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Guerra.

Renuncia de derechos, los personajes que aparezcan aquí les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.

Las puertas del Olimpo fueron destruidas a pesar de los esfuerzos de sus guardianes, hecho causado por el resurgimiento de los titanes y los gigantes, quienes fueron encerrados milenios antes por los dioses en distintas prisiones.

Alexiares y Aniceto retrocedieron ante la primera ofensiva que rompió la entrada del Olimpo, para preparar sus defensas junto a los demás dioses y héroes. Una guerra estaba a punto de empezar y si no querían regresar a la Cuarta Era, cual fue el período más oscuro del panteón griego, ellos deberían pelear para evitar que eso ocurriera.

Artemisa preparó sus flechas y al igual que sus cazadoras, aunque la diosa no pudo evitar tener algunos remordimientos por las duras palabras que le dedicó a Goku, quien era su amigo.

¿Tenía razón ella al obligarle a pelear en una guerra que no era suya? ¿Tenía razón la diosa al enfadarse con él, cuando fue ella quien actuó con menos lógica? Desde luego que no, pero no era el momento más acertado para pensar en eso, estaba en medio del inicio de una guerra.

"Vamos Artemisa, múestrale valor a tus doncellas. Luego me ocuparé de lo otro"- indagó la diosa viendo a Thalia, Bianca, Zoë y Phœbe, sus cazadoras más preciadas- "sobrevivan..."

Apolo preparó igualmente sus flechas, Poseidón sostenía con vigor su tridente, Zeus estaba con su rayo maestro, Dioniso con su tirso, Hefesto sosteniendo una espada forjada por él mismo bajo el mar junto a cíclopes, Atenea estaba con una lanza, Ares con una espada y con un escudo, Hécate estaba con antorchas mágicas, Hermes y varios dioses menores junto a héroes aguardaban desde sus respectivas posiciones.

-¡Pequeño Zeus! -Cronos bramó al frente del ejército de titanes y gigantes mientras que Zeus escuchaba atentamente- ¡Ya es hora de que me devuelvas lo que es mío y regrese la Edad de Oro nuevamente! ¡La pútrida humanidad ha de volver a las cuevas de las que salieron y nosotros los verdaderos dioses gobernaremos de nuevo!

En la época en que el titán Cronos reinaba la humanidad vivía bajo cuevas, privados del conocimiento y la sabiduría que posteriormente Prometeo trató de otorgarles con su fuego en los primeros tiempos del reinado de Zeus.

Zeus consideró a Prometeo como un pensador radical y por ello le castigó severamente... En ese entonces la humanidad comenzó a conocer progresos y nació la civilización occidental.

-¡Eso jamás! ¡Por encima de mi cadáver volverás a reinar titán Cronos! -Zeus bramó liberando un imponente aura mientras que su padre Cronos hacía lo mismo sin perder tiempo en ello.

Los gigantes también estaban ansiosos por derrocar a Zeus. Eran hijos de Gea, quien se enfadó porque el destino que sufrieron sus anteriores hijos, los titanes, cuales fueron derrotados por Zeus un tiempo antes.

Eran un total de doce gigantes: Agrio, Alcioneo, quien era inmortal mientras luchase en su tierra de origen, Alpo, ​Clitio, ​Ctonio, ​Damasén,​ Efialtes, ​Encélado, ​Éurito, Gratión, Hipólito y Porfión, rey de los gigantes, el más fuerte de todos ellos.

Fueron vencidos por los dioses griegos hace eones con la ayuda de Heracles y enterrados bajo volcanes siendo ellos responsables de terremotos, ahora regresaban por venganza y no cesarían hasta conseguir su objetivo principal:

Derrocar y matar a Zeus.

"¡¡¡AAAAAHHHHH!!!"

Un grito colosal resonó por todo el perímetro olímpico, indicando el comienzo de la guerra entre los dioses y héroes vs titanes y gigantes.

Peligrosas criaturas también estaban presentes tales como Ortro, Quimera, Esfinges, la Hidra de Lerna, el Dragón de la Cólquida y unas Aves de Estínfalo, todas ellas criaturas concebidas por Equidna y Tifón hace bastantes eones.

Varios dioses retrocedieron al sentir el aura de Tifón, el poderoso hijo de Gea y Tártaro temido por todos los dioses de varios panteones, pues en el momento en que surgió de Gea los dioses griegos huyeron a Egipto por miedo a su poder. En su tiempo ocupó el Top diez de seres más fuertes de la existencia, tan fuerte era que sus llamas consumieron a Zeus e incluso le cortó los tendones. Hermes y Egipán entraron al korukos y recuperaron los tendones que eran custodiados por la dragona Delfina, fue entonces cuando Zeus venció a Tifón y le encerró bajo los montes Etna, Peloro, Paquino y el Lilibeo. Tifón luchó durante años por liberarse del peso de los montes y ciudades pero no pudo. Causó tal temblor que en la tierra que el mismo Hades salió del inframundo con bastante miedo a inspeccionar qué era el causante de eso.

Si bien Tifón no tenía su poder anterior aún seguía siendo un enemigo a tener en cuenta. El fuego y lava que vomitaba de su boca podía derretir hasta los montes más altos, y podía crear huracanes y terremotos con un chasquido de dedos, aunque anteriormente podría destruir cualquier cosa sólo con su ígnea mirada.

Cuando Tifón se dispuso a buscar a los dioses griegos, que en aquel momento se escondían en Egipto, tuvo una pelea inigualable y brutal contra el mismísimo Welsh Dragón Celestial Blanco o Hakuryuukou, Albion Gwinber dando a entender que tenía un poder comparable al de Aخi Dahaka o Crom Cruach, ambos dragones malignos. Por suerte la pelea no llegó a más porque si no eso habría sido catastrófico, Tifón halló la ubicación de los dioses y pronto se trasladó a Egipto. Los dioses griegos con miedo sintieron su presencia y se transformaron en distintos animales para no ser reconocidos por el poderoso y temible Tifón.

Crash.

Una gran onda de choque llegó a producirse entre un ataque lanzado por Tifón y el Master Bolt de Zeus, dos seres con una gran fuerza destructiva, aquel combate prometía.

Cronos luchaba contra su hijo Poseidón utilizando su oscura guadaña mientras que el dios del mar se defendía con su tridente.

-¡¿Esto es todo lo que puedes hacer pequeño?! -Cronos preguntó sonriendo mientras esquivaba una estocada de Poseidón, quien escupió saliva a un lado mientras blandía su tridente Triainia.

-Aún no has visto nada -el dios del mar liberó su aura divina para lanzarse nuevamente al ataque.

Poseidón dio un increíble salto y levantó su tridente dorado para hacer un corte sobre la figura de Cronos pero el titán previendo aquel movimiento esquivó hacia la izquierda y realizó una hendidura en el pecho de Poseidón con su guadaña. El hijo de Urano sonrió ante eso.

Artemisa peleaba contra Gratión utilizando sus flechas hechas de Caelestis aes pero al parecer la piel del gigante era mucho más resistente con respecto al último combate que tuvieron.

Los gigantes tenían una resistencia física increíble además de su gran fuerza, de hecho los mimos Hecatonquiros eran temidos por los dioses y por eso Zeus les encargó la tarea de custudiar la entrada del Tártaro tras la guerra, ahora estaban bajo sueño inducido y Briareo se estaba encargando junto a Heracles, Jason, Perseo y Aquiles de impedir que saliesen más monstruos.

-¡Esta vez no te será tan fácil vencerme hija de Zeus! -Gratión bramó con rabia, puesto que en la anterior guerra fue Artemisa quien le derrotó.

Artemisa chasquea sus dientes enfadada mientras gira la cabeza y ve a sus cazadoras luchando valerosamente contra los hijos de Tifón, eso es suficiente para motivarla.

"Ánimo mis doncellas, hemos de ganar esta batalla entre todos"- discurrió Artemisa con una sonrisa y tomando otra flecha para lanzarla.

Ares luchaba contra Jápeto en un combate de fuerza bruta mientras que sus hijos Deimos y Fobos luchaban contra los gigantes Encélado y Damasén respectivamente. Al parecer la pelea estaba equilibrada, pero la versatilidad de Jápeto a pesar de llevar eones encerrado le producía dificultades hasta el dios de la guerra Ares.

