Mientras caminaba bajo las luces de la ciudad, sintió una mezcla de tristeza y esperanza. Aunque el futuro era incierto, sabía que, al menos por ahora, estaba tomando una decisión que necesitaba para encontrar su propio camino.

Los días siguientes al descubrimiento de la verdad fueron un torbellino de emociones para Jungkook. Se había aislado, tratando de procesar lo que había sucedido. Aunque Namjoon había intentado contactarlo varias veces, Jungkook había ignorado sus llamadas y mensajes, incapaz de enfrentarse a la realidad. El dolor de la traición era profundo, y cada vez que pensaba en lo que había pasado, sentía que su mundo se desmoronaba un poco más.

Un día Namjoon tuvo que contarle todo a su hermano:

—Hermano, hay algo que necesito contarte —dijo Namjoon, mirando a su hermano a los ojos—. Pero te pido que me escuches hasta el final antes de decir nada.

Changbin asintió, notando la seriedad en la voz de su hermano.

—Claro, Nam. Tómate tu tiempo.

Namjoon tomó un profundo respiro antes de comenzar.

—He conocido a alguien —empezó a decir, con voz temblorosa—. No es lo que piensas, o al menos no es lo que cualquiera pensaría. Su nombre es Jungkook. Es un bailarín en el teatro donde trabajas. Y, bueno... me he enamorado de él.

Changbin frunció el ceño, tratando de procesar lo que estaba escuchando. Sabía que su hermano estaba casado, y la idea de que su hermano estuviera involucrado con otra persona lo dejó sin palabras por un momento.

—¿Estás hablando en serio? —preguntó, tratando de mantener la calma—. Pero... ¿y Miyeon? ¿Qué está pasando con ella?

Cerró los ojos por un segundo, sintiendo una punzada de culpa al escuchar el nombre de su esposa.

—Lo sé. Es complicado, y sé que lo que hice estuvo mal —dijo abriendo los ojos para mirar a su hermano—. No quería que las cosas llegaran a este punto. Amo a Jungkook, pero también he sido injusto con Miyeon. He estado viviendo una doble vida, y... ahora todo ha explotado en mi cara.

Changbin se quedó en silencio, tratando de asimilar lo que su hermano acababa de confesar. La idea de que Namjoon estuviera en una relación con otro hombre no era lo que le sorprendía; lo que realmente le preocupaba era cómo su hermano había manejado la situación.

—¿cómo llegaste a esto? —preguntó finalmente, con tono serio pero comprensivo—. Siempre has sido tan responsable... No te estoy juzgando, solo trato de entender.

Namjoon bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras de su hermano.

—No lo se. Me dejé llevar por lo que sentía por Jungkook. Es alguien que me hace sentir cosas que no había sentido en mucho tiempo. Pero sé que no he manejado bien las cosas. He lastimado a Miyeon, y ahora también a Jungkook, porque él no sabía que estaba casado.

Changbin soltó un suspiro, frotándose la frente con una mano.

—Esto es un desastre —dijo con un tono más suave—. Pero te conozco. Sé que no eres una mala persona. Solo... cometiste un error. Un gran error, sí, pero todos cometemos errores. Lo importante ahora es lo que vas a hacer para arreglar esto.

Asintió, sabiendo que su hermano tenía razón.

—Estoy tratando de arreglar las cosas ... bueno, ya hablamos Miyeon y yo, y hemos decidido separarnos. Pero lo que más me preocupa ahora es cómo seguir adelante con Jungkook. No quiero perderlo, pero tampoco quiero hacerle más daño.

Miró a su hermano con compasión.

—Si realmente lo amas, tendrás que ser completamente honesto con él de ahora en adelante. Y tendrás que darle tiempo para que decida lo que quiere. No puedes forzarlo a nada.

—Lo sé —dijo con su voz llena de arrepentimiento—. Y estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que funcione, si él también quiere. No puedo perderlo, Bin. No después de todo esto.

