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Onmyōuji.

Renuncia de derechos, los personajes que aparezcan aquí les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.

Ya pasaron varias horas desde que aconteció el insólito encuentro entre Rías, Akeno y el pelinegro. Finalmente el momento de la salida de clases había llegado en la secundaria Kuoh y la mayoría se alumnos se dispuso a regresar a sus hogares, unos caminaban en grupo charlando y conversando y otros andaban en solitario alejados del resto, escuchando música, etc.

Cierto azabache de cabello alborotado caminaba en dirección a su casa, siendo espiado por dos insistentes demonios que hacían todo lo posible por averiguar más acerca del misterioso chico. Sus ojos permanecían cerrados y sus manos ubicadas en los bolsillos de su pantalón, iba sumido en sus pensamientos y no pudo darse cuenta de que acabó pisando un excremento impregnado en el suelo.

-Mierda, espero que no sea la caca de un humano, qué problemático.-pronunció aquellas palabras con un deje de asco recordando que hace días vio a un hombre en la calle "haciendo sus necesidades" lo cual resultaba sumamente extraño.

Rías y su [reina], situadas unos metros detrás de Goku, escucharon lo que dijo y trataron de contenerse las ganas de reír, ya se desahogarían más tarde.

-"¿Hasta cuándo me estarán siguiendo?".-pensó Goku fastidiosamente y sonrió con victoria al habérsele ocurrido una gran idea.-"veamos que hacen."-ante la mirada atestada de sorpresa por parte de las jóvenes demonio, el pelinegro se echó a correr perdiéndose de la vista de ambas.

-Vayamos Akeno-Habló Rías y su cerebro velozmente le mandó las indicaciones a sus piernas para que se dispusieran a correr lo mejor que pudiesen.

-Hai.-Akeno igualmente imitó aquel gesto y siguieron el rastro de Goku, situándose a unos doscientos metros de distancia, que lentamente fue acortándose; todo aquello era provocado a propósito por Goku.

-"Ahora."-pensó el azabache girándose en la esquina de un edificio por lo que las dos demonio incrementaron su velocidad llegando al lugar en cuestión de segundos, vieron que no había nadie, es como si se hubiese esfumado peto llegaba a parecer imposible.

-Ara parece que se esfumó-Habló Akeno con su clásica sonrisa y su [rey] simplemente bufó con molestia masajeándose la sien.-regresemos con los demás.-propuso y la pelirroja asintió, ambas desaparecieron en un círculo mágico propiedad de Rías Gremory.

-Por fin-Habló Goku desde la azotea de aquel edificio, viendo como desaparecieron ambas demonio y suspiró con aburrimiento.-"parece que alguien más me seguía, pero su energía es diferente a todo lo que he sentido hasta ahora, eso incluye ángeles caídos."-Goku lentamente se dio la vuelta y detrás de él vio a un hombre peliplateado, cejas finas, nariz aguileña, que vestía un haori blanco y tenía una katana enfundada en su cintura.-¿quién eres y por qué me seguías?.-preguntó tranquilamente.

El hombre dio un paso analizando minuciosamente al saiyajin de sangre pura, lo miró por unos instantes y tras ello sonrió orgullosamente, llevándose la mano a su katana sin llegar a desefundarla.

-Hishashi Miyamoto, Onmyōuji del clan Miyamoto y descendiente del poderoso y venerado Susano'O, el dios del trueno y la tormenta, y portador del legendario rayo eterno, arrodíllate humano, serás asesinado nada más y nada menos que por uno de los guardianes del Shintō-Habló el hombre con una sonrisa orgullosa impregnada en sus labios.

-"¿Onmyōuji? ¿Susano'O? ¿Shintō?".-muchas eran las preguntas que circulaban en la mente de Goku, el pelinegro ya sabía de la existencia de la facción bíblica pero desconocía que hubiesen otras facciones aparte de la ya mencionada.

Los Onmyōuji son exorcistas que eliminan a los Kegares, unos Ayakashī que trataban de eliminar a la raza humana, pero en los tiempos actuales eran pocos los clanes de Onmyōuji que habían sobrevivido y dada la "extinción" de los Kegares la actividad de los Onmyōuji quedó reducida a simples guardianes de los templos shintoistas del alrededor del archipiélago japonés.

(Nota: todo esto lo saqué del manga/anime Sousei no Onmyōuji, tan sólo lo modifiqué para adaptarlo a la trama de DxD)

-Bravo, un aplauso para el muchacho.-sarcásticamente el pelinegro comenzó a aplaudir sonriente, más tarde averiguaría acerca del Shintō y el resto de facciones.

-Te burlas de mí, ¿verdad?.-una vena de enojo se formó en la frente de Hishashi al sentirse meramente ofendido, el azabache asintió con una sonrisa y el Onmyōuji le devolvió la sonrisa.-esa sonrisa... veamos si seguirás sonriendo en el lecho de tu muerte maldito.-cerró los ojos por unos instantes, y cuando los abrió, vio que ambos estaban en un bosque alejado de la ciudad.

-¿¡Qué demonios has hecho!? ¿¡Cómo hemos salido de esa maldita azotea!?.-preguntó Hishashi entre confuso, irritado e incrédulo.

-Ante todo, ¿qué he hecho para ser ajusticiado?.-preguntó Goku y el peliplata soltó una carcajada burlona, por lo que el saiyajin arqueó una ceja al no saber el motivo de su risa.-no sé que te hace gracia, ¿no será por la ropa que llevas? te aseguro que el carnaval fue hace dos meses-Habló Goku burlescamente.

-Miserable.-Goku sonrió viendo como el Onmyōuji se enojaba con facilidad.-Sigh.-suspiró adoptando una postura tranquila.-Hace un tiempo registramos tu presencia en uno de nuestro templos, y además robaste algo que nos pertecenía.-Goku sabía que el hombre se refería a Kuroka, lentamente bajó la cabeza, ahora se arrepentía de haber acogido a la nekomata.

-Lo reconozco, ¿algo más?.-preguntó Goku con las manos en el bolsillo mientras veía tranquilamente al Onmyōuji descendiente del dios del trueno situado frente a él.

-Susano'O-sama ha declarado que tú mereces...-el Onmyōuji alargó aquellas palabras mientras su mano permanecía en el mango de su katana.- LA MUERTE.-en un movimiento rápido Hishashi desenfundó su katana y la sacudió fuertemente haciendo un corte vertical en el aire aire, emanando en aquel movimiento una impetuosa ráfaga de viento logrando que Goku se mueva hacia la izquierda evitando ser golpeado por la potente ráfaga.-no está mal, quiero saber el nombre de la persona que está apunto de morir.

-¿Quién?.-preguntó Goku mirando por todos lados dejando al peliplata con una gota de sudor en la nuca.-creo que no hay nadie más aparte de nosot.

-TÚ IDIOTA, ¡QUIERO SABER TU NOMBRE!.-gritó Hishashi histérico y el pelinegro sonrió mansamente.-¿y bien?.-preguntó el Onmyōuji regresando a la normalidad.

-Son Goku, podemos empezar cuando quieras.-profirió el azabache poniéndose en su posición en combate, que consistía en el pie izquierdo delante del derecho mientras sus manos permanecían en el bolsillo.-"Este combate será aburrido."-pensó bostezando con lágrimas en los ojos.

-Hmpf, ¿esa es tu pose de combate?.-preguntó Hishashi burlescamente y Goku se encogió de hombros, lo cual atemorizó al Onmyōuji.-"su pose está llena de agujeros, su defensa y ataque carecen de equilibrio pero aún así se muestra muy seguro."-pensó mientras desenfundaba su katana filosa.

Un silencio atronador invadió el ambiente de aquel sitio, un duelo de miradas estaba teniendo lugar entre los dos adversarios, quienes se analizaban mutuamente en busca de los puntos débiles del adversario.

Una hoja estaba siendo transportada por el aire que circulaba por la zona, pero cuando el movimiento ventoso cesó, la hoja cayó al suelo e inmediatamente el Onmyōuji saltó sobre el pelinegro en el intento de una hendidura vertical que fue esquivada fácilmente por Goku.

El corte llegó a impactar en el suelo produciendo una grieta, Hishashi escupió sosteniendo nuevamente su katana y se lanzó hacia Goku aprovechando que estaba de espaldas, estando a unos centímetros de él alzó su sable para realizar un corte vertical sobre Goku logrando de esta manera hendirlo a la mitad, el pelinegro cayó inerte al suelo y el Onmyōuji sonrió orgullosamente mientras jadeaba.

-Ya *jadeo* no eres tan insolente ¿verd...-sus palabras no llegaron al término cuando vio que el cuerpo inerte del azabache se desvanecía como si se tratase de un holograma, se sobresaltó ante aquel acto y comenzó a mirar por todas partes.-¿DÓNDE ESTÁS MALDITO?

-Detrás de ti idiota.-el Onmyōuji se volteó hacia atrás y vio la figura de Goku parada de brazos cruzados, de esta manera realizó un rápido movimiento y clavó su katana en el pecho del azabache, quien nuevamente se desvaneció generando una vena de enojo en la cara de Hishashi.-AQUÍ VOY.-gritó Goku apareciendo repentinamente delante de él y conectando un puñetazo en su mejilla izquierda seguido de un potente cabezazo acompañado de una patada en el estómago que envió varios metros atrás al Onmyōuji.-parece que he ganado.

Hishashi escupió sangre con fuerza mientras su cuerpo temblaba en el intento de erguirse, lo logró a duras penas y sostuvo como pudo el mango de su katana.

-Prepárate maldito, el calentamiento se ha acabado.-la ceja de Goku se arqueó ante aquellas palabras y adoptó una postura de guardia.-pero antes dime, ¿cómo lograbas desvanecerte cada vez que pretendía hendirte?

-Una vieja técnica llamada Zanzoken-Respondió Goku mansamente y el peliplata anotó mentalmente el nombre de aquella técnica, sin duda era interesante.

-AAAAH.-gritó el Onmyouji tomando el mango de su katana con las dos manos, al instante un resplandeciente azul celestial cubrió su arma y el cuerpo entero de Onmyōuji, haciendo que Goku silbase de admiración.-Oh poderoso Susano'O, bríndame tu poder para que pueda impartir justicia en tu santo nombre.-de repente el cielo rugió en furia y un rayo surcó el cielo antes de aterrizar sobre el cuerpo de Hishashi, haciendo que de esta manera su cuerpo esté rodeado de chispeante electricidad.

Goku estaba tranquilo, ciertamente el ki de aquel Onmyōuji se había multiplicado bastante pero para poder igualarlo aún le quedaban bastantes pasos que dar.

-Ahora conocerás el verdadero poder de un descendiente de Susano'O.-el pelinegro se puso en guardia en el momento en que el peliplata alzó su katana hacia él.-(Primer movimiento: rugido del trueno).-siseó el Onmyōuji y enseguida un rayo azul brotó de la katana en dirección a Goku, quien abrió los ojos sorprendido.

-¿CÓMO?.-gritó Goku sorprendido mientras el rayo avanzaba hacia él, hasta que impactó generando un potente estruendo y llenando de humo aquel lugar.

-¿Ahora qué me dices Son Goku? Apenas iniciamos con el primer movimiento.-articuló Hishashi atestado de orgullo mientras lentamente iba desvaneciéndose el humo, al cabo de unos instantes desapareció e incrédulamente el Onmyōuji vio cómo Goku sacudía el polvo de su ropa.-recibiste un ataque de esa magnitud, ¡¡es imposible que salgas ileso!!.-profirió impresionado

-Deja de decir estupideces y sigamos con el combate, esto apenas ha sido un pequeño estiramiento para mis músculos.-el Onmyōuji bufó molestamente al oír aquellas palabras y se puso iracundo mientras sus músculos ganaban volumen.

-Entonces verás de lo que soy capaz.-Goku suspiró con aburrimiento y rodó sus ojos desinteresadamente.-(Segundo movimiento: fate swort storm-breaker).-al instante de pronunciar aquellas palabras el Onmyōuji alzó la katana hacia el cielo y recibió un rayo que inundó por completo de electricidad aquel arma.-Veamos qué tal te desenvuelves con esto, un simple roce basta para que tu cuerpo sufra una descarga eléctrica de miles de millones de voltios.-Goku sonrió ante aquellas palabras dejando en plena confusión a Hishashi.

-AAAAH.-gritó Goku estirando su brazo derecho, inmediatamente un aura amarilla lo cubrió por completo asemejándose a una especie de mandoble.-ahora estamos igual Hishashi, cuando quieras.-el Onmyōuji sonrió y no esperó una señal cuando se abalanzó sobre Goku.-"No esperaba algún día tener que recurrir a una espada de ki."-pensó el saiyajin con una sonrisa.

Las dos espadas chocaron produciendo un impacto en aquel lugar, ambos se miraron con una sonrisa antes de distanciarse un par de metros.

-"Debo acabar con esto, no quiero luchar por diversión... ya no quiero."-pensó Goku desactivando su espada de ki, dejando un tanto ¿asombrado? al Onmyōuji.-ha sido un placer haber combatido junto a ti, pero lamentablemente esto se tiene que acabar de una vez.-profirió Goku poniendo en una posición de ataque bastante conocida.

-Opino lo mismo, verás.-al instante Hishashi cerró los ojos.-(tercer movimiento: invocación del alma).-a gran velocidad comenzó a dirigiese hacia Goku, quien seguía preparando su ataque.

-"¿Invocación del alma? ¿acaso planea quitarme el alma apuñalándome?."-se preguntó Goku incrédulamente mientras su cuerpo adquiría un matiz azulado.-HAAAA.-gritó y un destello de luz celeste salió de sus manos en dirección al Onmyōuji, quien recibió de lleno el ataque produciéndose así una explosión en aquel bosque.-se acabó.-dijo viendo como yacía inerte el Onmyōuji.

-Mizuka...-musitó Hishashi sacando con sus fuerzas restantes una fotografía.-creo que papi ya no estará más contigo, Inko por favor cuida de nuestra hija, creo que pronto me reuniré con mis ancestros-Habló Hishashi con lágrimas en los ojos mientras escupía sangre.

Goku se agachó a su altura y observó aquella foto, en la que había un hombre que no era otro que Hishashi, una mujer pelinegra y una niña peliplata, que probablemente deberían de ser su esposa y su hija.

-Estaba embarazada sabes?-Habló Hishashi con una sonrisa mientras sentía que su tiempo de vida iba acortándose poco a poco.-Mizuka, mi hija, estaba ilusionada porque por fin iba a tener un hermano pequeño.

Goku se sentó sobre el suelo mientras escuchaba aquella historia llena de pesar y tristeza.

-Inko y yo nos casamos muy jóvenes, nuestros padres acordaron el matrimonio para establecer una alianza entre los clanes de Onmyōuji, al principio no nos amábamos, pero con el paso del tiempo comencé a sentir algo por ella jeje-Habló Hishashi y Goku asintió.

No entendía muy bien a qué se refería con la alianza entre clanes, pero tampoco quería interrumpir el relato.

-Poco después nació nuestra primera hija, y ahora esperábamos a nuestro segundo hijo, pero parece que no podré verlo, he sido un Onmyōuji bastante débil y he deshonrado la memoria de mis ancestros, no merezco siquiera ser descendiente de Susano'O-sama, al menos fue un placer haber combatido contra ti Son Goku-Habló Hishashi y al instante su cuerpo fue envuelto por una luz dorada, iba sintiendo cómo sus energías regresaban a su cuerpo y lentamente comenzó a levantarse.

-Te he dado parte de mi energía vital, utilízala para hacer el bien y proteger a tus seres queridos, olvídate de mí.-profirió Goku con frialdad.- "al menos tu estás a tiempo Hishashi, cuando reconocí mi error, fue demasiado tarde".-pensó para sí mismo.- nos vemos.-alzó la mano en señal de despedida y caminó hacia la salida del bosque, mientras el Onmyōuji lo miraba con admiración y guardaba la fotografía de su familia, tomó su katana y miró al cielo agradeciéndole a aquel guerrero llamado Son Goku, ahora tendría una segunda oportunidad de vida.

Templo.

Una mujer pelinegra cuyo cabello iba adornado de ornamentos y piedras preciosas, de grandes atributos y trasero firme, iba vestida lujosamente por un yukata dorado y adornado por joyas mientras caminaba tranquilamente por aquel palacio siendo adorada y alabada por muchos dioses y yōkai.

Su nombre era Amaterasu, diosa del sol, líder del Panteón del Shintō y hermana de los dioses Tsukuyomi y Susano'O, era temida y respetado por todos los dioses y yōkai aunque con éstos últimos se mostraba bastante más afectuosa.

De pronto Yasaka irrumpió en aquel templo corriendo rápidamente en busca de Amaterasu, la kitsune estaba siendo acompañada por varios kappa que habían acudido en su socorro.

La diosa del sol se sorprendió al ver el estado de su amiga kitsune, estaba muy sudorosa, lágrimas se acumulaban bajo sus ojos y se notaba que había llorado bastante, además su respiración era sumamente agitada y a simple vista se notaba nerviosa, temerosa e indignada.

-¿Qué ocurre Yasaka?.-Amaterasu mansamente tomó las manos de la rubia esperando que ella le dijera el porqué de su estado actual.

-Kunou... Discusión... Desaparecida... Sangre.-musitó Yasaka hiperventilando mientras la diosa le rogaba que respirase hondo y que se expresase con más claridad.-T-tuve una discusión con Kunou, discutimos bastante y ella se encerró en su habitación, pero minutos después cuando acudí a su habitación... encontré las paredes machadas de sangre y ella no estaba allí BUAAAH.-gritó la kitsune en un llanto desconsolador, siendo cálidamente abrazada por Amaterasu, que además acariciaba sus orejas zorrunas.

-Tranquila.-atrajo la atención de varias docenas de yōkai, una mirada fue suficiente para que todos ellos comprendieran y asistieran para después salir del palacio con lanzas y sables.- encontraremos a Kunou y el responsable pagará por su osadía-Habló Amaterasu y su poder creció brutalmente atemorizando a los yōkai.

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Fin del maldito capítulo.

Bueno bueno aquí se armaron madrazos de los chidos, espero que les haya gustado la pelea y comenten qué les pareció el capítulo, ya vieron que estoy tomando un camino bastante diferente a lo usual. Pronto sabrán la relación del secuestro de Kunou en esta historia, nuestro protagonista se verá implicado en el asunto.

Sin más que decir se despide su vecino y amigo del alma.

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