Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21: Timaeus

- Timaeus, ¿qué haces aquí?. -

Al ver a uno de los hermanos de Atem parado frente a mi, me hacía dudar sobre lo que quería, es más, ¿cómo había dado conmigo?.

- Esto sonara muy acosador de mi parte. - Murmura. Noto un ramo de flores en sus manos. - No quiero que pienses mal de mi, yo no soy de seguir a las personas. Pero te seguí a escondidas hasta aquí. -

Oh no.

- ¿P-por qué?. - Pregunté, el temor de ser descubiertos por él me invadió, se suponía que iba mantener la condición de Atem en secreto, nadie debía de saber lo que había hecho con él mismo, ni siquiera debían de saber lo que hicimos para estar juntos.

- Soy de las personas que creen en las cosas con pruebas, así que... -

- Me seguiste para saber si todo lo que habíamos dicho era verdad. - Complete su oración. Timaeus solo se rasco la nuca en señal de vergüenza, sus mejillas levemente se ruborizaron por haberse descubierto y en seguida me extendió el ramo de flores. - ¿Eh?, ¿A qué se debe...?. -

- Una disculpa. - Me interrumpió de inmediato, luego se inclino a mi, rápidamente negué. - Lamento mi comportamiento contigo. -

-¡N-no hace falta!. - Le digo, le sostengo su mano para que vuelva reincorporarse y me doy cuenta que sus manos están frías probablemente porque había estado esperando afuera. - Esta bien. Comprendo el comportamiento que has tomado y tus suposiones por haber desconfiando de mi. - Tomé el ramo de flores y no solté su mano para luego sonreírle. - Sí fuera tú, también me pondría muy curioso por saber quien es en realidad la esposa de mi hermano. -

-¿Enserio?. -

Asentí.

- Bueno no la invitaría como tu me invitaste a mi. Utilizaría palabras corteses y cuidaría mi vocabulario. -

-¡Lo lamento!. - Vuelva a disculparse y yo solo reí con diversión.

- No hace falta. Lo hecho esta hecho, mejor lo olvidamos, ¿no?. -

- Esta bien... -Me dice y el lugar se envuelve en silencio. No tenía ni como dirigirme a él, apenas lo conozco, solo se su nombre y que le gusta vestir bien. Pero de ahí en fuera no se nada más.

¿Qué podría hacer?.

- Ahm... A ti... ¿A ti te gustaría desayunar conmigo?. -

¿Qué?, ¿cómo así?, yo pensaba invitarlo primero, pero él se me adelantó, además de que no podía dejar por mucho tiempo a Atem, le prometí regresar en 10 minutos.

- La verdad sólo iba a ir por un café para luego regresar. -

- Oh, claro... Debes de cuidar a Atem. -

Trague saliva nerviosamente.

- ¿C-cómo es qué...? -

- Te recuerdo que te seguí, así qué sí, vi lo que le pasó a Atem; colapso cuando dejaron de besarse. -

Mis mejillas se encienden, siento un poco de escalofríos al saber que habíamos sido vistos por alguien.

- No... No deberías de ver a las personas así... - Oculto mi mirada avergonzada detrás del ramo de flores. - Van a pensar que eres un pervertido. -

- Gracias por el consejo, pero fue inevitable verlos, ya que yo estaba estacionado detrás de ustedes.-

Al saber eso, la vergüenza crece mucho más.

- Aún así. - Le digo. ¿Cómo no me pude percatar de la presencia de Timaeus o de que alguien nos estaba viendo?, oh, claro, el beso.

- Disculpa por ver. -Me dice.

Yo no se que decir. No se que pensar.

- Al menos... Al menos fuiste discreto. - Me atrevo a decir con hilo de voz que pudo escuchar. Respire hondo rñtres veces para tranquilizarme y para luego verlo, pero cuando reincorpore mi mirada, solté un pequeño grito del susto al verlo tan cercano a mi. Me observaba con esos orbes verdes en tono esmeralda. - Dios... Estas muy cerca. - Le dije. Lo único que nos separa entre él y yo son el ramo de flores. De lo contrario estaba seguro que nuestros labios rozarian.

- Estas ruborizado. Y estas avergonzado por mí cercanía. Es fácil ponerte de esa forma. -

- ¿Qué pasa con eso?. - Le pregunto un poco más a la defensiva. - ¿Buscas debilidades?. -

- Para nada. - Me contesta volviendo a su posición. - Solo que eres de mi interés. -

-¿Disculpa?.-

- No del interés que tu piensas. No soy como mi padre. - Me explica. - Antes cuando nos vimos por primera vez actuaste y defendiste al par de idiotas. -

- ¡No te permito que le digas así!. - Defendí inmediatamente, había olvidado que es trío no se llevaba bien. Aún así, Timaeus insistía en decirles así a sus dos hermanos.

