Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo II -La cena


La cena

Después de llegar a casa subí a mi habitación, me duché y puse ropa para la ocasión, me miro al espejo de cuerpo completo y verifico que mi vestido se encuentre en perfecta condición. Llevo puesto un vestido rojo ajustado a la cintura, con tirantes plateado y unas zapatillas altas, color crema, mi pelo va suelto peinado hacia atrás.

Salgo de mi habitación y recorro el largo pasillo hasta llegar a las escaleras, bajo al primer piso, en el comedor ya se encuentran mis hermanos, tomo asiento al lado de mi hermano menor, Piero, Bahir está sentado frente a nosotros al lado de la silla que le corresponde a nuestro padre.

—Pensé que la cena era a las siete, ya tengo hambre —comenta Piero mientras se remueve en la silla.

—Unos cuantos minutos de esperan no te van a matar Piero, espera a que lleguen —le regaña Bahir con tono de desaprobación.

—¿Qué lleguen?—pregunto al tiempo que mi padre hace presencia en compañía de su amiga Lisa.

—Buenas noches niños —dice papá —, espero no les moleste la presencia de Lisa —la nombrada nos saluda con una sonrisa amable.

—Buenas noches chicos .—Toma asiento en la silla que mi padre le abre al lado de Bahir —. Es un gusto volver a verte Blair —le sonrío por pura cortesía, no quiero parecer una maleducada.

Llevo poco tratando con ella pero su repentina aparición se me hace rara.

—Nos alegra tenerte por aquí Lisa —Bahir besa el dorso de su mano lo que me indica que ya se conocían con anterioridad.

—A mi todavía no me la presentan, que maleducados son por aquí —Piero le dirige un gesto acusador a Bahir.

Papá sonríe mientras se aclara la garganta y se dirige a su hijo menor.

—Piero, ella es Lisa una vieja amiga, Lisa, èl es Piero mi entrometido y curioso hijo —Piero sonríe mientras estrechan sus manos.

—Ya todos presentados, sería bueno empezar con los temas, el tiempo apremia —comenta Bahir mientras lleva una copa de sidra a su boca.

De todos nosotros Bahir es quien más se parece a papá, en personalidad, es igual de serio y pulcro que él, físicamente saco su altura, el color oro de su pelo y el verde de sus ojos. Trabajan juntos desde hace unos años y estudió finanzas lo cual ayuda mucho en los negocios de nuestro padre, dando a comprender su puesto en la empresa.

Alonso le da la razón y mientras terminan de colocarnos la cena en la mesa procede a hablar:

—Como todos ya saben los reuní aquí porque hay temas que me interesa compartir con ustedes, mis hijos. Las cosas en Ashford no están muy buenas, han pasado incidentes de orígenes dudosos, muchos dicen que son grupos de terroristas queriendo tomar venganzas por viejos negocios con antiguos socios de este pueblo. —Toma una pausa —. Debido a mi profesión he tenido altercados con delincuentes habiendo muchos casos en los que hemos salido victoriosos, mandando a varios a prisión y así ganando enemigos; aunque he descuidado mi carrera como abogado al estar más enfocado en mis negocios aún no se me ha quitado la ficha de la espalda. —Toma el vaso de agua dando un trago y volviendo a dejarlo sobre la mesa —. Hay personas disgustadas y querrán venir por mí, buscaran como dañarme y no quiero que ustedes salgan involucrados en este problema.

—Padre... —Bahir habla pero Alonso lo interrumpe.

—Lisa nos estará ayudando con la seguridad y otros asuntos internos de la empresa —continua hablando —Bahir ya que trabajas conmigo te pondré al tanto después, quiero que estén pendiente de su entorno y si no es necesario salir no lo hagan.

—Genial, ahora seremos reclusos, no puedo, por si no saben tengo una vida social que mantener.

—Increíble, Piero, de las mayores preocupaciones que tenemos ahora es de que tu estúpido estatus social permanezca.

—Entiende Blair, algunos si tenemos una vida.

—Yo podría hacer un equipo de seguridad para que cada uno pueda continuar con sus actividades sin que estén en peligro —Lisa se mete en la conversación que teníamos.

—Me parece perfecto no quiero que sus vidas se vean afectadas por mis asuntos —habla mi padre mirándonos a Piero y a mí.

El tema se da por cerrado y pasamos a comer todos, dialogando sobre cosas triviales, como las nuevas adquisiciones de mi padre como socio de una nueva empresa en Oxford, el nuevo proyecto que Bahir quiere llevar a cabo sin dar muchos detalles, Piero sobre su equipo de fútbol y el club de lectura en el que está y yo hablando sobre lo bien que me va en la universidad estudiando Derecho, dejando así un poco atrás el aire tenso que se había formado por las declaraciones de mi padre.

La cena termina, me despido de los que quedan en la mesa y me voy a mi habitación, me cambio de ropa para colocarme una más cómoda, pongo una película en la televisión y me recuesto.

La pantalla de mi celular se ilumina con la notificación de un mensaje, observo desconociendo el número de donde me ha llegado este, decido ignorarlo y procedo a seguir viendo la película para tratar de disolver un poco los pensamientos surgidos.

La pantalla del celular vuelve a iluminarse pero esta vez con una llamada entrante del mismo número, decido contestar para acabar con la insistencia.

—¿Hola? — contesto la llamada.

—Hola, Crooky —reconozco la voz de Violeta al otro lado de la llamada.

—¿Y ahora de donde sacaste ese nombre? No, espera, mejor aún ¿De dónde sacaste este número, que le pasó al tuyo?

—Bueno, Mmm... Creo que lo escuché en alguna película, no recuerdo bien pero se me hace bonito —se toma un segundo como si lo estuviera pensando —, sí, creo que la vi en una película de dibujos animados.

Cierro los ojos e inhalo profundamente, enserio mi amiga no es muy normal.

—Aún no me has dicho que le pasó a tu otro número —le recuerdo al ver que desvía el tema.

—Cierto. Bueno, sucede y acontece que lo perdí. —Suelta con simpleza.

—Lo perdiste otra vez, ¿Cómo puede ser alguien tan despistada?

—No me juzgues, tú sueles ser impuntual y a mí se me pierden algunas cositas.

—Algunas cositas no, te recuerdo que una vez dejaste tu bolso abandonando en un centro comercial y no solo eso, casi dejas a tu hermana también. —No puedo evitar reírme.

—Ok sí, pero eso solo fue una vez y no volvió a pasar. —Intenta sonar ofendida—. Aparte de llamar para que tengas mi nuevo número lo hago porque también te quiero invitar a una fiesta. —La emoción en su voz es perceptible.

—¿En serio me estas invitando a una fiesta con todo lo que está pasando?

—Ya le dije a William y aceptó, además es en otra cuidad —dice al momento que escucho un sonoro golpe en la llamada.

—¿Qué fue eso? ¿Estás bien? —pregunto al escuchar que maldice.

—Estoy bien, casi tumbó la televisión, pero estoy bien.

—¿Qué? ¿Cómo? Mejor olvídalo —digo mientras me acomodo en la cama y apago la televisión al haber perdido en hilo de lo que pasaba.

—Tomaré tu falta de respuesta como un sí.

—Ni te imaginas con quien conversé hoy —intento desviar un poco el tema —Jayden Davis.

—Espera ¿Cómo que viste a tu amor de infancia? Pensé que ya no vivía en la cuidad al menos que se encuentren de visita.

—Estás equivocada, Jayden no fue mi amor de infancia. —Siento como el calor sube a mis mejillas—. Vivirán de nuevo en la cuidad. Tuvimos una breve conversación en la universidad.

—Por más que te esmeres en negarlo todos lo notábamos, eras una niñita enamorada. —La burla cubre su voz—. Me alegra que esté de vuelta y supongo que a ti también

—Eres una pesada, me negaré a seguir con el tema— un bostezo se me escapa —creo que ya ha sido suficiente por hoy.

—Descansa Blair. Nos vemos mañana, te avisaré sobre la fiesta. —Tira un sonoro beso y cuelga sin darme tiempo a contestar.

Los años que llevo de amistad con Violeta me han dejado muy en claro que es una persona muy insistente y si algo se le entra a la cabeza no lo soltará muy fácil, así que no tendré opción y terminaré accediendo ante su insistencia por lo cual ni me negaré.

Dejo el celular en la mesita de noche y me acomodo para dormir mejor, es lo más que puedo hacer para no estresarme mucho, mi mente no puede evitar irse a la conversación que tuve hoy con Jayden y la cual me pareció un poco rara, al igual que la que tuvimos en la cena pero lo mejor será dejar pasar todo por ahora.

La alarma para tomar mis pastillas suena, extiendo mi brazo a la mesita y tomo la botella de agua que siempre tengo, me trago las pastillas y ahora si me dispongo a dejarme caer en un profundo sueño.

....

Me encuentro en el escritorio de mi habitación avanzando algunos apuntes de la universidad para dentro de unos días, no me gusta dejar las cosas para última hora, siento que así todo es más estresante y suelen salir mal muchas veces. Me he pasado la mañana entera en eso, al rondar el medio día bajo a la cocina a ver si algunas de las cocinera ha preparado algo de comer.

—Hola Gloria —saludo a la mujer que ha velado por nosotros desde niños —¿Hay algo de comer? Enserio tengo mucha hambre —le digo haciendo un puchero.

—Vamos, Blair, no tienes que poner ese mueca tan fea. —Ríe mientras entra algo en el microondas—.Ve al comedor ya te llevo algo de comer.

Al dirigirme al comedor escucho una voz discutiendo desde una de las habitaciones de abajo, me acerco más y es la voz de mi padre que proviene de su despacho, paso de largo fingiendo buscar algo por ahí y tiro una rápida mirada a su puerta abierta casi de par en par mientras intento parecer casual.

—No podemos invertir en ese negocio, no es factible.... ¿Cómo no quieres que me altere si no piensas antes de hablar? ...... solo dices idioteces.

Frente a él se encuentra Doménico quien teclea algo en su celular muy concentrado.

Vale, esto es lo normal, me devuelvo al no encontrar nada de interés y me encuentro de frente con Gloria quien viene con un plato de lasaña en las manos y un vaso de jugo; me siento y deja el plato y el vaso frente a mí, me como la primera cucharada y mi estomago lo agradece, siento que estoy entrando al mismo cielo.

—Te amo Gloria, de verdad eres la mejor —digo dándome otra cucharada y después otra teniendo que beber un trago de jugo para no ahogarme.

—No exageres y come al paso, si te ahogas no lo podrás disfrutar más, digo, no creo que en el más allá tengan de mi lasaña —una sonrisa acompaña las líneas en su rostro creadas por los años, se da la vuelta y desaparece entre las paredes con dirección hacia la cocina.

Termino de comer, llevo el plato a la cocina y me devuelvo a mi habitación, me topo de frente con Bahir quien viene con las mejillas coloradas y algo sudado, se nota algo nervioso, me da una mirada rápida y acelera el paso entrando a su habitación sin dejarme procesar su rara actitud.

Ignoro lo sucedido y entro en mi habitación, tomo mi celular del escritorio y me entra una llamada de William.

—Saludando —contesto la llamada caminando hacia la cama y sentándome sobre esta.

—Buenas señorita, le estamos avisando que el increíble señor Baker la estará recogiendo dentro de media hora.

—Tu voz de operadora queda genial. —Mi sarcasmo es perceptible y lo escucho bufar.

—Tengo mucho que mejorar ¿Cierto?

—Demasiado —trato de reprimir una risa.

—Pufs —podría apostar que está haciendo una mueca como todo un niño pequeño —, sobre que te pasaré a buscar en media hora, es cierto, prefiero que vayamos en mi auto, conociendo como son ustedes.

—Estoy de acuerdo, no quiero conducir a otra ciudad, nos vemos en media hora.

—Sí, muy bien, en MEDIA hora —dice haciendo énfasis en el tiempo y yo le contesto con una risa suave mientras cuelgo la llamada.

Reviso la hora y me dirijo a prepararme, pongo algo de música ya que esta me fascina, adoro escucharla, cantar, y tocar. Siento que es algo que me transporta y me reconforta al mismo tiempo, podría describirlo como algo casi mágico; la pongo a todo volumen y entro a la ducha.

Dejo que el agua se deslice por mi cuero cabelludo y se pierda por la línea de mi espalda mientras siento la canción que suena de fondo.

La canción carga un gran sentimiento el cual me penetra el pecho y me hace pensar en mi vida. Es ese tipo de canciones que escuchas y no puedes evitar identificarte con ellas.

Siento un nudo formarse en mi garganta y trato de respirar, no puedo quejarme de mi familia, aunque debo admitir que me gustaría que todo fuera diferente. Aunque no nos falte lo material eso no quita el hecho del vacío que cargo por dentro y que se ha ido alimentado de mi con el pasar de los años, la amnesia y la depresión causada por la partida de mi madre, son cosas que no se ven a simple vista pero que siempre están ahí.

Las imágenes de hace cinco años invaden mi mente y se repiten en bucle.

Una lágrima se desliza por mi mejilla y siento que ya es suficiente, no puedo permitirme deprimirme este día pensando en cosas que se suponen están en el pasado.

Cierro la ducha y salgo del baño, busco la ropa que tengo en mente y me cambio. Escogí un vestido negro corto ceñido al cuerpo de tirantes y por encima una chaqueta de cuero negro con unas botas de tacón oscuras hasta los muslos, decido no maquillarme tanto y solo me pongo mascara en las pestañas y un labial rojo, el pelo lo dejo lizo peinado hacia atrás.

El celular timbra con un mensaje de William diciendo que ya se encuentra afuera, me hecho un poco de perfume y doy un último vistazo en el espejo.

Sí, estoy divina.

Bajo al primer piso dejándole dicho a mi padre que voy a salir con mis amigos pero este insiste en que dos de seguridad me acompañen y no me queda de otra.

Salgo y entro en el auto de William saludándolo con un beso en la mejilla, miro el auto y noto que no hay nadie más.

—¿Dónde está Violeta? —pregunto al tiempo que comienza a conducir.

—Iremos ahora por ella, quise buscarte a ti primero, me imagino que sabes porque —me da una rápida mirada con una sonrisa bailando en sus labios.

—Ja, ja,ja, mira que gracioso, me muero de la risa —lo reprocho con la mirada mientras me remuevo en el asiento.

—Vamos Blair, sabes que es mi forma de demostrarte cariño —me pellizca el costado —no te enojes por mis chistes malos.

—Solo si me compras algo —trato de molestarlo intentando mantenerme seria.

—¿Que quieres que te compre?

—Entonces ¿También tengo que decirte que comprarme? No se ve mucho esfuerzo de tu parte —sonrío mientras niego con la cabeza.

—Entiendo — deja de hacerme cosquillas —¿Por cierto sabes quiénes son esos que tienen rato siguiéndonos?

—Son mis seguridad —William abre exageradamente los ojos.

—Creo que te tomaste muy enserio el término de diva.

—Es ingenio de mi padre para "Mantenernos seguros" —recalco las últimas palabras.

—Ya veo, Blair —dirige su vista hacia mí y me da una sonrisa.

Llegamos a la casa de Violeta y esta sale enseguida. Nos dirigimos a Oxford una cuidad a las fronteras de Asford y en donde será la fiesta, el viaje transcurre en tranquilidad y en menos de una hora estamos llegando a la casa donde transcurrirá la fiesta.

Al salir del auto le digo a uno de mi seguridad que se pueden quedar afuera ya que veo sus intenciones de seguirme y no pretendo tener una noche rara con estos dos siguiéndome a todos lados.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro