Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝓓𝓔𝓢𝓒𝓤𝓑𝓡𝓘𝓜𝓘𝓔𝓝𝓣𝓞

El teatro estaba en silencio, con la excepción de los ecos lejanos de los pasos de Jungkook mientras recorría el pasillo hacia la sala de ensayo. Había llegado temprano, como siempre. Era un hábito que había desarrollado con los años, un tiempo que le permitía concentrarse y encontrar la paz antes del caos del día.

Cuando empujó las puertas de la sala, no esperaba encontrar a Namjoon sentado en una de las sillas, estaba viendo su teléfono de seguro estaba escribiendo con un amigo o su hermano. Jungkook se detuvo por un momento, sorprendido, pero luego sonrió.

—¿Qué haces aquí tan temprano? —preguntó Jungkook, acercándose.

—Vine a dejar unas cosas que me encargo changbin —admitió Namjoon—. Así que pensé en pasar por aquí. Este lugar es diferente cuando está vacío, casi... mágico.

—Sí, lo es —dijo, dejándose caer en la silla junto a Namjoon—. A veces, creo que este es el único lugar donde realmente puedo ser yo mismo.

—¿Y quién eres cuando no estás aquí? —preguntó, girándose para mirarlo a los ojos.

Jungkook lo pensó por un momento. Era una pregunta difícil, porque en realidad, fuera del teatro, se sentía perdido. El escenario le daba un propósito, una identidad, pero más allá de las luces y los aplausos, no estaba seguro de quién era.

—No lo sé —respondió finalmente—. Supongo que solo soy un chico que intenta encontrar su lugar en el mundo.

—Es curioso... —dijo Namjoon—. Siempre pensé que la gente como tú, tan talentosa y dedicada, tenía todo resuelto. Pero cuanto más te conozco, más me doy cuenta de que no es así.

—Todos tenemos nuestras luchas ,sr. Kim. Solo que algunos somos mejores ocultándolas.

Namjoon extendió la mano y la colocó suavemente sobre la de Jungkook. El contacto fue cálido, reconfortante, y Jungkook sintió una corriente de electricidad recorriendo su cuerpo.

—No tienes que ocultar nada conmigo —dijo Namjoon, su voz baja, pero llena de sinceridad—. Puedes ser quien realmente eres, y eso será suficiente.

Jungkook lo miró, sorprendido por la profundidad de sus palabras. Había pasado tanto tiempo construyendo muros a su alrededor, temiendo que si dejaba que alguien viera su verdadero yo, terminaría siendo rechazado. Pero con Namjoon, sentía que esos muros comenzaban a desmoronarse.

—Gracias —murmuró Jungkook, apretando suavemente la mano de Namjoon—. Eso significa más de lo que te imaginas.

Los días siguientes se convirtieron en una rutina compartida. Namjoon comenzaba a pasar más tiempo en el teatro, observando los ensayos desde detrás del escenario o acompañándolo en los descansos, con un café caliente en la mano. A medida que se conocían mejor, Jungkook empezó a sentir que sus conversaciones se volvían más personales, más profundas.

Una tarde, mientras Jungkook practicaba una complicada secuencia de saltos, lo vio sentado en una esquina de la sala de ensayo, observándolo con una concentración que lo hizo detenerse.

—¿Qué piensas? —preguntó, respirando con dificultad mientras se acercaba.

—Que nunca me canso de verte bailar —respondió sin vacilar—. Hay algo en la forma en que te mueves, en cómo te entregas al momento, que me fascina.

Jungkook sonrió, sintiendo cómo el calor subía a sus mejillas. No estaba acostumbrado a que lo elogiaran de una manera tan personal. Los elogios solían centrarse en su técnica, en su habilidad, pero kim hablaba de algo más, algo que resonaba en un nivel más profundo.

—Es... es como si el mundo desapareciera cuando estás en el escenario —continuó Namjoon —. Y en esos momentos, siento que te conozco mejor que nadie.

Jungkook sonrojado bajó la vista, inseguro de cómo responder. Había algo en las palabras de Namjoon que lo conmovía profundamente, que lo hacía sentirse vulnerable, pero también querido.

—Nunca pensé que alguien podría entenderme de esa manera —admitió finalmente—. Siempre sentí que el baile era algo que hacía solo para mí, que nadie más podía comprender lo que significaba.

Namjoon se acercó un poco más, hasta que sus rodillas casi se tocaron.

—Quiero entenderlo. Quiero entenderte a ti. Porque... porque creo que hay algo entre nosotros que vale la pena explorar.

El corazón de Jungkook latía con fuerza en su pecho. Sabía que estaba al borde de algo grande, algo que podría cambiarlo para siempre. La idea de abrirse completamente a Namjoon lo asustaba, pero al mismo tiempo, sentía una atracción tan fuerte que no podía ignorarla.

—Yo también lo creo —respondió, su voz apenas un susurro.