"Este combate aparenta ser el más emocionante de los últimos siglos"- Ares pensó mientras sus ojos se convertían en llamas y exudaba un aura divina para equiparar aquella contienda.

Hécate sostenía un grimorio de magia antigua mientras luchaba contra el titán Cio y el gigante Clitio. La confidente de Zeus y amiga íntima de Perséfone no tenía dificultades para enfrentarse a sus enemigos, su magia era igual de compacta que la usada por el rey Salomón para encerrar a los 72 demonios del inframundo con el hechizo del Ars Goethia e incluso más poderosa que la magia que usaba el antiguo hechicero Merlín.

Apolo luchaba contra Ceo, el titán de la inteligencia y la adivinación y a su vez con el gigante Efialte, quien perdió sus dos ojos en la guerra anterior a manos del mismísimo Apolo y Heracles, ahora reclamaría su venganza.

"Parece que esta vez viene con los ojos preparados"- Apolo sonrió con burla al ver que Efialte estaba esquivando todas sus flechas.

Kratos, la personificación de la fuerza, luchaba brutalmente contra Atlas, el titán que sostuvo la tierra durante su largo castigo. Porfirión se unió a la batalla, esperando acabar con Kratos para ir contra Zeus, una vez que acabara con el dios del trueno violaría a Hera tal y como estuvo a punto de hacerlo el rey gigante en la última ocasión.

"Una vez que acabe con el estúpido de Zeus haré mía a esa diosa de nombre Hera día y noche sin descanso"- Porfirión indagó con una sonrisa de lujuriq mientras ponía en aprietos a Kratos.

Dioniso, el dios de la vendimia, utilizaba su tirso para combatir contra el titán Menecio y contra Éurito en una contienda bastante igualada.

Rish.

Un corte apareció en la mejilla de Athenea ante el ataque de Ctonio, quien sonrió al ver la ligera linea del líquido carmesí que se resbalaba por la mejilla de la diosa de la sabiduría Athenea.

"Maldición, el plan de ataque que he elaborado no está funcionando... sus movimientos están haciéndose cada vez más imprevisibles... lo cual dificulta analizar su estilo de pelea"- Athenea pensó limpiándose aquel rastro de sangre con su pulgar izquierdo, seguramente el dios Thot estaría burlándose de ella al ser incapaz de descifrar el patrón de ataque de aquel gigante.

Hefesto peleaba contra el titán del este Hiperión en un duelo incandescente, pues Hefesto era la deidad del fuego e Hiperión era el titán del sol mientras que Hermes peleaba contra Hipólito.

La guerra seguía desarrollándose mientras que cierto pelinegro se encontraba presenciando el acontecimiento bélico de manera neutral desde el edificio en que estaba en este momento.

Goku observaba pensativamente la guerra, los dioses tenían opciones de ganar pero sin duda Tifón, Cronos y Atlas serían los adversarios más difíciles de tumbar. Con problemas vencerían.

El azabache recordaba con claridad las gélidas palabras de Artemisa, y en parte su conciencia le reclamaba. Porque la diosa de la luna le había socorrido cuando más ayuda necesitaba, ahora los papeles se habían invertido y era Goku quien le negaba a Artemisa la petición de ayuda.

El problema radicaba en que él no tenía absolutamente nada que ver en los problemas internos del panteón griego, por ese motivo su intervención era redundante. Bueno, Artemisa tampoco tenía nada que ver con él y aún así le ayudó enormemente en su momento.

-¿No vas a ayudarles Son Goku? -Adamas preguntó todavía desde el suelo, manteniendo una sonrisa burlesca en sus facciones- si no me equivoco le debes bastantes favores a Artemisa, no sería nada justo que no le prestases ayuda.

