-¿Por qué? Solo hago favores.

-¿Favores? ¿Matar gente es hacer favores?.

-Si, ellos me lo piden y yo se los cumplo. Eso es todo, puedes irte. Pero jamás vuelvas...

-¿Que? Vine aquí de noche buscando respuestas y quieres que me vaya sin nada, ni siquiera me dijiste quien eres o que eres...

-Eso no es tu problema, y si. Te irás con las manos vacías por qué nunca debiste venir aquí para empezar, ahora largo.

La sombra que ahora tenía una mirada más siniestra se vuelve humo y desaparece frente a la joven quien súbitamente se pone a patear cosas enojada por no conseguir respuestas. Despues de "desahogarse" baja de nuevo y opta por revisar la casa otra vez, solo para asegurarse de no perderse nada ya que el fantasma mala cara la boto.

Caminando por la cocina revisa los estantes o lo que queda de ellos sin encontrar nada. Reviso en los cajones y encontró una llave vieja pero en buen estado como para seguir siendo usada. Busco la chapa por toda la casa con miedo a que la sombra mala cara hiciera algo, pero el solo estaba espectando lo que hacía con curiosidad. Le seguía sin que se diera cuenta y cuando vio que se estaba acercando a la puerta correspondiente reaparece frente a ella con una mirada aún más seria.

-¿Que crees que haces? Te dije que te fueras.

-Ya que no me dirás nada buscaré las respuestas por mi cuenta.

Rodeando a la sombra la chica quien ahora parecía reconocer lo que pasaba estaba abriendo la puerta lentamente, con un fuerte chillido se abre y una ola de polvo le golpea obligándola a toser. Cuando su campo de vista se aclaró vio un cuarto grande en mal estado al igual que la casa pero con muchos floreros y flores de diferentes colores en estos, entrando avanza a una mesa en medio de todas las flores y en esta había un collar y una daga. El collar era simple, una piedra grande en este de color azul profundo con una más pequeña y celeste encima. La daga estaba echa de oro y con varias gemas como decoración.

-¿Por que tanta la curiosidad por lo que hago señorita Aldana...? ¿No tiene una vida que vivir?

-Mi vida es un asco de todos modos, y mi curiosidad es hereditaria. Así que quieras o no fantasmita no me iré de aquí hasta que me expliques bien las cosas.

La sombra molesta solo desaparece nuevamente y reaparece al otro lado de la mesa con los artículos en sus manos.

-Si tanto desea que me explique señorita Aldana, le propongo algo...Esto es un juego, si gano, me quedo con su alma y su cuerpo lo tiró al río cercano. Y si pierdo contestaré todas las preguntas que quiera, le parece?

-Eso es lo más injusto que eh escuchado en mi vida...sin embargo, aceptó su propuesta fantasmita...

-Jeje, deje de llamarme así. Bien, el juego es simple.

Aún medio molesto desaparece las cosas que tenía en mano y hace aparecer varios objetos: Una lámpara, una flor, un mapa, el collar, y la daga.

-Cada objeto significa algo. Vida, Alma, Luz, Muerte, y aventura. Le diré una frase y usted ordenará los objetos según mi secuencia de sucesos, entiende?

-Mmm si, creo.

-Muy bien, empezemos. "Si la muerte viene en la aventura, ¿Por qué la vida iluminó mi alma?"

-"Si la muerte viene en la aventura...¿Por qué la vida iluminó mi alma?..."

Repitiendo esa frase una y otra vez, Aldana agarra la daga con duda. La sombra le ve sujetar la daga y asiente haciéndola desaparecer entre sus manos. Un poco más confiada, Aldana agarra el mapa y mira a la sombra la cual nuevamente asiente y hace desaparecer el mapa entre manos. Decidída otra vez agarra la flor asiendo que la sombra le vea, asienta y la haga desaparecer otra vez. Con una sonrisa agarra la lámpara y una ves en manos está desaparece sin previo aviso. Ahora el único objeto que seguía era el collar, ella con cara de victoria lo agarra pero este no desaparece y la sombra no asiente. Aldana ahora nerviosa por el echo de que no desaparece el collar y la sombra la mira fijamente como si estuviese inspeccionando su alma. Pasaron unos minutos y finalmente el collar desaparece de sus manos, haciendo que Aldana de un suspiro de alivio.

-Debo admitir, señorita Aldana. Que de las Miles de personas que entraron a esta casa, usted fue la primera que logra completar mi juego...ahora..., Mi promesa es deuda. ¿Cuáles son sus preguntas? Que sean rápidas por favor...

-Eh...¿Gracias? Supongo... Emm si si, primera pregunta. ¿Que eres?

-Yo soy el que hace los favores de la muerte, el que da la segunda oportunidad, el que ve que es bueno y quién es malo.

-Mmm vale... ¿Cómo te llamas?

-Tengo muchos nombres, pero el más usual es Hamet.

-Ajam...bien. ¿Por qué mataste a esa gente inocente?

-No todas fueron inocentes. El señor Andrés no era un alma buena, su vida de alma inocente fue su resultado de matanza.

-¿A qué se refiere? ¿Eres como la Parca o algo así?

-Mmm si y no...Verás Aldana, Parca y yo somos amigos, sin embargo nuestro trabajo es diferente. El mata a quienes están en su lista para llevarlos a sus lugares, yo mató a quienes quieren morir, o a quienes merecen morir.

-¿Cómo sabes quién quiere morir y quién no?

-Esta si es una buena pregunta. Verás, yo como los demás tenemos el mismo don de ver almas. Es como uno de esos videojuegos de RPG dónde ves tus estados, solo que nosotros los vemos y ustedes no. Nosotros vemos todo en el alma de los mortales, cada acción buena y mala que hicieron nosotros lo vemos.

-Espera, dijiste "yo como los demás" ¿Hay más como tú?

-Por cada ciudad, país hay uno como yo y cada 20 años hacemos nuestros juegos.

-¿Que clase de juegos?

-Mm, ¿Como lo explico...? Son como los juegos olímpicos, solo que aquí nosotros peleamos entre nosotros según nuestro extracto. Por ejemplo, yo soy un Extracto Aranga, mi vida yace en la oscuridad y la electricidad. Me puede tocar contra un Blundel, el cuál es Fuego y oscuridad. Existen muchos elementos, pero todos tenemos a la oscuridad en nuestra alma. Si en caso ganó, me quedo con su terreno y el se va a Glandal, es como nuestra prisión de almas. ¿Eso fue todo?.

-Si, eso fue todo.

-Que alivio. Ya me aburría de explicarle todo.

-¿Y por qué todas estas flores?

-Dijo fue su última pregunta.

-Lo se lo sé, pero como detalle por su actitud en un comienzo. Por favor.

-Mm...Agh bien, los flores representan las almas que me lleve, listo. Ahora no moleste más...

-Gracias por su cooperación señor Hamet...ahora si desea me puedo retirar.

-Si por favor, odio cuando mi paz es interrumpida y más cuando es por mortales. Espero no volver a verla...

Dando las gracias Aldana se despide de la sombra y sale de la casa. Aún de noche ella veía bien gracias a la Luna y los pocos árboles presentes apoyaba a eso. Llegó a su casa y se dispuso a dormir con una sonrisa marcada en su rostro.

Mientras en la casa abandonada, Hamet yacia parado mirando a la puerta abierta con disgusto antes de cerrarla con fuerza y levantar su puño el cuál tenía el collar con el que hizo su juego, lo miro por un rato hasta que lo hizo desaparecer y al igual que su collar el desaparece de la escena dejando humo oscuro esparciendose rápidamente por la casa.