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Capítulo XIX -El viaje

El viaje

—Debiste traer algo que te abrigue más —ignoro el comentario de Jayden, me concentro en el documento que estoy leyendo en mi laptop.

Llevamos solamente veinte minutos de viaje. No tuve que demorarme mucho al salir de mi casa. No entiendo porque últimamente todo parece ser tan irreal.

Me sorprendió en sobremanera lo fácil que mi padre me dejó salir a "cenar" con Jayden, sin hacerme preguntas, sin obligarme a traer seguridad, sin exigirme alguna cosa o sin preguntarme cuando regresaría. Sé que él tiene conocimiento de lo deficiente que ha sido este "equipo de seguridad" que su amiga Lisa nos impuso y que su mente a estado ocupada pensando en la persona anónima "A.K." incluso si no conociera a mi padre podría jurar que no le interesa si andamos protegidos o no, pero puedo asegurar que algo debe de estar planeando, lo que en cierta manera logra quitarme un peso de la espalda.

Aún así mi mente no ha parado de ser un disturbio constante, desde el asesinato de Iván mi mundo cambió drásticamente, pasé de lidiar con los problemas que para mi son normales a tener que también cargar con todo un caso de asesinatos y con una posible organización de mafiosos.

Pensar en esas cosas en ocasiones causa que mi ansiedad se dispare, lo que me hace sentir la mayoría de veces inquieta y nerviosa. Justamente recuerdo tomar mis pastillas, hace unos días, después de haber ido a La villa, decidí empezar a tomar medicamentos para la ansiedad, pensé que sería conveniente controlarla en igual medida que mis sueños.

De mi cartera saco el contenedor que almacena mis diferentes pastillas, aparto las compradas por mi padre para tratar mi padecimiento y también saco la pastilla de la ansiedad. Al tomar ambas pastillas Jayden me mira por unos segundos antes de atreverse a preguntar:

—¿Para que tomas pastillas? —su vista se mantiene fija en el camino, pero observo como arruga un poco la frente.

—Empecé a tomar pastillas hace unos años, cuando me diagnosticaron con trastornos disociativos y hace poco comencé a tomar para la ansiedad. —Por un momento Jayden gira a verme y le muestro las pastillas —. Esta azul es para la amnesia y derivados y esta amarilla larga es para la ansiedad.

Asiente lentamente con la mirada fija en la carretera sin emitir palabra alguna.

Pensé que al no obtener respuesta por su parte el tema moriría ahí, quizás por que tal vez no le interesaba, pero me equivoqué ya que el continuó la conversación.

—¿Esos medicamentos para la amnesia te han servido de algo? —pregunta, su voz se escucha cargada de curiosidad.

—Supongo que si, no me han ayudado a recordar nada pero al menos me han servido para las pesadillas y otras secuelas de mi incidente.

—Si eso es cierto, ¿Porque hace unos meses estabas inconsciente en un bosque? No sabes como llegaste ahí y tampoco las cosas que hiciste. Dices recordar algo, pero considerando en el estado en que estabas, muchas cosas podrían ponerse en duda.

La garganta se me cierra de solo recordar esa noche en el bosque. Jayden puede insinuar que pudo haber sido un sueño, pero yo lo sentí muy real y la condición en que se encontraba mi cuerpo también deja a demostrar que no fue un simple sueño.

—Esas cosas suelen pasarme desde hace tiempo, los acontecimientos que viví en el pasado fueron fuertes —mis manos juegan con el borde de mi falda —incluso mi mente se empeña en bloquear recuerdos hasta el día de hoy. Soy todo un caos y hay cosas que simplemente no se pueden arreglar tan fácil.

Jayden se muestra inconforme con mi respuesta, parece querer decir algo más, pero se lo reserva, observo como le da un apretón al volante mientras su expresión se endurece aún así no emite ninguna palabra.

El viaje continúa tranquilo, en silencio dejando esa atmósfera atrás, yo opto por descansar un rato así que dejo todo lo que llevaba encima en el asiento de atrás y me acomodo para poder dormir un poco.

                                           ...

Siento como suavemente acarician mi mejilla lo que me hace abrir los ojos. El auto se encuentra parado, mi primera reacción es mirar a mi izquierda en busca de Jayden, no lo encuentro ahí debido a que está a mi otro lado con la puerta del auto abierta e inclinando hacia mí.

—Hola, bella durmiente —su voz sale con un tono juguetón —me detuve en este local porque tengo hambre y quiero comprar algunas cosas, ¿quieres que te traiga algo de comer?

Aún me encuentro somnolienta, pero logro entender con precisión sus palabras, por unos segundos no digo nada y solo me quedo observándolo. Él se queda viéndome en espera de una respuesta, pero mi mente todavía no termina de despertar.

—Blair —agita su mano frente a mi rostro —¿Estas aquí? — una suave risa brota de su garganta — no me digas que aún estás soñando con dibujitos.

—En ocasiones eres ridículo —logro contestar, me acomodo en el asiento de forma que ya no me encuentro recostada.

—Esperaba algo más romántico como respuesta, ¿Iras conmigo a comprar comida? —pregunta y asiento como respuesta.

Jayden me ofrece su mano para ayudarme a salir del auto, la acepto. Al estar afuera nos guía hacia la tienda, en ningún momento suelta mi mano, ya adentro se dirige hacia el lado de bebidas, revisa todo hasta encontrar la de su preferencia, elijo la de mi gusto y luego recorremos todo el lugar haciendo paradas para comprar comida para èl y para mi.

Después de pagar todo salimos y nos sentamos en la acera fuera de la tienda, siento como mi celular suena en mi bolso y lo saco para revisarlo, dejo de masticar al leer el seudónimo que aparece en el mensaje del número desconocido que antes me escribía.

"Se lo que quiere A.K"
"Déjame ayudarte"

Pienso en la carta que leí anteriormente, no me había dado cuenta de la irregularidad de mi respiración e intento tranquilizarme. Jayden se mensajea con alguien en su celular así que aprovecho para responder:

"Ya dime quien eres y que es lo que quieres de mi"

La respuesta es instantánea.

"Ya me conoces, solamente quiero ayudarte"

Me tomo un momento, ningún mensaje que he intercambiado con este desconocido me ha servido de algo, no ha hecho nada en específico a parte de escribirme para dejarme mensajes sacados de contexto y los cuales no demuestran su supuesta intención de ayudarme.

"¿Porqué me quieres ayudar? ¿Qué ganas con esto?"

Esta vez su respuesta tarda unos minutos en llegar.

"Te conozco, a pesar de todo eres una buena persona. Tengo lástima de los que te rodean"

Cada mensaje me deja más confundida, si enserio quiere ayudarme tendrá que decirme cómo acabar con A.K. tengo que cortar todo de raíz antes de que sea muy tarde.

"Si quieres ayudarme dime que quiere A.K"

Su respuesta me deja helada.

"Te quiere a ti"

Un frío me recorre la espina dorsal, esto no tiene lógica, si me quiere a mi ¿porqué amenazó con llevarse a Piero? ¿Porqué no viene directo a mi?

"Quiero que nos veamos, ya no habrán más juegos de tu parte"

Mi mano tiembla al momento de enviar el mensaje, hace tiempo perdí el miedo a lo que me pueda llegar a pasar, ya no pienso en lo que será de mi si esto sale mal, tengo una meta trazada y ya no tengo miedo de perseguirla.

"Tranquila, nos veremos a su debido tiempo"

Angustiada por su respuesta apago el celular y lo dejo de lado, el apetito se me quitó así que aparto la comida y volteo el rostro para observar a Jayden, parece estar disgustado con algo de la conversación que mantiene por mensaje, sus cejas se encuentran fruncidas y pequeñas arrugas decoran su frente, su boca está ligeramente torcida en un gesto de inconformidad y sus dedos se mueven rápidos sobre la pantalla del móvil.

Extiendo mi mano hacia su rostro y toco el centro de su frente con mi dedo índice haciendo pequeños círculos, Jayden deja de lado su celular y me mira con confusión.

—Te van a salir arrugas si sigues frunciendo el ceño así, sería un desperdicio que dañarás este rostro— digo desplazando mi dedo hasta su mejilla y reposando mi mano en esta.

Él por inercia cierra los ojos y permanece unos minutos así, al abrirlos observo como algo se cuela por su mirada pero lo aparta al instante.

—Tenemos que irnos —se levanta para ayudarme a incorporarme, nos dirimimos al auto para abandonar el lugar.

Pasan las horas y el viaje transcurre con normalidad, desde nuestra corta conversación en el establecimiento de comida, Jayden y yo no hemos vuelto a intercambiar palabras, excepto para él preguntarme si estoy bien o si necesito algo.

En total silencio, solo con la música de la emisora de fondo llegamos a City down. Este pequeño pueblo está más lejos de Ashford de lo que se encuentra Oxford, duramos alrededor de cinco horas para llegar.

Jayden se estaciona en el parqueo del hotel. Al entrar nos registra y hace los procesos necesario para nuestra estadía; para ser un hotel en una pequeña ciudad, está muy bien decorado y amueblado, no parece ser uno en el que salga económico pasar nuestros días en el pueblo. Jayden toma mi mano para llevarme con él hacia el ascensor.

Me fijo en lo que lleva en sus manos, un solo juego de llaves, trato de tranquilizarme, quizás tenga otro en el bolsillo o las habitaciones están separadas. Al llegar al piso indicado se dirige hacia una puerta y siento como las manos empiezan a sudarme, se detiene frente a ella y no veo señales de que haya otra habitación.

—¿Donde está la otra llave? —pregunto, Jayden se voltea y me mira con una ceja enarcada.

—¿Qué otra llave?

—¿Acaso no pediste dos habitaciones? —inquiero tratando de neutralizar mi voz.

—Blair, estamos en un pueblo desconocido, a tu familia la están cazando, nosotros estamos atrás de criminales, ¿y me pides que te deje dormir sola? —Jayden se cruza de brazos, su mirada inquisitiva desafiándome a contestarle.

—Yo... no había pensado en eso. —Mi voz sale un poco dudosa y me reprocho por eso, Jayden pasa de responderme, abre la puerta y entramos en la habitación. Adentro hay una enorme cama matrimonial acompañada de unas mesitas de noche a cada lado.

El deja nuestro equipaje en una esquina de la habitación, observo como empieza a quitarse los zapatos y a desabrocharse la camisa, me quedo estática observando cada movimiento que hace, se voltea un poco para obsérvame.

—¿Tienes hambre? Si quieres pide algo para ambos, nos esperan unas horas pesadas para estudiar cierta información, lo ideal sería hacerlo con el estómago lleno.

Sigue deshaciéndose de más prendas, empiezo a sentir como mis latidos aumentan y mis manos se ponen sudorosas, Jayden se acerca a paso lento, detallo las líneas que decoran su plano abdomen y como estas se pierden en el inicio de su pantalón, analizo sin descaro alguno su cuerpo, como todas sus partes hacen perfecta sintonía y armonía entre entre sí.

—¿Blair? —su voz sale un poco baja y ronca sacándome de mi ensimismamiento.

—Ehhh... aaah... si —balbuceo retrocediendo un poco para disipar la nube que llena mis pensamientos, escucho como una pequeña risa brota de él.

—Me bañaré, al salir revisaremos juntos la información, pide lo que quieras de comer. —Se encierra en el baño, me dejo caer dramáticamente sobre la cama, abrumada me froto la cara mientras un gruñido de exasperación escapa de mi garganta ¿Qué demonios me pasa?

Desde lo más profundo de mi subconsciente algo grita "Jayden Davis" si, eso es lo que me pasa.

Pido la comida y mientras la traen y Jayden se baña procedo a organizar la información que él trajo, pensé en ponerla en una mesa grande que adorna una parte de la habitación, pero consideré que estaríamos más cómodos para comer y estudiar en la cama.

"Juntos" pienso en lo bien que eso sonó y me reprocho por eso, me estoy ilusionando bastante con la idea de Jayden y yo juntos, quizás para él esto solo sea un momento, algo pasadero y que disfrute ahora, pero yo me estoy enamorando de a poco y tengo miedo de ser la única cayendo en este agujero.

Me obligo a alejar esos pensamientos de mi, disfrutaré de lo que tenga que pasar y ya después cargaré con las consecuencias, estoy cansada de estar reprimiéndome tanto, desde lo que tengo que hacer hasta lo que debo de pensar, no se cuando será el día en que todo esto termine y vuelva a ser la chica enferma encerrada en su casa. Esta no es la manera de sentirme libre pero al menos me siento parte de un algo, de un "nosotros"

Sin interés hojeo las hojas sobre la mesa, alguien toca la puerta y deduzco que tiene que ser la comida, recibo los platos de hamburguesa y le doy la propina al repartidor para después cerrar la puerta.

Me quito los zapatos, me siento sobre la cama y coloco uno de los platos frente a mi, con cuidado de no ensuciar las hojas empiezo a comer la hamburguesa, por culpa del desconocido no pude comer antes, así que aprovecho para llenar mi estómago ahora .

Al terminar mi plato Jayden por fin sale del baño, se puso un pantalón de pijama holgado en conjunto con una camiseta blanca, camina hacia mi observando mi plato ya vacío y el plato del sobre la mesa.

—Pensé que me esperarías —dice tomando su comida y sentándose frente a mi.

—Tardaste mucho —contesto, estiro mi mano hacia la mesita de noche para tomar mi celular —tengo algo que enseñarte, anoche antes de que llegaras...

—Querrás decir, antes de quedarte dormida —me interrumpe, blanqueo los ojos y lo ignoro.

—Estaba investigando sobre el hombre al que visitaremos mañana, Vito Terranova —Jay asiente lentamente mientras come de su hamburguesa. —¿Sabias que trabaja o trabajaba para Imperius?

Asiente lentamente y me incita a seguir hablando.

—Bien, Vito es Italiano, tuvo que huir de su país por problemas legales, se le ha asociado a actos terroristas en este país y a asesinatos. Lo que no me cuadra es esto, mira —le paso mi celular para que revise las imágenes, en las que se observa a Vito en compañía de Iván González.

Jayden suelta el plato interesando por la imagen, desliza la foto y se encuentra con otra, un documento.

—Ese es el contrato que firmaron Vito e Iván, al parecer Vito le traía mercancía a Iván desde Italia, lo raro es que Iván no la distribuía, no era para el sino para alguien más poderoso, su jefe quizás.

—¿Me estás queriendo decir que el exgerente del Banco central hacía el trabajo sucio para otra persona? —asiento y Jayden se masajea la frente —hay más, en el documento salen dos nombres familiares para nosotros, observa bien.

—Zack Russo y Andrés Bora —trago en seco, fue algo que me dejó helada, el tener un documento con estos  nombres juntos significa un gran avance —entre tanto leer documentos me encontré con esto, la comercialización fue entre Iván y Vito pero Zack y Andrés también estuvieron implicados, no especifica cómo pero se que lo estuvieron.

Jayden asiente lentamente mirando hacia un punto perdido en la pared, como si estuviera analizando la información.

—¿Estas consciente de lo cerca que estamos, pecas? —sin poder evitarlo algo de emoción se cuela por mi voz —estamos mas cerca de saber quien está detrás de todo esto, quien es el responsable de las muertes ocurridas en el pueblo y de las amenazas a mi familia, pronto no tendremos que preocuparnos más por esa persona.

Salto hacia Jayden y rodeo sus hombros con mis brazos, la emoción me gana y termino pegándome a él completamente, el corresponde mi gesto y me abraza por la cintura.

—Me causa satisfacción verte feliz —comenta cerca de mi oído y siento como un cosquilleo se instala en la parte baja de mi espalda.

Me aparto un poco para observar su rostro, con mis dedos acaricio cada peca en el, mis dedos juegan con las pequeñas ondas que se forman en su pelo,  cuando estos se cansan viajan hasta sus gruesos labios y delineo la forma de estos. En todo momento los ojos de Jayden están fijos en mi rostro lo cual causa una mezcla extraña de nervios y expectación.

—No se lo que haz hecho conmigo —dice en casi un suspiro. Su agarre en mi cintura se intensifica. —No se porque no puedo dejar de pensar en ti, aunque no debería te pienso, Blair y no se si eso me gusta o me asusta.

Trago profundo y dirijo mis manos hasta su nuca, doy suaves caricias en esta, mis manos se enredan en su pelo. Jayden me acomoda y termino sentada encima de sus piernas frente a él, uno nuestras frentes mientras dejo escapar un largo suspiro.

—No eres el único que tiene miedo Davis, también te pienso, más de lo que me gustaría admitir —siento como sus manos van descendiendo poco a poco hasta llegar a mis glúteos —tengo miedo de llegar a sentir algo fuerte y no ser correspondida.

Observo como niega lentamente, levanto su mentón conectando así  nuestras miradas, disfruto perdiéndome en la intensidad que me trasmiten sus ojos. Sin saber ya donde está mi cabeza me muerdo en labio inferior por reflejo, observo como sus pupilas empiezan a dilatarse y su vista se centra en mis labios.

—Creo que no deberíamos estar pensando en el futuro, lo importante es lo que está pasando ahora—su voz sale baja pero ronca, mi cuerpo empieza a responder por si mismo y se mueve sobre él, miro como Jayden suspira inclinando la cabeza hacia atrás deleitándome con la imagen.

—Por primera vez no quiero pensar tanto antes de hacer algo —digo cerca de su oído, cosa que es suficiente para que me tome de la nuca y junte sus labios con los míos.

Este no es igual al primer beso que nos dimos, está lleno de desesperación, deseo y tensión, sus manos que antes sujetaban mis glúteos hacienden hasta volver a mi cintura y pegarme más hacia el, mis manos viajan hasta su pecho y empiezan a tocarlo sin pudor alguno, el beso sube de ritmo y Jayden manda todo lo que está sobre la cama al piso, me acuesta sobre ella y despega sus labios de los míos, empieza a repartir besos por mi cuello y mis hombros.

El calor se apodera de mi cuerpo y con el la desesperación, lo traigo devuelta a mis labios y mis dedos toman el borde de su camiseta para quitársela, se despega por unos segundo de mi con asombro en su rostro, pero al ver la determinación en el mío una sonrisa ladeada se dibuja en sus labios y me ayuda a terminar de quitarle la camiseta.

Sus dedos viajan hasta los botones de mi blusa, empieza a quitarlos uno por uno mientras que con la otra mano acaricia mis muslos descubiertos por la corta falda.

—Jayden... por favor —digo casi en un jadeo, siento como su sonrisa se dibuja en la piel de mi cuello. Arranca mi blusa rompiéndola y enviándola al suelo, lo miro atónita y enojada a la vez —me debes una blusa.

—Todas las que quieras, cielo —dice cerca de mi oído, no me deja contestar ya que sube mi falda hasta mi cintura, me quito el sostén quedando solamente con la falda puesta, tomo el borde del pantalón de Jayden y lo tiro hacia abajo, el termina de salir del y lo lanza a alguna parte de la habitación junto con las tiras de mi blusa.

Jayden se deja  caer sobre mi, envuelvo mis piernas en su cintura atrayéndolo más a mi hasta juntar nuestros labios.

—¿Estas segura de esto? —pregunta y asiento casi suplicándole con la mirada.

Jayden se introduce en mi, al inicio su ritmo es lento y placentero permitiéndome adaptarme a él, pero luego se va intensificando ahogándome en un mar de sensaciones infinitas todo lo que resta de la noche.

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