37: ¿Miedo A...?
Miro fijamente a Atem.
Aquel chico temblaba en su lugar, miraba hacia abajo ocultando esos hermosos ojos rojos de mi, sus mejillas estaban levemente rojas.
— Perdón. – Dije despacio, me di cuenta que ni siquiera pensé en mis acciones, ni en lo que dije, toda esta situación me había empujado a actuar impulsivamente. — Por favor ignora lo que dije... —
—Esta bien. — Contestó. Levantó la mirada con esas mejillas rojas. — También quiero intentarlo. — Prosiguió, ahora fui yo quien se sonrojo, no podía creer lo que decía, ¿hablaba enserio?. — Ser una pareja y llevar esto seriamente al siguiente nivel. — Su mirada se volvió gentil y tímida.
Hace mucho tiempo que no lo veía así, y eso hizo que mi corazón bombeara más fuerte y mi cuerpo comenzará a temblar.
¿Por qué me siento así?.
Sin darme cuenta note como la mano de Atem tomó mi mentón y lo alzó, nuestros labios comenzaron a rozarse, mis mejillas se volvieron a teñir de un tono rojo más fuerte, mis ojos hicieron contacto con los suyos, ahora su mirada había cambiado a una mezcla de deseo y cariño.
Me sentí que desfallecia en ese instante, esa dualidad que mostraba tan de repente me atrajo a él y uní mis labios con los suyos olvidandome de que me había confesado y de que el había aceptado mis sentimientos, así como yo aceptaba los suyos.
Ahora, se podría decir que éramos una pareja oficial, que a pesar de tener ese estúpido contrato, todo esto se había vuelto real.
Todo esto era tan nuevo, se sentía extraño, el hecho de haber comenzado una relación amorosa y de aceptar a una persona en tu vida, era ¡raro!; ya no seríamos amigos con derecho o empleado y jefe. Ya no éramos nada de eso.
— Espera, espera, espera. — Lo detuve cuando sentí su mano bajo mi camisa de mi pijama, no me molestaba su tacto al contrario, deje que su mano se quedara ahí. Sin embargo, debía detenerlo para decirle unas cuantas cosas importantes, dejar en claro nuestra nueva relación.
— ¿Mm?, ¿que pasa?. —
— Tengo que decirte algo importante y debemos hablar seriamente sobre nuestra nueva relación. — Él sonrió, al parecer le gustaban esas palabras: "Relación".
— Dime. —
— Debo de cuidarme mucho mejor. — Su rostro se volvió confuso. — Ya sabes, soy un doncel. — Sus ojos se abrieron llenos de sorpresa. ¿Acaso no lo recordaba?. — No me digas que lo olvidaste. —
— Lo siento... Yo... No me acordaba... — Me dijo, su rostro se volvió pálido. —¿Eso significa que tú?. — Su mano que estaba bajo mi camisa se desplazó a mí vientre.
— No, no, no , tranquilo. — Lo detuve y lo tranquilice. — No estoy embarazado, me asegure de eso. —
—¿Te aseguraste?. —
— Hace un par de días fui al médico porque me sentí extraño. Y ya sabes, como tu y yo tenemos mucho sexo a menudo, pues, pensé que estaba preñado ... Pero, todo está bien. —
— ¿Te hiciste estudios?, ¿todo está bien?, ¿por qué me no me dijiste esto antes?. —
¿Ahora se alteraba?.
— Recuerdo nuestros encuentros, en todos ellos me asegure de usar condón, pero, ¿y que tal si uno se rompió y no me di cuenta? —
¿Hablaba enserio?
—Atem. —
— Si el condón se hubiera roto estarías en cinta y todo sería mi culpa, no quiero que quedes embarazado tan joven y cometieras los mismo errores que yo. —
—Atem. —
—En estos días seguramente estarías esperandolo, ¿me lo dirías?. —
—Atem. —
—Aún que no sería mal idea de que Yami tuviera un hermanito o hermanita, además no sería un problema, te apuesto a que podríamos, ya tenemos algo de experiencia con bebés y... —
— ¡Basta!. — Lo tomé de las mejillas y bese sus labios para acallarlo, el me miró estupefacto. — Tranquilo. — Le dije despacio. — Todo está bien, no pasa nada. —
Me tomo de mis manos.
—¡Prometo cuidarme y cuidarte!, no pasará de nuevo, seré prudente. — Me dijo haciéndome sonrojar de nuevo.
— De acuerdo. — Sonreí. — Entonces, yo también te cuidare y me cuidare. —acaricie sus mejillas.
— Owww, esta vista que tengo es tan empalagosa y asquerosa. —
Puedo jurar lo, cada poro de mi piel se paralizó cuando escuche esa voz, mi corazón se detuvo, y pude ver a Atem que a él le pasaba lo mismo o peor.
Ambos, automáticamente miramos por la puerta de la oficina, esperando que aquella voz fuera parte de nuestra imaginación, pero no fue así.
Aquella mujer sonrió tan burlona y maliciosamente, caminaba hacia nosotros mientras aplaudía.
—Bravo. — Dijo. — Me voy por un par de meses y me encuentro con que me has remplazado. —
Mire a Atem, este tenía una mirada llena de terror y miedo.
—Amelia. —Dijo su nombre con temor.
*Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro