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Capítulo VIII -Revelaciones

Revelaciones

Todo se mantuvo en silencio hasta que llegamos a la cuidad, sentí una sensación rara, no sabía con exactitud hacia dónde íbamos ni lo que haríamos. Observo como Jayden se estaciona delante de un edificio alto color gris.

—Espera unos minutos aquí, vuelvo enseguida –me deja con la palabra en la boca ya que se desmonta sin darme tiempo a replicas.

Opto por buscar algo de información en internet, quizás haya algún artículo de algún asesino en serie o tal vez sea como mi padre dice y se trate de grupos terroristas buscando venganza. Deslizo mi dedo por la pantalla sin encontrar nada que llame mi atención hasta que miro un nombre que me resulta conocido, Vito Terranova, abro el articulo leyendo superficialmente la información que hay sobre él; un italiano involucrado en asuntos de drogas y trata de personas. Analizo la información y me da la impresión de que en algún momento escuché hablar de él. Por más que intento buscar en mi memoria no encuentro nada y termino cerrando la página.

A paso acelerado Jayden se dirige al auto seguido de Dante, entra azotando fuertemente la puerta del auto y giro mi cabeza hacia atrás viendo como Dante se sienta en el asiento trasero.

Los miro a ambos, el enojo en Jayden es evidente, la forma en que aprieta el volante y su manera controlada de respirar mientras mantiene sus ojos cerrados muestra como intenta calmarse, mientras Dante esta sereno con su rostro reflejando inocencia.

Me quedo muda unos minutos, intento decir algo pero nada me llega a la mente, no sé lo que haya pasado entre estos dos.

—Hola Blair, que gusto me da volver a verte — giro mi cuerpo para poder ver mejor a Dante. Intento decir algo pero enseguida cierro la boca

—Hola, Dante... también es un gusto volver a verte — miro a Jayden quien se encuentra ahora mirando hacia el frente — ¿Y se puede saber que te trae aquí?

—Jayden me dijo que iba a salir contigo, no quizo decir a donde así que supuse que era a una cita — abro los ojos sorprendida lo que al parecer le divierte a Dante ya que empieza a reírse.

—Subí a buscar algo y el idiota este decidió que lo mejor para él es seguirnos.

— ¿Por alguna razón prefieres que estén a solas, Jayden? — Dante arque una ceja en dirección a Jayden y este le dirige una mirada cansada.

— ¿No crees que tus bromas ya aburren?

— ¿De qué hablas? Nunca he insinuado nada sobre ningún tema — dice el pelinegro para después dirigirme una rápida mirada.

—Tenemos que irnos ¿Por qué no te bajas del auto y nos dejas en paz? —Jay se masajea la frente.

—Te encuentras de mal humor ¿Necesitas un masaje para relajarte?— miro la situación entre estos dos amigos.

—Dante, no sé si estés enterado de la situación o no—decido intervenir antes de que la discusión dure más—pero Jayden y yo estamos aquí para investigar una situación, no por una cita o lo que sea que estés pensando. No sé si seas tan amable de dejar de atrasarnos y permitirnos ir a lo que vinimos — trato de sonar amable y no ser tan brusca, cosa que en ocasiones se me dificulta ya que cuando me exaspero tiendo a ser un poco grosera.

—Bueno...si hubieran empezado por ahí la historia seria otra — se encoge de hombros — ¿Se puede saber cuál es la situación? Quizás les sirva de ayuda. — Jayden y yo intercambiamos miradas y veo como me suplica con la mirada que no le diga nada, pero sinceramente quiero hacerlo, Dante me cae bien, es de la cuidad y le gusta molestar a Jayden, razones suficientes para contarle.

—Andamos en busca de información sobre criminales de Ashford y zonas aledañas — escucho como Jayden resopla y se recuesta de su asiento, Dante lo mira por largos segundos y no sé interpretar la expresión en su rostro.

—Puedo ayudarles, conozco personas que trabajan en editoriales y en la noticia local, pueden buscarles información —Jayden le dirige una mirada de incertidumbre.

—Me parece perfecto — digo antes de que la persona a mi lado decline la propuesta, me gano una mala mirada por parte de él, pero no le queda más que callar y encender el auto — ¿Hacia dónde vamos? — le pregunto a Dante y este le da la dirección al castaño.

...

Nos encontramos esperando en unos de los pasillos del estudio de grabación del noticiero local a que Dante termine de hablar con una de las periodistas, dijo que le ayudaría ya que según él son amigos de hace varios años.

Pasan unos largos minutos hasta que Dante se acerca hacia nosotros en compañía de una chica alta rubia quien viene con una sonrisa en su rostro.

—Chicos, ella es Alice, trabaja en el noticiero y es editora del periódico local —la chica extiende su mano.

—Gracias por aceptar ayudarnos —recibo su mano. Ella asiente y nos hace un gesto para seguirla.

— ¿Podría saber con exactitud qué tipo de información necesitan? — pregunta mirándonos.

—Sobre asesinos y criminales locales, preferiblemente de los últimos diez años —ella gira su rostro hacia mí extrañada.

—Es para un trabajo de la universidad— Jayden trata de aligerar un poco.

Nos lleva hacia el sótano del estudio y allí veo altos estantes llenos de libros y lo que parecen ser expedientes; hay archivos con fechas y nombres, ella se dirige hacia uno en específico, las letras que tiene están en rojo, saca los papeles y los deja sobre la mesa, en ellos leo el año dos mil diez con la etiqueta peligro y desconocidos.

—Estos son casos ocurridos desde el dos mil diez hasta el dos mil quince, la mayoría de estos siguen sin resolverse por lo tanto siguen siendo desconocidos. Se consideran de peligro porque llevan un mismo patrón lo que quiere decir que lo más probable es que hayan sido cometidos por la misma persona o en peor caso grupo de personas. Si revisan verán que siempre se repite el mismo tipo de víctima: persona con algún tipo de poder o alto nivel adquisitivo, siempre antes de desaparecer las víctimas suelen acudir a transferir sus bienes para después de dos semanas aparecer sin vida en un club abandonado ubicado en medio de Ashford y Oxford.

Miro un papel que señala, donde se ven algunas imágenes de los cuerpos encontrados, recapitulo la información mientras veo como Jayden toma las hojas para mirarlas detenidamente mientras Dante solo se queda en una esquina de brazos cruzados y expresión seria.

Me acerco a Jayden y observo con él, todos los cuerpos presentan rasgaduras y cortes en las extremidades, uno de ellos incluso está cortado por la mitad. Lo único que comparten los cuerpos es el lugar en que fueron encontrados ya que la manera en que murieron, según las imágenes no parecen coincidir.

— ¿Podemos llevárnoslas para poder tomar apuntes? —pregunta Jayden a Alice y está dirige su mirada a Dante.

—Prometemos regresarlas en buen estado —dice Dante, ella lo piensa por un momento para después terminar aceptando.

—Haré un reporte de esto en condición de fines educativos—al ver nuestros rostros continúa hablando—los expedientes suelen organizarlos por fecha de a cinco años y seguro notarán que hace falta un lustro, por eso el reporte.

Después de que Alice entregara el reporte nos marchamos a la casa de Dante, al llegar nos hemos acomodado en la sala de estar, he estado sola por unos minutos ya que Jayden y Dante salieron a conversar un rato, decidí invertir ese tiempo en organizar los expedientes de relevantes a irrelevantes dándole más importancia a los crímenes acontecidos en los últimos cinco años donde el patrón es más frecuente. Ya mi vista empieza a cansarse, he pasado las ultimas veinticuatro horas entre letras de expedientes y ya me encuentro un poco agobiada.

Saco mi celular para revisar los mensajes, ya es alta hora de la noche y prefiero tomarme unas horas de descanso. En la pantalla un mensaje de mi amiga se hace destacar, entro y observo la abrumadora cantidad de mensajes enviados por parte de Violeta exigiendo que reporte mi ubicación.

Le envío un mensaje para saber si se encuentra en línea.

— ¿Dónde rayos estas, Blair Joseline? — contesta mi saludo en el chat.

Perdón, he estado un poco ocupada pero prometo decirte todo.

Por lo menos dime con quién te encuentras porque ya sé que no estás en tu casa — responde después de unos minutos.

Estoy con Jayden y Dante — le respondo para segundos después poner — en Oxford.

Violeta dura unos minutos para responder — Trataré de calmarme y no exasperarme por el hecho de que te encuentras en otra cuidad con dos chicos y no me habías comentado nada.

Estoy segura de que lo que pensaste  es todo lo contrario por lo que realmente estoy aquí — me rio para después escuchar una nota de voz enviada por Violeta donde también se está riendo.

Escucho voces acercándose y me despido de Violeta prometiendo que pronto le contaré todo. Dante entra en mi campo de visión y se sitúa en el asiento frente a mí, lleva los brazos a su nuca y cierra los ojos, va descalzo y con el pelo despeinado parece que se dio un baño, el abre los ojos y me atrapa mirándolo.

— ¿Se puede saber que tanto me miras?

—Solo estaba pensado si te dormirías ahí o entrarías en coma — el sonríe y me mira por unos segundos, me da la impresión de que está pensando algo que probablemente quiera decir.

—No me engañan ¿Sabes? —entrecierro los ojos hacia el pensando a que estará refiriéndose — tu y Jayden y el jueguito que se traen.

— ¿Jueguito? — arqueo una ceja hacia el mientras me acomodo en el mueble. No entiendo a que se refiere.

—Entrar en una investigación como la que llevan es cosa seria, y no se por lo que estés pasando para querer involucrarte en estos temas así de peligrosos; de Jayden no me sorprende, es para lo que estudia, es su afición y es normal que se involucre en estos temas, pero no sé por qué tu estas interesada en esto— entrecierra los ojos hacia mi, examinándome.

—Bueno...— me aclaro la garganta — lo hago por intereses personales, no sé si estas enterado de la situación que estamos viviendo en Ashford pero mi familia podría estar corriendo peligro y siento que ser ignorante sobre lo que nos vigila ahí afuera me pone en una posición desprotegida; solo quiero saber a que nos enfrentamos.

Dante sigue observándome por unos minutos y yo le devuelvo la mirada, quizás piense que estoy loca por que yo misma quiera ponerme en riesgo, pero por otra parte también quiero que vean mis motivos, estoy en una etapa donde por fin empiezo a sentirme mejor, a sentir que verdaderamente estoy sanando y no quiero perder a nadie más, no quiero volver a esa esquina oscura que hace años me arropaba.

—Eres valiente — dirijo nuevamente mi vista hacia el — aunque no lo creas se que has pasado por momentos difíciles — arqueo mi ceja y el sonríe para después aclarar — tu familia es algo conocida gracias a tus padres y por eso muchos de nosotros conocemos su historia.

Nos quedamos callados y no lo percibo como un silencio incomodo, más bien siento que cada uno está en su mundo pensando y necesitando de este silencio, al cabo de unos minutos Dante se para de su asiento.

—Creo que ya es momento de que me retire, la habitación en la que dormirás es en el segundo piso, primera puerta a la derecha —asiento y el añade— no llevamos mucho compartiendo pero sinceramente me agradas, Blair, si necesitas mi ayuda no dudes en decirme — me guiña un ojo para después irse por el pasillo.

Me quedo en el mueblo abrazando mis piernas, y pienso en todo lo ocurrido en las últimas semanas, me doy cuenta que no es necesario de mucho para que todo cambie, no me habría imaginado meses atrás que estaría tras un asesino o arriesgándome de mas cuando se que padezco de una condición.

Estoy de acuerdo con esos que dicen que la vida da vueltas inesperadas, porque hoy estamos aquí y mañana no sabemos, no sé si estaré para las personas que quiero o si esas personas estarán para mí.

Estando aquí me doy cuenta que el mundo esconde mucha más de lo que creemos y que posiblemente vivimos en un mundo divido por una fina capa donde podemos estar caminando al lado de la persona que sin nosotros saber en algún momento pueda llegar a acabarnos.

—Piensas mucho, Blair — la voz de Jayden inunda mi sistema auditivo — me he fijado que te gusta hacerlo, rondas mucho el asunto aún cuando ya sabes la respuesta.

— ¿Qué te hace pensar eso?— me atrevo a preguntar.

—El que te quedes tranquila por varios minutos con la mirada perdida. Te adentras en lo más profundo de tu subconsciente, lo más probable que sea dándote una charla.

No creo que sea tan obvio así que tú pasas demasiado tiempo observándome Jay-Jay— le digo con una sonrisa ladeada.

—Me declaro culpable, debo admitir que me generas demasiada curiosidad — siento como algo de calor llega a mis mejillas y prefiero cambiar de tema.

— ¿Confías mucho en Dante?

—Siéndote honesto le confiaría mi vida — observo como el sonríe mirando el suelo mientras lo dice.

—Me cae bien — admito lacónicamente.

—Puedo asegurarte que también le caes muy bien.—nos quemas en silencio sosteniéndonos la mirada. Mi mirada se desvía hacia afuera, observo la noche y a mi mente llega un recuerdo de mi infancia. Una sonrisa se dibuja en mi rostro y observo al chico frente a mi antes de hablar.

— ¿Recuerdas esa vez que nos metí en problemas a los dos? Por mi curiosidad terminamos encerrados en un almacén y tú decidiste defenderme ante mis padres— el recuerdo parece llegar a su memoria. — ¿Porqué lo hiciste?

—Me consideraba más maduro que tú y pensé que también era mi culpa dejarte llegar ahí. Después de todo por mi fue que saliste corriendo de la reunión —se encoge de hombres y después estira sus brazos detrás de su cabeza.

Recuerdo el suceso. Estábamos en una reunión de negocios que tenían nuestros padres y nosotros nos encontrábamos retirados junto a mi hermano mayor, me sentía agobiada y nerviosa así que decidí escapar de ellos.

Nuestras miradas vuelven a encontrarse y ninguno cede ante el otro hasta que siento que el ambiente empieza a ponerse tenso, Jayden parece notarlo ya que sea aclara la garganta para después frotar sus manos y mirar el reloj en su muñeca.

—Creo que ya es muy tarde, lo mejor sería ir a descansar, mañana nos iremos temprano — asiento viendo como él se para de su asiento para marcharse — Que duermas bien.

Se marcha dejándome sola en la sala, después de unos minutos me paro y me dirijo a la habitación que me dijo Dante; al entrar encuentro algo de ropa y cosas para mi aseo, me baño y cambio de ropa. Me recuesto en la cama y al momento en que cierro los ojos recuerdo que dejé mis pastillas, maldigo por ser tan olvidadiza; me reconforta un poco el hecho de que últimamente la he estado tomando a menudo sin saltarme ningun horario por lo cual no creo que saltarme unas horas vaya a perjudicarme. Apago las luces para aprovechar las pocas horas de sueño que me quedan.

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