2 de mayo de 1974

Después de ese momento es verdad que tuve que salir de ahí porque me había afectado demasiado ver a mi hermana en el suelo sin vida. Sentía culpa aun sabiendo que era un miedo, pero eso no evitaba que me sintiera culpable por verla así. 

Era como si no hubiera podido hacer nada. 

James salió también para ir conmigo y pasó todo el día a mi lado para hacerme olvidar un poco lo que había pasado en clase, la verdad es que estaba muy agradecida por tenerlo a mi lado, porque siempre solía sacarme una sonrisa.

Además, James era un chico muy agradable y divertido, que siempre estaba ahí para sus amigos, para ayudarlos en cualquier problema o simplemente para animarlos.

Él se merecía lo mejor del mundo porque era el chico más increíble que había conocido, era gracioso, amable y tenía un gran corazón.

Ahora me encontraba en la biblioteca porque quería hacer algunas tareas para que de ese modo no tuviera que dejar nada a último momento, era algo que no me gustaba, así que prefería tenerlo todo preparado por si acaso.

Para mí los estudios eran algo demasiado importantes, así que me lo tomaba demasiado en serio, aunque también me gustaba pasar tiempo con mis amigos y hacer alguna que otra broma.

Pasé la página, las tareas que tenía que hacer no eran tan complicadas como yo pensé. Por un momento pensé que me costaría bastante, pero atender en clase había ayudado bastante. Estaba segura de que los chicos me pedirían ayuda o al menos copiarlo, porque seguro no tuvieron tiempo para hacerla por tantas bromas.

De pronto las puertas se abrieron y levanté la mirada para encontrarme a James buscando a alguien con la mirada, estaba solo, lo cual me sorprendía un poco. Decidí seguir a lo mío, no porque no quisiera hablar con él, pero tal vez estaba buscando a otra persona y no quería interrumpir su búsqueda.

Seguí a lo mío tranquilamente, hasta que le escuché.

—¿Lizzie? —levanté la mirada para encontrármelo con una sonrisa acercándose a mí.

Le correspondí la sonrisa.

—James, ¿qué te trae en la biblioteca? —él se sentó a mi lado sin dejar de sonreír. Dejó sus cosas en la mesa, ¿cómo es que no me había dado cuenta de eso? Tal vez estaba concentrada en verle el rostro, ¿pero qué estaba diciendo? Negué mentalmente. 

Estaba loca, bueno, pero no podía evitarlo, James era bastante lindo.

—Bueno, venía a estudiar contigo, sueles venir casi todos los días y es difícil tenerte disponible —solté una pequeña risa.

—No mientas, siempre que puedo hago un hueco para mis amistades.

—Shhh, déjame. Me gusta hacerme el dramático —volví a reír por ese comentario. James sí sabía como hacer reír a alguien. 

Era un don suyo, que sinceramente me gustaba demasiado y esperaba que nunca cambiara.

—¿Entonces vas a estudiar? Nunca pensé que te vería de esta manera —él me miró ofendido y yo intenté guardarme la risa, pero era algo imposible, porque su cara a veces me hacía gracia porque sabía que no estaba ofendido de verdad.

—Me dueles —volteé ligeramente los ojos viéndole divertida.

—Si claro, maldito exagerado que eres —él soltó una pequeña risa agarrando uno de sus libros, seguramente para estudiar, ya que en unas semanas tendríamos un examen de Transformaciones y también teníamos que entregar algunos trabajos importantes. 

—¿Tú estás avanzando en los trabajos? —asentí con una pequeña sonrisa siguiendo a lo mío bastante concentrada.

—Si quiero quitármelos de encima y seguir estudiando para el examen que tenemos.

—Esa es una muy buena idea Lizzie —asentí soltando una pequeña risa, como si él no me conociera—. Por cierto, si no es mucha molestia, necesitaría tu ayuda para algunos trabajos, claro si quieres.

Levanté la mirada para verle con una sonrisa.

—Obvio, ya sabes que siempre que necesites mi ayuda puedes pedírmelo.

—Lo sé, pero tampoco quiero sonar interesado o que pienses que soy un estúpido que no sabe hacerlo —en ningún momento había pensado en ello. 

Sí, a veces podía ser un idiota, pero cuando se trataba de las clases, era bastante estudioso, lo sé, algo demasiado raro en él, pero era la verdad. No solía verlo pidiendo ayuda y siempre intentaba ir al día porque él sabía lo que quería hacer y también sabía que se estaba jugando su puesto en Quidditch.

—Jamás pensaría algo así de ti, es más, siempre que quieras podemos venir y hacer los trabajos juntos total, a mí no me importaría, es más me haría feliz —él sonrió asintiendo emocionado.

—Entonces, si no te importa compañera de trabajo, ¿podemos empezar en este mismo momento? Claro si quieres y no tienes nada importante que hacer —sonreí divertida, el plan era bastante bueno, además, en eso estaba antes de que él apareciera, así que si me gustaría porque seguramente se me haría más ameno todo.

—Claro, además, por si no lo recuerdas en eso estaba antes de que llegaras —él se sonrojó y aparto ligeramente la mirada, haciendo que sonriera aún más porque se veía demasiado adorable de esta manera—. Awww, qué adorable. Nunca te vi tan sonrojado, y te ves muy lindo.

Él se sonrojó todavía más y solté una pequeña risa.

James Potter parecía un tomate, pero un tomate realmente lindo.

—Calla mujer —susurró apenado abriendo su libro para empezar a leer, el problema de todo esto es que tenía el libro al revés.

—Me callo, pero debo confesarte algo —él levantó la mirada para verme confundido.

—¿Ocurre algo? Ya sabes que puedes contarme lo que sea, y ni te preocupes porque se quedara entre nosotros y claro, si necesitas matar a alguien o cualquier otra locura yo te ayudo sin problema. Aunque si quieres matar a alguien, dependiendo de a quién, pues intentaré que no cometas esa locura —sonreí, ¿ya dije que era lindo? Pues lo vuelvo a decir todas las veces que me den la gana.

James Potter, era muy lindo y tenía un gran corazón.

Además, era tan tierno y esas gafas le sentaban demasiado bien.

¿Qué demonios estaba diciendo? Por Merlín, se supone que era mi mejor amigo, aunque tal vez no es que estuviera diciendo nada malo.

No era nada malo decir lo lindo que era, ¿o sí? No sabía que me estaba pasando, pero tal vez cuando viera a Marlene, lo consultaría con ella urgentemente. Ella sabría qué decirme, aunque seguramente fuera una locura, porque la mujer era demasiado directa, así que tenía miedo de lo que pudiera decir.

—Tienes el libro al revés, aunque bueno, si puedes hacerlo de esa forma entonces está bien —James bajó la mirada para ver su libro y se sonrojó todavía más, si es que eso era posible y solté una pequeña risa.

—Por Merlín —le escuché susurrar y se levantó rápidamente—. Iré a por un libro —habló tan rápido que fue un milagro poder entenderle. Iba a decirle algo, pero él ya había desaparecido por los pasillos de la biblioteca.

Negué divertida y también un poco confundida por la reacción de James, ¿qué le estaba pasando? Es como si estuviera nervioso de tenerme cerca, aunque tal vez era producto de mi cabeza y solo estaba nervioso por sus entrenamientos y las clases.

Sí, seguramente sería por eso, no podía montarme una película, así que sonreí al recordar lo sonrojado que estaba y seguí con mis trabajos esperando a que James volviera para poder trabajar juntos.

Seguramente sería una tarde de estudios demasiado divertida teniendo a James conmigo. Porque siempre que estaba James a mi lado, siempre había risa y me hacía sentir demasiado bien.

Y eso era algo que realmente me encantaba, me encantaba pasar tiempo con James y jamás podría cansarme de ello.

NOTA DE LA AUTORA

Aquí tenéis un nuevo capítulo, ya sabéis que es una duología con @givi_black  y tenéis su libro en su perfil. Se llama The Reason is You ||Regulus Black||

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Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #somebodytoyouwattpad ❤

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