-¿Tú que ganarías con mi presencia? Saldrías perdiendo en ambos casos Adamas -Goku habló antes de cerrar sus ojos tranquilamente- ésta no es mi guerra, aunque lo fuera nunca defendería a los dioses o pelearía a su favor... -añadió él-

-Vaya, eso me ha sorprendido, supongo que tienes el mismo motivo que yo para acabar con ellos ¿no? -Adamas sonrió mientras trataba de levantarse- Zeus lleva cientos de miles de años en el trono, a pesar de que nombró como futuro líder a Apolo no habrá ningún cambió... por eso, con la ayuda de los titanes y los gigantes, la Edad de Oro volverá a reinar de nuevo, sólo los más fuertes formarán parte en ella, está en tus manos el decidir si formar parte de ella o no, una vez que acabemos con Zeus iremos a por el resto de panteones hasta que sólo reine el nuestro, formaremos un nuevo mundo bajo el preponderante reinado de la facción griega.

Goku escuchó tranquilamente aquellas palabras mientras ponía las manos en sus bolsillos y veía filosóficamente el panorama fuera del edificio.

-Eres otra basura más que dice ser un dios -Adamas oyó aquello con una mueca en su rostro- Dios es una existencia perfecta desde el inicio de los tiempos. Dios no tiene emociones negativas. Dios es justo, busca el equilibrio sin perder la perfección. Dios no es juzgado, sólo hay que rebuscar en la historia para ver cómo Hera, Athenea y Afrodita fueron juzgadas por aquel mortal de nombre Paris y ¿aun así dicen ser dioses y estar por encima de la humanidad?

Adamas estaba más que molesto por las palabras de Goku. Se levantó de golpe y elevó su aura divina para atacarle por sorpresa, puesto que el pelinegro se encontraba de espaldas.

-La mayoría de dioses son injustos e imperfectos Adamas... ¿hace falta recordarte el destino que sufrieron Calipso o Medusa? Fueron víctimas de la vanidad de aquellos que dicen ser dioses -siguió hablando Goku tranquilamente- el único Dios que realmente merecía ser llamado así era Elohim, pero "falleció" en la última guerra hace más de trece siglos... los titanes y gigantes con los que te has aliado no son la excepción... ¡¡¡TODOS USTEDES SON LA MISMA BASURA!!!

Goku se volteó rápidamente esquivando la ofensiva de Adamas y posicionó su mano derecha frente al rostro del dios griego.

-¿Q-qué vas a hacer? -Adamas preguntó bastante aterrorizado al observar cómo la mano de Goku comenzaba a expulsar un pequeño destello.

-Nada, sólo un poco de limpieza -el ojinegro sonrió tranquilamente antes de cambiar su expresión facial a una seria- ¡DESAPARECE!

El cuerpo de Adamas desapareció al instante en que Goku lanzó la ráfaga de energía que creó en su mano derecha. Adamas perdió su apariencia física, al ser un dios no podía morir así que de alguna forma se había convertido en un ente.

"Soné demasiado a Zamasu, aunque es la verdad... pocos dioses merecen ser llamados "dioses", no les conozco personalmente pero Tobio me habló de Odin, Ra y Shiva ese tal dios destructor hindú"- discurrió Goku suspirando y volviendo a mirar la batalla de los dioses griegos contra los titanes- "vaya, están en problemas"

Goku vio que el anciano Poseidón estaba retrocediendo ante su padre Chronos, Ares perdía terreno frente a Jápeto, Apolo estaba cayendo frente al titán Cio y el gigante Efialte, la magia de Hécate se estaba debilitando frente a Cio aunque consiguió derrotar a Clitio con sus antorchas, Hefesto estaba perdiendo frente a Hiperión y Kratos estaba retrocediendo ante Atlas. Tifón estaba acorralando al dios Zeus pese a no tener su poder que tenía antes.

"Quizás..."- el azabache discurrió cerrando sus ojos mientras intentaba oprimir a su conciencia. Él ya no era el mismo Son Goku de hace siglos, el Goku actual era una sombra de su pasado-" resulta irónico... hablo de perfección con todos los errores que cometí y que estoy cometiendo..."

[...]

El cielo, un lugar creado por Elohim hace varios eones compuesto por siete pisos donde residían las almas puras de los cristianos fallecidos, los ángeles y el sistema que fue creado por Dios.

Asia caminaba por los pasillos del Zebel acompañada de su señora Gabriel. La antigua monja no podía estar más feliz por el giro que había dado su vida en las últimas semanas.

