23 de noviembre de 1973

Ya estaba cursando desde hace unos meses tercer año y es como si fuera ayer cuando subí al tren que me llevaría a Hogwarts dejando a mi hermana y a mis padres.

Aún recuerdo el día como si fuera ayer, estaba demasiado nerviosa por ir, no me esperaba para nada que me llegara la carta, supongo que fue porque no llegué a pensar demasiado sobre el tema. Pero por mi cumpleaños número once me llegó la carta de Hogwarts, obviamente al principio de tanta emoción no me creí que fuera verdad, hasta que toda mi familia estaba alrededor de mí abrazándome mientras me felicitaban.

Ahora me encontraba rumbo a mi clase junto a Marlene y Dorcas, nos tocaba Defensa Contra las Artes Oscuras que era impartida por el Director Albus Dumbledore. Era un buen profesor y sus clases eran demasiado entretenidas. Así que la verdad es que sí tenía ganas de ir y de aprender cosas nuevas.

Mi hermana Emily, estaba cursando su segundo año en Hogwarts y aunque creí que estaríamos en la misma casa, a ella el Sombrero Seleccionador le dijo que estaría mejor en Ravenclaw, no era para nada mala casa, ninguna casa lo era. Además, si lo pensabas, Emily sí tenía todas las características para ser una increíble e inteligente Ravenclaw, así que estaba demasiado orgullosa por ella.

También debía decir que en el Tren había conocido a cuatro chicos demasiado bromistas, bueno, digamos que dos más que los otros dos. James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew, debía reconocer que eran unos niños encantadores. 

James, tenía el pelo azabache y sus ojos avellana le hacían ver demasiado lindo, por no decir que con las gafas James era demasiado adorable, era alto, pero no tanto como Remus, era sangre pura y no creía en la supremacía de la sangre. 

Sirius Black tenía el cabello largo y negro, llamativos ojos grises y un aire de "elegancia casual". Tenía casi la misma estatura que James y era demasiado dramático cuando se lo proponía.

Remus tenía el cabello castaño al igual que sus ojos y era demasiado alto, tenía algunas cicatrices en su rostro y llevaba ropa no muy nueva.

Peter tenía el pelo rubio y los ojos azules, era un poco más bajo que el resto y era demasiado tímido. 

En fin, esa era una descripción breve de los chicos porque no tenía caso describirlos aún más, no quería ser una enamorada más en su lista. En verdad no me consideraba eso, pero en Hogwarts las cosas están como están.

Como dije anteriormente me encontraba de camino a mi clase junto a Marlene y Dorcas, las tres estábamos teniendo una conversación demasiado agradable y estábamos hablando sobre lo que haríamos cuando llegaran las vacaciones de invierno.

—Creo que mi familia dijo que iríamos a Francia, pero no tengo ni idea —reí al escuchar a Marlene al igual que Dorcas.

Llegamos a la clase y Dorcas se fue a sentar con Mary, Marlene y yo nos sentamos juntas como solíamos hacerlo siempre. Los chicos aparecieron poco después y James y Sirius se sentaron detrás de nosotras y Remus y Peter delante de nosotras.

—Buenos días hermosas —tanto Marlene como yo nos miramos divertidas y volteamos los ojos para darnos un poco la vuelta para verlos. Sirius solía ser demasiado coqueto, y eso lo demostraba todos los días.

De pronto Dumbledore entró en clase.

—Buenos días alumnos, creo que en esta nueva clase lo mejor sería mover las mesas y las sillas, necesitamos todo el espacio del mundo —nos levantamos y todos empezamos a mover todo a cada lado de la clase. James se ofreció a ayudarme y aunque le insistí en que era capaz, él siguió queriendo ayudarme.

—Gracias —susurré con una pequeña sonrisa.

—No es nada castaña —sonrió.

—Bien poneros en fila. Bueno, alumnos hoy practicaremos un hechizo nuevo. El encantamiento Riddikulus, se utiliza para defenderse de un Boggart. ¿Alguien sabe lo que es? —había levantado la mano porque yo sabía de esas criaturas, incluso Remus también había levantado la mano—. Señorita Carter.

—El Boggart es una criatura que se convierte en la cosa que más teme la persona que lo enfrenta, para combatirlo debes tener mucha concentración y se dice que si lo combates en pareja es más fácil porque se confunde.

—Muy bien señorita Carter... Cinco puntos para Gryffindor —me regaló una pequeña sonrisa y la clase dio comienzo.

En estos momentos solo quedábamos los Merodeadores, Marlene, Dorcas y yo. 

El primero fue Peter que vio a Voldemort, le miré y el pobre estaba demasiado asustado. No estaba segura de que pudiera conjurar el hechizo, esperaba que sí para que no tuviera que sufrir más. Su miedo era Voldemort haciéndole daño a la gente que le importaba.

Después de que él conjurara el hechizo se fue al final. Esta vez fue el turno de Dorcas, la verdad es que el de los demás eran medianamente miedos normales, pero tenía la corazonada de que los nuestros no lo serían, porque su boggart se convirtió en su madre sin vida. Ella rápidamente conjuró el hechizo y se fue con Peter. 

Todos los demás tuvieron que enfrentarse a su miedo hasta que los últimos fuimos James y yo. La verdad es que después de ver todos los miedos de mis amigos, no quería para nada ver el mío. No sabía si estaba preparada para enfrentarlo, porque sabía perfectamente que se trataría de mi familia.

Le pedí por favor a James que fuera él antes porque quería prepararme mentalmente para lo que pasaría en unos minutos.

El miedo de James era perder a la gente que amaba y era un miedo normal si lo pensabas de esa forma. No siempre podrías tener miedo a las arañas o a los payasos. A veces los miedos eran más personales y menos superables. Tal vez pudieras vivir con la muerte de un ser querido, pero algo estaba claro y es que el dolor nunca se iría del todo. Lo único que quedaba era vivir con ese dolor y vivir momentos inolvidables para que cuando llegara el momento tuvieras buenos momentos que contarle a esa persona.

James conjuró el hechizo a la perfección y se acercó a mí con una sonrisa.

—Buena suerte Lizzie —sonreí y fue mi turno de enfrentarme a mi miedo.

Por obvias razones adiviné mi miedo, era demasiado obvio que sería mi familia muerta, pero sobre todo era ella, mi hermana.

Tal vez nunca lo admitiría porque era una persona que prefería guardarse todo, pero estaba segura de que sin mi hermana no podría vivir.

Emily era demasiado importante para mí y si la perdía a ella lo perdía todo. Ella era una parte muy importante de mí y no podía perderla, no a ella.

Por esa misma razón la protegía tanto, aunque sabía perfectamente que podía cuidarse sola. Ella siempre lo hizo, desde siempre se supo cuidar sola y era algo que admiraba mucho de ella. A veces sentía que era mala hermana por no pasar tiempo con ella o por no prestarle la atención suficiente, pero nunca lo hice para hacerla sentir mal.

Era mi orgullo y todo lo que necesitaba para ser feliz. Mi hermana era la chica más increíble que conocía y sin duda alguna se merecía el mundo.

Emily era mi persona y si estuviera en problemas yo estaría ahí inmediatamente para ayudarla.

La amaba demasiado, sin duda, y esperaba que lo supiera. Siempre estaría para ella al igual que ella siempre estaría para mí.

NOTA DE LA AUTORA

Aquí tenéis un nuevo capítulo, ya sabéis que es una duología con givi_black y tenéis su libro en su perfil. Se llama The Reason is You ||Regulus Black||

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Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #somebodytoyouwattpad ❤

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