dos.
02. | AL MENOS PODRÍAS LIMPIAR LA SANGRE.
Sus ojos escanearon la pantalla de la computadora mientras se encontraba sentada en el sofá, la punta de su pulgar descansando sobre sus labios. Inhaló profundamente, antes de exhalar mientras leía los emails que había recibido recientemente. Habían varios por parte de la pandilla de Mystic Falls, principalmente de Bonnie, Caroline y Matt.
Bonnie estaba siendo Bonnie, contándole cada detalle sobre cómo su magia estaba mejorando. Mencionó cada hechizo que aprendió, junto con la experiencia de convertirse en una mejor bruja en general. A Laurel no le molestaba escuchar todo esto, pero se volvió un poco excesivo cuando se trataba de lo mismo repetidas veces. Bonnie no solo hablaba sobre eso, sino que también contaba cómo Jeremy y ella estaban. Sorprendió a la pelirroja el escuchar que el Gilbert menor y la bruja Bennett habían comenzado a salir. Al principio creyó que era un poco raro, pero lo superó.
Caroline alardeó sobre el equipo de porristas, al igual que de su relación con Tyler. Normalmente, cuando Caroline le enviaba un email o un mensaje, ella le informaría sobre el status de su relación con Tyler. SI era bueno, Laurel siempre los apoyaba y solo le decía cosas buenas. Cuando era malo, ella se ofrecía para matar al lobo Lockwood o solo romper sus piernas. Esto siempre terminaría en Caroline llamándola y pidiéndole consejo. Laurel no sabía por qué lo hacía, ya que ella no había estado en una relación desde su año sophomore, cuando salió con el propio Tyler.
En cuanto a Matt, él siempre contaría algo diferente. Pero siempre tenía el mismo final en su emails. Le advertía sobre no acercarse demasiado a Damon, porque no quería que el vampiro la lastimara. Ella le aseguraba que estaría bien, porque ella podía lastimarlo tanto como él a ella. La única diferencia era que él tenía colmillos y nueve vidas, mientras ella estaba atrapada con solo una.
A pesar que ella y Matt siempre terminaban golpeando la puerta de la muerte, debido a su involucración con el grupo. Matt había casi muerto tres veces, y ella casi siete. Se tratara de un vampiro en búsqueda de venganza o un lobo siendo extra territorial. Ella preferiría lidiar con vampiros antes que con lobos. Ella podía al menos contar con no ser completamente mutilada, a diferencia de si estuviera lidiando con un lobo.
Con una pequeña sonrisa sobre su rostro, ella terminó con el email en respuesta al grupo de Mystic Falls antes de enviarlo. Más temprano, ella le había enviado un email a Stefan completamente diferente, relacionado a su problema con Elena. Ella estaba planeando en enviarle un email similar a la chica Gilbert, pero optó por no hacerlo por ahora. No necesitaba que Elena comenzara a reclamarle por involucrarse en su relación con Stefan y luego disculparme veinte minutos más tarde. Normalmente la perdonaba, sabiendo que Elena estaba tan enamorada con Stefan que temía perderlo.
Al apretar el botón de "enviar", ella pudo escuchar la puerta del departamento de Damon y ella abrirse. Su cabeza se lanzó hacia arriba y se encontró cara a cara con un Damon cubierto de sangre, cuya remera estaba completamente empapada con ella. Laurel le dio una mirada, y él simplemente se la devolvió.
—Ahora, si terminaste de mirarme, Lau, ¿serías tan amable de traerme otra remera?—, preguntó Damon. La chica cruzó sus brazos por sobre su pecho, causando que Damon le diera otra mirada. Soltando un bufido, ella se levantó e ingresó a la habitación de él.
—Será mejor que no creas que voy a dejar que te sientes con toda la sangre que tienes encima—, advirtió Laurel mientras sale de la habitación con una remera negra.
