buscar ideas para remodelación; sin embargo, mi tarea se quedó a medio camino cuando la página me mostró algunas frases motivadoras y otras deprimentes. En serio me parecía el peor chiste que Dios, el diablo, o cualquier ser que se encargue de manejar el universo me hayan contado.
Pero ahí estaba yo, dándole click a esa imagen y leer lo que decía. Luego pasaba a otra, y a otra, y a otra hasta que las lágrimas se encargaron de nublar mi vista; mi corazón sintió el dolor que ese mismo día, era como si se tratase de una hoja de papel que se va arrugado de a pocos y que por cada arruga va doliendo cada vez más. Creía que mis pulmones iban a dejar de funcionar cuando no podía respirar muy bien, miré hacia el frente y me imaginé a mi tío jugando con Dumpling.
Hipé como nunca, mi mano cubrió mi boca mientras que mi otra mano se posicionaba en mi pecho. Cerré los ojos temiendo por mi intranquilidad e inseguridad, me sentía tan vulnerable a la oscuridad. Tenía miedo de, absolutamente, todo.
“La felicidad es cuando ves a tu mascota y te olvidas de todos tus problemas.” —decía una de las tantas imágenes que había visto en mi tablero—. “Recuerdo la vez en la que te traje a casa como si hubiese sido ayer. Tenías los oídos más suaves y el corazón más dulce. En un instante te amé hasta el infinito.”
Sabía que no iba a soportar esta noche sola, no me quedaba de otra que ir a la habitación de mis padres y dormir con ellos. Me sentía totalmente decepcionada de mí misma por ponerme en este estado, necesitando y buscando del consuelo de mi madre cuando apenas habían pasado veinte minutos a solas tratando de ser fuerte y llevar esto con calma; ahora mismo siento que no me conozco. Soy otra persona, no soy la Nain de siempre.
Cerré con molestia mi laptop y lo puse sobre mi escritorio; y cuando estaba a punto de tomar mi manta para marcharme hasta la habitación de mis padres, mi celular comenzó a zumbar sobre la mesa de noche que estaba a mi lado. Era Jungkook quien me estaba solicitando una video-llamada por Instagram, lo único gracioso aquí es que podía ver su nombre “lilipendo.jeon_1997” debajo de su foto de Bob Esponja con los lentes rosas.
Dudé por algunos segundos en contestar su video-llamada; pero al final me sequé las lágrimas y contesté su llamada. Apagué mi cámara hasta que pudiera estar un poco más decente mientras que Jungkook estaba con su celular en mano mirando a la cámara con cierto lamento en sus ojos.
Luego miró a un lado de su habitación y bajó su cabeza. Para este punto su celular temblaba constantemente.
—Lo siento —escuché un susurro de él antes de ver la manera en cómo se echó a llorar—. Esto es mi culpa, no debí... No debí de quitarle la mirada a Dumpling. En serio perdóname por haber sido tan descuidado, si pudiera hacer algo ahora para que me perdones, te juro que lo haría sin pensarlo.
Otra vez la mano que tenía disponible viajó hasta mi boca para no asustar a mis papás con mis llantos y jadeos. Entendía que Jungkook se sintiera así por lo sucedido. Al igual que yo está dolido, y no solo porque también quería a Dumpling, sino que también porque supo la gran confianza que le había dado cuando se lo entregué.
—Está bien si ahora no quieras hablarme, o si tan solo quieres verme. Yo solo te llamaba para hablar unos cuantos segundos contigo y disculparme, perdón por ser tan imprudente al llamarte a estas solo. Estuve pensando mucho en si hacerlo o no —concluyó antes de tomar su celular y acercarlo a su rostro. A comparación mía, él si pudo mostrar su cara llena de lágrimas, con el camino que estas habían hecho antes de caer—. Eso sería todo. Perdóname otra vez. B-buenas...
—Te perdono —me apresuré en hablar antes de que colgara—, solo si sigues hablando conmigo.
Mentalmente me había preguntado si realmente había dicho eso, de decirle a Jungkook que se quedara hablando conmigo justo ahora. Quería creer que solo fue un dejà vu, o un jamais vu, lo que había sucedido justo ahora.
Pero cuando vi la misma cara de sorpresa que Jungkook por mis palabras, y de la manera en cómo se había acomodado en su cama, me di cuenta que sí lo había dicho realmente. Suspiré, dándome un golpe mental y me subí otra vez a mi cama antes de encender mi lámpara de noche y encender la cámara de mi celular.
Jungkook sonrió con pena cuando me vio más no dijo nada para burlarse. Y tenía sentido, se supone que me está pidiendo perdón; pero era la costumbre que tenía de él. Sonreí de la misma manera antes de suspirar, otra vez, y mirar hasta ventana de mi habitación.
—Estoy tan cansada ahora que tan solo quiero dormir; pero le tengo miedo al hecho de no poder dormir bien. —Confesé, tallé mis ojos con mis manos luego de colocar mi celular sobre mi regazo—. ¿Irónico, verdad?
—Tengo el 98% de batería en mi celular, puedo quedarme aquí hasta que te duermas. —Dijo Jungkook—. ¿Y por qué piensas que no vas a poder dormir? ¿Es por Dumpling?
—¿Recuerdas la vez que te dije que Dumpling fue un regalo de mi tío? —Asintió atento a la siguiente parte de mi historia. Suspiré un poco ansiosa antes de regresar a verlo—. Mi tío jamás se mudó a otra parte. Él desde el 2017 falleció, yo fui quien encontró su cadáver en su habitación. Es por eso que no puedo dormir bien, Dumpling era lo único que me quedaba de él, era mi manera de recordarlo y ayudarlo a cuidar de su pequeña mascota. Como te dije ese día, yo amé a Dumpling desde que lo conocí, mi tío también; pero me lo regaló y a las pocas semanas se suicidó.
Jungkook abrió un poco más sus ojos al terminar de escucharme. Se acostó de manera que su vista quedará mirando hacia el techo, luego miró de lado hacia su celular.
—Ahora entiendo el porqué no te gusta que hable de muertes, suicidios, y ese tipo de cosas. —solté un sonido para afirmar su suposición—. ¿También fumaba? —Asentí. Jungkook bufó y dejó soltar todo el aire que tenía—. Así que soy la memoria de tu tío justo en estos momentos, joder, esto no me hace sentir bien, ¿lo sabes? Me siento una mierda, más de lo que ya me sentía.
—No debes sentirte una mierda. Debes saber que eres una mierda —las comisuras de su rostro cayeron cuando escuchó la frase completa—. Pero eso no importa, la cosa es que sí te pareces en algo en él; además de los mismos hábitos.
—Ya no fumaré. —habló directamente, sin rodeos. Dejé hacer visible mi confusión y Jungkook no tardó en reírse un poco—. Te dije que tomaría terapias para mejorar. Eso implica que también dejaré de fumar y de tomar constantemente.
—Me parece bien. —Respondo mientras voy acomodándome como Jungkook—. ¿Y tú por qué vas a ir a terapia? ¿Solo por tus adicciones?
—También por Tzuyu.
Me quedé en silencio por varios segundos, no hice ningún gesto y solo me quedé mirando la cara de Jungkook. Sus ojos otra vez empezaron a lagrimear y me di cuenta que se trataba de algo grave si tan solo con acordarse de su nombre comenzaba a llorar.
Probablemente en estos momentos me quejaría de esto diciendo que ahora Tzuyu es la novia de mi primo y ese tipo de cosas, pero ahora ambos estábamos heridos. Supongo que por mucho tiempo hemos retenido emociones que justo ahora nos están afectando como si se tratara de varios golpes bajos.
— ¿Qué pasa con ella? —me animo a preguntar, tomo por sorpresa a Jungkook. Ahora él se había puesto como yo estaba antes, se sentó en su cama y se tomó su tiempo para hablar.
—No lo sé. No sé qué es lo que me pasa, bueno, sí sé qué es lo que pasa pero no tengo palabras para explicarlo. Simplemente es algo que duele mucho y... me está destruyendo poco a poco. —me contó. Jungkook se sentía avergonzado por contarme esto, no había mirado a la cámara mientras hablaba—. Tal vez es porque me afectó mucho que yo tuviera la culpa de que ella y tu primo se hayan peleado, y que ahora estén juntos es otra cosa.
Otra vez dejó de hablar para tomarse su tiempo y forzarse a él mismo de no dejar caer esas lágrimas que estaban amenazando en salir.