Changbin asintió, dándose cuenta de que su hermano estaba genuinamente comprometido con lo que sentía por Jungkook.

—Hermano, estaré aquí para apoyarte, pase lo que pase. Solo asegúrate de que estás tomando las decisiones correctas por las razones correctas. No por miedo a estar solo, sino porque realmente crees que esto es lo mejor para todos.

Namjoon sonrió levemente, sintiendo una pequeña chispa de esperanza gracias a las palabras de su hermano.

—Gracias. Significa mucho para mí saber que estás de mi lado.

Changbin se levantó y caminó hacia Namjoon, dándole un fuerte abrazo.

—Siempre estaré de tu lado, hermano. Solo... prométeme que harás lo correcto.

—Lo prometo —respondió, devolviendo el abrazo con fuerza.

Mientras se separaban, Changbin miró a su hermano a los ojos y asintió con determinación.

—Entonces adelante. Haz lo que tengas que hacer. Pero recuerda que siempre puedes contar conmigo.

Asintió, sabiendo que, aunque el camino por delante sería difícil, no estaría solo en esta travesía. Con el apoyo de su hermano y su determinación de arreglar las cosas con su ángel, estaba listo para enfrentar lo que fuera necesario.

MIENTRAS TANTO CON JUNGKOOK......

Una tarde, después de todo el drama con Namjoon y la revelación de la verdad, Jungkook decidió que necesitaba hablar con su primo Kai. Sabía que su primo no solo lo escucharía, sino que también le daría el consejo que tanto necesitaba. Así que lo invitó a su apartamento, con la esperanza de encontrar un poco de claridad.

—Gracias por venir, Kai —dijo cuando su primo llegó, dándole un fuerte abrazo.

—Siempre, Kookie. Sabes que estaré aquí para lo que necesites —respondió Kai, devolviendo el abrazo con cariño—. ¿Qué está pasando? Puedo ver en tu cara que algo te preocupa.

Se sentaron en el sofá de la sala, y Jungkook tomó un profundo respiro antes de empezar a hablar.

—Es... complicado —comenzó, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Estoy involucrado con alguien... alguien que no es quien pensé que era.

Kai frunció el ceño, inclinándose un poco hacia adelante.

—¿Cómo que no es quien pensabas? ¿Qué quieres decir?

Jungkook miró a su primo, sintiendo que podía confiarle todo lo que estaba en su corazón.

—Su nombre es Namjoon. Lo conocí afuera del teatro, es increíblemente talentoso, apasionado, y... me enamoré de él sin darme cuenta. Pero resulta que... está casado. Lo descubrí de la peor manera posible, y ahora no sé qué hacer. Me siento como un tonto.

Kai se quedó en silencio por un momento, procesando lo que Jungkook acababa de decir. Luego, puso una mano en el hombro de Jungkook, apretándolo ligeramente.

—primito, eso es... una situación realmente difícil. No sé qué decir. Debe haber sido un golpe muy fuerte para ti.

—Lo fue —admitió Jungkook, sintiendo un nudo en la garganta—. No sabía que era el amante, primo si lo hubiera sabido, nunca me habría involucrado con él. Ahora estoy aquí, con el corazón roto, pero al mismo tiempo... todavía lo amo. Y no sé cómo manejar eso.

Kai lo miró con comprensión.

—Es normal que te sientas así. El amor no desaparece solo porque las cosas se complican. Pero lo importante aquí es cómo decides seguir adelante. ¿Has hablado con él desde que descubriste la verdad?

—Sí, hablamos. Me dijo que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para arreglar las cosas, que quiere estar conmigo y que su matrimonio ya estaba en ruinas antes de conocerme. Pero... todo se siente tan confuso. No quiero ser la razón por la que alguien más está sufriendo.

Asintió, entendiendo la lucha interna de su primo.

—Kookie, eres una buena persona. Siempre has sido alguien que piensa en los demás antes de tomar decisiones importantes. Pero también tienes que pensar en ti, en lo que quieres y en lo que necesitas para ser feliz. El SR. Kim parece estar dispuesto a hacer un esfuerzo, pero debes preguntarte si estás dispuesto a darle una segunda oportunidad, sabiendo lo que ya sabes.

Jungkook se quedó en silencio, reflexionando sobre las palabras de Kai. Sabía que su primo tenía razón; necesitaba pensar en lo que realmente quería para su vida, no solo en lo que Namjoon quería.

—No estoy seguro de qué quiero—dijo finalmente—. Una parte de mí quiere intentarlo, porque lo amo y siento que lo que teníamos era real. Pero otra parte de mí tiene miedo de volver a salir lastimado.

—Eso es completamente comprensible —respondió—. Pero lo que sea que decidas, debes hacerlo desde un lugar de sinceridad y amor propio. Si decides intentarlo de nuevo con el SR. Kim, hazlo porque realmente crees que pueden construir algo juntos, no porque sientas que le debes algo. Y si decides alejarte, hazlo sabiendo que mereces una relación en la que te sientas seguro y amado sin condiciones.

Asintió, agradecido por la claridad que su primo le ofrecía.

—Gracias Realmente necesitaba escuchar eso. Siento que a veces me pierdo en mis propios sentimientos, y me cuesta ver las cosas con claridad.

HueningKai sonrió, dándole un leve golpe en el hombro.

—Para eso estoy aquí, Kookie. Para recordarte que, aunque las cosas se pongan difíciles, siempre tienes a alguien que te apoya. Y sea cual sea tu decisión, estaré a tu lado. Eres fuerte, más de lo que crees, y sé que vas a superar esto.

—Eso espero —dijo Jungkook, devolviendo la sonrisa—. No sé qué haría sin ti.

—Bueno, por suerte no tienes que averiguarlo —respondió Kai con una sonrisa cálida—. Ahora, ¿qué te parece si pedimos algo de comida y pasamos la noche viendo películas malas? A veces, lo mejor para aclarar la mente es reírse un rato y dejar que las cosas se calmen.

Jungkook rió, sintiendo que, aunque su situación seguía siendo complicada, al menos no estaba solo.

—Suena perfecto. Gracias por todo, primo.

—Para eso estamos los primos, Kookie. Para lo bueno y para lo malo.

Pasaron el resto de la noche hablando, riendo y disfrutando de la compañía mutua, mientras Jungkook comenzaba a sentir que, tal vez, con el apoyo de su primo y un poco de tiempo, podría encontrar la manera de seguir adelante, sea cual sea la decisión que tomara.

Finalmente, después de dos semanas de silencio, Jungkook decidió que necesitaba hablar con Namjoon. No podía seguir evitando la situación, no si quería encontrar alguna forma de seguir adelante. Así que una tarde, lo llamó y acordaron encontrarse en un pequeño parque que solían visitar juntos.

Cuando Jungkook llegó, vio a Namjoon sentado en un banco, con la mirada perdida en el suelo. El ver a Namjoon tan abatido le hizo recordar los momentos buenos que habían compartido, y aunque su corazón seguía herido, sabía que necesitaba respuestas.

—Hola —dijo, acercándose lentamente.

Namjoon levantó la vista, sus ojos reflejando un cansancio profundo.

—Hola —respondió con una voz suave, casi temerosa.

Hubo un largo silencio entre ellos antes de que Jungkook se sentara a su lado. Ninguno de los dos sabía por dónde empezar, pero finalmente, Jungkook rompió el silencio.

—¿Cómo estás? —preguntó, aunque la respuesta era obvia.

—He estado mejor —admitió—. Me divorciare en unos meses pero también he pensado mucho en lo que pasó, y en lo que hice... a ambos.

Jungkook asintió, mirando sus propias manos mientras buscaba las palabras adecuadas.

—Todavía estoy tratando de entender todo —dijo honestamente—. Amaba lo que teníamos, pero ahora no sé qué hacer con todos estos sentimientos. Me siento traicionado, pero al mismo tiempo... no puedo dejar de quererte.

Namjoon suspiró profundamente, su rostro mostrando la carga de la culpa.

—Lo sé, cariño. Lo siento tanto. Debería haberte contado la verdad desde el principio, pero tenía miedo. Miedo de perderte, miedo de enfrentar las consecuencias de mis decisiones. Fui un cobarde, y por eso, ambos estamos sufriendo ahora.

Jungkook escuchó las palabras de Namjoon, sintiendo la sinceridad en su voz. Sabía que estaba arrepentido, pero eso no borraba lo que había sucedido.

—No puedo ignorar lo que hiciste —dijo Jungkook con firmeza—. No puedo simplemente pretender que no me ocultaste algo tan importante. Pero... también sé que los errores no definen completamente a una persona. Todos cometemos errores, SR. Kim.

Namjoon asintió, con los ojos llenos de lágrimas.

—Te amo mucho cariño. Y si me das una oportunidad, quiero arreglar esto. Quiero ser honesto contigo, ser alguien en quien puedas confiar. No sé si puedes perdonarme, pero quiero intentarlo, si me dejas.

Jungkook sintió que su corazón se dividía. A pesar de todo lo que había pasado, una parte de él seguía amando al SR. Kim. Pero sabía que no podía volver a lo que tenían antes sin establecer límites claros, sin asegurarse de que ambos estaban en la misma página.

—Necesitamos tiempo —dijo Jungkook finalmente—. Ambos. No podemos simplemente seguir adelante como si nada hubiera pasado. Pero si realmente estás dispuesto a hacer el esfuerzo, a ser honesto conmigo, entonces estoy dispuesto a intentarlo también.

Namjoon lo miró con una mezcla de alivio y gratitud.

—Haré lo que sea necesario, Jungkook. Quiero ganarme tu confianza de nuevo, y estoy dispuesto a hacer el trabajo que se necesite para lograrlo.

Jungkook asintió, sabiendo que el camino que tenían por delante no sería fácil. Tendrían que enfrentarse a muchas cosas: la verdad, las consecuencias, y sobre todo, la necesidad de reconstruir la confianza que se había roto. Pero había algo en la forma en que Namjoon hablaba, en su disposición a enfrentar sus errores, que le dio a Jungkook una esperanza cautelosa.

—Vamos a tomarlo un día a la vez —sugirió Jungkook, intentando una pequeña sonrisa—. Y ver dónde nos lleva.

Namjoon sonrió por primera vez desde que habían comenzado la conversación.

—Un día a la vez —repitió, asintiendo.

El proceso de reconstrucción no fue rápido ni sencillo. Hubo días buenos, en los que parecían encontrar un nuevo ritmo juntos, y días malos, en los que las heridas del pasado amenazaban con abrirse de nuevo. Pero con el tiempo, empezaron a aprender a confiar el uno en el otro de nuevo, a comunicarse mejor y a enfrentar sus problemas juntos.

Namjoon se esforzó por ser completamente transparente, compartiendo aspectos de su vida que antes había ocultado, mientras que Jungkook aprendió a ser paciente y a expresar sus propios sentimientos sin miedo. Aunque la relación había cambiado, en muchos sentidos, también había crecido y madurado. Namjoon por fin pudo divorciarse no fue un proceso sencillo pero veía que eso era lo mejor si quería estar con su amado.

El divorcio de Namjoon fue una experiencia dolorosa y complicada, como era de esperar tras el descubrimiento de su infidelidad. Miyeon, reaccionó con una mezcla de ira, tristeza y desilusión al enterarse de la traición. Lo más difícil para ella no solo fue el hecho de que su esposo la había engañado, sino también que lo había hecho con alguien que ella no esperaba, un hombre, lo que le hizo cuestionar toda su relación y su vida juntos.

Inicialmente, las conversaciones entre ellos fueron tensas y llenas de reproches. Miyeon se sentía profundamente herida, y aunque Namjoon intentaba asumir su responsabilidad y no justificar sus acciones, sabía que no había mucho que pudiera decir para aliviar el dolor de su esposa. Intentó ser honesto sobre sus sentimientos y lo que lo había llevado a involucrarse con Jungkook, pero eso solo parecía agravar la situación, al menos al principio.

—¿Cómo pudiste hacerme esto? —preguntó ella una noche, con lágrimas en los ojos—. Pensé que teníamos un buen matrimonio. ¿Cómo pude estar tan equivocada?

El no sabía cómo responder. Sus intentos de explicar solo parecían empeorar las cosas.

—Nunca quise lastimarte, Miyeon. Pero tampoco quiero seguir viviendo una mentira. He cometido errores, y estoy dispuesto a aceptar las consecuencias, pero necesito ser honesto conmigo mismo y contigo.

El proceso legal en sí fue relativamente sencillo en términos de división de bienes, ya que ambos eran personas razonables y querían evitar una batalla prolongada. Sin embargo, emocionalmente, fue devastador. A pesar de la rabia y la tristeza, Miyeon finalmente accedió a llevar el divorcio de manera civilizada, por el bien de ambos y de cualquier posible interacción futura.

—No te odio —le dijo en una de sus últimas conversaciones antes de firmar los papeles—. Pero tampoco puedo perdonarte por lo que hiciste. Espero que encuentres lo que estás buscando, pero yo necesito seguir adelante con mi vida.

El divorcio dejó a Namjoon sintiéndose vacío, incluso cuando sabía que era lo correcto, tanto para él como para Miyeon. La ruptura de su matrimonio le hizo darse cuenta del costo de sus acciones y del dolor que había infligido. Había perdido a alguien que había sido su compañera durante años, alguien que había compartido su vida y sus sueños, y esa pérdida lo afectó profundamente.

Al mismo tiempo, el divorcio también le dio un especie de alivio, una liberación de la doble vida que había estado llevando. Ahora podía ser honesto sobre quién era y lo que sentía, aunque el costo de esa honestidad hubiera sido muy alto.

El final del matrimonio marcó un nuevo comienzo para ambos. Miyeon comenzó a reconstruir su vida, eventualmente mudándose a una nueva ciudad para empezar de nuevo. En resumen, el divorcio fue un capítulo doloroso en su vida, una consecuencia inevitable de sus decisiones. Aunque le permitió avanzar con su vida y su relación, no fue sin dejar cicatrices profundas que tardarían en sanar.

Un día, meses después del incidente, Namjoon gracias a que su hermano le dio las llaves del teatro llevó a Jungkook al teatro, al lugar donde todo había comenzado. Estaban solos, sentados en la misma sala de ensayo donde habían tenido tantas conversaciones significativas.

—Quiero que sepas algo, mi ángel—dijo Namjoon, tomando las manos de Jungkook entre las suyas—. No importa lo que pase en el futuro, siempre estaré agradecido por haberme dado una segunda oportunidad. Nunca me olvidaré de lo que significas para mí.

Jungkook sonrió, sintiendo que, aunque las cosas no eran perfectas, estaban en un lugar mejor.

—Yo también estoy agradecido —respondió—. Y aunque el camino ha sido difícil, creo que hemos salido más fuertes al otro lado.

Namjoon lo miró a los ojos, sabiendo que aún tenían un largo camino por recorrer, pero sintiendo, por primera vez en mucho tiempo, que estaban caminando juntos en la dirección correcta.

Ese día, mientras las luces del escenario se encendían suavemente a su alrededor, Jungkook y Namjoon se tomaron de la mano, listos para enfrentar el futuro con esperanza, sabiendo que, aunque el amor no siempre es fácil, vale la pena luchar por su futuro juntos.

FIN?