Capítulo 6 Conversaciones interesantes
Leer la nota de autor al final. Importante
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Falda negra entubada por encima de las rodillas, camisa blanca de mangas tres cuartos, medias panty negras, bolero gris, tacones negros altos, bolso negro, maquillaje sencillo, pelo recogido en una semi-cola, pendientes cortos a juego con un collar sencillo, ambos negros. Parecía que estaba lista y también una muñeca de 30 años, respiró hondo y soltó el aire en un suspiro.
Esto es una locura.
Había enviado el currículum a la mañana siguiente de su encuentro con Viktor, le habían enviado de respuesta la hora de la cita para la entrevista. Ahora estaba de pie frente a la sede de MMOtheo, deseando huir como si no hubiese un mañana. Aquello lo había hecho tantas veces antes que resultaba ridículo que le tuviese miedo ahora, pero algo, aunque no sabía qué, había cambiado.
Entró.
La fila de espera al lado de los demás concursantes para el puesto era inmensa, estaría allí toda la mañana perfectamente. El reloj parecía haberse roto, la espera era una agonía. Lo que fueron dos horas, para Lexie fue una eternidad.
— Alexis Rosenberg— llamó la secretaria.
Por fin, gritó su subconsciente.
— Buenos días— la saludó un joven alto que transmitía un aura afable, su tez oscura contrastaba con lo blanco de la habitación y de su propio traje— por favor tome asiento— le indicó.
— Buenos días— respondió ella de forma cortés para luego sentarse.
— Yo soy el encargado de la contratación del personal, mi nombre es Robert Anderson— se presentó, en su mente Lexie lo veía como un muchacho aunque no debía de ser mucho mayor que ella.
— Alexis Rosenberg— se presentó ella mientras se estrechaban las manos.
— Muy bien señorita Rosenberg, comencemos— anunció.
Treinta minutos después la entrevista había acabado y estaba de vuelta en el ruidoso y discordante ajetreo de la ciudad. Afortunadamente pronto detuvo un taxi, luego de decirle la dirección al chofer se dispuso a relajarse. Hasta recibir respuesta no tenía mucho más que hacer. Su celular sonó y la vibración la despertó de su ensoñación. No reconocía el número pero sabía exactamente quién era, solo podía ser él.
— ¿Está hecho?— su voz desde el otro lado del teléfono no perdía su efecto hipnótico, solo que mientras estuvieran lejos el control y el enojo preponderaban sobre este.
— ¿Dudas?— él era muy bueno en el juego pero ella también sabía jugar, por eso el tono sensual de su voz al preguntarle recibió como respuesta que durante un momento el silencio reinara de la contraparte.
— ¿Cuándo dan los resultados?— preguntó pero su voz sonó oscura y pastosa, Lexie lo pudo notar. Había algo en aquel juego del gato y el ratón que le atraía de sobremanera y sabía que a él también.
— Mañana— respondió ella con la misma táctica anterior.
— Te llamaré de nuevo— colgó.
Lexie guardó su celular con una sonrisa en su rostro de suficiencia.
¡Toma esa!
Poco después ya estaba en su apartamento. Se descalzó inmediato que entró, fue hasta la nevera y sacó una cerveza. Mientras bebía se fue desvistiendo, para cuando terminó la cerveza solo llevaba puesta las bragas. El sueño la invadió sutilmente, se dejó caer en la cama y el cansancio y el estrés la pudieron.
— ¿Cómo estás?— la miraba fijamente, hacía tres años que no la veía. Estaba imponente, nada que ver con el último recuerdo que de ella tenía.
— Aguanto— respondió— ¿Cuándo estarás lista?
— Falta poco, cuando lo esté ¿tú lo estarás?— la pregunta la tomó por sorpresa.
— ¿De qué hablas?— preguntó desconcertada.
— ¿Quién es él?— no entendía, o quería no entender, pero su mente de inmediato le dio la respuesta.
— Nadie— no quería que ella lo supiera.
— Para ser nadie te domina bastante bien— le reprochó.
— Ya lo controlaré— aseguró.
— No creo que entiendas lo que está en juego— insistió.
— Lo entiendo, no pasa nada, lo conseguiré— reafirmó.
— Por nuestro bien, eso espero.
Lexie despertó empapada en sudor, un grito suyo fue ahogado por el trueno de la tormenta afuera desatada. Se acurrucó hecha un ovillo en la cama, llorando. Los recuerdos, ella, las personas, todo, demasiado, nada.
La vibración de su celular la sacó de su trance de sufrimiento, el número de la pantalla era del extranjero. La alegró bastante saber que incluso desde la distancia él estaba allí.
— Hola preciosa— su armoniosa voz llena de vida le devolvía color a la de ella— ¿Qué tal estás?
— Pasando una tormenta, pareciera que el diluvio celestial estuviese desatándose de nuevo— le contestó ella.
— Oh, vamos...debiste de haber venido conmigo, ahora estarías viendo un esplendoroso atardecer— le reprochó él.
— A veces pienso que sí, pero sabes que no puedo— le advirtió Lexie.
— Sí, ya lo sé— se rindió derrotado.
— ¿Cuándo regresas?— preguntó ávida por su retorno.
— El año entrante, en enero— respondió él.
— O sea que faltan tres meses— rebatió malcriada.
— Ya, ya— dijo él en tono conciliador- son dos meses y unas semanas en realidad, pero qué quieres que haga. Tú tenías que quedarte pero yo no iba a desaprovechar la oportunidad— recalcó él— como sea, si está lloviendo no deberías hablar por teléfono, ya te llamaré de nuevo.
— Adiosito— se despidió ella.
— Adiosito— dijo él.
Lexie se dejó caer en la cama.
No, no puede ser así.
Se levantó de golpe y se dio una ducha larga de agua fría decidida a no deprimirse. Cuando salió se vistió con un pijama a juego de pantalones con caras de pandas y un pulóver de mangas largas de color azul con un gran panda dibujado en el centro.
Ordenó una pizza a domicilio y encendió la televisión, no pasaban nada interesante pero el silencio la abrumaba, la tormenta había pasado.
Tres porciones de pizza más tarde el sueño no alcanzaba a tocarla.
Las horas pasaban, no quería pensar en nada. La lluvia había regresado, no era como antes, simplemente llovía muy fuerte.
Toques insistentes en la puerta la sacaron de su estado de trance, negándose a sí misma sus energías habían mermado, necesitaba desesperadamente poder sentirse viva, real.
— ¿Qué haces aquí?— Viktor, mojado hasta los huesos, estaba de pie delante de ella— Son las...— miró el reloj— 2:45 de la madrugada.
— Vengo a resguardarme de la lluvia— dijo abriéndose el paso dentro del apartamento, Lexie quiso decirle que no lo había invitado pero sabía lo inútil que sería.
— Tienes una limusina— remarcó ella— si te estás mojando es porque te da la gana.
— Lindo pijama— advirtió él ignorando por completo sus palabras, Lexie se dio cuenta de que ropa tenía mientras se paraba delante de él. Imposible reclamar nada pareciendo una niña de tres años, pensó.
— ¡Cállate!— le dijo sonrojándose.
Mirándolo bien Lexie notó las ojeras bajo sus ojos, el ligero temblor por el frío de la lluvia, lo mojada que estaba su camisa incluso debajo de la americana.
— Quítate esa ropa— le dijo mientras abría una de las maletas— No tengo ropa que te sirva completa, pero unos pantalones de chándal seguro que sí te entran— le explicó.
Sacaba la prenda del fondo de su escondite, era de un brillante color rojo. Pensó que sería la primera vez que lo vería con otro color diferente a negro, con otra cosa que no fuese un traje y la idea la sonrojó aún más pero desvió sus pensamientos insanos.
— Toma— le dijo dándole las pantalones— Y esto también— le alcanzaba una toalla.
— No esperaba tanta amabilidad— comentó Viktor con una nota divertida mientras se desvestía, Lexie le dio la espalda, acción que consiguió arrancar de Viktor una sonrisa.
— ¿Tienes hambre?— preguntó Lexie intentando ocupar su mente que empezaba a hacerla consciente de él se desnudaba cerca de ella.
— Mucha— aunque captó el tono erótico y tentador que usó Viktor, decidió pasarlo por alto.
— Tengo pizza, no cociné hoy así que...— se explicaba cuando unas manos envolvieron su cuerpo y la boca se pegó a su oreja, podía sentir su aliento golpeando caliente contra ella.
— Creo que mejor como esto— dijo él a medida que descendía soplando ligeramente desde la parte de atrás de la oreja por todo el cuello— Todavía tienes la marca— afirmó cuando llegó al hombro donde su mordida de antes seguía perfectamente grabada— Me gusta.
Sus manos viajaron debajo del pulóver, alcanzando los senos coronados por los rosados pezones ya erectos y expectantes.
— No— quiso debatirse Lexie pero era inútil. Había querido salir de su trance, sentirse viva y eso era exactamente lo que él le ofrecía: Vida.
Viktor le dio la vuelta entre sus brazos y le quitó el pulóver, dándole pleno acceso a una vista hermosa. Bajó su cabeza para chupar uno de los pezones mientras el otro era atendido por su mano, succionaba con esmero cambiando a torturas con pequeños golpes con su lengua o a morder con cuidado de no hacerle daño, aprisionó el otro pezón con igual fiereza. Lexie ya no se negaba, esa noche eso era lo que necesitaba. Los jadeos se volvían intensos bajo el tacto de su cuerpo.
Guiándola con sus manos la hizo descender al suelo hasta acostarla, luego le quitó los pantalones y las bragas y subió con ligeras mordidas desde la punta de los dedos de sus pies, por la pierna, el interior de los muslos. Cuando llegó a su destino final sopló ligeramente haciéndola retorcerse aún más, Viktor sonrió ante el efecto casi inmediato de su cuerpo al ser tocado por él.
Rozó suavemente con la lengua el capuchón que cubría la fuente de sensibilidades que era ese delicioso punto, luego otro roce más fuerte y otro hasta que finalmente succionó con sus labios obteniendo un gemido fuerte, como todos los que lo siguieron.
Aprisionaba con sus labios, pegaba con su lengua y daba pequeñas mordidas entre placenteras y dolorosas. Esta vez le introdujo tres dedos desde el primer instante, al principio Lexie dio un respingo, sus dedos eran grandes y gruesos aunque delicados y de cierta forma bonitos, como ella misma había advertido en alguna ocasión.
Aun así no estaba preparada para eso pero su cuerpo definitivamente sí, era un traidor de su mente. Defendía las caricias que Viktor le propinaba y se lo hizo saber una vez más cuando por ese simple acto todo su ser te tensó inevitablemente, sus contracciones envolvieron los dedos de Viktor, un gemido a medio del grito se escapó de entre sus labios y su visión se hizo nublosa por un momento.
— ¿Tienes hambre?— preguntó Viktor, tal cual ella le había preguntado antes.
Así eran las cosas entre ellos al parecer. Tomando de su mojada ropa un preservativo miró a Lexie de manera sugerentemente erótica. El sonido del envoltorio al rasgarse hizo a Lexie más consciente de lo que sucedía.
Un grito cortado fue causado por el fuerte empujón que usó Viktor para entrar en ella, el bombeo que lo siguió era salvaje, enérgico. Las uñas de Lexie encontraron su camino a la piel de los brazos, hombros y espalda de Viktor donde se clavaron y arañaron dejando marcas que a él solo consiguieron excitarlo más.
Tomó sus piernas y las llevó hasta sus hombros aprisionándola bajo su peso, aumentando la sensación de profundidad y causando un dolor placentero con cada embestida. Lexie se supo perdida, el acostumbrado calambre se apoderó de su cuerpo, temblores, tensión, retorcimientos impedidos por la posición, el orgasmo.
Pronto después de ella fue Viktor, acogido en la húmeda y estrecha casa, quien se vio superado por la forma en que apretaba aún más cuando se corría alcanzando él también su final.
Salió de dentro de ella y se dejó caer a su lado en el suelo, quitándose el preservativo y anudándolo. El silencio, interrumpido solo por alguna noticia en el televisor a la cual ninguno de los dos prestaba atención, cubría la pequeña habitación.
Aun cuando no deseaba admitirlo por lo menos esa vez Lexie tenía que agradecerle su intromisión, ya ni siquiera recordaba en que estaba pensando antes de su llegada. Poniéndose de pie lo mejor que pudo, rebuscó entre sus cosas y encontró un short y una blusa de tirantes con los cuales se vistió.
— No más pijama de pandas— la provocó Viktor de pie y vestido con el pantalón de chándal rojo brillante.
— Tengo calor— fue lo único que dijo evitando mirarlo a la cara, fue hasta la nevera y tomó una cerveza que le alcanzó a Viktor. Este la aceptó bebiendo un largo trago después de abrirla, Lexie cogió otra para ella.
— Ahora sí te acepto la pizza— afirmó Viktor jaranero.
— En serio tú tienes que estar mal de la cabeza— protestó Lexie a medida que tomaba las porciones de pizza restante y las metía en el microondas, un minuto después ambos comían mientras retransmitían un capítulo de una serie.
— ¿Un kimono?— preguntó Viktor.
Inicialmente Lexie no supo a qué se refería hasta que notó que de su maleta salía, debido a lo mucho que había rebuscado en ella, su kimono de color azul oscuro con flores de cerezo adornándolo.
— Yukata— le rectificó Lexie, como Viktor la miró dudoso ella explicó más— hay diferentes tipos de kimono, este es una Yukata— le dio un sorbo a su segunda cerveza y Viktor la imitó con la suya.