—Siempre he considerado a Tzuyu como mi mejor amiga, que solo era mía. Ella me ayudó mucho por un tiempo; me aconsejaba, se encargaba de que me sintiera bien, que sepa que me quería, y yo me encargaba de que ella siempre supiera que yo la amaba. Pero jamás estuve con ella cuando realmente me necesitaba, no de la misma manera en la que ella lo hacía conmigo. Y ahora me siento tan mal porque no me había dado cuenta de eso hasta un par de semanas —suspiró—. Quisiera cambiar las cosas y no sentirme de esta manera.
—Que bueno que empezarás a ir a terapia. Por lo que me cuentas, siento que su relación no era normal, tú la tratabas como si ella fuera tu psicóloga personal y así nunca serán las cosas. —Le di mi opinión. Jungkook otra vez soltó un suspiro cansado—. Cuando una pareja se trata de esa manera, su relación no será próspera; ambas partes deben poner de su parte, no solamente una.
—Lo sé. Ahora hablemos de otra cosa, no quiero seguir pensando en esto —concluyó. La llamada se quedó en silencio por varios segundos, no teníamos otro tema qué conversar—. Cuando trabajé con tu primo para su canción de su cortometraje me contó un poco de ti y me dijo que a ti te encantaba ayudar; o sea, dar consejos y...
—No seré como Tzuyu, si a eso quieres llegar. —Tajé. Jungkook se puso a reír y negó con la cabeza.
—Iba a preguntarte si hacías eso porque tiene algo de relación con tu tío, o solo lo haces porque te nace.
—Es algo así. Yo soy de la idea de que todos en este mundo tienen un rol que cumplir, y ese rol los llevará a un lugar en los que están destinados a estar. Según varios argumentos religiosos dicen que todos tenemos nuestro lugar y propósito; la ciencia dice que depende de las acciones que tomemos, puesto que todo lo que hagamos tiene un efecto, ya sea bueno o malo —Respondí. Miré como Jungkook había fruncido su ceño para evitar reírse—. No es gracioso, en serio así pienso que funcionan las cosas.
—Ya, lo siento. Y tomando tu creencia, ¿cuál es ese lugar que estás anhelando llegar? —inquiere. Jungkook había sido la primera persona que se había interesado en mi creencia, y ahora no sabía qué responder.
—Tal vez esté en otro país siendo la mejor arquitecta de mi promoción, tener a Taehyung y a mis amigos junto conmigo. Y quizás con alguien que me ame. En sí lo puedo resumir como que mi lugar es estar rodeada de personas que amo, y que me aman, y cumplir con mis metas a largo plazo. —le dije, pensé mucho en si esto se iba a cumplir. A pesar de ya ir cumpliéndolo poco a poco, dudaba de si lo iba a lograr por completo—. Sí, creo que ese es mi lugar.
—No te escucho muy segura.
— ¿Y cuál es tu lugar? Basándonos en mi lógica. —cambio de tema para ya no seguir con lo mío.
—No lo sé. —Respondió sin rodeos—. Hay muchas cosas en mi mente ahora mismo que no me puedo imaginar un lugar para mí. Además de que tu lógica me parece absurda.
Ruedo los ojos y le muestro mi dedo medio a Jungkook. Él no puede evitar reírse por lo bajo hasta que se calma, otra vez la llamada entró en un silencio en donde ambos nos estábamos mirando. Parecía bastante absurdo creer que me sentía como si él realmente estuviese aquí conmigo y no detrás de la pantalla.
Los siguientes minutos de nuestra llamada se basaron en Jungkook haciendo algunos gestos con sus cejas olvidándose por completo que estaba haciendo una llamada conmigo, y que probablemente yo le estuviese tomando captura a sus caras cada vez que hacía una nueva. Solté una ligera risa cuando hizo la misma cara de la foto que me envió cuando tenía varicela, él otra vez sonrió cuando miró mi reacción.
Se hizo su cabello hacia atrás antes de hablarme nuevamente.
—Realmente es difícil hacerte reír. —habló cansado. Ambos bostezamos al mismo tiempo, tapándonos nuestras pocas; pero en el caso de Jungkook, él se tapó la nariz—. Creo que ya es momento de despedirnos. Dije que iba a estar contigo hasta que te duermas, pero primero soy yo y al final estás tú.
—Digo lo mismo.
— ¿Soy la primera persona en tu lista? —preguntó con asombro, y con un poco de burla—. Me siento totalmente halagado. Creo que yo te enamoré cuando me escuchaste cantar, dime, ¿te gusto?
—Ni en mil millones de años sucedería eso. No tengo malos gustos —le digo, bajé el brillo de la pantalla de mi celular. Miré la hora y eran la una con doce de la mañana—, pero sí tienes buena voz para cantar. Esto no quiere decir que me gustes, egocéntrico.
—Ya veremos con el tiempo si me dices la verdad. Bueno, ahora sí te dejaré dormir ricitos —bromeó una última vez antes de agitar sus manos frente a la cámara. Yo hice lo mismo y colgué la llamada.
Mi celular estaba a nada de apagarse, lo conecté con el cable de mi cargador y lo dejé ahí. Gracias a Jungkook y las miles de tonterías que había hecho para distraerme, estaba segura que ahora sí ya podría dormir un poco mejor y estar lista para lo que sería el día de mañana.
Traté de no pensar mucho en el hecho de que en la mañana visitaría la tumba de mi tío después de mucho tiempo. Suspiré una vez más antes de acomodarme mejor sobre el colchón y taparme con el edredón grueso que estaba sobre mis piernas.
Mañana será un nuevo día.
**
Me levanto gracias a que mi madre fue hasta mi habitación para despertarme y decirme si realmente no quería ir al cementerio. Mi respuesta fue la misma que planteé en la madrugada, ella lo entendió y me dio mi tiempo para arreglarme y bajar lo antes posible al primer piso.
Era martes 27 de Julio, ya no faltaba nada para que terminara mi tercer ciclo; y se suponían que ahora debería de estar chancándome en ir estudiando mis clases y estar preparada para la semana de los parciales, sin embargo ahora estaba en la ducha de mi baño, bañándome —valga la redundancia—, y estar lista para enfrentar uno de los asuntos en los que soy bastante cobarde pero que sabía que debía de hacerlo si quería que apartir de ahora todo fuese un poco más diferente para mí.
Tenía que cerrar esta pequeña parte de mi vida que antes me había negado a ponerle un fin. Ahora lo veo muy necesario, y debo de hacerlo.
Salí de mi habitación cuando ya había terminado de arreglarme. Mayormente por estas fechas, Seúl tiene un calor que puede a llegar a ser insoportable y otras veces solo era un día soleado, hoy era uno de esos últimos días; es por ello que me puse short suelto con una correa grupa y una blusa blanca que me lo arreglé debajo de mi short. También había sacado mis lentes de sol para colocármelos sobre mi cabeza.
Mi mamá estaba esperándome en la puerta de la casa con las llaves de auto en sus manos y también con Jaemin. Los tres salimos de la casa y nos metimos al audi de ella, Jaemin iba en su asiento mientras que yo tenía en mis piernas la cajita que improvisaba el ataúd de Dumpling.
— ¿Y qué tal dormiste anoche? ¿No tuviste ningún problema? —preguntó mi mamá, miró a través del retrovisor para anclar su vista con la mía.
—Al principio sí estuve un poco asustada, fue lo de siempre. Intenté enfocarme mis pensamientos en otra cosa, pero no pude y comencé a llorar —le confesé. Mi mamá frunció su ceño de manera moderada, hizo el ademán de hablar, pero luego se contuvo y dejó que terminara de explicarme—. Luego... Recibí una llamada de un amigo y me quedé hablando con él hasta que me calmara.
— ¿Y por qué no fuiste a mi habitación? Te dije que podías ir si te sentías mal.
—Lo iba a hacer, pero mi amigo me ayudó un poco. Luego de nuestra llamada pude dormir un poco mejor. —manifesté. Mi madre suspiró ladeando un poco su cabeza—. Gracias por preocuparte por mí.
Ella nuevamente sonrió antes de volver a mantener su vista en la pista. Yo por mi parte me distraje en mi celular para leer todas las notificaciones que me habían llegado, una de esas fue en Instagram y se trataba de Jungkook diciéndome que tuviera un buen día hoy y esas palabras motivadoras que las había considerado extremadamente cursis.
Poco tiempo después, mi mamá y yo llegamos al cementerio. Ella dejó que yo fuera sola a buscar la tumba de mi tío y que hablara un momento con él. Las manos me estaban temblando por volver al lugar que nunca pensé que pisaría otra vez, y es que la última vez que vine aquí perdí el control y me sentía una maniática; juraba que podía ver a mi tío salir de su tumba y huir muy lejos de donde su cuerpo descansaba. Pero todo eso solamente había sido una ilusión, una ilusión que me afectó por un largo tiempo.
