-Mi mas sincero agradecimiento por tomarse la molestia de venir con tan repentino mensaje, por favor tómense la libertad de venir cuando gusten, con aviso de antemano, por supuesto -Elentari inclino la cabeza ante los reyes de las calabazas-

-Tomares en cuenta la oferta, gracias Reina Elentari -el rey de las calabazas hablo con un claro tono sin emociones- Ahora, si nos disculpa, debemos recoger a nuestra hija y partir de regreso a nuestro reino, tenga un buen día -el rey y la reina asintieron respetuosamente por cortesía y se dieron la vuelta para salir de la sala-

Elentari espero unos minutos para asegurarse de que los reyes se fueron, y al estar segura, se recostó pesadamente en la silla soltando un cansado suspiro.

-Al menos no estallaron en indignación -la maestra real alentó-

-Esta vez, y aún faltan otros tres reinos -Elentari suspiro- Al menos ellos no vendrán hasta otro par de semanas y con suerte, tal vez vengan a la vez, no es que pueda pedirles que hagan exactamente eso.

La maestra real se quedó en silencio, no había necesidad de comentar nada al respecto.

La deuda del reino iba a tardar varios años en pagarse.

Todo por culpa de un despreciable hombre que pensó que sería buena idea ocultar el reino en un campo de fuerza e ignorar deliberadamente todos los tratados y alianzas que tenían con otros reinos ¿Y todo para qué? Para conservar un poder que ni siquiera era de su propiedad.

La maestra real aun pensaba que quitarle la magia fue un castigo demasiado amable.... El merecía más sufrimiento que eso...

Él sabía todo y oculto todo... Sus queridas princesas...Las traiciono...

-De todas formas, Miss Shaymin -Elentari llamo su atención causando que saliera de sus pensamiento-

- ¿Si, su majestad?

- ¿Como van las joyas?

La maestra de los gatos sonrió por la pregunta de su reina, no era la primera vez que lo hacía.

La Reina Elentari realmente quería cumplir su palabra. Ella era diferente a todos los reyes anteriores.

Ella definitivamente era su reina favorita.

-Están casi listas, solo faltan unos últimos retoques. El joyero real incluso mando a hacer un estuche apropiado para la presentación.

-Eso es magnífico -Elentari sonrió y se levantó elegantemente de la mesa- Entonces, ya que la reunión termino, deberíamos ir a revisar el tratado del Reino Tristian, aún estoy impresionada de ese hechizo de protección que le pusieron, lo mantuvo por milenios, es algo increíble.

-La reina quería asegurarse de que las princesas fueran adecuadamente recompensadas y que los reyes no intentaran salirse con la suya al destruir el tratado -la gata sonrió, pero luego perdió su brillo- Es una pena que lograron hacerlo de alguna manera.

Elentari frunció el ceño y su mirada también se oscureció por un segundo, pero luego suspiro calmándose.

-Si ese miserable rey estuviera vivo, lo mataría, solo para revivirlo y hacerlo otra vez porque se lo merece.

-Si, puedo verlo -la maestra real si rio entre dientes- Aunque su hijo era diferente a el... De alguna manera, se siente como si la historia se repitiera, pero de una manera un poco diferente.

-De lo que me contaste, puedo ver de qué hablas -Elentari se dirigió hacia la puerta seguida de la Maestra real- Al menos ahora finalmente pudo cerrar ese ciclo.

-Gracias a los cielos que finalmente lo hizo.

La reina y la maestra real salieron de la sala con la intención de dirigirse hacia la biblioteca para revisar el tratado que lograron encontrar hace unas horas.

Solo para ser interrumpidas en su camino.

-Madre, Miss Shaymin.

-Kanata -saludo Elentari claramente feliz de ver a su hijo despues de unas largas horas- No esperaba verte tan pronto, ¿Como fue el intento para abrir la puerta?

Los ojos del príncipe se oscurecieron y Elentari no necesitaba más respuesta.

-Como los últimos, lamentablemente -Kanata cambio su mirada por una más suave- Lo único "bueno" que sucedió hoy fue que Pafu está más tranquila y decidió meterse en la búsqueda de la Royal Key.

-Eso es bueno -Elentari dijo con sinceridad, recordando el estado anterior de la joven hada- Me contaron que Pafu es capaz de oler las llaves, ¿verdad?