- ¿Lo ves?, ahí está esa actitud protectora. - Me quedé callado. Es lo que estaba buscando en mi. Esa actitud protectora, ¿pero por qué?. - Eres buena persona. Lamento haber dudado de ti. Y lamento el a verte amenazado con quitarte la custodia de Yami. Es solo qué, mi familia y yo la hemos tenido difícil. No es fácil conocer al nuevo miembro de la familia. -

- ¿Por qué?. - Solté sin darme cuenta de lo que había dicho. Mis palabras brotaron de la nada. Iba a disculparme, cuando Timaeus comenzó hablar.

- ¿Conociste a Amelia?. -

Oh, ya se por donde va la cosa.

- Sí. - Conteste.

- Ella era muy diferente a ti. -

- Lo sé. - Mi respuesta le sorprende. Me ve con atención

- Tu mirada se ensombrecio. - Me dijo. - Eso quiere decir, ¿qué tú eras el amigo de Atem?, ¿Aquel que traicionó?. -

¡¿Q-Qué?!, ¡¿Cómo sabe?!, ¡Se supone que nadie de ellos lo sabía!, ¿entonces cómo él lo supo?, ¡Apenas lo conozco como para que sepa eso de mi!.

- ¿De qué estás hablando?. - Me hago el desentendido.

- ¿No eres el chico que fue dejado por Atem?. -

- No... - Apenas logró articular mi respuesta.

- ¿Estas seguro?. Me dijeron que era un lindo chico. -

- Y por ser lindo ¿debo ser yo?. - Le pregunté de vuelta.

- No, claro que no. - Me responde. - De hecho tu eres hermoso. - Abrí mis ojos por la sorpresa. No podía creer lo que me había dicho. Aún así con su alegó que me hizo ruborizar levemente, debía de establecer límites.

- Tengo esposo y tengo un hijo. - Le dije. Timaeus sonríe satisfecho. Este hermano de Atem era muy raro.

- Bien dicho. - Me dice, le veo extrañado. - ¡¿Lo ves?! ¡El no es como aquella mujer!. - Eleva la voz y luego mira hacia atrás donde dese una esquina del pasillo sale ¡Sekemeth! El padre de los trillizos. - Así que mantente alejado. -

¿Y esto que significa?.

- Es mi yerno y también compañero de trabajo, no puedo estar muy alejado de él. -

- Creeme que te tendré bien alejado de Yugi. - Timaeus camina hacia su padre, parece un león dispuesto atacar, pero su padre no se queda atras, pues también parece un león en busca de quitar territorio. - ¿No te basta con destruir a mis hermanos y a mi familia?, ¿por qué no te vas de aquí?, Yugi a hablado: el tiene esposo y tiene un hijo. -

- Por ahora... -

No logro escuchar lo que dice Sekemeth, pero veo a Timaeus gruñirle.

-Me retiro. - Ahora Sekemeth habla en voz alta. - Fue un placer verte de nuevo Yugi. Dile a mi hijo, que papá le desea que se recupere pronto, ya que necesita hablar con él. -

- Ni bromeando. - Dice el oji-verde y Sekemeth se retira. Me quedé estupefacto en mi lugar.

¿Qué había pasado?.

-¿Un consejo que te doy?, Aléjate de él. No te conviene. Solo busca divertirse contigo para luego dejarte de lado.- Me dice viendome fijamente. - Cómo eres parte de la familia te lo digo para que estés bien con Atem. Platicale sobre esto, estoy seguro que lo entenderá y ya él tomará cartas en el asunto, pero será cuando este recuperado. - Ahora ve su reloj de mano. - Aún tengo tiempo. - Murmura. - Cuida de Atem, estoy seguro que está en buenas manos. Iré a ver a Yami a la guardería. -

Al decirme esto se retira y me deja más que confundido, pero con la curiosidad de lo que me ha dicho al igual que Haku.

"Aléjate de Sekemeth."

No se que tipo de relación tenga con los trillizos, pero si de por sí al ver esto, al advertirme Haku de su padre y al ver a Atem enfrentarse a Sekemeth, se de sobra que aquel hombre no aparenta ser del todo un buen padre.

×Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro