Capítulo 34
May estaba con sus hermanos y cuñados en una cafetería y les preguntaba si sabían algo de que Daphne tal vez estaba saliendo con alguien más, pregunta a la que se sumó Spencer. Incluso preguntaban si Liam sabía algo. Grace les contaba lo que había pasado con un tipo en una discoteca, y que Daphne y Natasha dijeron que era un compañero de trabajo.
—Debe ser el mismo que la anda molestando —supuso May.
—¿Y ella en serio cree que él sólo quiere una amistad después de haber tenido sexo? —preguntó Sandrine indignada, levantando una ceja.
—Esa fue mi cara también cuando me lo dijo.
—¿No sería mejor que ella denuncie? —sugirió Vincent.
—Eso le recomendé pero me dijo que todo estaba bajo control —contestó May subiendo y bajando los hombros.
—¿Ustedes pueden decirle a Liam lo que se habló acá? —les pidió Spencer a Grace y su esposo.
—Mi cuñada ya había dicho que no va a dejar a Liam —le recordó su hermana, negandosé a participar.
—No, espera, Grace, no es mala idea —intervino su marido—. Quiero a ese tipo lejos de mi hermana. Además, ella no lo quiere, y no sé si es peor que la esté acosando o que mi mamá al parecer está de su lado —se quejó Dylan, sabiendo que Lizette podría intervenir para que se vean con más frecuencia.
—Y nosotros estaríamos cuidando a nuestra hermana —agregó May, dando por hecho que todos estaban de acuerdo en alejar a Lance de Daphne.
***
—¿¿Por qué no me dijiste que ese infeliz te estaba acosando?? ¡¡Lo hubiera hecho mierda!! —reclamó Liam enojado apenas vio a su mujer volver del almacén, pues Grace y Dylan ya le habían contado por teléfono ese mismo día luego de haber visto a May y a los demás. Daphne dejó caer la bolsa sobre el sofá.
—¡No quería que te metieras en problemas! ¡Y mi hermano y mi cuñada no tendrían que haberte dicho nada! ¡Para empezar, mi jefa no tendría que haber dicho nada!
—¡Te están cuidando, te estamos cuidando todos! —aclaró corrigiendosé al último—. ¡Tú ya estás en problemas por aceptar una cita con ese acosador! —se preocupó. Luego se puso las manos en la cintura, bajó la cabeza, respiró hondo y soltó el aire para calmarse. La volvió a mirar—. Por favor no vayas. —Se acercó más—. Sé que no vas a dejarme, pero no quiero que estés cerca de él. Lance quiere alejarte de mí —pidió tocandolé un hombro y acariciandolé el rostro.
—Y lo voy a cumplir —aseguró con determinación y mirandoló fijamente—. Nadie va a alejarme de ti, mi amor. Por más que me acueste con él o quien sea, nunca te voy a cambiar por otro.
—Pero aceptaste salir —insistió con la voz quebrada y las lágrimas aproximandosé en sus ojos—. Sabes que te entiendo y que no lo haces para torturarme o castigarme, pero...—dejó de hablar al no saber qué más decir. Bajó la cabeza. No le gustaba que fuera promiscua, pero siempre la entendía y se lo aceptaba por todo lo que había hecho. A pesar de que se había arrepentido por todos sus errores, sentía que no tenía derecho de reclamarle. También era irresponsable a veces con su trastorno. Su esposa le tomó el rostro y le secó unas lágrimas que se le habían escapado y ambos se miraban.
—Mi marido eres tú y siempre lo serás, lo que haga con Lance no significa nada —lo consoló, y su marido sonrió un poco, confiando en sus palabras.
—Aun así voy a seguirlos —decidió—, para asegurarme de que no te haga daño.
—Está bien —aceptó echando una risa corta, seguida de un beso. Liam la agarró de la cintura y bajó la cabeza hasta el cuello de ella, se lo besó y le olió el perfume, mientras su mujer lo tenía abrazado.
***
Lizette esa tarde andaba en el supermercado, y en la caja se encontró con Lance. Hablaron un poco a gusto y acordaron ir a una cafetería luego de pagar.
Los dos salieron del súper y fueron a la cafetería cerca de ahí. Las mesas de afuera estaban ocupadas, así que entraron, pidieron, hablaron un poco y el camarero les trajo los tés.
—¿Te has encontrado con mi hija fuera del trabajo? —preguntó mientras ponía azúcar y movía la cuchara.
—No, pero me aceptó una salida —contestó sonriendo.
—Ah eso es bueno —celebró. El compañero de Daphne levantó una ceja y sonrió a la vez.
—¿No aprueba el matrimonio de su hija? —preguntó esperando encontrar una cómplice.
—Así es. Verás, siempre le dije a Daphne que eligiera a alguien como ella, pero su esposo es un divorciado con hijos. Así que preferiría que esté contigo, y que estés más a menudo con ella incluso si su marido está presente —pidió.
—Cuente conmigo.
Ese viernes, Daphne y su compañero de trabajo salieron como habían acordado y hasta fueron a un hotel. Liam los siguió como le había dicho a su mujer. En cuanto los vio entrar al hotel, tenía ganas de ir y darle una paliza a Lance, pero decidió esperar hasta la mañana siguiente a que salieran.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro