Entrenamiento.
Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.
"....."
Kuroka vio con incredulidad la escena.
Su amado estaba siendo besado por Akeno, a quien parecía darle igual el hecho de que Goku ya tenía una pareja... ¡que les estaba mirando!
Kuroka sintió cómo la ira llenaba cada rincón de su ser y estaba a punto de liberar todo su enfado como si de un volcán en erupción se tratase.
"¿Qué ocurre Nee-sama?"
Kuroka se giró y vio que su hermana menor le miraba con curiosidad, Koneko no había visto la escena y por eso se extrañó al ver su expresión.
Al ver a su hermana Kuroka decidió calmarse. Cerró sus ojos intentando apaciguar la enorme indignación que estaba reinando en su ser.
Estaba bastante segura de que Goku jamás la engañaría, y que la amaba tanto que no caería en los encantos de Akeno, ella confiaba en eso.
Los dos habían pasado por tantas cosas que nada ni nadie sería capaz de romper su relación, no tenía porque armar un escándalo excesivo.
Ni tenía porqué estar celosa. Goku amenazó al inframundo sólo por ella y además que ni se rindió en el momento en que perdió la vida.
Pero eso no quería decir que dejaría a Akeno salirse con la suya. No, ella tendría su merecido pero aquí delante de todos, incluido Goku, no.
Lo tendría a su tiempo.
Y también necesitaba oír las explicaciones de Goku, ya sabía que él no quería nada con Akeno pues la tenía a ella, que era muchísimo mejor.
Si... su Go-chan sólo la quería a ella.
-No es nada Shirone, sigamos adelante jeje -respondió Kuroka con una sonrisa y se agachó para besar la frente de su hermana menor.
Koneko se sonrojó levemente la acción de su hermana y ambas siguieron su paseo, mientras que Goku... estaba recibiendo un suave beso.
"¿Qué?"- pensó el azabache sorprendido por la acción brusca de Akeno pero antes de que pudiera darse cuenta ella se separó de él.
Akeno ocultó su rostro en el pecho de Goku mientras que apretaba ligeramente su camisa, estaba tan avergonzada que no podía mirarle.
Goku todavía no salía del enorme desconcierto que le provocó el beso inesperado de Akeno, eso suscitó en él una pequeña y entrañable tristeza.
-Akeno -llamó el pelinegro intentando que la chica alzara la vista y sus ojos se encontraran. Realmente debían hablar sobre este beso.
Lentamente Akeno se despegó del pecho de Goku y le miró a los ojos, pero no pudo resistir por más tiempo... estaba muy avergonzada.
-¡Lo siento! -la bella chica se disculpó y se fue rápidamente dejando a Goku con las palabras en la boca. Esto también fue un tanto inesperado.
-¡Espera Akeno! -intentó llamarla pero era demasiado tarde, Akeno desapareció de su campo visual en unos pocos instantes.
"Y por si eso no fuera poco hace unos minutos sentí la energía de Kuroka... espero que no haya visto nada"- indagó Goku rascando su nuca.
Su suerte iba de mal en peor.
"En todo caso voy a regresar a casa, no tengo nada más que hacer aquí"- pensó Goku y se dio la vuelta, después de todo no tenía amigos.
Y tras eso, se marchó.
Sin saber que en ese mismo lugar se hallaba un ser con una túnica oscura que le estuvo vigilando y que no se perdió ninguno de sus movimientos.
"Pronto Son Goku... pronto mi señor se dará a conocer"- pensó aquel ser antes de desaparecer en una sombra sin que nadie más lo supiera.
Más tarde.
Kuroka cerró la puerta tras entrar en su casa y dejó su abrigo en la percha. Sonrió, sinceramente disfrutó de una tarde divertida con su hermana.
Se percató de que Goku estaba recostado en el sofá y su sonrisa se hizo más grande, así que se acercó a su amado y le dio un beso en la frente.
Aunque eso hizo que se despertara.
-Oh... regresaste Kuro, ¿qué tal la tarde? -preguntó Goku con una sonrisa mientras se sentaba a la par de la hermosa azabache.