Llegando al tercer bloque del cementerio, busqué la lápida de mi tío en el suelo. Me había dado cuenta que se habían sumado nuevos difuntos al lugar, lo único que recordaba es que al lado de la tumba de mi tío estaba la foto de una niña que se llamaba “Son Hanna” —esa niña apareció en las noticias por haber sido ultrajada por un señor cuando tenía seis años.
Luego de darme todo un recorrido por el lugar, encontré la tumba de mi tío. En su lápida estaba grabada la fecha de su nacimiento con la fecha de su muerte “12 - 12 - 1990 — 02 - 01 - 2017” y también estaba su nombre completo “Kim Taehyun”.
Mi cuerpo se tensó y una pequeña corriente eléctrica me hizo temblar por completo. Me senté frente a su tumba con un poco de miedo, luego le dejé a un lado de su lápida el ataúd de Dumpling. Cuando mis manos se desocuparon, mis uñas fueron lo único que podían controlar mi ansiedad de ese momento.
—Han pasado cuatro años desde que no he venido aquí —fruncí el ceño, evadí mirar hacia el frente para pensar en cosas bonitas—, y no creas que es porque no he querido. Simplemente es porque... aún tengo esa imagen de ti colgando de esa soga en tu habitación. Y aún me sigo preguntando por qué lo hiciste. ¿Qué fue lo que te llevó a tomar esa decisión?
Y es que esa pregunta siempre rondaba en mí cabeza cada vez que me acordaba de él. Yo tenía la imagen de mi tío siendo bastante alegre, era muy burlón, le encantaba jugar conmigo y con Taehyung cuando éramos pequeños, y hasta a veces nos motivaba a ser las cosas más emocionante de esta vida.
¿Cómo es que toda esa alegría pudo guardar una tristeza enorme que lo llevó a la muerte?
Con el paso del tiempo me había dado cuenta que Taehyung se iba pareciendo en algo a él, y quise que Tae siguiese viviendo por más tiempo, quise protegerlo como nadie más lo había hecho, y quise que él confiara en mí. Por eso siempre me preocupo del bienestar de Taehyung, quiero que él nunca piense de la misma manera que mi tío.
Y encargarme de eso a veces es cansado. Todo esto es bastante cansado para mí.
—Antes creía que te odiaba, porque luego Taehyung se fue pareciendo a ti y me vi en la obligación de protegerlo. Pero ahora te extraño demasiado, Dumpling ya no está conmigo y ahora ya no tengo nada que me recuerde a ti. ¿Si hubiese una máquina del tiempo, dejarías que te cuidara? ¿Dejarías que tu sobrina salvará tu vida?
Mis lágrimas salieron al recordar cada vez que yo podía hacerlo reír con mis ocurrencias. Era como si ahora podía ver esos momentos como una manera de sanarlo.
—Cuidé muy bien de Dumpling, pude haber hecho lo mismo contigo. —Sonreí con nostalgia, miro la caja de Dumpling entre mis lágrimas antes de quitar mi vista—. Jamás te agradecí por haber sido como eras, en serio me hiciste muy feliz y te pido perdón por no haberme despedido de una mejor manera cuando aún tenía oportunidad.
Las palabras se me acabaron, y me di cuenta que ya era el momento de despedirme completamente de él.
—Espero que ahora estés descansando en paz, que tu mente se sienta tranquila; y que Dumpling te saqué esas mismas sonrisas que yo lograba sacarte. Ahora debo de irme, seguiré con mi vida e intentaré que tu ausencia no me vuelva a afectar.
Toqué la lápida de mármol de mi tío y miré hacia el cielo. Luego me levanté para irme, caminé hasta la salida y ahí otra vez me encontré con mi mamá; ella tenía sus brazos extendidos, listos para recibirme con un gran abrazo.
—Ahora todo estará bien. Lo prometo —le dije en un susurro.
Holis, espero que les haya gustado este capítulo. Sé que ahora no se entiende mucho el porqué Nain está afectada con la muerte de su Kim Taehyun, pero con Jungkook se solucionará eso.
Otra cosa que quería decirles es que ya no puedo ver a Nain como Elle Fanning. Ahora más la veo como Dove Cameron jsjsjsjjs, lo siento 😂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro