04 | Encuentro de bandos 💘
Bueno, jamás pensé que un hamster podía ser tan divertido de mirar. Literalmente esa pequeña rata andaba en su rueda, que me estaba sacando de quicio su ruido molestoso, y de un momento a paraba para mirar de un lado a otro como si estuviese asustado.
Era chistoso, debía de admitirlo.
Y es por ello que ahí estaban todos mis amigos mirando con gracia el hamster mientras se preguntaban si podían tomarlo entre sus manos. Obviamente todos teníamos miedo a que nos mordiera y luego nos pasara algo malo, como morir por ejemplo. También ellos me preguntaron el porqué había secuestrado al hamster de mi vecina.
—¿Jamás escucharon el refrán de ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón? —todos ellos negaron exigiendo aún más una respuesta a su pregunta—. Bueno, en sí se lo quité hasta que encuentre a Gureum. Ella me dijo que ayer lo había visto por el parque, si es así le devolveré a su hamster; y si no, se quedará conmigo.
—¿Y si nunca encuentras a Gureum? —replicó Jimin—. Realmente casi siempre te digo que tienes las mejores ideas del mundo, pero ahora solo estás siendo un estúpido. ¿Robarle el hamster a tu vecina solo por tu perro? Si dentro de una semana no encuentras a Gureum, le regresaras la mascota, le dirás que ya lo encontraste y la dejarás en paz. No puedes quedarte con su hamster todo el tiempo que Gureum esté desaparecido.
—Concuerdo con él. —le siguió Dahyun.
—Yo también —tercio Tzuyu mientras se levantaba del sillón en el que estábamos—. Será mejor buscar a Gureum al parque para ya terminar con esto de una vez.
Nuevamente todos salimos de la casa dejando al hamster en el centro de la mesa de la sala de estar. Esta vez todos caminamos juntos hasta el parque, ya no nos separamos por nada y comenzamos nuestra búsqueda en ese lugar.
Luego de un largo tiempo, no pudimos encontrar a Gureum por ninguna parte. En este momento no sabía si mi vecina había dicho la verdad, o tal vez sí pero ya Gureum pudo haberse ido a otro lado un poco más lejos de la zona.
Al final dimos por terminada la búsqueda. Dejé que los chicos se fueran a sus casas porque ya se estaba haciendo demasiado tarde como para seguir en las calles.
Yo me regresé solo a casa y luego entré a mi cuarto junto con la jaula del hamster. Lo dejé a un lado de mi cama y yo me tumbé en esta boca abajo tratando de no pensar en lo peor si no volvía a ver a Gureum. Sin embargo, no me había dado cuenta que sin querer ya estaba comenzando a llorar.
Me limpié las lágrimas que aún estaban saliendo y tomé la guitarra acústica que tenía en una esquina de mi habitación. Volví a sentarme en mi cama y comencé a tocar cualquier canción que se me viniera a la mente. Una de ellas fue Somewhere over the rainbow, esta fue una de las primeras canciones que me pude aprender ni bien me regalaron la guitarra.
Acompañé la melodía de la canción con mi voz. Tarareé toda la letra hasta que al fin pude calmarme.
Tal parece que al hamster también le gustó la canción porque dejó de correr en su rueda y se quedó tranquilo caminando de un lado a otro en su jaula buscando una salida para escapar.
¿Por qué todos los animales deben ser así? Tienen a sus dueños peor igual quieren escapar. Entiendo que quieran ser libres, pero cuando quieres mucho a algo no puedes permitir que se vaya.
Haciéndose casi la una de la mañana, al fin dejé mi guitarra a un lado y me arropé para ya irme a dormir. No quería que más tarde me pasara lo que me pasó ayer en la universidad.
***
—Te estoy diciendo que no sé qué hacer. Realmente fue tan repentino esa salida, porque ni siquiera es una cita, simplemente me dijo que iba a haber una feria en su universidad porque estaban de aniversario. Me dijo que iban a ir sus amigos por lo que no estaremos tan solos, y yo le dije que más tarde le daría una respuesta porque estaba ocupado, pero ni siquiera le pregunté cuando era. —Dice Taehyung, a mi primo no se le dio mejor idea que ir a mi casa después de sus clases para contarme de la cita que tenía con la chica de hace semanas—. Debes de ayudarme, ve conmigo.
—No, Taehyung —lo miré con desagrado. Realmente él no sabía qué hacer sin mí—. Es tú salida, tú chica, yo no pinto nada ahí.
Me fui de la sala para ir a la cocina y servirme una taza de chocolate caliente que mi mamá había hecho hoy en la mañana antes de irse con mi tía y con Jaemin a su visita con el pediatra. También saqué otra taza para Taehyung, ya que sé que él es un amante de esta bebida, y más si era con un ambiente frío como el de ahora.
Taehyung siguió insistiendome hasta más no poder con el asunto que vaya con él. El chocolate caliente no hizo que este se callara y que cambiara de tema, literalmente ya me estaba hartando con su pánico hacia las citas y hacia las chicas que están interesadas en él.
—Apesar de que me lo pidas de rodillas, mi respuesta va a seguir siendo no. —Digo cuando volví a sentarme en mi sillón preferido. Taehyung hizo una mala cara y miró con tristeza su taza de chocolate—. Mira, somos primos y supuestamente dicen que entre ellos se conocen la mayoría de sus secretos, pero no puedo rescatar ningún secreto tuyo que me sirva para entender el miedo que tienes hacia las chicas.
—No es nada, olvídalo —respondió tomando su primer sorbo al chocolate—. Wow está muy rico —habló para sí mismo.
El timbre de la puerta sonó en esos instantes cuando quería preguntarle varias cosas a Taehyung, ya que sabía qué frases utilizaba él para evadir un tema que le traen muchos recuerdos. No obstante tuve que levantarme de mi asiento para ir a abrir la puerta, ninguno de mis amigos me había dicho que me vendrían a visitar, era sábado, ellos mayormente salían a comer con sus otros amigos o simplemente se quedaban en casa.
En fin, tal vez alguno de ellos quiere perder su tiempo dentro de mi casa.
Cuando abrí la puerta me di cuenta que se trataba de Wonju, mi compañero de trabajo de hace unas semanas —que por cierto obtuvimos un diecinueve gracias a él—. Él se encontraba con una sonrisa en su rostro y me saludó rápidamente.
—Hola Nain, ¿puedo pasar?
—Claro, no esperaba a que vinieras a verme. —me hice a un lado de la puerta para que él entrara. Cuando lo hizo, cerré la puerta y lo guié hasta la sala—. Wonju, él es mi primo Taehyung. Taehyung, él es Wonju, un compañero de clases.
—Hola. —lo saludó Taehyung aún manteniendo esa mirada triste.
A mi primo algo le pasa.
Wonju se sentó a un extremo de Taehyung y comenzó a hablarme de la razón por la cual había venido a mi casa. Si bien es cierto, gracias a este trabajo ambos nos pudimos conocer mejor y llegar a ser un poco más cercanos. Sabía pocas cosas de él y de su vida, y Wonju también sabía ciertas cosas de mí; y debía de admitir que era muy agradable.
—Bueno, no sé si recuerdas esa vez que te conté sobre mi primo el que era profesor —Asentí. Wonju sacó unos boletos de su bolsillo y me los entregó—. Él me dio estos boletos para el festival que habrá en la universidad que trabaja... —Taehyung abrió sus ojos y regresó a mirarlo contento.
—¿Trabaja en la universidad de Hongik? —Wonju asintió a la pregunta de Taehyung y este comenzó a reírse en mi cara—. Yas ves blanquita, el destino quiere que vayas con tu primo.
—¿Tú también irás? —Taehyung borró su sonrisa en un segundo y encogió los hombros—. Los eventos de ahí siempre son lo máximo, según mi tío dice que contratarán a un dj famoso para el concierto. Ellos siempre celebran a lo grande sus aniversarios, a comparación de nosotros.
—¿En serio? —Asintió sin quitar esa pequeña sonrisa de sus comisuras—. Bueno, no sé si podré ir. Mi primo también me estaba invitando a esa feria gracias a una amiga que tiene ahí, pero estos eventos no son de mi interés. Quizás si les digo a mis amigos sobre esto se animen. Igual gracias por invitarme.
—Está bien, no te preocupes. Avísame si te animas, mi padre me prestará su auto ese día y tal vez podamos ir todos juntos en grupo. —propuso y yo asentí. Poco tiempo después Wonju se levantó de su asiento para decirme que ya debía de irse.
Lo acompañé hasta la salida y me despedí de él con un abrazo. Cuando ya estaba a punto de cerrar la puerta, mi vecino salió con una bolsa negra que supuse que era su basura.
Ya había pasado casi una semana desde que entró sin permiso a mi casa para llevarse a Dumpling, jamás volvió a hablarme cada vez que nos cruzabamos y yo ya me estaba desesperando. No porque él no me hablase, eso es lo de menos, lo que más preocupaba era mi hamster y de cómo lo esté tratando.
Le avisé a Taehyung que saldría unos segundos de la casa. Cerré la puerta y crucé la pista antes de que Jungkook se metiera otra vez a su casa.
—Oye, ¿ya piensas devolverme a mi hamster? —pregunté tomándolo del antebrazo.
Jungkook me miró por unos segundos y bufó.
—Te dije que te lo devolvería cuando encontrara a Gureum, y hasta ahora no lo hago. Y tú eres una mentirosa, dijiste que viste a mi perro en el parque, ¿y qué crees? No estaba ahí —respondió molesto—. Si ambos queremos terminar con este pleito entre nosotros y desaparecer de la vida del otro, devuélveme el dinero que te presté. En serio lo necesito más que tú y tus cositas absurdas de arquitectura.
—¿Eres lilipendo? —Jungkook frunció su ceño por unos segundos, hizo el ademán de hablar pero luego ya no—. Se nota que no tienes idea de qué significa la palabra. Como sea, ninguna carrera es absurda ¿okey? Y debes aceptar con ese cerebro que tienes y que lo haces funcionar todos los días, si es que lo haces, que el dinero que tú me diste fue justo cuando esa rata que tienes por mascota casi me deja con una mala nota. Y como tú mismo dijiste esa vez en mi casa, el problema es entre tú y yo, qué mierda tiene que ver mi hamster en esto.
—¿Y qué es lo que harás entonces? —me retó arqueando una de sus cejas.
—Yo sí me considero una persona educada y con modales por lo que te aseguro que no entraré a tu casa como si fuera mía e invadiría un espacio que la mayoría de personas lo consideran como privado —me crucé de brazos sin dejar de mirarlo a los ojos. Él frunció el celos en todo el tiempo que yo estaba hablando—. Te doy hasta la otra semana para devolverme a hamster, y si no lo haces, me temo que tendré que hablar con mis padres sobre esto para que lo solucionen a su manera. Y te aseguro que no quieres ver a mi padre enojado, él se vuelve una bestia cuando se meten con su pequeña.
—No me das miedo, ricitos de oro. —replicó de manera burlona—. Tú y yo sabemos perfectamente cuál es la solución a este problema, pero creo que a ti te gusta mantenerte cerca de mí ¿verdad? Ya sabes, escuchar mi voz, imaginarte miles de momentos conmigo ya sean románticos o situaciones en las que estemos discutiendo. Tú dime, ¿te gusto? —sonrió de lado mientras que con una de sus manos jugaba con un mechón de mi cabello.
—Gracias por preocuparte por mis gustos, pero te juro que no son tan malos como para enamorarme de ti. Además de causarme estrés, se nota que eres muy narcisista contigo mismo, ¿tanto te amas como para afirmar que yo estoy enamorada de ti?
—No es por mi narcisismo. Lo que pasa, querida vecina, es que parece que a ti te gusta dar un vistazo a los perfiles de Instagram que te hablan, ¿o ya se te olvidó cuando le diste like a una de mis publicaciones? Y para ser más específicos, fue en ese video en donde yo estaba cantando una canción romántica. —sonrió con superioridad mientras que yo quería creer que esto solo lo estaba diciendo para asustarme, pero no estaba segura de ello—. ¿Acaso quieres que te la cante? Séeme sincera y dime cuántas veces la escuchaste antes de irte a dormir.
—No sé de lo que estás hablando, pero ya sabes, una semana para que me lo devuelvas. —Dije entre dientes mientras me marchaba lejos de él.
—¡Ten un linda tarde! —gritó alegre. Sabía que lo hacía solo para molestarme.
Regresé a mi casa y Taehyung se encargó de abrirme la puerta para que yo pasara. Él, mientras que yo no estuve, tuvo la idea de preparar mini pizzas con los panes que había encontrado.
Me animé en ayudarlo y de paso aproveché la oportunidad de preguntarle todo lo que yo quería saber acerca de su filifobia. Sin embargo, él terminó por no decir nada y evadir cada vez que podía mis preguntas, a veces era extraño que Taehyung se comportara de esa manera.
**
Lo que prometí no hacerlo lo estaba haciendo justo ahora. Hace unos cuantos días atrás les dije a mis amigos sobre el festival de la universidad de Hongik, y como ellos les pareció divertido e interesante el hecho de poder asistir, aceptaron la invitación de Wonju —porque él sabía más del tema que yo— y de paso me jalaron a mí al plan. A veces odio que la presión grupal sea más poderosa que la palabra y la decisión de uno mismo.
