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Capítulo 25

Noel y su familia estaban en lo de Liam. Estaban con Peggy en el living, mientras que el hermano de Noel estaba en su pieza.

—¿No bajó en todo el día? —preguntó Natasha.

—No, y volvió borracho a la madrugada. Ya no sé qué hacer con él —contestó Peggy angustiada y dandolé la mamadera a su nieto. Noel y su mujer decidieron subir a verlo.

Liam estaba en su pieza sentado en el piso y con las piernas agarradas, con la mirada al frente pero sin mirar nada específico. Noel y Natasha ya estaban en la puerta de la habitación.

—Liam —lo llamó Noel. Su hermano lo miró y se levantó.

—Hola. ¿Hace mucho que están acá? —Se tocó la cabeza y puso cara de que le dolía.

—No, recién subimos —contestó Noel.

—Tu mamá te manda esto —dijo Natasha dandolé un vaso con agua y una aspirina.

—Gracias. —Tomó y se sentó en la cama. Los otros dos, en unas sillas.

—¿Qué pasa? ¿Por qué te alejaste de tus hijos? —preguntó Natasha.

—¿Te volviste loco? Ellos te extrañan, preguntan todo el tiempo por ti, y encima volviste a abandonar a Jenna —lo retó Noel.

—Saben que soy un fracaso como padre, no pude recuperar a su mamá y encima te disparé, Noel. Aunque me hayan perdonado, aunque no vaya a la cárcel, me sigo sintiendo culpable. Mis hijos no deben estar con alguien peligroso como yo. Así que es mejor que no me vuelvan a ver. —Se acostó y se tapó. Se puso de costado dandolés la espalda—. Ninguno de ellos.

—Si ya te perdonamos y Noel está vivo, no deberías seguir sintiéndote así. Cualquier cosa que hayas hecho, tiene solución. Todavía estás a tiempo de arreglar tus errores —lo alentó Natasha, pero su marido perdió la paciencia y destapó a Liam.

—¡¿Qué rayos haces?! —reclamó.

—Vas a bajar ahora, pendejo de mierda. ¡No puedes seguir así: encerrado, emborrachándote, con resaca! —Liam intentó taparse de nuevo, pero Noel lo agarró del brazo y extrañamente le hizo doler.

—¡No me aprietes los brazos, imbécil! —se quejó y posterior a eso se acurrucó, esperando a que su hermano y su cuñada se fueran. Noel y su mujer lo miraban con sospecha. No sólo por el dolor, sino que algo más había tocado Noel en el brazo.

—Liam, ¿qué tienes en los brazos?

—Nada. Váyanse. Déjenme solo.

—Déjame ver esos brazos —exigió agarrandoselós de nuevo y forcejeando para arremangarle. Liam se defendía y le gritaba que lo dejara en paz, hasta que su hermano mayor logró arremangarle las mangas y descubrió unas gasas en ambos brazos. Tanto él como Natasha quedaron impactados con lo que estaban viendo.

—¿Qué te hiciste? —susurró su cuñada horrorizada.

—Liam, explicanos ya mismo por qué tienes esas gasas. ¿Por qué carajo te cortaste? —En ese momento, Peggy ya estaba cerca de la puerta por los gritos que había escuchado.

—¿Qué está pasando? —Liam se apresuraba a bajarse las mangas para que su madre no viera, pero ya era tarde—. ¿Por qué gri...? —Ella había llegado a ver las gasas.

—Salgan —volvió a pedir, esta vez cabizbajo y apunto de llorar.

—Liam, ¿desde cuándo te estás cortando? —preguntó su mamá con tristeza.

—Sólo hace...unas semanas —contestó con la misma voz y en la misma posición.

—¿Qué mierda quieres decir con "sólo hace unas semanas"? ¡¿Te parece que esto no es nada?! ¡¿Ahora se te da por cortarte?! —reclamó Noel. A su mamá le brotaban las lágrimas. Quería que fuera una pesadilla lo que acababa de ver, pero por desgracia no lo era.

—Tú no estás bien; estás cada vez peor —sollozó su mamá.

—¡Hazte tratar de una puta vez o te internamos nosotros! —le advirtió Noel.

—¡No me hago tratar una mierda y a mí nadie me interna! —Volvió a taparse con la colcha y se dio vuelta, dándoles la espalda.

—¿Y tus hijos qué? ¿Los vas a hacer a un lado? —le reclamó Natasha, mientras Noel consolaba a su mamá.

—Sigan inventando excusas, pero que los sigo queriendo. —Se tapó casi hasta la cabeza—. Y no voy a bajar. Denle un beso a mi sobrino. —Su familia no supo qué más decir y salió resignada.

***

Era sábado de nuevo, Noel, Natasha y Josh estaban en lo de Sandrine. Jenna y su familia también estaban ahí.

—Tío, ¿por qué no vemos a mi papá? —preguntó Lester.

—¿Es porque ahora nos llevamos bien con Vincent? —preguntó temeroso Keegan.

—No, claro que no —contestó Noel.

—También dejó a Jenna —agregó Isabelle decepcionada.

—Y ella no tiene nada que ver ni con Sandrine ni con Vincent —destacó Stanley.

—No sale para nada —dijo Natasha.

—La última vez que lo vimos estaba muy triste —recordó Emily.

—Papá tiene problemas, pero los sigue queriendo —les aseguró Noel.

—¿Qué le pasa? —se preocupó Emily.

—Está triste por el divorcio. Ya se le va a pasar y lo van a volver a ver —los consoló su tía.

—¿Y la abuela lo está cuidando? —preguntó Jenna.

—Sí —confirmó su tío.

***

Mientras los nenes estaban jugando en la pieza, los grandes seguían en el living. Noel le daba la mamadera a Josh y, junto con Natasha, contaban lo que pasaba con Liam.

—No entiendo por qué Liam no busca tratarse —dijo Sandrine.

—Liam no debería hacerse daño. Si tanto quiere a sus hijos, que deje de tomar y lesionarse —opinó Isabelle.

—Pensar que se está volviendo igual que mi papá, aunque él no se cortaba —recordó.

—Mi amor, tu hermano puede ser mejor que esa basura.

—Es verdad, Liam está teniendo recaídas, pero con un buen tratamiento puede mejorar —agregó Stanley.

—Lástima que no pudimos hacerlo con nuestro progenitor, fue diferente. Mi mamá le tenía miedo, y Liam y yo éramos chicos. Esperemos que con Liam nos vaya mejor.

—¿Liam se pone agresivo cuando vuelve a su casa? —preguntó Sandrine desconfiando.

—Bueno, mi mamá nos contó que se puso violento al llegar a casa el día que vio a sus hijos abrazar a Vincent.

—Recuerdo que ni siquiera dejó socializar a Jenna con mi novio.

—Todo eso le afectó bastante. A veces se pone violento y a veces se deprime —contó Natasha.

—Con lo del disparo, siente que no debe estar cerca de ninguno de sus hijos y por eso los abandonó y empezó a beber —agregó Noel.

—Además de no gustarle que hayan abrazado a su padrastro —continuó Natasha—. Pero Liam tiene que entender que los niños no lo reemplazaron.

—Yo sólo espero que cumpla con su régimen de visitas. Si tanto quería ver a sus hijos cuando se lo prohibí, que cumpla —exigió Sandrine.

—Y también a Jenna. Ella estaba feliz de al fin haberlo conocido —agregó Isabelle.

***

Peggy volvió a casa, llamó a Liam para avisar que ya había vuelto, pero no obtenía respuesta. Dejó las cosas sobre la mesa del comedor. Volvió a llamar a su hijo y no le contestaba. Buscó si había dejado alguna nota, pero no había nada. Por el comportamiento que estaba teniendo últimamente, se preocupó, pero trató de tranquilizarse y pensar que a lo mejor estaba durmiendo. Subió a la habitación. La puerta estaba abierta y lo encontró tirado en el piso e inconsciente. Ella rompió a llorar en cuanto lo vio y fue directo hacia él para despertarlo.

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