Asia pasaba diez horas en Kuoh mientras que el resto del tiempo lo pasa en el cielo. Cinco veces a la semana se ejercitaba y según su señora era cuestión de unos meses para que alcanzase el Balance Breaker. Estaba muy agradecida con Goku, ya que gracias a él todo esto había sido posible, realmente era un gran amigo suyo.

-Gabriel-sama, hay algo que me gustaría pedirle si no es molestia -Asia habló con voz suave y la Seraph giró la cabeza con una bella sonrisa.

-¿De qué se trata Asia-san? -Gabriel preguntó con curiosidad, ella estaba contenta con los servicios de Asia, sumado a su modestia.

-Me gustaría acudir al inframundo, mis amigos Ise-san y Rias-zen-buchou van a participar en un juego llamado Rating Game dentro de poco -pidió Asia recordando su charla con Issei.

Issei sufría los entrenamientos infernales de Rias de cara al futuro Rating Game. La diablesa no quería perder puesto que sabía que su destino dependía de aquel partido.

Gabriel había escuchado acerca del compromiso de la hermana de Sirzechs con el tercer hijo de la familia Phenex, Raiser también escuchó que se celebraría un juego propuesto por la hermana Rias para decidir si se casaba o no conforme a su victoria. Dado que las negociaciones de paz entre ángeles, caídos y demonios estaban casi terminadas, Asia podría acudir sin problemas, aunque antes tendría que consultarle a algún Maou para no causar un malentendido.

-Claro, puedes ir... -los ojos de Asia se iluminaron ante las palabras de su señora- pero antes debo hablar con Serafall Asia-san...

Asia asintió emocionada ante los ojos de Gabriel. La Seraph estaba curiosa por conocer a ese tal Son Goku del que le hablaron Asia y su hermano Michael en su día. Quizás ese chico...

"Sin duda he de conocer al chico que aceleró las negociaciones de paz... y al chico que me dio a conocer a Asia... Son Goku"- Gabriel indagó con una sonrisa mientras comenzaba a tararear una canción. Su próximo objetivo: conocer a Goku.

Olimpo.

RIIIISH.

Artemisa retrocedió ante el brutal golpe que recibió por parte del gigante. Sangre manchaba su rostro y varias heridas estaban presentes en su cuerpo, la diosa de la caza estaba exhausta.

Tifón abrió su boca y expulsó una enorme ráfaga sobre el campo de batalla, justo donde estaba la diosa. Sus piernas no respondían mientras la bola de fuego sin piedad se acercaba a ella.

"Maldición"- Artemisa frunció el ceño indignada y sacó una flecha para herirse a sí misma en su pierna para así reaccionar, pero la ráfaga estaba demasiado cerca de ella como para evitarla.

Un destello carmesí apareció frente a sus ojos y Artemisa vio con incredulidad cómo la ráfaga de Tifón desaparecía de su campo visual.

Artemisa vio la espalda de un hombre vestido con un dogi naranja y un peinado inconfundible.

-Parece que no estás en forma -se burló el hombre mientras se daba la vuelta- ¿no es así Artemisa? Vamos diosa, has de levantarte, la verdadera guerra está a punto de comenzar.

"No creí que volvería a vestir de nuevo el uniforme que durante tantos años porté... supongo que mi sangre saiyan pide batalla después de quinientos años"- indagó aquel hombre sonriendo mientras negaba con la cabeza ante los pensamientos que tenía.

-¿Goku? -Artemisa preguntó mientras aceptaba la mano del pelinegro- ¡¡Goku!! -la deidad gritó advirtiéndole de la presencia de una Quimera detrás del azabache a punto de atacarle.

Goku sin darse la vuelta expandió su aura de energía enviando bastante lejos a la criatura.

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Fin del capítulo.

Sienta bien volver después de 798 horas sin actualizar esta historia. ¿Qué les pareció?

Se me ocurrió una idea espontánea y es un fic de Goku siendo un Phenex. No si les gustaría leer lo que he escrito, en todo caso lo subiré así que estén atentos a mi perfil, o sea síganme xD.

Sin nada más que añadir a este capítulo, se despide su vecino y amigo Destroit-san.

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