En cuanto llegó a su casa se quedó dormido en el sofá, se aburrió tanto que prefirió descansar y esperar hasta que su amada regresara a casa.
-Me divertí mucho con Shirone y hablamos de muchas cosas -contestó Kuroka sonriendo- ¿Tu qué Go-chan? ¿Hiciste algo nuevo esta tarde?
El chico sudó nerviosamente ante tal pregunta pero no lo demostró exteriormente, tenía dudas de si Kuroka presenció o no la escena del beso.
Pero a juzgar por su tono...
Sí, ella lo había visto todo.
-Nada interesante -contestó encogiéndose de hombros y Kuroka acercó su rostro al de él así repentinamente, encarándole con sus ojos.
-¿En serio? ¿Nada que... merezca la pena contarme? -preguntó Kuroka manteniendo su rostro a escasos centímetros del de Goku.
-N-no sé a qué te refieres... -el chico evadió la mirada de Kuroka tanto como pudo- "Mierda, ¡lo sabe! Esto se pondrá muy feo"- pensó nervioso.
Su suerte fue de peor a pésimo.
-Me refiero a que vi a una perra besando a MI novio... nadie más tiene el derecho a hacer eso -respondió Kuroka subiéndose a su regazo.
Goku abrió sus ojos perplejo ante la acción de Kuroka, quien estaba lejos de estar enfadada tal como había pensado y previsto que lo estaría.
-Kuroka... en realidad -intentó explicar el azabache pero fue silenciado por un beso intenso de Kuroka, otra cosa inesperada.
¿Acaso era el día de sorprenderle?
Kuroka reclamó su lengua mientras ponía sus brazos alrededor del cuello de Goku, quien hizo lo posible para corresponder el beso salvaje.
Un beso que no se extendió por más tiempo, Kuroka se separó de él pero mantuvo su frente pegada a la de Goku y tomó sus mejillas.
-Go-chan, no tienes nada que explicarme... -susurró Kuroka mirándole- Sé que sólo me quieres a mí, sólo piensas en mí, sólo...
Kuroka besó sensualmente el cuello de Goku mientras su mano derecha descendió hasta la entrepierna del chico y acarició esa zona.
Apreciando la firmeza a través de la tela del pantalón, Kuroka bajó el cierre del mismo y sus dedos pronto palparon el miembro de Goku.
Goku soltó un gruñido ante aquella acción, si Kuroka seguía así y profiriendo tales palabras dudaba poder seguir conteniendo su deseo.
Estaba llegando a su límite.
-Sólo me deseas a mí... -Kuroka susurró esto último al oído de Goku y fue el desencadenante para que cualquier rastro de su continencia...
Desapareciera del todo.
[Nota: mini lemon pajeros :v]
El chico recostó a su amada contra el sofá y comenzó a besar sus labios sin control mientras sus manos exploraban el cuerpo de Kuroka.
Aquellas manos ansiosas pronto se deslizaron debajo de la camisa de Kuroka y alcanzaron sus grandes senos, cuales comenzó a acariciar.
"Hmmmm"
Kuroka gimoteó felizmente y ese gozo que llenaba su interior se hizo más grande cuando Goku la tomó en brazos y la llevó al cuarto.
Sus ropas no tardaron en irse y Kuroka se puso a cuatro patas, otorgándole a Goku una privilegiada vista sobre su trasero redondo.
Y también sobre su lugar privado, que destilaba néctar debido al placer que subyugaba su cuerpo despampanante desde hacía unos minutos.
-Adelante Go-chan... haz conmigo todo lo que desees -habló Kuroka en estado sicalíptico que estaba lejos de su apoteosis- Hmmmmmmm~
Kuroka soltó un gemido lujurioso cuando el miembro de Goku hizo un leve contacto con su intimidad, pero sin adentrarse todavía en ella.
-De acuerdo Kuro, está noche harás lo que YO desee -enfatizó Goku con una sonrisa y empujó su miembro hasta el fondo del canal uterino.
-Kyaaaaaa -Kuroka liberó de sus labios un gemido que fue música celestial para los oídos de Goku, quien apretó su trasero carnoso.
Kuroka ahogó un gemido cuando sintió las manos del chico en sus nalgas y sumado al vaivén del miembro de Goku en su interior...
Pronto alcanzaría el clímax.
-¿M-me amas Go~chan? ¡¿E-en v-verdad m-me a-amas tanto c-como yo a t-ti?! -preguntó Kuroka entre gemidos que resonaban en la habitación.
Plaf~
"Kyaaaa"
Kuroka chilló cuando la mano de su amado golpeó su trasero dejando una marca rojiza por la nalgada... aquello incrementó su sicalipsis.
¡Eso fue malditamente excitante!
-¡Claro que te amo Kuroka! -respondió el chico impetuosamente, quien parecía haberse dejado llevar por la gran ola de placer que le golpeó.
Tal placer guió sus manos hasta los picos de jade de Kuroka, que subían y bajaban ante cada embestida que daba, y empezó a masajearlos.
Sus manos sintieron la increíble suavidad de aquellos pechos y pellizcaron con picardía los pezones rosados y erectos de la Nekoshou.
"Ahhh... ¡ngh!"
Kuroka perdió todo rastro de su juicio y se vio obnubilada por una nube de placer que le brindaba este acto carnal con su amado.
Su lujuria alcanzó su culmen apoteósico unos minutos después, había sido lo más intento que su cuerpo pudo recibir en los últimos tiempos.
Pero estaba muy lejos de haberse quedado satisfecha. Quería más, quería sucumbir por completo ante el embriagador placer sexual.
Y Goku... apenas comenzaba.
Mañana siguiente.
Sus ojos ónix se abrieron en cuanto el calor del astro rey incidió en su cuerpo, vio a Kuroka recostada sobre él y esbozó una sonrisa.
Había sido una noche sumamente larga para ambos y era algo normal que la chica estuviera cansada, incluso siendo ella una ninfómana.
Realmente adoraba tener esos momentos con Kuroka, en ellos disfrutaban del amor mutuo que se tenían y desfogaban sus placeres carnales.
Sobretodo, teniendo en cuenta lo imprevisible que era su vida, debían disfrutar cada momento, cada segundo juntos como si fuera el último.
Y si por él fuera se quedaría todo el día recostado en la cama abrazando a Kuroka...
Pero... hoy tenían clases.
Así que debían levantarse.
Aunque francamente Kuroka no tenía pinta de que fuera a levantarse pronto, Goku se percató de ello y sonrió levemente cerrando sus ojos.
"En todo caso haré el desayuno"- pensó Goku separándose lentamente de Kuroka y besó con suavidad su frente y se levantó de la cama.
Tras un par de pasos llegó a la cocina, donde abrió la nevera y sacó algunos alimentos de ella. Cogió después una sartén y encendió el fuego.
Tuvo que aprender a cocinar en cuanto Chi-Chi murió... Gohan les brindó su ayuda a él y a Goten durante un tiempo pero luego tuvo que apañarse.
No siempre comerían pescado o carne asada, por lo tanto, aprendió a cocinar eventualmente... y ahora veía que le sirvió de mucho aprender.
Si tan sólo hubiera pasado más tiempo con Chi-Chi... no, era demasiado tarde para arrepentirse. Lo único que podía hacer...
Era recordarla.
"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"- pensó con una mirada triste, eso le convenció de que debía disfrutar más con su amada Kuroka.
Hablando de ella.
La joven empezó a desperezarse de las sábanas estirándose lentamente, se sentía fatigada y más teniendo en cuenta lo que anoche hicieron.
Kuroka sonrió todavía con los ojos cerrados y comenzó a abrirlos con tranquilidad, dado que la luz solar resultaba sumamente deslumbrante.
Tanto que la enceguecía.
"Buenos días Kuro"
Lo primero que vieron sus ojos fue el rostro de Goku, quien sonreía cargando en sus manos una bandeja con alimentos deliciosos sobre ella.