-Si, ella es capaz, pero según ella es más potente cuando esta transformada, lo cual no es posible si no están las demás princesas -respondió la maestra real-

-Todavía es mejor que nada -Elentari respondió con seguridad, ella volteo a mirar a su hijo- Kanata, iremos a revisar el tratado del Reino Tristian, ¿Quisieras acompañarnos?

- ¿Ya lo encontraron? -Kanata abrió los ojos claramente sorprendido por la noticia, pero luego sonrió asintiendo- Me encantaría, ya no intentaremos nada con la puerta por hoy, y estoy interesado en cómo funciona esa parte del tratado que Miss Shaymin menciono.

-No es tan complicado, pero les recuerdo que las princesas tienen que estar de acuerdo -la maestra real dijo con seriedad-

-Lo sabemos, Miss Shaymin -Elentari asintió con seriedad- Nunca más tomaremos una decisión tan importante sin las princesas, sobre todo, porque les concierne a ellas.

...

-Tengo que admitir que el jardín de tu castillo es magnífico, Towa -la Princesa Pumpururu elogio mirando todas las flores del jardín-

-Gracias, Pumpururu -Towa agradeció a la princesa de las calabazas con una sonrisa-

Las princesas continuaron caminando por el hermoso jardín, con algunos comentarios de las flores, las diversas fuentes y esculturas que se encontraban ahí. Ambas ya habían dicho más que lo necesario por lo que solo disfrutaron tener una compañía familiarizada con una situación pasada.

Estaban pasando por un grupo específico de flores universalmente conocidas como rosas, cuando se percataron de que había alguien además de ellas en el jardín.

-Aquí no hay ningún rastro -una voz infantil sonando decepcionada se escuchó debajo de las flores-

- ¿Pafu? -Towa llamo al reconocer la voz-

- ¡Princesa Towa! -Pafu salió volando de las flores al escuchar a la princesa y rápidamente dio una reverencia a las princesas frente a ella- Usted se me hace familiar... -ella no pudo evitar murmurar al ver a la princesa peli blanca-

-A pasado mucho tiempo, no me extraña que se te dificulte recordarme -la princesa de las calabazas hablo con una ligera risita- Soy la Princesa Pumpururu del Reino Pumpkin, las Princess Precure salvaron mi reino de Warp hace un tiempo.

- ¡Oh, ahora lo recuerdo! Es un placer verla otra vez, Princesa Pumpururu -Pafu dio una reverencia nuevamente a la princesa extranjera-

-También es un placer verte otra vez, Pafu -la princesa de las calabazas le sonrió-

-Pafu -Towa llamo su atención- Me alegra que te...sientas mejor, ¿Que estás haciendo en el jardín? -ella pregunto con curosidad-

Pumpururu miro de reojo por el comentario de la princesa de la esperanza, no obstante, se quedó callada al ver como el hada de cachorrita se veía claramente incómoda al dar su respuesta.

-Estoy... intentando rastrear el olor de la última llave -Pafu dijo cuidadosamente de revelar el nombre de la Royal Key a Pumpururu-

- ¡Oh, Cierto! Fue escondida -Towa murmuro recordando nuevamente otra explicación que le dieron- Sin duda tu olfato será de mucha ayuda en la búsqueda.

-Si, fue por eso que quise meterme en la búsqueda -Pafu dijo intentando no verse tan incómoda hablando con la princesa-

-Espero no entrometerme, pero puedo preguntar que es esa última llave de la hablan -la princesa Pumpururu no pudo contra su curiosidad-

Towa miro un momento a Pafu que desvió la mirada de la princesa, y Towa no tuvo mas remedio que pensar por si misma si revelarle o no a la princesa extranjera de la Royal Key.

La información sobre cualquier Ítem Precure no era algo que revelaras tan ligeramente, ya sea su nombre o el poder que otorgaban. Ni siquiera se revelaba la ubicación en donde estaban, por el simple hecho de que nadie podía decidir quienes tendrían los poderes, ni siquiera los reyes del reino en el que estaban, eso era algo de conocimiento común, pero aun existía el riesgo de que se robaran y ocultaran para evitar que las Precure volvieran cuando aparezca una calamidad.

Towa era bastante consiente de todo el peligro de revelar incluso el nombre de un Ítem Precure, siendo ella mismo una aprendió eso.

Pero Pumpururu estuvo involucrada en una batalla con las Precure y de no ser por su ayuda no hubieran podido derrotar a Warp, al menos, no con tanta rapidez.

Tal vez, estaría bien revelar solo un poco.

-Una llave importante fue robada por el enemigo del que te hable -Towa respondió a la otra princesa-

-Oh, cielos -Pumpururu se llevó una mano a la boca- ¿Pero no dijiste que fue capturado?

-Y lo fue -Towa asintió en confirmación- Pero el escondió esa llave antes de que fuera encarcelo, la estamos buscando para llevarla nuevamente al lugar donde pertenece.

-Ya veo... Supongo que Pafu puede rastrearla con su olfato, ¿verdad? -la princesa de las calabazas quiso asegurarse y las dos presentes asintieron confirmándolo- Entiendo, espero que la encuentren.

-Estoy segura de que lo haremos pronto -Towa sonrió con confianza a la princesa-

-Tal vez podría ayudar en la búsqueda mientras este aquí, ustedes solo deberían -ella se detuvo al sentir que algo tiraba de su falda- ¿Hmm? -ella bajo la mirada y vio a sus hadas de calabazas- Ah, Pom, Pum y Kin, ¿Qué ocurre?

La calabaza verde empezó a imitar una caminada elegante junto con la naranja, y la calabaza amarilla imito un comportamiento tierno, las dos calabazas juntas hicieron un ademan en conjunto para llamar a la amarilla y esta rápidamente se dirigió hacia ellas.

-No los entiendo -Pafu comento sin lograr comprender lo que querían decir las mini hadas calabazas-

Las calabazas cayeron al suelo, con una de ellas golpeando el suelo y la amarilla con lágrimas de Paint.

-Mi padre y mi madre me están llamando -Pumpururu tradujo para la felicidad de las calabazas- Debo retirarme ahora Towa, pero te prometo que volveré a visitarte otro día.

-Estaré esperando la visita, Pumpururu, que tengas un viaje de regreso seguro.

La princesa Pumpururu asintió y salió del jardín siendo guiada por sus hadas calabazas.

Towa miro como la princesa de las calabazas desapareció entre los pasillos cercanos al jardín y al asegurarse de que se fue, sonrió a Pafu.

-Bueno, supongo que ahora estaremos solo tu y yo para comenzar la búsqueda, Pafu.

-La búsqueda ya comenzó hace rato, no soy la única quien lo está haciendo -Pafu respondió rápidamente e intentando no sonar tan brusca-

-Oh ya veo -Towa comento por lo bajo notando el cambio del ritmo del habla de la joven hada, pero dejándolo pasar sabiendo el estado en que Pafu estuvo los últimos días- Bueno, entonces, ¿Qué lugares revisaste? Te acompañare en los siguientes.

Pafu se removió incómoda con la propuesta de la princesa y claramente estaba evitando los ojos de la princesa.

-Lo siento, Princesa Towa, pero, con todo respeto, creo que sería mejor que lo hiciera sola, aun no estoy... lista -Pafu dejo escapar nerviosamente-

-Oh, entiendo, no te preocupes -Towa dijo tranquilizadoramente a la joven hada, ella sabía que Pafu aún estaba muy nerviosa por todo lo sucedido, no estaba en absoluto molesta, ella sabía que Pafu necesitaba tranquilizarse poco a poco para volver a confiar en las personas- Entonces, te dejare continuar, estas despedido.

Pafu inclino la cabeza hacia la princesa y se alejó rápidamente del jardín.

Mientras voleaba entre las flores y pasaba los pequeños arboles llegando a otro jardín del castillo, ella se permitió dejar escapar una lagrimas cobardes.

-Lo siento, Towa-sama, pero todavía no estoy lista para ver los ojos de asesino de mis padres.

Nota: Pafu no esta molesta con Towa, ella se refería a que los ojos de Towa y su padre son iguales por genética, y debido a lo que hizo el Rey, Pafu tiene problemas para verlos sin reaccionar negativamente por la similitud, pero no culpa a Towa en absoluto.