Twilight se encontraba en la sala de estar de la biblioteca, rodeada de sus amigas. Las chicas la miraban fijamente, esperando sus órdenes. ¿Qué se supone que debía decirles? ¿Que ya había encontrado la solución hace tiempo? Ni siquiera podía mencionarlo ahora; había logrado volver a esconder el libro que llevaba consigo.

Quizás podría mantenerlas ocupadas un rato más. Cuando todas se fueran, tendría la oportunidad de hablar con el Rey Sombra sobre el libro y, más importante aún, sobre sus sentimientos. Si esta iba a ser la última vez que lo verían, quería confesarle todo en persona.

Su rostro reflejaba una mezcla de nerviosismo y determinación mientras se preparaba para hablar.

—Chicas, he estado investigando intensamente para intentar devolver al Rey Sombra a su mundo, pero... —se detuvo, tragando saliva—. No he encontrado nada que funcione.

Sus amigas la miraron con preocupación. Rainbow Dash fue la primera en hablar.

—¿Estás segura de que has revisado todos los libros? Tal vez haya algún texto que no has leído —sugirió, con un tono entre esperanzado y escéptico.

Fluttershy, que había estado escuchando en silencio, levantó la voz suavemente.

—¿Y si le pides ayuda a Discord? Tal vez él podría saber algo que tú no.

Twilight frunció el ceño, y su mirada se volvió pensativa. ¿Discord? Oh no, eso no sería fácil.

—No creo que quiera ayudarme. No lo veo dispuesto a colaborar con algo tan serio. —dijo, su voz cargada de desánimo—. Además, normalmente cuando pedimos su ayuda, todo termina empeorando. Recuerda lo que pasó con Tirek.

—¡Lo hará si se lo pido! —afirmó Fluttershy, con una confianza tranquila—. Confía en mí.

Twilight asintió lentamente, sabiendo que Fluttershy tenía razón en que Discord podría cambiar de parecer si se le pedía directamente. Pero, en el fondo, Twilight ya tenía el libro asegurado y no quería que nadie más lo encontrara.

—Está bien, lo intentaré. —dijo Twilight, aliviada—. Mientras tanto, sigamos buscando en los libros. Quizás haya algo que se nos haya escapado.

Fluttershy se levantó y, con una sonrisa alentadora, salió de la biblioteca en busca de Discord. Su misión la llevaría a la dimensión del caótico espíritu.

Mientras tanto, Rainbow Dash, Applejack y Rarity se dirigieron a los estantes repletos de libros, comenzando a examinar los textos con renovado fervor. 

El silencio en la biblioteca se llenó con el sonido de hojas pasando y murmullos de desánimo, mientras cada una de ellas se sumergía en la búsqueda de alguna pista que pudiera ayudar.

Twilight estaba nerviosa. Había logrado esconder el libro debajo de una estantería, pensando que nadie sería capaz de encontrarlo sin levantarla, pero era pesada y difícil de mover.

De repente, la voz de Sombra la sobresaltó.

—Sparkle... —dijo Sombra, con un tono preocupado—. ¿Estás bien? No pareces muy feliz.

—¿Feliz? Yo? —respondió Twilight, forzando una sonrisa aún más amplia—. Estoy feliz de que todas estén aquí ayudando...

Sombra notó que algo no estaba bien. Desde la mañana, parecía que Twilight quería decirle algo, pero siempre se detenía.

—Y, sobre la cosa que querías decirme hoy... —comenzó a decir Sombra, pero fue interrumpido por un estruendo.

Applejack había tirado accidentalmente un mueble mientras buscaba. El libro que había encontrado, de color azul, cayó al suelo.

—¡Chicas, encontré un libro azul! —dijo Applejack, mientras lo recogía.

Twilight entró en pánico y corrió hacia ella antes de que pudiera hacer algo. Con un destello de magia, arrebató el libro de las patas de Applejack.

—¡Ese libro no! —exclamó Twilight, mientras el libro flotaba hacia ella con un aura mágica.

Todos se quedaron mirándola, sorprendidos. Incluido Sombra, que la observaba con una mezcla de preocupación y confusión.

—¿Uh, terroncito, te encuentras bien? —preguntó Applejack, realmente consternada.

Twilight, aún temblando, intentó recomponerse mientras Sombra la observaba fijamente, claramente confundido. Su cuerpo comenzó a sudar frío mientras buscaba desesperadamente una excusa.

—Este... este libro no, no sirve —dijo, tratando de sonar convincente pero sin mucho éxito.

—¿No sirve? Pues yo lo veo bastante funcional —comentó Rainbow Dash, aún más confundida.

Rarity se acercó por detrás de Twilight para examinar el libro.

—Y el libro dice "Distorsión Espacio-Temporal". ¿No es eso lo que necesitabas? —concluyó Rarity, frunciendo el ceño.

—Sí, sí, pero... —Twilight se quedó sin palabras, su mente nublada por la ansiedad.

—¿Qué? —la voz de Sombra resonó en la habitación, haciendo que todas se volvieran hacia él, incluida Twilight. 

Sombra la miraba sorprendido, como si no pudiera creer lo que veía.

—Sparkle, ¿no me dijiste que no habías encontrado nada al respecto? —dijo Sombra, su voz firme y llena de desilusión. Las chicas se pusieron derechas, captando la tensión en el aire.

Twilight se puso nerviosa, desvió la mirada, y todos los signos en su comportamiento indicaban que no estaba diciendo la verdad.

—Bueno, yo... —murmuró Twilight, sin saber qué decir.

El silencio se instaló en la habitación, mientras los dos se miraban fijamente. Las chicas notaron la creciente tensión y, sin decir una palabra, comenzaron a retirarse lentamente.

—Eh, los dejaremos solos para que hablen —dijo Applejack, guiando al resto de las amigas fuera de la habitación.

El ambiente se volvió pesado mientras las puertas se cerraban tras ellas, dejando a Twilight y Sombra a solas para enfrentar la verdad.