Disfrutad de esta actuación. 🎻

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(La bailarina)⊰⊹ฺ

Me volví a mi choza abismado en saber lo que había ocurrido; como lo esperaba... algo debía salir mal.

Los jueces creyeron que les había hecho un chascarrillo o que me bufé de ellos, pero no fue así, realmente no contaba con ningún ayudante. Todo lo ocurrido era bastante intrigante.

¿Qué más podría pasarme? Perdí la oportunidad de mi vida sin saber una razón y ahora estaba sentado en la misma vieja mesa sobre la misma rechinante silla...tomando el mismo vino que ya ni siquiera sabía tan bien.

Demoré unas horas en volver la vista a la entrada de mi hogar, a un lado sobre la puerta se encontraba tumbada mi viola, la dejé derrotada como si ella tuviese la culpa de mi mala suerte...de verdad, qué patético suelo ser.

Tras meditar me dije a mí mismo: "Caray, no se ha ido el mundo". Entonces me levanté tambaleante con gracia sosa y cogí mi instrumento en manos con una sonrisa para recargarla sobre mi hombro; los ánimos que me regalé habían soltado un mar de inspiración.

"Corrieron viejos siglos de la hermosa Madrid, vaya a saber qué año fue,
sólo se sabe que todos los días, buenos o malos, un triste monillo paseaba acojonado.

Desde crío hasta de chaval, siempre deseó un alarido de duende que iluminara su chueco andar.

Dotado de dones en música y en sueños, pero un mendigo de cleros y vistos buenos con el pueblo.

¡Ya, triste monillo! Algún día vendrá tu tino.

Hombre soñador, no sepultéis los deseos que guardaís con fervor".

Perdido en las notas de música que me abrazaron, fue casi imposible notar la compañía de cierto ser sigiloso y oculto donde menos le podía pillar, pero al opacarse por oscuridad el alumbrar del candil, fue en cuestión de segundos que por fin presencié lo que había ocurrido en mi presentación.

ーMadre mía... ーanonadado por lo que mis ojos miraron, fueron las palabras que salpicaron mis labios.

Era una sombra perfecta; de curvas delicadas, pequeña cintura, la imagen completa se mostraba maravillosa, sobre todo su larga cabellera rizada.

La sombra de una dama bailaba a la talla con mi tocar tal cual una bailarina romance lo haría y, al detenerme...ella lo hizo también.

Aquella mostró una actitud de asombro por yo haberla pillado, fue como si se llenara de temor, pero yo simplemente quedé fascinado de su presencia, sólo esperaba ver cualquier otro acto que ella me concediera honor de atestiguar.

Lamentablemente, no hubo más...la hermosa bailarina se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.

(Fin del acto)⊰⊹ฺ