𝓓Í𝓐 𝓓𝓔 𝓛𝓐 𝓟𝓡𝓔𝓢𝓔𝓝𝓣𝓐𝓒𝓘Ó𝓝

La noche antes de la gran presentación, Jungkook estaba en su camerino, revisando mentalmente cada paso, cada giro. Estaba nervioso, pero no solo por la actuación. Sabía que esa noche era diferente, que algo había cambiado en él desde que el SR. kim había entrado en su vida.

De repente, alguien llamó a la puerta. Cuando fue a abrir, encontró a Namjoon sosteniendo una pequeña caja envuelta en papel dorado.

—¿Qué es esto? —preguntó sorprendido.

—Un regalo, para desearte suerte esta noche.

Jungkook tomó el regalo, con una mezcla de curiosidad y emoción. Al abrirla, encontró un pequeño colgante en forma de corazón.

—Es hermoso —dijo Jungkook, tocando el colgante con delicadeza—. Pero no tenías que...

—Quería hacerlo —interrumpió Kim—. Quería darte algo que te recordara que, pase lo que pase esta noche, estoy aquí para ti.

Jungkook sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. Nunca había experimentado este tipo de cuidado y consideración, y no sabía cómo expresar lo que sentía.

—SR.Kim, yo... —comenzó Jungkook, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

—No tienes que decir nada —dijo, dando un paso adelante y tomando suavemente el rostro del chico entre sus manos—. Solo quiero que sepas que estoy contigo, en todo esto.

—Gracias, SR Kim—murmuró Jungkook, abriendo los ojos para encontrar la mirada cálida y comprensiva de Namjoon—. No sé qué haría sin ti.

—No tienes que averiguarlo —respondió Namjoon, con una suave sonrisa—. Porque no voy a ir a ninguna parte.

Jungkook inclinó la cabeza y, por primera vez, dejó que sus labios encontraran los de Namjoon en un beso suave, lleno de promesas y sentimientos que habían estado creciendo entre ellos.

Cuando se separaron, Jungkook sintió que algo en él había cambiado, que ya no estaba solo en su viaje. Y mientras se preparaba para salir al escenario esa noche, supo que, sin importar lo que ocurriera, había encontrado a alguien que lo comprendía y lo apoyaba, alguien en quien podía confiar su corazón.

Y eso, pensó, era un comienzo más hermoso de lo que nunca había imaginado.

EL PASADO

La luz tenue del sol filtraba a través de las cortinas de la pequeña sala, iluminando las figuras de Jungkook y su madre, sentados en el sofá. Jungkook tenía solo seis años, pero ya entendía lo que significaba la ausencia. Su padre se había ido antes de que pudiera recordar, dejando a su madre para criarlo sola. A pesar de su corta edad, Jungkook había aprendido a apreciar los momentos tranquilos como ese, cuando su madre, agotada por el trabajo y las preocupaciones, lo sostenía en su regazo mientras leía en voz baja.

—Eres mi pequeño bailarín, ¿sabes? —Le decía su madre, acariciando suavemente su cabello—. Algún día, vas a estar en un gran escenario, y todos van a aplaudirte.

Jungkook sonreía, aunque no entendía del todo las palabras. Solo sabía que su madre lo amaba y que, en esos momentos, se sentía seguro.

Pero la seguridad que sentía junto a ella no duró mucho. Unos meses después, su madre enfermó. No comprendía del todo lo que sucedía, pero recordaba cómo su madre se debilitaba día a día, hasta que un día simplemente no despertó.

El funeral fue un borrón de rostros desconocidos y palabras que no entendía. Lo único que permaneció claro en su mente fue el frío vacío que se instaló en su pecho cuando se dio cuenta de que ella no volvería.

Los años que siguieron fueron difíciles. Jungkook fue a vivir con su tía y su primo Hueningkai, hijo del primer ex marido de su tía, su tía era una mujer rígida y distante que parecía más interesada en que él no fuera una molestia que en ofrecerle el cariño que tanto necesitaba. Se convirtió en un niño reservado, alguien que prefería la compañía de sus propios pensamientos a la de otros excepto por su primo que fue en si su única compañía. Pero encontró un refugio en el baile.

El ballet se convirtió en su salvación, un mundo en el que podía perderse y olvidar su soledad. Empezó a tomar clases a los ocho años, y su talento natural fue evidente desde el principio. A través del baile, aprendió a expresar las emociones que no podía poner en palabras, el dolor de la pérdida, la soledad, el anhelo de algo que nunca había tenido.

—No sé por qué te obsesionas tanto con eso —decía su tía a menudo, mirándolo con desaprobación cuando volvía a casa después de largas horas de práctica—. Deberías concentrarte en algo más práctico, algo que te sirva para ganarte la vida.

Pero no la escuchaba. Cada vez que se deslizaba en el escenario, sentía que su madre estaba allí, observándolo, orgullosa de lo que se estaba convirtiendo. Se convenció de que si bailaba lo suficientemente bien, podría llenar el vacío que ella había dejado.

—Primo no le hagas caso a mi Mama, eres muy talentoso se que lograras tus sueños y yo estaré ahí contigo en el camino.

—gracias primo se que lo lograre aprecio mucho tu apoyo—lo abraza con cariño.

A medida que crecía, esa necesidad de llenar el vacío se transformó en algo más oscuro. Empezó a buscar figuras paternas en los hombres que conocía, buscando la validación y el cariño que nunca había recibido de su padre. Pero esas relaciones eran fugaces, insatisfactorias, y cada vez que uno de esos hombres lo abandonaba, el vacío dentro de él crecía.

—Eres increíblemente talentoso, Jungkook—le dijo un coreógrafo mayor durante una gira en Europa cuando tenía 18 años—. Tienes un don que pocos poseen.

El se aferró a esas palabras, buscando en ellas el apoyo que tanto anhelaba.

Jungkook estaba en su habitación arreglándose para verse con el coreógrafo ya que le pidió una cita viendo películas.

*te llamare luego tengo que ir con el coreógrafo me invito a ver películas con él.

*espero te vaya bien primo pero ten cuidado y se cauteloso si

*ok primo te quiero adiós.

Colgó la llamada y se dirigió hasta la habitación, toco la puerta y el coreógrafo la abrió, tomo su mano jalándolo adentro y comenzaron a besarse de manera salvaje y parecía que todo era fugaz.

—espero disfrutes de esta noche Jungkook porque te convertiré en una gran estrella solo déjate llevar

—yo también lo deseo mucho

Pasó esa noche con el hombre, esperando encontrar en sus brazos la seguridad que había perdido. Pero al despertar, el hombre ya se había ido, dejándolo solo en una habitación de hotel desconocida lo que le puso triste apretujando su corazón y solo lloro en esa fría y solitaria habitación.

Esa experiencia lo hizo ver que no le puedes dar tu corazón a cualquier hombre que endulce tu oído con sus palabras.

Jungkook había alcanzado el éxito que su madre siempre había soñado para él. Era el primer bailarín de la compañía, admirado por su talento y devoción. Pero, a pesar de todos sus logros, el vacío persistía, una sombra que lo seguía a todas partes.

Una noche, después de una actuación particularmente agotadora, se quedó solo en el escenario vacío, mirando las filas de asientos que antes habían estado llenas. Se sentía agotado, no solo físicamente, sino emocionalmente. Los aplausos que tanto había deseado en su juventud ya no le proporcionaban el consuelo que buscaba.

—¿Qué estoy haciendo? —se preguntó en voz alta, su voz resonando en el teatro vacío.

No había nadie para responder. Jungkook se sentó en el borde del escenario, dejando que las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo cayeran libremente. Se sentía perdido, sin saber hacia dónde dirigir su vida. Había logrado todo lo que se había propuesto, pero seguía sintiéndose incompleto.

Fue en ese momento de vulnerabilidad cuando conoció a Namjoon. Al principio, Jungkook pensó que sería como todas las demás veces, otro intento fallido de llenar el vacío. Pero ese hombre era diferente. Había algo en él, en su mirada, en su lucha interna, que resonaba con las propias heridas de Jungkook.

—No sé qué significa esto, pero no quiero ignorarlo —le había dicho Jungkook durante su segundo café juntos, con una sinceridad que lo sorprendió incluso a él.

Namjoon le había confesado sus propias dudas y miedos, y Jungkook sintió una conexión que no había sentido en años. Por primera vez, no se sentía solo en su dolor. Namjoon también llevaba sus propios problemas, y juntos, comenzaban a explorar lo que significaba abrirse a otra persona.

Pero el pasado de Jungkook seguía ahí, una sombra que lo perseguía incluso en sus momentos de mayor felicidad. Sabía que tendría que enfrentarlo, que tendría que aceptar que nunca podría llenar completamente el vacío que su madre y su padre habían dejado. Pero quizás, con el SR. Kim y su primo a su lado, podría aprender a vivir con ello, a encontrar un nuevo camino, uno donde no estuviera solo.

La relación con Namjoon era un desafío, un nuevo paso en un camino que aún no conocía. Pero por primera vez en mucho tiempo, Jungkook sentía que no estaba enfrentando la oscuridad solo. Y eso, pensó, era un buen comienzo.

—No estamos eligiendo esto —dijo Jungkook—. A veces, las cosas simplemente suceden. No sé a dónde nos llevará esto, pero quiero descubrirlo.

Namjoon cerró los ojos por un momento, dejando que las palabras de Jungkook lo envolvieran. Cuando volvió a abrirlos, encontró en la mirada del chico una promesa, una invitación a algo que, aunque incierto, era más real que cualquier cosa que había sentido en años.

—Quiero descubrirlo contigo —admitió Nam, su voz apenas un susurro, pero llena de determinación.

Jungkook sintió cómo su corazón se aceleraba. Se inclinó ligeramente hacia adelante, acercándose más a Namjoon, y en ese instante, el mundo exterior dejó de existir. Eran solo ellos dos, envueltos en una conexión que era tanto inevitable como imposible de ignorar.

—Entonces, sigamos adelante —dijo, su voz firme pero cargada de emoción—. Sin promesas, sin expectativas. Solo nosotros, descubriendo lo que sea que esto signifique.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro