Las cosas a menudo no salían como uno los tenía planeado, eso era algo con lo que estaba muy familiarizado desde hace mucho tiempo, sin embargo, él pensó que ya tenía todo resuelto, todos los problemas habían sido tratados y no debería haber tenido problema alguno para los siguientes pasos de su vida.

El entrecerró los ojos a ningún punto en particular. Su mente estaba repasando todos los acontecimientos que lo llevaron a ese lugar.

No podía escapar por si mismo, esos miserables se las habían arreglado para que fuera así. Y dudada seriamente que alguien lo ayudara a salir.

Aunque, tal vez si había alguien...

Pero había posibilidad de que dudara de su palabra gracias a las palabras de esos miserables. No le creería fácilmente por lo ocurrido y ya no tenía una garantía para que fuera así.

Tendría que jugar bien si quería que bailara a su favor.

Ahora solo tendría que esperar a que apareciera.

Solo era cuestión de tiempo...

...

El castillo estaba impecable desde los pasillos hasta los ventanales, una exquisita decoración decorando el lugar con colores pasteles rosa, azul y amarillo junto con adornos florales en ciertas partes.

Una mujer de piel canela, cabello rojo y ojos violetas, entro por uno de los pasillos posicionándose en medio del gran salón decorado, con un hermoso vestido azul oscuro con detalles dorados, que extrañamente no chocaba con su color de cabello.

-Soy la Reina Elentari, gobernante actual de Hope Kingdom, les doy la bienvenida, espero que su estadía sea lo más placentera posible -Elentari inclino la cabeza con respeto a las tres figuras frente a ella-

-Es todo un placer, Reina Elentari, soy el Rey Augusto del Reino Pumpkin y ella es mi esposa la Reina Eustiana de Pumpkin -el rey dio un asentimiento con igual respeto y su esposa hizo igual-

-Y ella es nuestra amada hija, la Princesa Pumpururu -la reina de las calabazas hizo un gesto a la niña peliblanca-

-Es un placer, su majestad -la princesa de las calabazas hizo una reverencia-

-El sentimiento es mutuo -Elentari sonrió suavemente a la princesa, pero cambio su expresión por una mas seria hacia los reyes- La sala ya esta preparada para discutir los acuerdos y el porque de la repentina llamada, dejo a su elección si desean que la Princesa Pumpururu participe en la reunión.

La familia real de las calabazas abrió los ojos, todos claramente sorprendidos por lo dicho por la reina de la esperanza. Era muy raro dejar que a los príncipes o princesas que aun no estaban siendo preparados para el trono participaran en reuniones, muchos menos que lo dejaran a la elección de los extranjeros.

La familia se miro unos momentos, debatiendo mentalmente mediante miradas si querían que Pumpururu participara en la reunión.

Antes de que cualquiera de ellos pudiera decir algo, un sirviente se dirigió a la Reina de Hope Kingdom, claramente nervioso por interrumpir a la familia real extranjera.

-Discúlpeme, su majestad, pero la Princesa Towa está pidiendo permiso para ver a la familia real del reino Pumpkin.

-Oh, bueno, por favor dile que-

-Espere por favor -la princesa Pumpururu interrumpio a la reina residente- Discúlpeme por interrumpirla, pero, de casualidad, la Princesa Towa que menciono, ¿No sería ella una Precure?

Elentari abrió los ojos sorprendida, junto con el sirviente, del conocimiento de las Princesa de las Calabazas de que su hija era una Precure.

La identidad de una Precure no era algo que se revelara a la ligera.

-Princesa Pumpururu, debo preguntar como sabe ese conocimiento -Elentari pregunto asegurándose de que su tono no tuviera emoción alguna-

-Las Princess Precure me salvaron a mí y a mi reino hace algún tiempo, y recuerdo los nombres de esas chicas y que una de ellas era una Princesa nacida llamada Towa.

-Ya veo -Elentari reflexiono sobre eso y mirando el lenguaje corporal de la princesa, no parecía estar mintiendo- Si realmente conoces a mi hija, solo ella podría comprobarlo -ella miro al sirviente- Dile a mi hija que puede entrar.

El sirviente se inclino ante su reina y rápidamente se dirigió a uno de los pasillos. Momentos despues, una joven pelirroja entro al salón con un hermoso vestido rojo y blanco con detalles dorados semi formal, a pasos controlados y bien uniformados se dirigió a los miembros de la realeza y dio una reverencia al estar en frente de ellos.

-Es un placer estar en su presencia, majestades reales del Reino Pumpkin.

-Realmente eres tú, Towa, ha pasado mucho tiempo, es un placer verte de nuevo -la Princesa Pumpururu saludo a la que ahora estaba segura, era la Princess Precure de las llamas-

-Lo mismo digo, Princesa Pumpururu, yo tampoco estaba segura de si era tu familia a la que estábamos recibiendo, estoy feliz de que sea así -Towa le sonrío a la princesa de las calabazas-

-Bueno, dado que parecen conocerse -Elentari hablo evitando efectivamente cualquier intercambio entre las princesas- Si el rey y la reina están de acuerdo, ustedes pueden pasar tiempo juntas en lo que dure la reunión.

La familia real se miró nuevamente, claramente aun tenían dudas, pero parecía que la presencia de Towa los calmo en su mayor parte.

-De acuerdo -el Rey Augusto hablo- Pueden pasar tiempo juntas en lo que dure la reunión, hija mía, iremos a ti en cuanto termine.

-Muchas gracias, padre -la princesa asintió con agradecimiento-

-Towa, por favor, asegúrate de que la princesa Pumpururu tenga una buena estadía -Towa asintió con respeto en confirmación a su madre- Con eso dicho, sus majestades, síganme por favor -Elentari hizo un gesto y camino por el pasillo-

Los reyes de las calabazas dieron una ultima mirada de seguridad a su hija y se fueron por el pasillo siguiendo a la reina pelirroja.

En cuanto pasaron unos momentos y estando seguras de que sus padres se fueron, las princesas se sonrieron.

-No puedo creer que seas la Princesa de Hope Kingdom, Towa -Pumpururu soltó una risita-

-Yo tampoco, pensar que estábamos en el mismo mundo todo el tiempo -Towa soltó una risita con la misma diversión-

-Entonces ¿El resto de tus amigas también están aquí? Quisiera saludarlas -Pumpururu junto sus manos con emoción-

La sonrisa de Towa rápidamente perdió su brillo, y su mirada se tornó más melancólica. Algo que la princesa Pumpururu noto rápidamente y la miro preocupada.

-Towa ¿Estas bien?

-Si, lo siento, es solo que... Yo también desearía saludarlas.

- ¿Eh?

-Permíteme explicarte.

...

Mientras caminaba por los pasillos recientemente limpiados, encerados y con una hermosa decoración destinada a dar una buena impresión a los futuros reyes y representantes de reinos que vendrían en un futuro cercano, Kanata ni siquiera le prestó atención a nada más que la información en su mente.

Aun no tenían forma de abrir la puerta o destruirla, y no la tendrían en lo que parecía algún tiempo.

Kanata sabia que si esa puerta era destruida dejaba paso a la brecha interdimensional hacia la Tierra, dejando como vista una habitación con una de sus paredes con el espacio aparentemente interminable, a menos que saltaras. El mismo vio eso cuando la destruyo en ese entonces mientras escapaban de Dyspear.

Sin embargo, el "innombrable", parecía que se encargó muy bien de evitar que eso ocurriera al poner un sello en TODA la habitación para evitar destruirla.

Incluso si no tenía magia propia, parecía que aun causaba problemas.

El sello era magia extranjera que parecía venir debido a algunos símbolos que ningún mago del castillo pareció reconocer, mucho menos poder romper.

No ayudaba que no podían ver los símbolos, parecía que estaban bien ocultos.

Miss Shamour, er, Miss Shaymin, le había dicho su sospecha de que posiblemente era un sello de la magia de la Tierra, pero como estaban ocultos, ella no podía asegurarlo.

Si resulto que el "innombrable" uso magia de la Tierra para sellar la puerta, bueno, Kanata sabia que su madre no se molestaría si iba a darle una "conferencia".

De todas formas, aún quedaba otra incógnita.

La Royal Key.

La sangre aun le hervía de ira porque el se haya atrevido a robar y ocultar esa llave tan importante para él.

Esa llave fue un regalo de Haruka.

Puede que su hermana no lo recuerde, ni Pafu o Aroma, pero Kanata nunca olvidaría que esa llave nació a partir de un regalo que Haruka le dio.

Esa llave representaba muchas cosas para él.

Una promesa y juramente silencioso que se hizo así mismo...

-Kanata-sama.

El príncipe salió de sus pensamientos y vio al mayordomo aun en entrenamiento junto a él en su forma de hada.

- ¿Si, Aroma? ¿Qué sucede?

-Vine a informarle que los reyes y la princesa del reino Pumpkin están aquí -Aroma dudo un momento antes de seguir- Y parece que es el mismo reino que Haruka y las demás ayudaron a salvar hace tiempo.

Kanata se quedo en silencio por un momento contemplando lo que eso significaba, el soltó un suspiro corto pero muy cansado.

-Ya veo, la frase "mundo pequeño" nunca pudo ser tan exacta -el se llevo una mano a la cien- Espero que no se lo tomen tan mal.

Aroma se quedo en silencio, pero claramente estaba de acuerdo con el pensamiento del príncipe.

No hay ninguna forma de que se lo tomen "bien".

-Una cosa más, Kanata-sama -Aroma llamo la atención del príncipe- Towa-sama esta enterada y esta hablando con la Princesa del reino Pumpkin.

Kanata se quedo en silencio nuevamente, su mente pensando en las cosas que podrían pasar con su hermana y la Princesa del reino extranjero.

Él sabia que su hermana no haría nada que pudiera causar una mala impresión a la Princesa Pumpkin, sobre todo porque seguro que se conocían de lo ocurrido en su reino, según le contaron.

Ahora, el problema estaba cuando la Princesa Pumpkin se entere de lo que hizo su reino.

-...Esta bien, Towa debería estar bien por el momento, pero si pasa algo avísame de inmediato, por favor.

-Por supuesto, Kanata-sama -Aroma paro de aletear por un momento para dar una reverencia con su ala, pero volvió a aletear antes de que callera-

-Oh, y Aroma -Kanata lo detuvo antes de que se fuera- ... ¿Como esta Pafu?

El hada de perico se quedo en silencio por unos segundos hasta que respondió en tono sin emociones.

-Pafu esta... más tranquila... Dijo que ayudaría en la búsqueda de la Royal Key.

-Eso es bueno, me alegro por ella -Kanata dijo sinceramente- ... ¿Y tú como... lo estas llevando? Puedes ser sincero conmigo, no me molestare.

El hada de perico se quedo en silencio por otros momentos hasta que respondió nuevamente.

-Aun estoy... Sorprendido -Aroma dijo nuevamente sin emociones- Pero... Estaré bien... En algún momento, tal vez.

Kanata asintió ante esa respuesta, al ver que Aroma no diría nada más, él lo despidió.

En cuanto Aroma estuvo fuera de su vista. Kanata suspiro profundamente por lo que sería la enésima vez del día.

-Realmente lo siento Aroma, realmente lo soy.