-Buenos días Go-chan, ¡¿hiciste todo eso para mí?! -preguntó Kuroka sentándose rápidamente, olvidándose de que todavía estaba desnuda.
Su cuerpo estaba lleno de marcas rojizas en todas partes, pero lo que más destacaban eran los chupetones en su cuerpo y sus pezones.
-Sí... cof... pero ponte esto primero -el chico le extendió la camisa evitando el contacto directo, evitando cualquier provocación de Kuroka.
-Mou, pero ayer no te importó devastar a fondo mi cuerpo ufufu -susurró Kuroka con un tono de voz sensual mientras se ponía la camiseta.
Estaba sumamente claro que Kuroka estaba jugando con él... en ese caso, él también jugaría a ese juego. No perdería ante la Nekoshou.
-Y por lo que veo no fue suficiente para ti... ¿acaso quieres más? -preguntó Goku con una sonrisa que dejó sorprendida a Kuroka.
Generalmente su Go-chan ignoraba sus provocaciones con algún comentario irónico, pero jamás respondía con otra provocación.
Esto fue algo inesperado.
-Sí, pero hoy no... tú ganas -Kuroka se rindió; no tenía fuerzas por más que quisiera, lo de anoche equivalía al sexo que tenían por una semana.
Goku sonrió al oír su respuesta.
-Je, eso te pasa por provocarme... ahora debes para recuperar energías -indicó Goku mojando el panqueque en delicioso sirope de chocolate.
Kuroka abrió lentamente la boca y recibió la comida a manos de Goku, mientras ambos se entretenían charlando de cualquier cosa.
Kuroka le comentó que tanto Shirone como ella querían entrenar y Goku aceptó, de todas formas tenía pensado entrenarla en algún momento.
No deseaba que se volviera a repetir lo del secuestro de Kuroka, ella debía volverse más fuerte para evitar una nueva situación trágica.
Era posible que vinieran más enemigos.
No es que fuera posible, era una realidad.
Y finalmente el plato de comida se vació.
El zumo de naranja que Goku había preparado exprimiendo algunas frutas también se acabó, al parecer Kuroka se despertó muy hambrienta.
-Bien, hemos de ir a clase Kuro, ve a ducharte mientras hago la cama -declaró Goku mirando a la Nekoshou mientras tomaba la bandeja.
-Ara, qué hombre más servicial tengo... ¿me acompañarías a darme una ducha? -le preguntó Kuroka con tono aristocrático y le guiñó el ojo.
-Depende, ¿te apetece una ducha larga o no? -preguntó el chico con una sonrisa en su rostro mientras sacudía las almohadas quedamente.
Kuroka se rió ligeramente.
-Nyaha, fuiste tan rudo anoche que no tengo fuerzas para una ducha larga -contestó Kuroka antes de entrar al baño y cerrar la puerta.
Se sentía muy feliz por todo lo que estaba viviendo, tanto en su relación con Goku como con Shirone, nada podría estropear esto.
De pronto, Kuroka se tambaleó ligeramente sintiendo un mareo. Se apoyó sobre el lavabo para evitar la caída y respiró profundo.
"¿Q-qué me está pasando?"- se preguntó con confusión Kuroka sintiendo así de repente unas ganas increíbles de vomitar así de la nada.
¿Qué significaba esto?
No... ¿acaso ella estaba...?
¿Embarazada?
Más tarde.
"¡¿Qué?!"
Rias preguntó anonadada.
-Sí... y-yo... le besé -contestó Akeno bajando la mirada con un sonrojo- Todo iba demasiado bien y no pude resistir las ganas de besar sus labios.
Sí, fue un momento mágico.
Un momento que apenas duró.
-Pero me fui corriendo y... bueno, no sé qué hacer, ¿le digo lo que siento? -Akeno preguntó mirando a su mejor amiga con exhortación.
Realmente estaba confundida.
Era su primer enamoramiento y no sabía qué hacer, Goku llenaba de paz su corazón cada vez que estaban juntos y adoraba ese sentimiento.
Quería atesorarlo en su corazón...
-Akeno... sabes que él ya tiene pareja, ¿no? -preguntó Rias sonando cautelosa y la chica asintió- ¿Por qué... no renuncias a él y ya?
-¡No puedo! Y-yo le amo, esa gata no merece recibir todo su amor -declaró Akeno haciendo que la chica pelirroja frotara sus sienes.
Sin duda era complicado.
-Romper una relación porque a ti te plazca... no sé yo Akeno, espero que el amor no te ciegue en hacer lo correcto -aconsejó la joven Gremory.
Akeno se mordió el labio inferior.
-Ya es muchísimo que Goku-san te considere cercana... no lo estropees queriendo comer más de lo que puedes tragar -añadió finalmente Rias.
Sí, pasó mucho tiempo hasta que se hicieron amigos. Declararse ahora simplemente podría estropear todo lo que había forjado hasta hoy.
-S-supongo que tienes razón... ¿y cómo van los entrenamientos de Issei? -Akeno forzó una sonrisa que no pasó desapercibida para Rias.
-Se está esforzando más de la cuenta, eso es bueno... después de todo el Rating Game es en una semana -respondió Rias- También deberías entrenar, así no piensas tanto en... ya sabes...
-Sí, lo sé -Akeno se levantó de su asiento y caminó hacia la puerta del club de lo oculto- Me retiro, regresaré luego a hacer los pasteles.
-Bien, nos vemos luego -Rias se despidió y finalmente la chica salió, dejándola sola- Sólo espero que Akeno no estropee las cosas...
Sí, esa era su preocupación.
Minutos después.
Akeno caminaba hacia el edificio escolar, su mente estaba concentrada en revivir el mágico momento que era la escena de su primer beso.
Desde hacía tiempo Akeno siempre anheló hacer eso y ayer vio su oportunidad, aunque ciertamente sorprendió bastante a Goku.
Y para colmo, se fue huyendo.
Sentía tanta vergüenza que incluso hoy seguía sin ser capaz de mirarle a los ojos, pero a su vez, quería confesarle sus sentimientos íntimos...
Ya que después de todo, Goku fue el que le rescató de la oscuridad, toda la felicidad actual en su vida se la debía exclusivamente a él...
Por eso quería compartir aquel sentimiento con Goku haciéndole feliz de la misma manera, mostrándole su agradecimiento... su amor.
Pero había un gran impedimento.
Y tenía un nombre propio.... Kuroka.
Sí, la novia de Goku era el principal obstáculo para que Akeno pudiera expresar libremente sus sentimientos hacia Goku... ella era su "rival".
Pero haciendo memoria a las palabras de Rias sería algo injusto y egoísta que se metiera en su relación, ¿ella qué pintaba en medio de ellos?
Nada... básicamente nada.
Pero en sí Akeno sentía que también la vida hacía una injusticia con ella, ¿acaso no tenía el derecho a amar y ser amada por alguien?
Sí, pero...
PAM.
Akeno sintió dolor en su espalda cuando unas manos la empujaron contra un árbol, sus ojos se abrieron de sorpresa al ver quién le empujó...
-¡Tú...! ¡¿Cómo te atreves?! -demandó Akeno viendo con odio a Kuroka, quien sonrió con burla.
Pero de repente...
Sus ojos cambiaron.
La burla se transformó en seriedad y Akeno se percató, el escalofrío que sintió en su espalda le dio una advertencia muy clara sobre Kuroka.
Ella no estaba bromeando.
-Escúchame bien perra, sólo te diré esto una vez... -siseó Kuroka con seriedad- Aléjate de MI hombre o te mataré, ¡¿entendiste lo que dije?!
"...."
-Vi lo de ayer, te arrastras como un gusano por un beso mientras que Go-chan me posee todas las noches... patética nyaha -se burló Kuroka.
Eso sí que le dolió a Akeno.
Pero no lo iba a mostrar, claro.
-¿Qué te hace pensar que te tengo miedo o me alejaré de Goku-kun? -Akeno le desafió reuniendo valor en su voz, y Kuroka sonrió ante aquello.
Rash.
Kuroka rasgó el cuello de Akeno con sus uñas afiladas y la chica azabache la miró con odio y una pizca de terror en sus ojos violáceos.
-Maté a Naberius y su séquito porque quisieron abusar de Shirone... yo siempre protejo lo que es mío... -respondió Kuroka antes de marcharse.
Akeno apretó sus puños, por primera vez en mucho tiempo se sintió impotente, incapaz de hacer nada salvo llorar por lo acontecido.
Pero una cosa estaba clara.
Ella JAMÁS se alejaría de Goku.
Horas después.
Finalmente las clases terminaron y todos se fueron a casa... salvo Goku, Kuroka y Shirone quienes caminaron hacia unas montañas.
Sí, tenían que entrenar.
Y tras unos minutos llegaron.
Un verde prado donde había un río cercano, el ruido del agua cayendo desde una cascada y el canto de los pájaros atestaba sus oídos.
-Realmente es un gran lugar -profirió el chico sonriendo y se sentó en el césped cruzando sus piernas- "Hacía tiempo que no meditaba..."
Se sintió lleno de paz.
Kuroka le observó durante un par de instantes y también se sentó, todavía estaba pensando en lo que pasó en el baño pero debía concentrarse.
Así que cruzó sus piernas y se puso a meditar, Koneko contempló a su hermana e imitó pues su acción. Pronto el silencio invadió aquel lugar.
Pero no duraría tanto.
-Ustedes las Nekoshou utilizan el Ki de la naturaleza y embriagaba sus seres al recurrir al Senjūtsu -habló Goku con los ojos cerrados.
Con el Senjūtsu absorbían la energía de la naturaleza, y si ésta contenía mucha maldad el usuario "se volvía loco" debido al poder.
-Pero esa es una forma arcaica de usar el Ki, lo que hago es usar las reservas de Ki en mi interior -agregó Goku creando una esfera de energía.
Kuroka lo observó y extendiendo sus manos intentó concentrar energía ahí, pero esta vez no recurrió al Senjūtsu, hizo lo que Goku explicó.
"Usar el Ki en mi interior..."- pensó Kuroka canalizando su energía y finalmente creó una esfera de Ki, pero se sintió más cansada.
-¡Lo hiciste Nee-sama! -exclamó Koneko sorprendida y eso la motivó a hacer lo mismo- "Sólo debo usar la energía en mi interior..."
Tras unos minutos, lo consiguió.
"Es normal que lo logren tan pronto, estaban habituadas al uso del Ki sólo que de otra forma"- pensó Goku viendo a ambas con una sonrisa.
-Es cierto que el Senjūtsu es ventajoso pues la energía de la naturaleza es mayor que la que hay en uno mismo pero... -declaró el azabache.
De pronto Goku se levantó y soltando un grito liberó su aura de Ki haciendo temblar ligeramente el lugar debido a su poder.
Las Nekoshou se sorprendieron.
-¡Con el Ki interno puedes explotar al máximo tu poder! ¡Puedes llevar tu fuerza, tu velocidad y defensa al límite! -exclamó Goku sonriendo.
En su mente revivió sus mejores momentos como guerrero y sonrió con suma nostalgia en memoria por los tiempos del pasado...
-Entrenarán para fortalecer sus reservas de Ki, y tengo el método perfecto para eso -declaró Goku volviendo a sentarse- Bien, vuelvan a meditar.
Kuroka asintió emocionada por volverse más poderosa, había pasado mucho tiempo desde que no sentía tanto entusiasmo en su ser.
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¿Qué les pareció?
Pues... al final me salió un lemon xD
No estaba en mis planes pero bueno, terminé haciéndolo. Lo que si planeé fue ese pequeño y tenso momento entre Kuroka y Akeno.
¿Kuroka embarazada? Uff...
Que las Nekoshou entrenen no significa que aprenderán las técnicas de Goku, como esas mamadas donde Kuroka usa Kaioken ._. xd
Serán 200 votos, se viene lo interesante...
Gracias por los 4.5k seguidores :-)
Gracias por los 150k leídos... nos vemos.
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