El trabajo era constante, pero nada aburrido, se sentía con energías, incluso de sobra, se sentía rebosante y lleno de vida.

Todo lo contrario a Atem.

Yugi tenía la mejor sonrisa que podía mostrar, incluso sus trabajadores quedaban cautivados por el brillo que tenía.

Se preguntaba si de verdad ese era su segundo jefe, un chico de preparatoria que se hacía cargo de la empresa de la familia Halackti como podía .

Haku, llegó a su lado posando un té de manzanilla mientras se dirigía hacia el corral donde se encontraba Yami quien jugaba con un peluche entre sus manos.

- ¿Cómo va el trabajo?. - Preguntó Haku.

- Es divertido, jamás pense que tendría un día así de maravilloso. Dime Haku, ¿no sientes también que es un día maravilloso?. -

Haku lo miro raro, ¿cómo su jefe podía decir eso cuando él cielo parecía nublado?, en las noticias dijeron que nevaria.

Un terrible día para él sin dudas, pero para su jefe, parecía que había ganado la lotería o algo más precioso.

¿Debería preguntar por qué su estado de ánimo?.

- ¡Mira! ¡hay nuevos inversionistas que quieren apoyar al proyecto de la señorita Mana!. - Dijo alegre el tricolor mostrando el reporte que le había llegado a la computadora de la oficina.

Haku mejor prefirió dejar que su chico disfrutará de su día a su estilo.

- Por cierto Jefe. -

- No me digas así. - Dijo Yugi dando un puchero. - Ya te dije que me llames por mi nombre, no necesitamos formalidades. -

- Lo siento, es solo que es mi costumbre. -

Yugi sonrió.

- Pero volviendo al tema. - Dijo Haku y se acercó al menor. - ¿Cómo vas con tu nueva vida?, ¿todo va bien?, la verdad es que no he sabido mucho de ti y bueno, últimamente he tenido trabajo ocupándome de ciertos casos. -

- Investigas a Amelia, ¿verdad?. -

Haku se sorprendió por ello.

- ¿Cómo...? -

- Tim nos contó, o bueno, ayer por la noche tuvimos una reunión familiar y él nos... -

-¿Tuvieron una reunión familiar?. - Interrumpió Haku sintiéndose excluido y Yugi se dio cuenta de esto.

- ¡Solo fue para convivir un poco con la amiga de ustedes!, ¡Rose!. - Dijo Yugi de prisa. - L-lamento mucho no poder invitarte, pero te prometo que algún día te invito a cenar. -

Una promesa que hizo alegrar el corazón de Haku.

- Bien, es una promesa. - Dijo este. - Pero, si Tim les contó de lo que esta pasando con Amelia, asumo que ya saben los detalles de lo que ella está haciendo, ¿no?. -

- Lamentablemente no. - Yugi se puso serio. - Solo se que ha estado visitando empresas vecinas de la familia Halackti, pero sólo eso, no a preguntado por Yami y debo confesar que desestabilizo a Atem un poco cuando visitó la empresa. -

¡MIERDA!

Haku apretó los puños de la rabia. Esa mujer buscaba o intentaba hacer algo, su instinto no fallaba, todo su ser le decía que había un alerta roja ahí.

Hace un tiempo, antes de poder trabajar para Yugi, él estuvo investigando por su parte, claro que esto pasó antes de que su hermano Atem conociera a Amelia, pero si no mal recordaba su hermano ya tenía contacto con Yugi, pero él no se fijaba mucho en eso, se enfocaba más en su padre el cual se había estado comportando de manera extraña y distante con todos.

Sabía que escondía algo, pues suspiraba o a veces se encontraba perdido en las nubes, como si se tratara de un enamorado.

Su padre era soltero, por aquel tiempo, por lo que sospecho que andaria cortejando alguna mujer de su trabajo u otro lugar, todo bien hasta ahí, hasta que comenzó el problema del dinero que en la cuenta bancaria de su familia comenzaban a desaparecer grandes cantidades de dinero y esto solo podía ser visible para los ojos de Haku y Tim, quien el último, hizo un gran escándalo ya que ese dinero era para donar a sitios de bajos recursos.

Es por ello que comenzó a investigar más a fondo a su padre:

*Lugares que transitaba frecuentemente, donde comía, si dormía, que compraba, ¡todo!, pero no daba con nada que inculpar a a su padre hasta que cierta tarde lo vi salir de la empresa con cierta muchacha de cabello rubio, bien vestida y parecía risueña de solo estar a lado de padre, no le pareció extraño y lo dejó estar, memorizo el rostro de la chica y se largo.

Tiempo después su padre volvió a la actitud de siempre; burlona, desinteresada, volvía hacer ese hombre caprichoso y con chistes malos, un dolor de cabeza, pero al mismo tiempo fue cuando comenzaron los problemas de su hermano Atem; la rebeldía en él era palpable, desobediente, un busca pleitos por todas partes, en si era todo lo contrario a lo que era antes, no podía ni siquiera reconocerlo hasta que la bomba estalló y Atem por fin presentó a Amelia con toda la familia, Haku supo de inmediato que esa chica, era la ex de su padre y un gran problema.

- ¿Haku?. -

-¿Eh?. -

- ¿Todo bien?. - Pregunto Yugi al ver al peli-negro perdido en sus pensamientos.

-Disculpa. - Dijo. - Es solo que me quede pensando en algo. -

- Tiene que ver con Amelia, ¿no?. -

- Andas muy acertivo, aibou. - De inmediato Haku tapa su boca. Aquel apodo se le escapó de sus labios, varias veces lo había escuchado de Atem decircelo a Yugi, pero jamás imagino que él lo hiciera con toda la confianza.

Yugi lo miró sin ninguna pizca de incomodidad, al contrario eso sólo lo hizo sonreír.

Entonces, ¿estaba bien decirle así, no?, no había problema.

- Una vez. - Comenzó hablar Haku. - Mi padre tenía una amante , la verdad desconozco desde cuando empezaron a salir, pero cuando averigüe quien era supe que era un amenaza. - Hizo un pausa para suspirar. - No me equivoque en mi instinto, Amelia fue amante de mi padre y novia de Atem, no se si salía con ambos al mismo tiempo o tuvieron una relación cuando la otra acabó, pero... - Trago ruidosamente saliva.

Llevaba cierto tiempo pensando en esta teoría, y en verdad esperaba equivocarse con todas sus fuerzas.

Yugi se acercó más a Haku con el semblante serio.

- ¿Pero...? - Insistió a qué siguiera. - ¿Pero...? - repitió con desesperación en su voz Yugi.

- ¿Y si Yami no es hijo de Atem?. -

Aquellas palabras congelaron el corazón de Yugi, su mente se volvió blanco.

-¿Sabes qué?, no me hagas caso. - Dijo desviando el tema, ya que vio como el semblante de su jefe había palidecido.

Se equivoco, no debió decirlo, sintió opresión en su pecho, la culpa emergió en corazón queriendo comérselo.

- Solo es una tonta teoría que pensé de la nada, por supuesto que Yami es hijo de mi hermano je je. -

Yugi no se movió de su lugar y eso preocupo más a Haku.

- Yugi, de verdad, no me hagas caso, solo es una teoría, creo que mi mente la creo a base de todo este tiempo de conflictos familiares, probablemente estoy cansando mentalmente. -

Eso podría ser...

- Haku, ¿te han dado días de descanso?. - Pregunto Yugi a lo que Haku negó. - Bueno, pues ahora es tu oportunidad, voy a darte vacaciones. -

De cierta forma Haku captó el tono molesto en las palabras de Yugi.

¡Claro que se enojaria!, ¿y como no hacerlo?, si claramente le dijo a su sobrino que Atem no era el padre.

- No hace... -

- Si hace falta. - Le dijo Yugi con una sonrisa que le caló un escalofrio en los huesos. - Haku, ve a la playa, apuesto que te sentirás mejor ahí, he escuchado que sirve para relajarse. Ve, te servirá mucho. -

La puerta de la oficina fue tocado y una secretaria dio aviso que Yugi tendría una reunión con Mana, Yugi aceptó, fue hasta Yami y lo cargo para llevárselo.

- Felices vacaciones Haku. - Dijo por último Yugi y se retiro de la oficina.

Genial, muy genial, el gran humor que tenía esa mañana había cambiado rotundamente.

Pero aquí la gran incógnita sería si debería decirle a Atem sobre lo que le dijo Haku o guardarlo para sí mismo.

*Continuará...