
Capítulo 4
Otro día de la semana, Liam estaba hablando con su mamá.
-¡Pero no me pueden pedir que no le hable; es mi mujer! -se quejó.
-Será tu mujer como tú dices, pero ya convencieron a Sandrine para que vaya.
-¿Y mis hijos qué van a decir al vernos ignorándonos?
-Si le hablas, van a terminar peleando y va a ser peor.
-Pero yo les prometí recuperarla y tengo que cumplir -insistió.
-No debiste decirles eso, no hagas promesas que no puedes cumplir porque no sabes si te va a perdonar o no.
-Ok, no le hablo -aceptó frunciendo el ceño, cruzándose de brazos y apoyándose en la pared-. Primero no me eligen como el padrino y ahora esto -refunfuñó.
-Aun así vas a poder seguir disfrutando de tu sobrino.
-Spencer me odia y es capaz de hacer de todo para impedir que lo vea.
-Sabes que Noel y Natasha no van a permitir eso -le recordó.
***
Llegó el día del bautismo. Estaban todos los invitados. Natasha estaba cerca del altar con sus padres presentandolés a su hijo. Noel también estaba con ella.
-¡Venga con la abuela! -exclamó Elsa con alegría. El bebé le tocaba la cara.
-Qué alegría que al fin hayan podido adoptar -comentó Peter.
-Gracias. Lo vamos a querer y cuidar mucho -dijo Natasha.
Mientras, Liam estaba con sus tres hijos un poco más lejos, los cuatro estaban sentados en un banco. Sandrine estaba en la puerta hablando con unos parientes. Liam hablaba con sus hijos, al mismo tiempo que la miraba de reojo. Luego les avisó que ya volvía y se levantó. Fue hacia donde estaba Sandrine. Los nenes se dieron vuelta para ver la escena. Su padre iba acercándose a su madre, pero Spencer lo vio a tiempo y, teniendo la ventaja de que estaba más cerca de la puerta, le ganó a su excuñado y se interpuso, uniéndose al grupo y al mismo tiempo tapando a Sandrine junto con los otros invitados para que Liam no pudiera hablarle. Los chicos se quejaron por lo bajo de tal acción. En ese momento, entró Jenna con su familia. Sus hermanos la vieron y corrieron a encontrarse. Isabelle tenía a upa a su hijo.
-No corras acá, Jenna. -No le hizo caso. Liam intervino y les ordenó a sus otros hijos lo mismo. Finalmente, hicieron caso todos y se acercaron caminando. Liam los acompañó. Se saludaron entre todos. Minutos antes de que entrara el cura, todos los invitados fueron a sus lugares. Entró el sacerdote y dio inicio a la ceremonia.
Horas después, fueron todos a casa de Noel, quien les pidió a varios de los invitados que no pelearan a Liam. Los chicos jugaban en el patio y el resto de la familia estaba en el living-comedor.
-De acá a unos años, Josh juega con sus primos y también con mi hijo -comentó Stanley mientras estaba con Spencer, quien tenía a su ahijado a upa, Noel y Natasha. Siguieron hablando y se acercó Liam. Los saludó y le respondieron todos menos su excuñado.
-¿Puedo tenerlo? -pidió con vergüenza. Spencer miró a Noel como pidiendo autorización de si pasarlo o no, y su amigo asintió. El padrino le pasó el bebé a Liam. Spencer se fue con Stanley y Noel por algo de comida, y quedaron Liam y Natasha solos con el bebé.
-Pensar que lo traté de...-No supo si terminar o no. Miró a su cuñada con culpa y luego a su sobrino.
-Eso ya no importa -lo disculpó-. No le vamos a decir. -Se acercaron los chefs y cocineros del restaurante donde trabajaban Noel y su esposa a ver al bebé y hablar con Natasha sin mirar a Liam. Natasha le dedicó una pequeña sonrisa mostrándole empatía, y él le contestó de igual forma, agradeciéndole el gesto. Le dejó el bebé para que sus amigos lo disfrutaran y se alejó de ahí. Estaba deambulando a ver en qué grupo se metía a hablar, pero todos lo ignoraban. Isabelle, Stanley y Peggy lo miraban de lejos.
-Sé que fue muy malo, pero me da pena cómo lo están tratando -comentó Isabelle.
-Se cosecha lo que se siembra -dijo su marido encogiéndose de hombros.
-Al menos no lo molestan como pidió mi hijo mayor. -Vieron que Liam se metió a hablar con Grace y Katrina, y estas lo aceptaron. Por suerte para él, estaban ellas dos solas.
Nick y Frida, los mozos del restaurante, estaban con Spencer en un sofá.
-Veo que todavía quieren a Liam -notó Frida.
-Sí, pero mi familia y yo no confiamos en él. Bueno, parte de mi familia.
-Qué mal tío va a tener -criticó Nick.
-Aprovechemos que él y Noel no están cerca para hablar mal -sugirió Frida. Spencer se rió bajito, y entre los tres hablaban mal del tío de Josh.
Al rato, Liam llamó a sus hijos para que entraran a lavarse las manos y que comieran algo. Los nenes entraron corriendo y pasaron al baño. En ese instante, vio a Sandrine levantándose de una silla y yendo a un dormitorio por la escalera. Aprovechó que Noel y su mamá no lo estaban viendo y que el resto de los invitados estaban charlando para seguirla disimuladamente. Su hermano justo lo vio, lo alcanzó y se le puso adelante.
-Lo prometiste, déjala en paz.
-Es que está tan linda. Nada más un minuto. Quiero verla.
-Liam.
-Bueno, está bien -dijo bajando la cabeza. Noel le puso el brazo en la espalda y se lo llevó lejos de la escalera.
-De todas formas, estamos nosotros para vigilarte. -Liam y Sandrine no se hablaron en toda la reunión, y entre todos pasaron un buen momento.
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