Capítulo 4: Ecos del Pasado
[Una Curiosidad]
Las quintillizas y Fuutarou se encuentran en un lugar apartado, seguro de momento, pero aún sintiendo la sombra de Marou sobre ellos. El ambiente es tenso, pero Miku, siempre más introspectiva, no puede dejar de pensar en las palabras de Fuutarou sobre su pasado.
Miku se acerca a Fuutarou, su mirada refleja la mezcla de preocupación y curiosidad que siente.
Miku Nakano: [Con suavidad] "Fuutarou... hay algo que no puedo dejar de pensar. Dijiste que Marou fue responsable de lo que le sucedió a tu familia, pero... ¿cómo sucedió todo? Quiero entenderlo mejor."
Fuutarou, quien hasta ese momento había mantenido la guardia alta, se da cuenta de que no puede evadir esa conversación por más tiempo. Las demás quintillizas también se acercan, sabiendo que este es un momento crucial para todos.
Fuutarou Uesugi: [Con un suspiro] "Está bien. Les contaré todo... pero no será fácil de escuchar."
[Marou Nakano]
Mientras tanto, en la mansión Nakano, un grupo de hombres se mueve con prisa por los pasillos hasta llegar a la habitación de Marou. Uno de ellos, el líder, toca la puerta con firmeza antes de entrar.
Líder del Grupo: [Con respeto] "Señor Nakano, hemos buscado por toda la casa, pero ni Kintarou ni sus hijas están aquí."
Marou, sentado detrás de su escritorio, levanta la vista lentamente. Su expresión no revela emoción alguna, como si la noticia no lo sorprendiera.
Marou Nakano: [Con calma helada] "Entonces, búsquenlos fuera de la mansión. No deben estar lejos."
Los hombres asienten y se retiran rápidamente para cumplir con las órdenes. Una vez solo, Marou se recuesta en su silla, dejando que sus pensamientos lo lleven de regreso a un tiempo en el que todo comenzó.
Hace años, Marou era un hombre insignificante comparado con Isanari Uesugi. Mientras Isanari disfrutaba de una vida de éxito y felicidad con su familia, Marou apenas sobrevivía. Su esposa lo había abandonado, dejándolo con cinco hijas que criar solo, y la amargura lo consumía cada día más.
Marou Nakano: [Con voz en off, recordando] "Isanari... siempre tan perfecto, tan intocable. Tenía todo lo que yo quería... y yo, solo la miseria que me dejó mi esposa cuando se fue. Pero... ya no más."
Una noche, Marou decidió que estaba harto de su vida insignificante. Planeó su venganza con precisión, esperando el momento adecuado para derribar al hombre que tanto envidiaba. Esa noche, se coló en la casa de Isanari, armado con nada más que su odio y su deseo de venganza.
Isanari estaba solo cuando Marou lo enfrentó. La confrontación fue breve; Marou, impulsado por su rabia, no tardó en acabar con la vida de Isanari. Pero justo cuando estaba a punto de huir, escuchó una risa infantil que resonaba por la casa.
Marou Nakano: [En susurros] "¿Una niña...? ¿Estará la familia completa...?"
Marou se escondió rápidamente en un cuarto cercano, y fue allí donde vio la fotografía que selló su destino. En la imagen, Isanari aparecía junto a una pequeña niña y un adolescente. Al ver la fotografía, la idea de que podía obtener más si eliminaba también a los hijos de Isanari comenzó a formarse en su mente.
Pero sabía que debía actuar rápido. Tras robar documentos cruciales y cualquier otra cosa de valor, Marou huyó por la ventana. Mientras escapaba, se encontró con un chico que caminaba hacia la casa. Era el mismo adolescente de la fotografía.
Marou Nakano: [Con una sonrisa torcida, recordando] "El hijo de Isanari... Fuutarou Uesugi. Incluso en ese momento, no pude evitar reírme. No tenía idea de que su vida estaba a punto de ser destrozada."
[Nakano]
De vuelta con las quintillizas, Fuutarou toma aire, preparándose para contar lo que ha guardado durante tanto tiempo.
Fuutarou Uesugi: [Con la voz cargada de dolor] "Todo comenzó esa noche... Llegué a casa y vi a un hombre de traje negro, caminando con una sonrisa en su rostro. Algo en su expresión me hizo sentir una profunda inquietud, como si hubiera logrado algo terrible. Al entrar a la casa, supe que algo no estaba bien."
Las quintillizas escuchan en silencio, sintiendo el dolor que Fuutarou lleva consigo. Sus palabras son pesadas, llenas de un pasado que aún lo persigue.
Fuutarou Uesugi: [Con tristeza] "Encontré a mi padre... tirado en el suelo, sin vida. Y junto a él, había una carta que se le había caído. Solo tenía un nombre en ella... 'Nakano'. No sabía qué significaba en ese momento, pero supe que ese hombre que vi tenía algo que ver con lo que le había pasado a mi familia."
Ichika Nakano: [Con incredulidad] "¿Entonces... Marou Nakano no solo destruyó tu vida, sino que... se aseguró de que nunca pudieras reconstruirla?"
Fuutarou asiente lentamente, su mirada perdida en los recuerdos.
Fuutarou Uesugi: [Con amargura] "Él robó todo lo que mi padre había construido. Lo dejó en la ruina y nos dejó a mi hermana y a mí sin nada. Durante años, intenté encontrar una manera de vengarme, de hacer que pagara por lo que había hecho... Y fue entonces cuando me convertí en Kintarou."
Las quintillizas intercambian miradas, comprendiendo por primera vez la magnitud del dolor y la desesperación que han moldeado al chico que ahora tienen frente a ellas.
Yotsuba Nakano: [Con tristeza] "Fuutarou... no puedo imaginar lo que has pasado. Pero... ¿por qué no dijiste nada antes?"
Fuutarou baja la mirada, sintiendo el peso de la culpa y la vergüenza.
Fuutarou Uesugi: [Con voz baja] "Para ser sincero.. creí que toda la familia Nakano debía caer.. pero mientras fui conociéndolas.. supe que ustedes no tenían idea de la realidad, no eran culpables de vivir engañas por Marou y no quería involucrarlas en esto. Sabía que, si lo hacía, Marou no se detendría ante nada para destruirlas también. Pensé que, si mantenía mi distancia, podría protegerlas... pero ahora, todo está fuera de control."
Miku, con los ojos llenos de compasión, coloca una mano en el hombro de Fuutarou.
Miku Nakano: [Con suavidad] "No estás solo, Fuutarou. Lo que te hicieron fue terrible, pero estamos aquí contigo. No dejaremos que sigas luchando esta batalla solo."
Fuutarou siente una mezcla de alivio y temor. Saber que ya no está solo le da fuerzas, pero también sabe que Marou no se detendrá ante nada para proteger sus secretos. Con las quintillizas a su lado, el conflicto está lejos de terminar, pero por primera vez en mucho tiempo, Fuutarou siente que tiene una oportunidad.
[La Realización]
De vuelta en la mansión Nakano, Marou sigue en su oficina, sumido en sus pensamientos. Poco a poco, las piezas del rompecabezas comienzan a encajar en su mente.
Marou Nakano: [Con una sonrisa macabra] "Kintarou... claro, todo tiene sentido ahora. Fuutarou Uesugi, el hijo de Isanari. Has estado buscando venganza todo este tiempo, ¿verdad? Pero déjame decirte algo, chico... no hay escapatoria. No dejaré que destruyas lo que he construido. No dejaré que me quites lo que es mío."
Marou se levanta de su silla, su mente ya maquinando el siguiente paso en su plan. La caza ha comenzado, y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para eliminar a Fuutarou y a cualquiera que se interponga en su camino. Por último el hombre recibiría un mensaje en donde este con una sonrisa decidió actuar.
Por otro lado mientras los seis seguían escondidos y escuchando la versión de Fuutarou ninguno imaginó que cuando el pelirrubio terminara de contar su historia Marou sorprendió a todos con sus aplausos lentos y calculados. La tensión era palpable, y los seis se giraron hacia él, perplejos y alarmados.
Marou Nakano: [con una sonrisa orgullosa] "Bravo, Kintarou. Les has contado una historia fantástica. ¡Qué imaginación la tuya! Lástima que no creyeran en ti."
