⭐Capítulo 7⭐
El Rey Sombra recorrió el Castillo de la Amistad con una mezcla de curiosidad y aburrimiento. Era el segundo día que estaba allí pero ya no tenía nada que ver, excepto a la alicornio.
Sus ojos se detuvieron en Twilight, quien estaba rodeada de una montaña de libros apilados de manera inestable, cada uno más alto que el anterior. Finalmente, con un suspiro de frustración, se volvió hacia ella.
—Oye, ¿puedo salir a dar una vuelta? Me estoy aburriendo aquí, y este lugar...—preguntó, estirando una pata hacia la puerta—... no es exactamente emocionante.
Twilight levantó una ceja, sin poder ocultar su preocupación. Dejó lo que estaba leyendo rápidamente.
—No, no puedes. —respondió con firmeza
El Rey Sombra se llevó una pata a la frente en un gesto exagerado de desesperación.
—¡Oh, qué desgracia! —exclamó con un toque de sarcasmo—. ¡Cautivo en el Castillo Arcoíris! ¡Secuestrado en otro mundo por la inflexible Princesa Twilight Sparkle! ¡Qué cruel destino me ha tocado!
Twilight levantó una ceja, sin poder evitar una sonrisa.
—¡Sí, sí! ¡Todo un drama! —dijo con sarcasmo—. Solo quédate aquí y no causes problemas. Los ponis se asustarían si te ven por ahí.
El Rey Sombra frunció el ceño, claramente decepcionado.
—¿De verdad? ¿Qué tan malas son las habilidades de socialización de los ponis de este mundo? —murmuró, mirando a su alrededor con desdén.
Twilight soltó una risa nerviosa, tratando de disimular su incomodidad. No era tanto por ellos, sino por la presencia del Rey Sombra. Luego, dejó escapar un suspiro de alivio, aliviada de que al menos sus amigas no tuvieran que lidiar con esta situación tan incómoda.
—Tienes suerte de que mis amigas no estuvieran aquí cuando apareciste —dijo con un tono de alivio—. Cada una está en una misión asignada por el Cutie Map. Así que, por ahora, estás solo conmigo.
El Rey Sombra levantó una ceja, intrigado. Las palabras "estás solo conmigo" lo hicieron alzar una ceja, pero comprendió que Twilight no se refería a nada más que a la situación actual. Con un pequeño suspiro de alivio, volvió a relajarse.
—¿Misión? ¿Cutie Map? ¿Qué clase de sistema tienes aquí para repartir tareas?
Twilight lo miró con una mezcla de exasperación y orgullo.
—Es un artefacto mágico que asigna misiones basadas en las necesidades de Equestria. En otras palabras, cada una de mis amigas está ocupada haciendo cosas importantes para ayudar a otros. Y tú, por supuesto, no estás en la lista.
El Rey Sombra cruzó las patas delanteras y le lanzó una mirada de interés, con una sonrisa juguetona en sus labios.
—Vaya, parece que estoy aquí en un momento bastante aburrido. ¿No puedes ayudarme a encontrar algo que hacer? Quizás algo que me mantenga... entretenido.
Se acercó un poco más a Twilight, su mirada oscura cargada de un brillo seductor.
—No estoy diciendo que necesites hacerlo ahora mismo, pero siempre hay formas interesantes de pasar el tiempo. ¿Qué opinas, Sparkle? ¿Tienes alguna sugerencia para un "pasatiempo" mientras estoy aquí?
Twilight, sorprendida por la insinuación, se sonrojó levemente y se dio la vuelta, tratando de mantener su compostura.
—¡No, no te ofrezco nada de eso! —dijo apresuradamente—. Solo quédate quieto y no causes problemas. ¡No necesito más problemas hoy!
El Rey Sombra se acercó un poco más a Twilight, su sonrisa juguetona aún presente.
—¿Sabes? —comenzó con tono intrigado—, a decir verdad, te pareces un poco a la Twilight que conozco. Aunque, me atrevería a decir que eres un poco diferente.
Twilight, al escuchar eso, frunció el ceño.
—¿Ah, sí? ¿Cómo era esa Twilight?—preguntó, genuinamente interesada.
El Rey Sombra hizo una mueca, su sonrisa desapareciendo por un momento.
—Oh, ella es una versión mucho más... desagradable —respondió con desdén—. Siempre tan molesta, siempre tratando de ser la mejor en todo, la perfecta alumna —dijo con desdén—. Aunque, en tu caso, parece que has tomado un giro aún más tedioso.
Twilight, al oír el comentario, frunció aún más el ceño, sintiendo una mezcla de indignación y curiosidad.
—¿En serio? No parece que te agradara mucho —replicó—. Pero, por lo que veo, tú no eres exactamente el rey del "buen gusto" en cuanto a compañías.
El Rey Sombra se acercó un poco más a ella, sus ojos destilando un brillo seductor. Se inclinó ligeramente, acercando su rostro al de Twilight.
—Oh, Sparkle, en cuanto a compañía... —susurró con un tono sugerente—, me atrevería a decir que soy el mejor en ciertos "asuntos".
Su aliento cálido rozó la mejilla de Twilight, haciéndola ruborizar y dar un paso atrás instintivamente.
—No me malinterpretes —continuó él, con una sonrisa maliciosa—. Si alguna vez te aburres de tus mágicos experimentos o de tus... libros de arcoíris, siempre puedes contar conmigo para una experiencia más... estimulante.
Twilight se sonrojó aún más, su mente girando a mil por hora mientras intentaba mantener la compostura. Se dio la vuelta abruptamente, tratando de ocultar su creciente incomodidad.
—¡No sé qué estás insinuando, pero ni pensarlo! —dijo, su voz temblando un poco—. Solo quédate en la biblioteca y no causes más problemas. ¡Tengo suficientes cosas en las que pensar sin tener que lidiar contigo!
El Rey Sombra se cruzó de patas, mirando a Twilight con un aire de resignación fingida.
—¿Qué más voy a hacer? Ni siquiera me dejas ayudarte —dijo con una mueca de desilusión.
Twilight, con una mezcla de seriedad y cautela, le respondió:
—No es que no quiera que me ayudes, pero...aún no confío en ti del todo.
Sombra levantó una ceja, claramente decepcionado. Con un suspiro que combinaba frustración y aceptación, dio media vuelta.
—Como digas, Sparkle —respondió, casi en tono de resignación.—. Aunque, no puedo prometer que no encontraré maneras de entretenerme.
Twilight se alejó rápidamente, tratando de recuperar su compostura mientras el Rey Sombra se acomodaba con una expresión de total tranquilidad. Así avanzó el día.
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