— Me fijé la primera vez que te vi que llevabas también ornamentos japoneses en el cabello pero no parecían destinados a sujetar el moño solamente— advirtió él.
— Kanzashis— le explicó— los ornamentos para el cabello se llaman kanzashis. Tienen diversas formas, adornos, colores y material. Los que yo uso están destinados a servir también de arma, como un bo shuriken específicamente, ¿sabes lo que son?
— Tuve un guardaespaldas japonés, así que sé que es un arma arrojadiza, algo así como un proyectil de arma blanca— dijo medio riendo Viktor mientras Lexie asentía a su explicación, dio un trago a su cerveza y respiró hondo— si pregunto por qué los tienes o cómo sabes tanto de esto, no me lo dirás ¿cierto?
— Estoy segura de que lo sabrás tarde o temprano— respondió Lexie, toques en la puerta interrumpieron su conversación— tu papá con lentes viene a buscarte— Viktor río ante la afirmación certera de Lexie.
— ¿Cómo sabías que era él?— preguntó mientras se ponía de nuevo su ropa aún mojada.
— Nadie más tocaría mi puerta a las 4:58 de la mañana— explicó Lexie.
— Buen punto— Viktor abrió la puerta, Nathaniel estaba parado afuera y con su habitual forma educada de ser saludó cortésmente a Lexie.
— Buenos días, señorita Rosenberg.
— Buenos días...— Lexie meditó por un momento— Nathaniel— este asintió con la cabeza, Lexie se sintió muy bien consigo misma por haberse acordado del nombre.
— Ya nos veremos de nuevo— se despidió Viktor.
— Ojalá y te mueras a ver si me deshago de ti— repuso Lexie.
Viktor sonrió mientras cerraba la puerta dejándola molesta y frustrada, más consigo misma que con él, y maldiciendo su nombre cien veces.
La limusina Nathaniel la había aparcado unas manzanas más allá buscando no llamar mucho la atención. Cuando estuvieron dentro este emprendió el camino hacia el colosal edificio, posesión de Viktor y donde él vivía.
— Mi señor, los rumores están empezando a circular— le advirtió Nathaniel.
— ¿Qué tanto se habla en el bajo mundo?— preguntó Viktor sin inquietarse.
— Por ahora todos carecen de nombre o rasgos físicos específicos pero no tardaran en suplir ambas carencias— declaró Nathaniel.
— Pon dos de nuestros hombres encubiertos en la empresa, quiero que la sigan noche y día, que sean su sombra. Si el bajo mundo conoce su nombre vinculado al mío tendrá problemas— ordenó Viktor— ¿Qué sabemos de la información que tenía que llegarnos sobre la mafia de Dmitri?
Llevaban ya tres meses en ese movimiento. Un pendrive con la información de los próximos movimientos billonarios del cartel de Dmitri Casadeus en su país debía de haber llegado ya a sus manos. Viktor quería conseguir una ruta en este para expandirse aún más, por ello había negociado con la mafia china para obtener la información pero hasta el momento no había resultados.
— Todavía nada, sabemos que ya dejaron Rusia y deben estar en camino. Dmitri se ha puesto en movimiento por ello, aunque no tenemos forma de saber qué hará— le contó Nathaniel.
— Vendrá a buscarlo— sentenció Viktor— sé que lo hará.
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Chupy guay😃😄😁 qué tal bolas de algodón azul? Cómo estaaaaaaan?
Qué les pareció el cap?
Alguna duda? Intriga que les haya quedado? Algooooo????
Comentario? Sugerencia?
●●●●●●●Poner un ❤ aquí si creen que Lexie es bipolar o algo por el estilo sobre lo que siente y desea de, por y con Viktor●●●●●●●●
Habiendo dicho esto, quería traerles una propuesta. Estuve pensando en hacer un cap de presentación de personajes por cada arco. Veréis por ejemplo, en el próximo cap cierra el arco introductorio de este libro con el personaje de Dmitri que aparece y empieza el arco ya de desarrollo donde Lexie se vera inmiscuida en el mundo de la mafia de Viktor. Así que estuve pensando que si querían que luego de ese subiera un cap (que no contará como actualización) donde os muestre en imágenes como creo yo que se ven los personajes y una ligera presentación de ellos sin revelar mucha información. Es una sugerencia por si les interesa😄😉 me dicen vale?
No olviden votar, sus estrellitas son mi inspiración señores, las necesito para ser feliz y continuar la historia. No sean malos que sino lloro😭😭😭 (vale vale ya salgo del modo drama)
Besitoooosss🥰 de champiñon.
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