Dolor.

Fue lo primero que sentiste al despertar.

No era agudo, pero sí persistente, como un recordatorio de lo cerca que habías estado de no salir con vida. La herida en tu abdomen seguía ardiendo bajo el vendaje, pero al menos estabas consciente.

La luz fluorescente del techo te cegó momentáneamente cuando abriste los ojos, y tardaste unos segundos en reconocer el lugar.

La enfermería de la base. Parpadeaste varias veces para acostumbrarte a la luz tenue de la enfermería. Todo estaba en calma, salvo por el pitido constante del monitor que registraba tus signos vitales.

Moviste la cabeza ligeramente y fue entonces cuando lo viste.

Ghost.

Estaba ahí, sentado en una silla junto a tu cama, con los brazos cruzados y la mirada fija en el suelo. Su máscara de calavera seguía en su sitio, pero algo en su postura era diferente. No parecía el soldado imperturbable que todos conocían.

Parecía... cansado.

Intentaste hablar, pero la voz no te salió al principio.

—¿Qué...?

Ghost levantó la mirada de inmediato.

—Tardaste en despertar —murmuró, su tono seco, pero con un matiz de alivio apenas perceptible.

Forzaste una sonrisa —¿Estabas preocupado? —

Ghost bufó y se recargó en la silla —No me hagas arrepentirme de haberte cargado hasta el maldito helicóptero —

Soltaste una leve risa, pero el dolor te hizo detenerte de inmediato. Ghost negó con la cabeza, como si supiera exactamente lo que había pasado.

—No deberías estar moviéndote tanto—

—No debería haber recibido un disparo, pero aquí estamos — dijiste con una sonrisa cansada

El silencio se instaló entre los dos por un momento. No era incómodo, pero se sentía pesado, como si Ghost estuviera debatiéndose entre decir algo o no.

Finalmente, habló.

—Pensé que te perdía —

Sus palabras fueron tan bajas que casi creíste haberlas imaginado. Pero estaban ahí, flotando en el aire entre ustedes.

Ghost no era alguien que mostrara emociones fácilmente. Y sin embargo, ahí estaba, admitiendo algo que, viniendo de él, significaba mucho más de lo que cualquier otra persona podría haber dicho.

Decidiste no presionar —No te librarás de mí tan fácilmente —

Ghost te miró por un segundo más antes de resoplar suavemente —Idiota — Pero esta vez, no sonó como un insulto.

Sonó como algo más.

(salto de tiempo)

Los siguientes días fueron una mezcla de descanso obligatorio y pequeñas sesiones de rehabilitación. No te gustaba estar fuera de acción, pero sabías que intentar volver antes de tiempo solo empeoraría las cosas.

Sin embargo, pese a la situación, Ghost pasaba más tiempo cerca de lo que esperabas.

Nunca hablaba demasiado, pero siempre estaba ahí. A veces traía informes de lo que el equipo estaba haciendo, otras veces simplemente se quedaba en silencio, observando.

Un día, cuando ya podías caminar con menos dolor, lo encontraste en el campo de entrenamiento, golpeando un saco de boxeo con una intensidad calculada.

—Vas a romperlo si sigues así —comentaste, acercándote con cautela.

Ghost se detuvo, pero no se giró de inmediato —Pensé que aún estarías en la enfermería —

—Me escapé — mencionaste con una pequeña risa

Él negó con la cabeza, pero había un dejo de aprobación en su tono cuando respondió —Terco como siempre —

Te apoyaste contra la pared y lo observaste por un momento.

—¿Sigues molesto por lo de la misión? — preguntaste 

Ghost se quedó en silencio unos segundos antes de responder.

—No fue tu culpa — dijo 

—Pero... — intentaste replicar

—No fue tu culpa — volvió a mencionar ahora mas serio 

Su tono fue más firme esta vez.

Lo miraste, intentando leer lo que no estaba diciendo. Y entonces entendiste.

No estaba molesto contigo.

Estaba molesto consigo mismo.

—Me sacaste de ahí con vida, Ghost. No tienes que cargar con eso — dijiste ahora mas tranquilo al comprender la situación.

Ghost apretó los puños y exhaló lentamente —No es tan fácil —

No insististe más. En cambio, diste un paso hacia él y colocaste una mano en su brazo, un gesto simple, pero que pareció tomarlo por sorpresa.

—Sigues aquí. Yo sigo aquí. Eso es lo que importa — le dijiste en tono tranquilizador 

Ghost te miró de reojo, y aunque su máscara cubría su rostro, supiste que entendía lo que querías decir.

No respondió, pero tampoco se alejó.

Y en ese momento, supiste que la distancia entre ustedes era cada vez menor.

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💀 Agradecimiento  💀

¡Soldado, sigues aquí y eso significa mucho! 🫡🔥

Cada capítulo nos acerca más a esa tensión latente, a esos momentos donde las palabras sobran y las acciones lo dicen todo. Ghost no es fácil de leer, pero poco a poco algo se está rompiendo en su interior... ¿Lo has notado? 👀

Gracias por seguir acompañándome en esta historia. Tu apoyo hace que cada palabra valga la pena. Si te gustó este capítulo, déjame un voto o un comentario, me encantaría saber qué piensas y qué esperas de los próximos episodios.

Nos vemos en la siguiente capítulo... y recuerda: a veces, lo más peligroso no es el enemigo, sino lo que sentimos. 💀💙

— mika-carmona