Damon había esperado que ella caminara hasta él, pero ella solo formó una bola con la prenda y se la arrojó. Le golpeó en el pecho, provocando que la mirada del vampiro bajara hacia su remera manchada con sangre antes de volver a ella. Él le dio una pequeña sonrisa arrogante antes de quitarse la remera. La chica rodó los ojos antes de ingresar a la cocina, abriendo el refrigerador y tomando una botella de agua. Damon entró a la cocina una vez que se colocó su nueva remera, y se apoyó contra la mesada al lado de ella.
—Entonces, ¿cómo está la pandilla?—, cuestionó Damon.
—Bien—, replicó Laurel con un ligero asentimiento —. Caroline y Tyler están mejor, Bon Bon aprendió más hechizos, Jer se está volviendo en un mejor cazador--.
—Nunca fue bueno—, irrumpió Damon.
Ella entrecerró los ojos antes de volver a hablar —. Elena no me ha enviado nada en un largo rato, lo que significa que sigue enojada conmigo por irme. Stefan y yo hablamos sobre ella y su problema. Entonces, Matt me advirtió sobre acercarme demasiado a ti, otra vez.
—El quarterback simplemente parece no creer que nuestra amistad sea una buena idea—, espetó Damon antes de caminar hacia el refrigerador. Él lo abrió y gruñó molesto antes de volver a cerrarlo, dándole una mirada significativa.
— ¿Qué?—, cuestionó ella. Él caminó hasta estar frente a ella, dando un pequeño asentimiento en dirección a su cuello —. Damon, literalmente vaciaste a tres personas en el club. ¿Cómo diablos sigues teniendo hambre?
Damon se encogió de hombros —. Solo vacié a dos personas, sabelotodo. Y sigo hambriento porque soy un vampiro. Esas dos chicas ni siquiera fueron buenas, por lo que no me llenaron. Y Lau, eres mi amiga. No sería la primera vez que tomara de tu cuello.
—Sí, porque la primera vez fue la primera vez que un vampiro me atacó y casi me asesinó para hacer un punto. Eres afortunado que lograste ser mi amigo. Casi me MATASTE, idiota. Si eligieras tomar de Matt y casi lo matas, él te odiaría más de lo que ya lo hace—, le recordó Laurel, haciendo que Damon soltara otro suspiro molesto —. La segunda vez que bebiste de mí fue para molestar a Stefan. Porque fue entonces cuando comencé a gustarle. Tercera, estabas molesto y necesitabas lastimar a alguien. SI no tenemos la amistad más jodida del mundo, no sé quién lo hace.
— ¿Terminaste?—, cuestionó Damon, su rostro formando un gesto de molestia.
Ella sonrió —. No.
—Por favor, termina—, la apuró y ella suspiró —. Dije por favor.
—Ugh, eres tan difícil—, suspiró Laurel nuevamente.
—Lo sé, pero igualmente me amas—, le recordó Damon.
—No te amo, eres mi amigo—, aclaró Laurel, arrojando su cabello hacia atrás para atarlo, pero Damon tomó su brazo —. ¿Qué?
—Me gusta cuando tienes el cabello suelto. Porque estaba así la primera vez que me alimenté de ti—, le dijo, haciendo que ella bufara —. No se sentiría bien si estuviera atado.
—Jesús—, murmuró ella —. ¡Bien! Solo bebe, idiota.
—Un placer—, sonrió Damon.
Ella lo observó mientras su rostro era decorado con venas debajo de sus ojos y estos se transformaban en un color rojo sangre. Él la tomó y hundió sus colmillos en su cuello. Ella pudo sentir sus dedos hundirse en sus costados, haciendo que su mano se alzara hacia su brazo y lo tomara con fuerza. Ella gimió antes que él se hundiera más profundamente en su cuello, haciéndola gemir más fuertemente. De alguna forma, ella pudo sentir a Damon sonreír en contra de su cuello, lo que hizo que su rostro entrara en calor.
Mientras Damon continuaba alimentándose de ella, él comenzó a dejarse llevar, haciéndola jadear. Ella golpeó su brazo, pero él no mostró señal de haberlo notado. O que planeaba detenerse pronto. Un pequeño grito abandonó sus labios y, entonces, Damon sacó sus dientes de su cuello. Su mano instantáneamente fue a su cuello y podía ver que Damon estaba tan limpio como nunca antes lo había estado.
Damon bajó sus ojos hacia su cuello antes de volver a sus ojos. Mientras ella observaba su mano manchada con sangre, él mordió su muñeca y se la ofreció. Ella observó su muñeca antes de mirarlo a él. Le dio una mirada y Damon se la devolvió.
—No me hagas forzarte—, advirtió Damon en un tono de voz profunda. Laurel rodó los ojos antes de tomar su brazo y colocarse sobre sus labios alrededor de la mordida en su muñeca.
Ella pudo sentir su sangre deslizarse por su garganta, causando que ella soltara un pequeño gemido en contra fe su mejor juicio. Damon sonrió arrogante antes de deslizarse detrás de ella, rodeando su cintura con sus brazos y colocándola contra su cuerpo. Ambas de las manos de ella se aferraron a su brazo mientras continuaba bebiendo susangre antes que su sentido común volviera a ella.
Damon era su mejor amigo. Y ella estaba bebiendo más sangre de que solía hacer cuando él se alimentaba de ella. Despegó sus labios de su muñeca antes de pasar el dorso de su mano contra su boca, limpiándose el exceso de sangre. No miró a Damon mientras salió de la cocina y se dirigió a su habitación.
Alcanzó su armario y sacó otra remera ya que la suya estaba manchada con sangre. Gruñendo con molestia, arrojó su remera a la basura. Se colocó la remera limpia antes de girarse para encontrarse con Damon apoyado contra el marco de la puerta.
— ¡Damon!—, gritó ella.
— ¿Qué? No es como si no te hubiera visto sin una remera antes—, replicó Damon, cruzando sus brazos por sobre su pecho —. Luces bien así.
—Damon, voy a dejarte—, amenazó y Damon rió.
—No lo harás—, negó Damon —. Has dicho eso un millón de veces pero, mira, aquí estás. Debe haber algo que te gusta de mí.
—No la hay—, respondió ella —. Eres mi amigo. Es lo único que serás.
—Muchas chicas me han dicho eso, Lau—, espetó Damon —. No serás excluida de caer por mis encantos.
Ella rió —. ¿Tienes encantos? Por favor.
— ¿No me crees?—, cuestionó él.
—Damon, estoy cansada—, dijo ella, cambiando de tema —. No tenía en cuenta que estarías tan sediento. Así que, porque quisiste otra comida, estoy exhausta. Déjame ir a la cama.
— ¿Quieres que te arrolle? ¿Que te sostenga entre mis brazos mientras caes dormida?—, sugirió Damon arrogantemente, provocando que la chica rodara los ojos.
—Llamaré a Stefan—, advirtió ella y él alza los brazos al aire en rendición.
—Está bien, está bien. Me tienes, cálmate—, asintió Damon antes de apuntarla con un dedo —. Pero tú y yo haremos algo divertido mañana.
—Como quieras, Damon—, respondió. Damon le dio una pequeña sonrisa antes de salir de la habitación.
Suspirando, Laurel caminó hacia su cama y se escondió bajo las sábanas. Ella miró su teléfono para ver que Stefan le había enviado un mensaje. Le preguntó qué estaba haciendo y si Damon había vuelto. Rápidamente, ella respondió explicando que todo estaba bien. Pero ni siquiera mencionó que él se había alimentado de ella. Porque sabía que si Stefan se enteraba que aquello había vuelto a suceder, él vendría desde Mystic Falls para matarlo.
Y había una parte de ella que no quería a Damon muerto. Incluso después de todo lo que le había hecho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro