Etapa 3: La Maldición
El éxito del tomo 1 fue abrumador que dio varias reimpresiones, y llevó a que se adelantara la publicación del tomo 2; sin embargo toda esa alegría estuvo opaca por el estado mental de Uni, quien quedó medicada desde el accidente del ascensor. Varias noches era atormentada por la visita de su esposo junto al perro andando con la cabeza medio colgada. Ante eso Lilian y Tamara con apoyo del director decidieron trasladarse temporalmente a su casa, mientras que Misao regresaba de Japón.
Lilian permitió que ella trabajara a su propio ritmo, su quedo atónita cuando notó que no hubo reacción por parte de ella cuando Misao junto al director Janner, por videoconferencia anunciaron otra buena noticia; la productora que había realizado cortometrajes, apoyó la decisión de comprar los derechos de emisión para la serie animada basada en ese manga. El estreno de esta seria para dentro del año después de terminar la historia.
La celebración se realizó en el restaurante que se encontraba en el mismo edificio de la editorial, como Misao no pudo regresar porque la policía lo citó para mostrarle un video del día del fallecimiento de kazuhiko. Lo único que alejó un poco la tensión fue que a esta cena asistió Jasón Tava; admirador de Uni y de todo su trabajo, para él fue un honor ser seleccionado para ser la voz del cazador. La mangaka se alegró un poco al conversar con él y darle consejos sobre el carácter del personaje.
Para continuar con ese ambiente y evitar la presión por el tomo 3, entre Tamara y Lilian comenzaron a editar algunas imágenes no publicadas del tomo 1, y así usarlas como extras en el momento de anunciar la notica a los medios. Haciendo esto ambas artistas quedaron sorpresivas. Cuando alistaban todo para enviar al área de comunicación y promoción, no todos los cambios que habían hecho estaban, era como si los dibujos se hubiesen acomodado por si solos.
—Estoy segura que eliminé algunas escenas violentas—exclamó Lilian.
—Es raro, algunos detalles no están, pero todas las del cazador volvieron a quedar como antes—confirmó Tamara.
—No importa, dejemos que los lectores se impacten y tengan curiosidad. Por ahora iré a casa a recoger unas cosas y saber cómo esta Angelus, nos vemos donde Uni, creo que ya debió salir de terapia—expresó Lilian.
—Bien, nos vemos allí, espero que lo de tu perro se solucione, ya está muy viejito. Tomate tu tiempo, estaré pendiente de Uni, ya Jasón debe estar que la enamora, con lo persistente que es.
Lilian fue a una visita corta y rápida a la veterinaria. El concepto no fue alentador, ya por tener 15 años el corazón de su perro estaba débil, el doctor le sugirió que se lo llevara para que pasara los últimos días en su casa. A un ritmo de bebé y con su ayuda, Angelus abordó el carro para quedarse dormido en la parte trasera. En el camino consideró pasar tiempo con él y dejar que Tamara se encargara por una o dos noches de Uni. Sin embargo algo le decía que fuera, que no era justo dejarla sola ya que desde que Misao partió a Japón, varios fueron los sustos que se llevaron. El más fuerte fue cuando Uni despertaba gritando en la madrugada, justo a las 4. Fue necesario acudir a los calmantes, eran fuertes y la dejaban medio narcotizada. Lo inquietante es que a los pocos minutos y en ese estado se ponía a trabajar. Vieron como sus manos temblaban y ni por esas los dibujos dejaban de impactar, entre más se desconectaba de la realidad, más realistas eran las imágenes. Otras noches se alarmaron con ladridos y gruñidos de perros, se tranquilizaron al ver que se trataba de un paseador. Lo atemorizante es que eso se repitió por 4 noches, a la misma hora 9:00 pm, y casualmente en los días donde tenía pesadillas.
Pensando tanto decidió llevar a Angelus con ella a la casa de la mangaka, entró de nuevo a su apartamento, tomó algo de ropa, y su laptop. En un semáforo rojo aprovechó a revisar su correo, se sorprendió con un mensaje del director, uno de voz de Misao con un video adjunto.
Para:[email protected]
Los de sistemas lograron dar con una IP del escritor de esos relatos, lo que me incomoda es que está relacionada con la inmobiliaria que nos arrendó la casa para la estadía de Samayoto. Iré a indagar.
Luego reprodujo el mensaje de voz.
Voy camino al aeropuerto, descubrí que le paso a Kazuhiko, es fuerte y difícil de explicar, necesito hablar contigo sobre esos relatos, creo que la historia del cazador no es tan de ficción, algo malo va a pasar, por favor no dejes a Uni sola ni por un segundo, menos ya que se acerca su a..rio.
Antes de arrancar prefirió ver de una vez el video, y este la hizo ir a toda. En él se mostraba a Kazuhiko salir de una tienda de armas, se veía asustado, no dejaba de girar cada rato, como si algo lo persiguiese. Al llegar a su carro algo apareció; una persona encapotada en compañía de lo que parecía un perro lo señaló con el dedo, en segundos el animal se lanzó sobre la yugular decapitándolo. Cuando el cuerpo del esposo de Uni cayó al suelo, la persona misteriosa se quitó la capucha, en el reflejo de la ventana del auto se veía un rostro que las autoridades de Japón no lograron reconocer, ni hallar, pero que ella si sabía de quien se trataba.
—Naoko—pronunció intentando comunicarse con Misao. Como no lo logró, contactó al director.
Ambos se encontraron en un predio de dónde provenía la dirección Ip. Había una casa con un aspecto descuidado, al entrar encontraron roedores, aves, conejos y gatos en estado de descomposición.
No resistieron y salieron de allí. En una bahía de parqueo se detuvieron para recuperarse de lo que vieron. Aunque al director le quedaba mucho por ver.
—No logro entender cómo es que conoces al que mato a Kazuhiko—dijo Janner temblando al ver lo que le pasó.
—Lo conocí en mi adolescencia cuando viví donde mi tío en Japón. Naoko era nuestro vecino, ambos paseábamos a Kobi y a Lexa; los padres de Ángelus, el me habló de un hermano al quien quiso mucho pero que casi no veía. Después vino la muerte de Kobi, eso lo cambió mucho, se distanció y no volvió a ser el mismo. Una noche enloqueció, entró al jardín, le disparó a Lexa y a casi todos los perros que mi tío criaba, gritaba que era para salvarlos y que no sufrieran como Kobi lo hizo. Por suerte Ángelus era cachorro y estaba conmigo.
—Ese fue el motivo que te hizo venir a vivir acá.
—Un poco, pero fue más lo que mi prima halló en el bosque, ella quedo devastada, una tarde fue a buscar a unos de los perros que había escapado, lo encontró en la parte de atrás de la casa de Naoko, estaba comiendo los restos de un perro que habían sido usado en una especie de ritual. Lo que sea que hayan hecho no justificaba el acto tan inhumano que hicieron. Con eso no quise saber más de él.
—Es entendible, creo que él también fue víctima y por eso quiso vengarse de Kazuhiko—afirmó Janner—. ¿Pero como es que él logró llegar a ella?
—No lo sé.
En esas Ángelus se agitó, no dejaba de intentar pararse. Con ayuda de Lilian y el director lo llevaron a una zona verde, allí olió y reconoció un olor, comenzó a ladrar intensamente.
En casa de Samayoto había algo de desorden, al regresar del Médico con Jason lo sorprendió con el último tomo. Mientras él lo leía, comenzó a dibujar arrebatadamente, plasmó cosas que sus pesadillas y Kazuhiko le habían advertido.
***
Tomo 3: Transferencia
Con caos en su mente el cazador siguió una luz en el bosque, fue la primera vez que sintió miedo, miedo de perder su fuerza y coraje, de no ser capaz de sanar y poder continuar. Por más que el fuego había consumido ese valioso recuerdo, el amor que Neil le otorgó lo impulsaron un poco. Caminó por días, meses, cada vez esa luz se hacía más intensa y más fuerte. Sin conciencia del tiempo llegó un momento donde se liberó, su cuerpo se sacudió, una energía viajaba a cada parte de su cuerpo; sus piernas y espalda se doblaron, prominentes garras y músculos surgieron junto a un apetito voraz. Todo fue un nuevo comienzo para él, el instinto lo llevó a una laguna, allí recibió un lengüetazo como saludo, distinguió a su fiel amigo Nigu, en el otro extremo de esta se hallaba otro lobo en su espera. Poco a poco una neblina rodeo el lugar, voces familiares resonaron.
—Ha pasado mucho tiempo—expresó una voz masculina y ronca.
—¿Padre? —susurró Colva.
—Es tiempo que vivas como tu otra mitad.
—¿Otra mitad, que es lo que soy, acaso ya estoy muerto?
—No estás muerto hermano—dijo Nigu.
—Eres un hombre lobo, por años nuestra existencia ha permanecido oculta de los humanos, con el tiempo hemos podido poner a dormir nuestro lado salvaje y vivir como seres humanos.
—Soy un monstruo, mate a gente y al amor de mi vida.
—No odies tu naturaleza, desafortunadamente aquel incidente dejo rastros en ti, el día en que esos hombres nos atacaron, fue necesario dejar ir la vida de humano. Cuando permanecemos mucho tiempo en esa forma, nos cuesta despertar al lobo. Gracias a ti fue posible, es momento que recuerdes.
Momentos que habían quedado sepultados por el trauma resurgieron, veía a una familia unida; una madre dándole de comer a un niño pequeño que hacia reguero con cada cucharada, un papá intentando prender la chimenea, el inmerso en una de sus historias favoritas; el llamado de la selva. Luego una extraña enfermedad azotando a su hermano menor, la muerte estaba a unos pasos de él. Por ser tan pequeño el instinto de lobo no había despertado, así que su madre quien también era mujer lobo sacrificó su lado salvaje y se lo transfirió. El pequeño Nigu a partir de ese momento quedo con la forma de animal, fue necesario borrar esa eventualidad y hacerle creer que era una mascota. Con el tiempo todo fue llevado en un ambiente normal, hasta ese momento. Después del ataque el cuerpo del padre por el fuego transmutó a lobo, la madre ya no tenía oportunidad de cambiar, y el menor daba lo que quedaba de fuerzas para salvar a su hermano mayor. Ante el pánico el pequeño Colva antes de perder la conciencia liberó algo de esa parte feroz dormida, lo malo fue que quedo latente. Esa fue la causa que le hacía ver la ferocidad de la personas y que lo convirtieron en un ser antisocial y en un asesino.
Reaccionó sin dolor, ni agitación, se acercó a beber agua y su reflejo reveló a una criatura de pelaje negro con una mirada fría y penetrante. Junto a su hermano y su padre retomaron la forma humana, aunque esta podía mantenerse por corto tiempo, Pues era el momento de vivir como lobo y buscar más gente igual a ellos.
Siendo animal junto a su padre y hermano deambularon por años en el bosque, descansaron en una zona donde no había temor hacia ellos, allí salvaron a un niña que nació en medio de un terremoto. Por Instinto protector y sin saber cómo, Colva logró retomar su forma humana. La llamó Ami y le dio un poco de amor fraternal, la vio crecer y madurar. Siendo adulta comenzó a notar extraño las visitas seguidas de lobos, y que Colva saliera en las noches. Cuando él se iba ella lo esperaba, nunca estuvo sola, ya no eran dos lobos que la vigilaban, si no tres. Reconoció esos ojos, y la fuerza en la mirada, corrió hacia él y le suplicó que confiara en ella. Con esa acción, Colva y su familia mostraron su forma humana, vivieron así hasta que ella enfermó. Los tres hicieron un sacrificio, dieron parte de su esencia para salvarla, ante eso ya no podían volver a ser humanos. En forma de animal la vieron recuperada, la acompañaron en todas sus andanzas, hasta que su cuerpo llegó a la vejez y dejo de luchar.
***
Jason estaba feliz y satisfecho con ese final, fue al lado de Uni para ver lo que estaba dibujando, se estremeció cuando vio al cazador con el rostro salvaje, matando a gente y a todo lo que se le cruzaba.
—No crees que es algo fuerte, ya se sabe que es algo despiadado—expresó sin obtener respuesta. La llamó por su nombre, luego por su apellido, y ella seguía dibujando. La tomo del brazo para hacerla reaccionar, fue él el que tuvo que hacerlo, Uni por poco le entierra el lápiz.
—Creo que es momento que te vayas, el me encontró, está por llegar—advirtió temblando fuertemente.
—¿Quién te encontró? tranquilízate, déjame ir por tus pastillas.
—El que tiene la maldición—dijo antes de desmayarse.
Dejando todo como estaba se apresuró a llevarla a un hospital, no vio a qué velocidad iba, ni siquiera reconoció el auto de Tamara que ya estaba llegando, aceleró a un más, a unos metros para tomar la vía principal un perro salió de la nada, frenó tan duro que perdió el control de auto.
Comenzaba a oscurecer, medio aturdido Jason logró zafarse el cinturón de seguridad, quería ayudar a Uni que estaba inconsciente y tenía una herida grande en su cabeza, trató de moverse pero sus piernas estaban atrapadas entre el metal.
—¡Ayuda!
Por suerte alguien lo escuchó. Con su capucha y su extraño acompañante fueron a buscar ese ajuste de cuentas.
Jason por el retrovisor identificó la silueta de un hombre con un perro, más no se imaginó la criatura que llegó a su lado. Gran parte del cuerpo del animal estaba podrido, su cabeza no era la propia, estaba esquelética, con pocos músculos desagarrados y escasos trozos de carne y piel colgada. Un dolor en el costado derecho le impidió gritar, ni cuenta se dio en que momento el hombre llegó por atrás y lo traspasó con una varilla.
Uni vio aquella espantosa escena, su cuerpo temblaba y comenzó a llorar al sentir el aliento del animal, lentamente intentó abrir la puerta, el animal de una atacó su brazo, el grito de dolor fue ahogado con una manos que tomaron su cuello y la sacaron bruscamente del vehículo.
—Por tu culpa el me hizo esto—dijo Naoko enfurecido. Dio la orden a su Inugami para arrebatar la causa de la maldición y así poder liberarse.
El perro se acercó a su cuello, cuando fue apretar sus colmillos, los ladridos de su linaje lo detuvieron, haciendo que Naoko sufriera dolores de cabeza y saliera huyendo junto a la bestia.
Lilian siguió a Janner velozmente, tenían que llegar a casa de Uni y aclarar lo que sea que haya pasado, o lo que kazuhiko hubiese hecho. Al tomar el desvió, Ángelus de nuevo se agitó. Bajo la velocidad y le indicó al director que se iba a detener. Al hacerlo visualizó el carro de Jason chocado contra un árbol.
Todo pasó muy rápido, la llegada de la ambulancia y de los bomberos, ver como trataban de cortar la viga de metal incrustada en el pecho de Jason, verlo vomitar sangre. Por el lado de Uni hubo un shock, su brazo estaba algo destrozado, su cuello tenía una laceración; y la herida de su cabeza era delicada.
De nuevo estaban manejando presurosamente, esta vez rumbo al hospital, el más cercano estaba a unos 15 minutos. Al llegar Janner diligenció los papeles necesarios mientras que Lilian se quedaba con Ángelus e informaba a Misao que llegó directo del aeropuerto. Con tanta angustia se olvidaron de Tamara.
Ella condujo hacia la casa de Uni con el radio a todo volumen, por eso no logró escuchar el accidente. Al entrar se extrañó ver la puerta sin seguro, sacó su celular para llamar a Lilian, nada funcionó, por más señal que tenía y buena batería no le quedo de otra que esperar. Se acomodó en la sala, aprovechó y leyó lo que creía que era el tomo final. Otra más que quedó satisfecha y algo nerviosa al ver que nadie sonaba ni tronaba. Por suerte percibió pasos en la planta de arriba, creyó que era la artista que habia llegado agotada de la terapia y se habia ido a descansar; rutina que siempre hacia.
Para tener la mente ocupada decidió cocinar algo, sabía que Misao y Lilian llegarían cansados por toda la situación. Con lo que encontró comenzó a preparar un ramen picante con carne y vegetales, preparó la mesa. Soltó un plato cuando escuchó un ladrido fuerte, de una corrió hacia la puerta para decirle de una vez por todas al paseador que dejara de hacer eso. Cuando fue abrir, el rechinamiento de unos zapatos en las escaleras la hicieron girar.
El extraño tenía el rostro cubierto de sangre, aterrada abrió la puerta y corrió hacia su carro, vio como el hombre reía y la señalaba, no le importó, estaba a unos pasos de su carro. Entró en este, aseguró las puertas y trató de arrancar, solo que un aliento putrefacto y el gruñido a su espalda la congelaron.
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Total de palabras 2913.
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