Fuutarou Uesugi: [molesto, avanzando] "¿Cómo nos encontraste?"
Antes de que Marou pudiera responder, Itsuki, con una mirada decidida pero vacilante, se colocó al lado de su padre.
Itsuki Nakano: [mirando a Fuutarou con dulzura] "Yo le di la dirección. Simplemente como pudiste ver, tu historia estuvo muy buena, pero tu sabes... no te creo nada de lo que dijiste."
El silencio cayó sobre la habitación. Las demás hermanas miraron a Itsuki, atónitas, sin poder creer lo que estaban escuchando.
Marou Nakano: [con su sonrisa desvaneciéndose] "¿Tuviste el descaro de contar algo irreal, Kintarou? Intentando poner a mis hijas en mi contra... todo por envidia, ¿verdad?"
Nino golpeó la pared cercana, su rostro se llenó de furia.
Nino Nakano: [incrédula, gritando] "¡Itsuki, ¿cómo pudiste?! ¡Nos has traicionado a todas!"
Marou Nakano: [alzando la voz con autoridad] "¡Silencio! Todas deberían estar agradecidas. Les he dado todo lo que siempre soñaron. ¡Aléjense de este chico que solo miente y regresen con su padre, quien siempre las ha cuidado!"
Miku, visiblemente afectada por la tensión, dio un pequeño paso al frente, dudando.
Fuutarou Uesugi: [mirando a las hermanas con determinación] "¡No lo hagas Miku!, Itsuki tomó el camino equivocado, y no hay vuelta atrás para ella. Pero las demás aún tienen la oportunidad de hacer lo correcto. No caigan en las mentiras y los malos pasos de su padre."
Marou Nakano: [interrumpiendo, furioso] "¡Cállate, Fuutarou!"
Fuutarou sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar a Marou pronunciar su verdadero nombre. Miku, con miedo, se escondió detrás de Fuutarou, buscando protección.
Miku Nakano: [nerviosa] "¿Cómo sabes su verdadero nombre?"
Marou no respondió, simplemente avanzó hacia ellos, mientras Ichika y Nino se interpusieron, decididas a proteger a sus hermanas.
Ichika Nakano: [firme] "No te dejaré acercarte más."
Nino Nakano: [con voz desafiante] "Si quieres lastimarlas, tendrás que pasar sobre nosotras."
Pero Itsuki continuaba confiando en su padre, manteniéndose firme a su lado. Fuutarou, consciente de que la situación se estaba volviendo crítica, intentó negociar.
Fuutarou Uesugi: [mirando a Marou con desesperación] "Haz un trato conmigo. Deja a tus hijas en paz, no les hagas nada. A cambio, desapareceré de sus vidas para siempre."
Marou Nakano: [soltando una carcajada] "¡Qué predecible, Fuutarou! Ya sabía que existías y también sobre tu hermana. Estaba esperando el momento oportuno para acabar contigo, igual que hice con tu estúpido padre, Isanari. Sólo esperaba a que crecieras para asegurarme de que nada estuviera a tu nombre o al de tu hermana, para robar ese dinero también."
Las Nakano quedaron atónitas al escuchar la verdad. El shock fue especialmente devastador para Itsuki, quien, incapaz de soportar la vergüenza, salió corriendo del lugar.
Fuutarou Uesugi: [con voz firme, pero desesperada] "Marou, se que también tarde o temprano irás por Raiha. Si quieres acabar conmigo, hazlo. Pero déjala a ella fuera de esto, ella es lo único que me queda."
Marou Nakano: [con una sonrisa fría] "¿Dejar a tu hermana vivir? Tal vez lo consideraría... pero hay un pequeño inconveniente. Mis hijas han resultado ser una decepción, así que ellas también sufrirán el mismo destino que tú."
Yotsuba y Miku retrocedieron, asustadas por las palabras de su propio padre. Sin embargo, Nino no mostró miedo; en lugar de eso, avanzó un paso más, con los ojos llenos de determinación.
Nino Nakano: [con coraje] "No te tengo miedo. Eres un pésimo padre por educarme a mi más que a ellas por lo tanto junto a él podríamos detenerte, estoy lista para enfrentarte, padre."
Fuutarou Uesugi: [murmurando, preocupado] "Nino..."
Nino Nakano: [con una mirada intensa a Fuutarou] "Lo siento, Fuutarou. Haré todo lo que está en mis manos, espero que esto pueda compensar por mi error, si quieres, puedes tomar esto como una posible despedida..."
Antes de que Fuutarou pudiera reaccionar, Marou sacó un arma de su abrigo, apuntando con una sonrisa cruel, principalmente el hombre apuntaba a Nino y Fuutarou..
...pero poco a poco comenzó a mirar a otra de sus hijas.
Marou Nakano: [observando a cada uno] "Ahora, ¿quién será la primera en morir? ¿Será Ichika, mi hija mayor, siempre tan calculadora pero demasiado confiada? ¿O tal vez Nino, la segunda, tan valiente pero increíblemente impulsiva? O podría terminar rápido y acabar contigo, Fuutarou
De hecho...
tengo una mejor idea..
serás tú...
Marou sonrió ampliamente, y todos quedaron en suspenso cuando apuntó el arma hacia una persona específica. Pero antes de que pudieran hacer algo, el sonido de un disparo resonó en el callejón.
Al estar en pleno callejón, el sonido del disparo de escuchó por todo el eco, así cuando todos fijaron su mirada a la víctima, nadie podía creerlo.
Marou pareció tener una victima, pero no era ni Ichika, tampoco Nino y mucho menos Fuutarou, dejando así a la noticia que quedaban Yotsuba y Miku, las chicas que nunca provocaron nada malo...
Aquel hombre despiadado había apuntado a Miku por alguna extraña razón, todos pensaron que había alcanzado a Miku, pero la verdad era mucho más trágica.
Yotsuba, la más alegre y leal de las hermanas, se había lanzado en un acto heroico para proteger a su hermana. La bala la impactó en el pecho, y ella cayó al suelo con un grito ahogado.
Yotsuba Nakano: [con un hilo de voz, sonriendo débilmente] "J-jeje, parece que llegué justo.. Mi-miku.. ¿estás.. bien verd-verdad?
Miku quien no le podían salir las palabras solo se arrodilló para estar con Yotsuba en el suelo, Fuutarou miró esto y con rabia en sus ojos miró a Marou.
Las palabras de Yotsuba resonaron en la mente de Fuutarou, recordando los momentos más significativos que compartieron. Recordó cómo Yotsuba siempre insistía en ayudarlo, su apoyo constante y su dedicación. Su valentía y su disposición para estar a su lado en los momentos más oscuros. La visión de Yotsuba y su sacrificio hizo que el dolor en el corazón de Fuutarou se intensificara, llevándolo a una furia incontenible.
Fuutarou Uesugi: [con una rabia explosiva, lanzándose hacia Marou] "¡Eres un ser repugnante!"
Ichika y Nino, impactadas por lo que acababa de suceder, sabían que la situación era crítica. No esperaban que Miku quedara tan paralizada por el choque emocional. Ichika, con el rostro lleno de sangre y lágrimas, tomó a Yotsuba herida en sus brazos y se la llevó con urgencia.
Ichika Nakano: [con una fuerza desgarradora, mientras se alejaba] "¡Tienes que quedarte con nosotras, Yotsuba! ¡No puedes irte ahora!"
Miku Nakano: [paralizada, mirando la escena con desesperación] "No... ¿qué... qué hago?"
Fuutarou gritó con desesperación que todas debían irse y llevar a Yotsuba al que la salven lo antes posible. Nino, con lágrimas en los ojos, accedió a llevar a Miku a un lugar seguro, dejando a Fuutarou solo con Marou.
Nino Nakano: [entre sollozos, llevando a Miku] "¡Vamos de aquí , ya!"
Marou logró esquivar un golpe de Fuutarou y apuntó con su arma a la cabeza de Fuutarou, y desde ese momento la tensión había alcanzando su punto máximo.
Marou Nakano: [con una sonrisa cruel] "Segunda bala, segunda víctima. Debo agradecerte por todo hasta ahora, ya que después de hoy, disfrutaré de todo lo que encuentre a tu nombre."
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.....
¿.....?
¿Tienen algo que decir?
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