Es por ello que ahora estaba en el auto de Wonju junto a todo mi grupo dirigiendonos a la universidad para disfrutar de ese evento. Sehyeon y Sunoh comenzaron a discutir sobre temas triviales que hicieron reír a todos en el auto, por una parte estaba Wonju quien se sentía en confianza con nosotros por ellos mientras que por otro lado estábamos Namjoon y yo pensando en qué momento acabaría su pleito.
Al final comprendí que el tema de su discusión era la cantidad de zapatos que tiene una mujer en su armario. Sehyeon inició con la discusión cuando Sunoh soltó un comentario de una publicación que había visto por su Instagram que se relacionaba al tema y del cual se estaba burlando.
Su pelea acabó cuando Wonju nos dijo a todos que ya habíamos llegado. Sehyeon era la que estaba más presentable para el evento, tenía una chaqueta de cuero con un polo blanco dentro de sus jeans sueltos color negro y unos botines de poco tamaño. Sunoh iba casi igual que ella, solo que él se decidió más por una chaqueta de mezclilla que una de cuero.
—Esto va a estar bueno —Dijo Sehyeon mirando hacia por todos lados. Tomó de mi muñeca y me jaló para ya entrar al festival—. ¡Mira tienen una montaña rusa! ¡Hay que subirnos ahí primero!
—¡Escuché que una banda de rock iba a tocar antes de que el dj apareciera! —comentó gritando Sunoh, la música se escuchaba por lo alto—. ¡Hay que ver si ya se presentaron!
Sehyeon mostró su mueca de disgusto cuando la mayoría aceptó la idea de Sunoh, Wonju se desapareció por unos segundos de nosotros, pero luego vino con unas cinco botellas de Corona para cada uno. Él mismo nos guió hasta donde se daría el concierto, y por ahora sólo estaba un chico de la facultad de música cantando algunas canciones de algunos músicos famosos como Shawn Mendes, Ed Sheeran, entre otros artistas.
Cada vez que las canciones estaban como para bailar, entre todos hacíamos un círculo y divertirnos en conjunto. Todo estuvo bien hasta que el ruido de una guitarra eléctrica hizo eco por todos lados y luego los gritos de algunos chicos, incluyendo a Sunoh, se hizo escuchar.
La banda de rock había hecho aparición en el escenario e iniciaron con una canción llamada Skater Boy de Avril Lavigne, según Sunoh. Todos comenzaron a saltar y a acompañar a la cantante con la letra de la canción. Sorprendentemente Sehyeon se unió a esa eufórica presentación cantando a todo pulmón el coro de la canción, me sentía un poco rara al saber que mi grupo se sabía la letra de la canción por el hecho que fue famosa en su tiempo pero menos yo me la sabía.
Después de esa canción siguieron varias, algunas de Elvis Presley como lo era de Jalhouse Rock en versión rock. También tocaron algunas canciones de Queen que orgullosamente puedo decir que me las sabía.
Ahí pasamos la mayoría del tiempo hasta que la banda se despidió después de haber cantando como veinte canciones sin parar. El organizador de este evento puso música de cualquier artista mientras que el dj se iba prepararando para su presentación.
Como Sunoh había quedado satisfecho con la música de la banda, ahora sí nos fuimos a los juegos que Sehyeon había dicho. Primero todos nos subimos a la montaña rusa en donde terminé un poco mareada, luego nos fuimos a unos puestos para jugar y ganarnos algunos premios. También paramos un momento de nuestra diversión cuando Namjoon se dio cuenta que había una cabina de fotos.
Todos juntos entramos para tener un recuerdo de este día. Luego de que la máquina nos diera las fotos, Sehyeon se encargó de repartirlas entre todas.
Sin querer, me estoy divirtiendo mucho en este evento.
Junto a mi grupo seguimos caminado por todo el lugar para encontrar la kermés y comer algo. Todos nosotros estábamos muy hambrientos. Sin embargo, un grupo de amigos como nosotros fue pasando cerca de nosotros y accidentalmente Namjoon hizo tropezar a una haciendo que se cayera.
—Oye —reclamó uno de los chicos a nuestras espaldas—, ten más cuidado por donde caminas, idiota.
Regresamos a mirar hacia atrás y ahí noté que estaba mi primo con dos chicas, dos chicos y mi vecino Jeon. Realmente deseaba que esto fuera una broma de mal gusto, ahora se supone que debo de encontrarme con ese molesto ser humano por donde vaya.
—¿Cómo me llamaste? —masculló Namjoon al chico de tez trigueña y cabello marrón.
—Al parecer además de estar ciego, eres sordo —respondió de la misma manera que Namjoon. Miré a ambos y traté de llamar la atención de Namjoon para irnos, peor decir que él ya estaba muy cabreado era poco—. Disculpate con mi amiga.
—Nain también debe disculparse con Dahyun, no quiere devolverle su dinero. —terció Jungkook haciendo que todos regresaran a mirarme—. Tal parece que tu grupo es igual de grosero que tú, lilipenda.
—¿Él es tu vecino? —me preguntó Sehyeon ya molesta por todo este Encuentro. Yo asentí no tan segura de lo siguiente que ella haría—. ¿Me estás diciendo que este fallo de Australopithecus es tu vecino?
—¿A quién llamas Australopithecus? —Dijo Jungkook al sentirse ofendido por su comparación.
—Creo que no entendió el término —comenté para provocarlo un poco más—. Tiene una deficiencia tan grande de materia gris que seguramente flota.
—¿Qué fue lo que dijiste? —dijo el otro chico que era de menor estatura que todos—. Oigan, si van a pelear, que sean con insultos que pueda entender.
—Ellos quieren atacar con ciencia, ¿se creen más cultos que nosotros? —habló el chico quién había insultado desde el inicio a Namjoon.
—¡Oh, miren! Un homo habilis acaba de descubrir sus pulgares opuestos. —respondió con sarcasmo Namjoon. El chico regresó a mirarlo molesto mientras que los demás disfrutábamos de este momento.
—¡Basta! —espetó la chica a quien habían llamado Dahyun—. ¿Ella es Nain? —le preguntó a Jungkook y él asintió—. Mira, Nain, yo no soy como Jungkook de idiota pero realmente yo necesito que le devuelvas ese dinero, porque era mío.
—¡Ese pedazo de nanobio mutante debe de saber que Nain no le va a devolver nada! Que le haya dado dinero fue una solución inteligente que su pequeño cerebro de rata haya podido hacer. —Dijo Sehyeon, ella estaba dispuesta a defenderme a capa y espada—. Espera, tengo algo para ti —ella hizo el ademán de rebuscar en los bolsillos de su chaqueta hasta que no sacó nada pero igual actuó como si estuviese sosteniendo algo—, se te perdió la nariz cuando te metiste en un asunto que no te incumbe.
—¿Te refieres a mí o a ti, bonita? —respondió—. Es mí dinero, lo repito, el que ella ha gastado.
—No me sorprende que se quede callada, las respuestas emocionales se originan en la porción primitiva del cerebro llamada amígdala, mientras el lenguaje se centra en la más reciente y desarrollada Neocórtex. La primera domina a la segunda, por lo que literalmente te deje sin habla. —dijo el chico de cabello marrón.
—Hablen como personas normales —intervino otra vez el chico de estatura baja.
—¿Saben qué? Ya me cansé de esto. Mi problema es con Jungkook, y supuestamente con esta chica; pero lo siento si es que Jungkook me dio tu dinero, él debió de dármelo y ya no puedo hacer nada para recuperarlo. —me encogí de brazos y luego los crucé—. Mejor dile a él que te devuelva el dinero con su propia plata y deje de hostigarme a mí.
—Qué simpleza la tuya —atacó Jungkook—. Tú me debes dinero.
—Notifiquen a los editores del diccionario de la Real Academia Española, la palabra simpleza no solo significa que una cosa es poco inteligente o absurda que se comete o se dice, ahora también es un insulto a mi persona cuando tengo la razón —respondí con sarcasmo. Jungkook se enojó mucho más que me haya burlado de él—. No te preocupes por decepcionarme con un insulto muy bajo, mis expectativas por ti son las mismas y dudo mucho que logres cambiarlo.
—No se metan con nosotros, somos una mafia —concluyó Sehyeon. La chica del dinero intentó acercarse a ella con intenciones de atacarla, pero uno de sus amigos la detuvo—. ¿Piensas golpearme? —la retó haciendo lo mismo que que la chicas, no obstante, gracias a Sunoh no pudo hacer mucho.
—Es mejor que nos vayamos —sugirió él apartando a Sehyeon de todos.
—¡No se metan con nosotros o ya verán!
Miré una última vez a Jungkook disfrutando en mi interior su amargura. Luego miré a Taehyung que estaba asombrado por lo que acababa de pasar, quizás le habíamos arruinado la cita con su chica, pero esos chicos se lo buscaron y terminaron encontrándose con dos chicas que están listas para atacar de manera inteligente.
Respaldada de Wonju y Namjoon nos alejamos de ese lugar y salimos disgustados del festival por la pelea en la que nos habíamos metido. Volvimos a subirnos al auto de Wonju y él manejó hasta un restaurante cercano para invitarnos algo de comer.
***
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